¿Por qué razón deberíamos irnos? Tampoco entiendo porque decidió marcharse del dormitorio sin decir palabra… Como si lo estuviese traicionando. La madrugada pasada, creo que logré demostrarle lo que me importa, y lo que significa para mí; antes de caer dormidos, se lo dije, viéndolo a los ojos. Lo amo, pero… ¿Irnos a Estados Unidos? No sé cual sea la causa, tampoco lo que hablo con su hermano; entiendo que tal vez corra peligro, ya que Moriarty no demorará mucho tiempo en hacer su próximo movimiento… Pero debe comprender que por fin logré encontrar una estabilidad laboral, un lugar donde saben mi “día a día”, donde no tengo problemas en faltar, siempre y cuando avise. Sherlock debería saber que he hecho mucho por él, aquí, y no puedo marcharme tan fácilmente. No quiero parecer como que soy yo quien lo abandona, porque no es así… Realmente quisiese que observara todo desde mi lado.
Repentinamente sentí la puerta principal azotarse. Me levante lo más rápido que pude, y por la ventana observé a Sherlock cruzar la calle.
¿Realmente tendrá una justificación tan solida como para pedirme que viajemos?
Comencé a dudar, tal vez yo era quien estaba mal. Aunque esto no se trataba de estar bien o mal, sino sobre la vida que logré construir aquí…
John… pero si la vida que tienes aquí… la tienes con Sherlock. Sabes perfectamente que estas donde estas, gracias a él… Debería oírlo aunque sea, escuchar sus causas.
Decidí llamarlo al móvil. Aunque lamentablemente, no tuve resultados. No contestaba
Muy bien Sherlock, cuando madures y comprendas que mi respuesta no fue por egoísmo, sino por miedo, hablaremos.
Volví al dormitorio, casi con una sensación de enojo
Pasaron un par de horas, hasta que oí que golpearon la puerta. Supuse que era Sherlock, así simplemente cerré mi ojos nuevamente.
-¿Hola?... ¿Se encuentra alguien?- Exclamó fuertemente una mujer, desde fuera del apartamento
Abrí los ojos en un instante. Al parecer, no era el detective
-Hola- exclamé abriendo la puerta
-Hola… disculpa si interrumpí algo- respondió aquella mujer de cabello rubio, con una tierna sonrisa.
-No, no para nada… estaba casi dormido- expresé emitiendo una mueca de alegría, en respuesta a su gesto
-Vine hasta aquí a presentarme, soy nueva en el apartamento… La Sra. Hudson me indicó que el Sr. Sherlock Holmes vive aquí, y decidí pasar a saludar a los vecinos, y de paso, tal vez podría conocerlo-
-En este momento no se encuentra… Mi nombre es John, John Watson, Doctor y asistente del Detective- expresé tendiendo mi mano
Ella se abalanzó sobre mí, dándome un beso en la mejilla
-Bueno… de todos modos, valió la pena bajar a saludar… Mi nombre es Mary… Mary Morstan- dijo, antes de que nuestras miradas chocasen durante varios segundos
-Eh… disculpa… ¿Gustas pasar?- Pregunté, mientras acomodaba mi blusa, la cual se encontraba llena de arrugas.
-No John, muchas gracias, pero debo volver al apartamento. Estoy horneando algo. Pero si gustas, tú y el detective pueden ir cuando gusten, estoy en el piso de arriba- indicó antes de marcharse
-Lo haré… digo… haremos con gusto Mary- respondí, por alguna razón, algo atontado
En ese instante, Sherlock regresó. Alcanzó a verme parado en la puerta. Se posó delante de mío y me abrazó.
-Sherlock… no aquí- le dije, apartándome y entrando al apartamento
-John… ¿Qué fue eso?- preguntó cerrando la puerta
-¿Qué fue qué? Sherlock- dije tomando asiento en el sofá
-Primero, me dices que no sabes si viajarías conmigo, te note con una gran duda, y ahora, al darte un abrazo, me apartas. No soy estúpido John…-
-Sherlock, por favor, no confundas, ni mezcles hechos. Lo del viaje… mira, intente llamarte, para poder hablar bien, ir a donde estuvieses, pero nada, el caprichoso Holmes apareció para no atenderme. Lo de ahora… simplemente…-
-¿Simplemente qué? John- expresó el detective, acercándose a milímetros de mi rostro
-…-
-John… Lestrade lo sabe, la Sra. Hudson igual. Estuvimos de la mano por la cuidad de Londres. Pero aparentemente existe una razón que, “simplemente” me impide abrazarte en la puerta de NUESTRO apartamento- exclamó, con algo de enojo el detective
-¿Sabes qué?... Mejor será que quien salga a tomar algo de aire, sea yo- le dije, mientras buscaba un abrigo.
Procedía a marcharme, cuando me paré frente a la puerta. Di media vuelta, observé a Sherlock parado frente a la ventana, dándome la espalda.
-Sherlock-
-¿Y ahora qué quie…-
Interrumpí su pregunta con un profundo beso; uno como hacía unos días ya que no nos dábamos.
-Escucha algo… estoy enojado, por no entender algunas cosas, por no lograr comprenderte, ni que tú lo hagas conmigo… pero te amo-
-Y yo a ti John- respondió el detective
Decidí salir de igual manera, ninguno de los dos objeto nada, pero ese beso, dejo en claro que por sobre los problemas que podamos tener… Siempre estaremos, el uno para el otro.