kokoro por hikayukiaka

Kokoro

Capitulo  #4 Decidida indecisión.

Naruto volvió a mirar a su marido por el rabillo de los ojos por octava vez consecutiva desde que abordaron ese autobús, y para despistar la atención de este disimuladamente tomaba su mochila y removía su interior,  con tan poco cuidado que cuando volviera a revisar su interior ni él iba a ser capaz  de saber que exactamente traía en su interior.

Pero solamente no podía sacarse de la cabeza que algo le pasaba a su azabache, y  es que había estado actuando casi toda la semana más extraño de lo normal, esa misma mañana por ejemplo, se había pasado todo el desayuno preguntándole como le gustaría que fuera su casa ¿Qué si de tres o cuatro pisos? ¿Qué si con alberca o yacusi? ¿Qué si perros o cable eléctrico?, y eso ciertamente comenzaba a asustarlo, en primera instancia Naruto pensó que tal vez su Sasuke había planeado mudarse, pero esa idea fue rápidamente desechada cuando en la misma mañana un par de horas más tarde  el casero llego a reclamar su pago mensual y cuando el Hatake pago tanto el mes vencido como el actual corriente con billetes de baja denominación su idea fue rápidamente desechada.

Y ahora que se encontraban en aquel incomodo asiento de autobús rumbo a Kumorigakure sus sospechas se hicieron más sustentables  y es que ¿Sasuke  Hatake visitando tan voluntariamente a su padre? Simplemente no lo podía creer, y mucho menos por la simple respuesta a su cuestionamiento.

___Algunos días antes---

-¿Viajar? Pero ¿A dónde?

Esa mañana cuando su esposo le dijo que preparara una ligera bolsa  de viaje, con ropa suficiente para una estadía de dos días, se sorprendió tanto que dejo caer sus palillos.

-A  Kumorigakure

-¿A Kumorigakure? ¿Visitaremos a Kakashi-Oto-san?

Sasuke no pronuncio ninguna palabra, ni un sonido salió de sus labios, tan solo se limitó a tomar sus platos y llevarlos a la cocina.

-Yacusi-san tiene un nuevo caso, y me ordeno que fuera yo el que llevara personalmente el citatorio, y como era en ese lugar pensé en aprovechar el viaje, eso es todo.

Y es ahí cuando Naruto por primera vez comenzó a notare el comportamiento tan extraño que venía tenía su esposo, si él era distraído, pero no tanto para no notar que en esa ciudad vivía el padre de Sasuke y que había pasado por lo menos seis meses evitando sus ruegos para ir a visitarlo.

No es como si Sasuke odiara a su padre, al contrario por lo que al rubio le constaba le tenía un gran aprecio y respeto, pero por alguna razón que desconocía, su Sasuke parecía tener una especial aberración para visitar al peli plateado, y que ahora le diga por aparente voluntad propia que irían a visitarlo le extraño. Le extraño mucho.

-¿Nos quedaremos todo el fin de semana? ¿En casa de Kakashi-Oto-san?– Quería estar seguro de que había escuchado bien, tal vez solo se había imaginado el tiempo de su estadía.

Pero ya no recibo respuesta alguna, lo vio tomar su saco y colocárselo mientras tomaba el maletín y se lo atravesaba en su pecho acomodándoselo, le dio un profundo beso, que para que negarlo le hizo temblar las piernas provocando que él envolviera sus manos en el cuello de su marido para no desplomarse en ese instante, y es que la bruma que comenzaba a formarse en su cabeza por las emociones que experimentaba en ese beso simplemente lo hacían sentirse tan estimulante.

-Me voy.

.

.

.

Para cuando reacciono la puerta de su casa ya se había cerrado y él se encontraba con las sensaciones a flor de piel y la interrogante más grande que antes.

------Tiempo actual------

-Amor deja de mirarme de esa forma – Sasuke había sentido las miradas mal disimuladas que su esposo  le había estado dedicando desde que le dio la noticia que visitarían a su padre,  y no culpo su reacción, él era consciente de que esa noticia le sorprendió – Además en esa mochila no creo que le quede nada íntegro.

Naruto soltó una risilla completamente apenado por haber sido descubierto, acomodo lo mejor que podo sus pertenencias la cerro y coloco entre sus piernas para evitar la tentación de volver usarla como pretexto.

-Lo siento Sasuke.

-No te preocupes, sé que esto te causa mucha inquietud.

No le negaría que conocía la razón de la inquietud de su rubio, pero es que en ese momento tampoco él se consideraba precisamente confiado a contarle la verdadera razón del por qué a la visita a su aprovechado y pervertido  padre. 

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En cuanto el matrimonio había puesto un pie en la casa del veterano Kakashi Hatake, el rubio se había lanzado a los brazos del robusto hombre quien lo había cargado como si se tratase de un peluche de pelpa y a su hijo con un simple asentimiento de cabeza y una diminuta sonrisa que se lograba traspasar por aquella mascarilla que cubría la mitad de su cara, más específicamente desde su garganta hasta por encima del puente de la nariz.

-Yo en verdad estaba tan asustado de que Sasuke volviera a golpear a ese hombre.

-No hubiera estado cometiendo un crimen – Hablo con tanta tranquilidad que incluso su voz sonó apacible – Además habría valido la pena.

Cuando la efusividad de Naruto había sido controlada, y habían pasado a la sala del peli plateado, Naruto se había dedicado a relatar el más reciente encuentro que había tenido su esposo y ese escalofriante hombre.

-Mo, lo oyes Kakashi-Oto-san, por más que le digo que no debe ni pensar en hacer esas cosas no me escucha.

-Jajaja… - Kakashi había escuchado todo el relato del rubio con suma atención,  pero le fue inevitable retener esa carcajada al notar como su queridísimo nuero hacia su acostumbrado puchero de enojo – Lo siento Naruto-kun pero que quieres que te diga tu mejor que nadie conoces como es de cabezota este hijo mío.

-No te rías Kakashi-Oto-san, que todo es porque desde pequeño no enseñaste a controlar ese carácter

Kakashi recupero su compostura mientras de la nada se inclinaba para ponerse de pie y caminaba hacia donde estaba sentado Sasuke y sin previo aviso comenzó a removerle sus cabellos despeinándolo de paso

 –Tu mejor que nadie sabias como era Naruto y aun así accediste a casarte con él.

Sintió el impulso de contestar a esas palabras pero antes de que pudiera decir nada  sus mejillas se sonrojaron cuando su marido lo tomo de la cintura obligándolo a mirarlo y sin decir nada ya se encontraba besándolo sin importarle que la persona que se encontraba presente fuera  su padre.

-¡Sa…Sasuke baka no hagas eso!

-Puedo notar que el amor entre ustedes no ha disminuido.

-Por supuesto que no – Sasuke apretó aún más su agarre de la sintuta del rubio mientras afirmaba y confirmaba esa palabras depositando otro beso en los labios de Naruto.

Naruto se sentía tan apenado, Kakashi-Oto-san había sido como un padre para él así como lo fue con su Sasuke, y el que él presencie tales muestras de afecto entre ellos aun a pesar de los años lo seguía avergonzando.

-¿Y que los ha traído hasta mi casa? – Conocía a si hijo, no aún más sabia lo que pasaba por su mente y en el momento en que abrió la puerta y lo vio, supo que  algo realmente importante y crucial atormentaba su mente.

-Sasuke tiene un trabajo que realizar cercas de aquí y ha decidido pasar a visitarte Kakashi-Oto-san.

Desvió su mirada a su hijo el cual con un gesto condescendiente afirmo o dicho por su rubio  de igual manera realizo un gesto que el peli plateado que confirmo sus sospechas.

-Ha si ¿Y de que se trata esta  vez?

-Un asunto del despacho, y hablando de eso me tengo que ir – Se había puesto de pie mientras sacudía su traje y mantenía su vista fija en su rubio – ¿Iras a visitar a Iruka-san?

-Hai.

Naruto se mostró muy emocionado por la idea, además el volver a ver a Iruka le provocaba impulsivamente su mejor sonrisa, y eso a Sasuke no gustaba nada, y sabía que no tenía por qué sentirse así, después de todo el peli café era como un Oto-chan para Naruto, pero aun recordaba cómo se opuso a su matrimonio y eso  provocó su aberración contra el Umino.

-Vete tranquilo hijo yo lo acompañare

-Gracias padre, te veré luego, Naruto amor cuídate ¿sí?

-Tú también cuídate Sasuke.

Se encamino hacia su rubio y depositando un corto beso y salió de la casa.

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-¿Extraño?

Kakashi se detuvo en mitad del camino cuando noto como  el Uzumaki había pronunciado aquella palabra, porque había una sola razón para que el peli plateado se alterara de algo que fuera pronunciado por el rubio, y eso era justamente que este se diera cuenta que su hijo estuviera actuando más extraño de lo ya acostumbrado.

-Hai, ha estado ausente y las preguntas que me ha hecho toda la semana, son tan extrañas y raras  y eso no es todo sé que a ti Kakashi-Oto-san también te sorprendió el que quisiera visitarte.

Naruto había aprovechado la oportunidad al verse solo con el Hatake para contarle todo lo que le inquietaba de su esposo, sabía que el padre de Sasuke sabría decirle que era lo que le pasaba o al menos lo tranquilizaría.

-Eres muy cruel Naruto-chan – Había fingido una voz totalmente ofendida y herida mientras se limpiaba las inexistentes lágrimas.

Sabía a lo que se refería ¿su hijo visitándolo voluntariamente? Aja y todos los seres humanos serian controlados por una luna roja, y a pesar de eso no quería que el rubio se preocupara demasiado, retomo su camino mientras analizaba la mejor forma de sacar una excusa creíble y que su linda nuera se tranquilizara.

-Ho no… no me refería a eso, es solo que – Se sentía tan tonto, ya se había regañado anteriormente por su forma de decir las cosas – A lo que me refiero es… bueno ya sabe él… digo Sasuke él no…

-Je ya tranquilo Naruto-chan se a lo que te refieres – Le gustaba poner en apuros a ese rubio, y le parecía fascinante como sus gestos y sus emociones se reflejaban por completo en su rostro  – He de confesarte que cuando los vi parados en el lumbral de mi casa me sorprendió y aún más que me dijeras que mi hijo fuera el que propuso la visita.

-¿Verdad? – Naruto sabía que no era el único que dudara de los motivos por los cuales su esposo había ido tan voluntariosamente a la casa de su padre – Que opina Kakashi-Oto-san ¿Crees que algo este molestando a Sasuke?

No quería mentirle a su querido nuero y no por el temor de ser descubierto muy al contrario el Uzumaki confiaba ciegamente en lo que él le decía con respecto a su orgulloso hijo, pero por más que deseara decirle la verdad había planeado primero halar con su pequeño prepotente.

-Tranquilízate estoy seguro que no es nada grabe.

-Pero su comportamiento y esa mujer – En verdad que había intentado estar calmado pero simplemente no podía.

-¿Mujer? ¿Qué mujer Naruto-chan? – Mentiría si dijera que eso no lo tomo por sorpresa, su hijo se había acercado a alguien tanto como para alterar a su esposo, ok quería saber.

-La sobrina de Tsunade-sama,  Sakura-san – Naruto hizo un gesto de molestia ante la mención de la oji verde antes de continuar –  Desde que llego solo ha estado acosando a Sasuke y lo peor es que Sasuke parece agradarle – los mobles de Naruto se inflaron tanto que adquirieron un tono rojizo.

-Bueno Naruto-chan sabes que mi hijo es cortes con todas las personas – Ni el propio Kakashi se creía eso pero esperaba que su acompañante sí.

-Lo sé, pero con esa mujer es distinto – simplemente no podía estarce tranquilo, el solo pensar en que algo pasase entre su marido y esa mujer era lo que lo mantenía despierto todas las noches – Es amable , cordial y relajado, Kakashi-Oto-san sé que parece exagerado pero hace unos días lo escuche hablando por teléfono con ella y estaba llamándola por su nombre y... - Mantuvo una expresión tensa, y es que aún no terminaba de asimilar aquella imagen en su cabeza, aún seguía pensando que era una ilusión, tal vez una mala pasada de su sub-consiente.

-¿Y que Naruto-chan? ¿Qué estaba haciendo mi hijo?

-Estaba sonriendo

Soltó al fin, paralizándose en su lugar, había estado dándole vueltas toda la semana sobre el mismo asunto y por más que intentara convencerse de que tan solo eran imaginaciones suyas, simplemente con cada explicación que se daba se sentía peor.

-Te párese si yo soy el que habla con él, estoy seguro que será solo una pequeña confusión.

Se giro un poco para tomar al rubio y subir los pequeños escalones de la casa y noto que cuando toco el timbre el rubio había salido de su trance.

Le sonrío un poco para que este se tranquilizara, era cociente de que habían durado más de la cuenta en su caminata, pero no había tenido prisa en llegar, además le había servido para enterarse un poco de que era lo que tenía ese para tan confundidos, y aperas que en vez de obtener respuestas se llenó de más preguntas, pronto descubriría que era exactamente lo que pasaba.

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Cuando dejo al Uzumaki en casa de su amigo peli café, tomo el camino mas corto para regresar a casa, no deseaba distraerse y no quería hacer esperar a nadie, y por el tiempo que habían durado el rubio y él en llegar a la casa del Umino sabía que por lo menos su invitado ya llevaba más de una hora esperándolo.

Cuando llego no dudo en cerrar la puerta con llave y correr las dos cortinas de su ventana. No parecía como si alguien estuviera en casa aparte de él, dejo las llaves en la mesilla que estaba justo a su entrada y sin prender ni una luz  camino de lo más tranquilo hacia su cocina, tomo dos latas de cerveza y en un rápido movimiento lanzo una hacia la obscuridad de su sala, mientras atrapaba un objeto cuadrado.

Se extrañó, era un marco, cuando lo giro, su cara lo expreso todo, toda a aquella sorpresa quedo reflejada en sus ojos que se abriros desmesuradamente, su máscara se había estirado en señal de que su boca se había abierto, por la sorpresa y  cuando sintió como la lata de  cerveza comenzaba a resbalársele de la mano fue que reacciono.

Se intentó convencer de que tal vez había visto mal, si era una posibilidad, después de todo los años no pasaban en balde y él había estado sufriendo terribles malestares en sus pupilas desde hace más de un mes, sí, lo más probable era que hubiera vito mal, volvió a girar el marco para concentrarse en la foto que este portaba, un chico, no, un pequeño niño de no más de 5 años tal vez  menos, por la forma en que se mostraba vestido podría asegurar que era el uniforme de algún colegio, zapatos negros brillantes, nuevos seguramente, unos pantaloncillos negros con una camisilla blanca que portaba un logo a la altura del pecho del lado izquierdo, con un saco del mismo color que el pantalón y todo impecable y perfectamente planchado.

Pero lo que llamo su atención no fue la impecable y reconociblemente costosa ropa que portaba ese pequeño, ni siquiera el enorme vehículo que se reflejaba a espaldas de lo que podía asegurara era la toma principal, no, su atención fue el rostro reflejado, ese pequeño y su no muy sonriente rostro que mostraba la fotografía.

-Y yo que pensé que Naruto-chan estaba exagerando -Soltó un sonoro suspiro totalmente cansado, esto había resultado incluso peor de lo que él mismo había imaginado – Bien  ¿Me lo contaras o tendré que sacártelo como siempre?

-No creo que esta vez puedas hacer nada – Sasuke le sonrío ladinamente no se dejaría intimidar por el peli gris.

-¿Por qué siempre te gusta complicar más las cosas? - Suspiro con verdadero pesar, mientras terminaba su cerveza caminando a la parte trasera de su casa.

-Porque así me educaste.

No se dijeron más, en cuanto ambos se hallaron en el patio del peli gris, tomaron su distancia, y se sonrieron mutuamente, al mismo tiempo que se fulminaron con su mirada.

.

.

.

Fue tan rápido que ninguno de los dos se explicaba cómo es que se encontraban tan cansados, Kakashi se mantenía recargado en el tronco de un árbol mientras Sasuke se encontraba tirado boca arriba en el pasto, ambos intentando controlar su respiración y poder obtener el oxígeno necesario para recuperar un poco de estabilidad.

-Has mejorado mucho hijo – Kakashi quien se había recuperado primero camino hacia donde estaba tirado Sasuke, ofreciéndole su mano para ayudarlo a ponerse de pie – Pero sigues siendo un niño.

-Tú te has buleto más viejo – Cundo al fin se levantó Sasuke le sonrío tan abiertamente al peli plata que noto como la cara de su padre se volvía en una mueca de sorpresa -  Ya estas senil.

-Y aun así sigo siendo el mejor – Si admitía que el tener un combate con su hijo era cansado, vamos que hacía mucho tiempo que nadie lo agotaba tanto, pero para desgracia de Sasuke él todavía podía mantenerse – De la foto...

Había planeado que fuera el pelinegro el primero en mencionar el tema,  pero por cómo veía las cosas primero terminaría enterrado en un pozo antes de que le contara algo y por lo testarudo que era el chico, Kakashi sabía que tendría que sacarle la verdad a bola de engaños y chantajes.

Cuando ambos se habían recuperado lo suficiente como para mantenerse de pie sin ayuda de nada, caminaron al interior de la casa, Kakashi estaba seguro que si no hacía o decía algo pronto Sasuke nunca le contaría nada, y por la forma en que este ignoro sus últimas palabras con respecto a lo de su fotografía, tendría que actuar rápido.

Tal vez si compensaba a contar lo que el rubio le había dicho, su hijo se animaría a revelar el por qué lo había ido a visitar y el por qué parecía tan perturbado con aquella fotografía.

-Naruto-chan piensa que lo estas engañando con la sobrina de tu jefa.

Y por como su hijo se había girado para mirarlo directo a la cara , supo que tan solo habían sido simples alucinaciones del rubio, aunque por la siguiente expresión que puso no se quedó del todo tranquilo.

-Soy yo...

Como se lo explicaría, como le diría a Kakashi que esto era aún muy extraño y confuso para él, que las palabras de esa mujer parecían muy ciertas, y que sin lugar a duda coincidían perfectamente con su pasado, y al mismo tiempo no creía ni un solo argumento de los que le había estado contando a lo largo de toda esa semana.

Y que si conocía cosas de las cuales nadie a excepción de su padre y su rubio conocía, o que pareciera por demás segura de sus palabras, él aún tenía dudas y miedos y aunque no lo quisiera aceptar sabía que el único en le podía ayudar con todo aquello era el hombre que se encontraba sentado frente suyo.

-El de la foto soy yo.

Kakashi comenzaba a tener dudas de todo aquello, mejor dicho se sentía como un tonto, y es que no entendía nada de lo que estaba pasando entre Sasuke y Naruto, que tenía que ver esa foto con lo que acababa de decirle sobre el engaño, y la expresión de su hijo que significaba exactamente.

Y una nueva duda se insertó en su cabeza, ¿el de la foto era él? Pero eso no podía ser posible, en esta se reflejaba un niño pequeño de familia rica y cuando él adopto a su hijo era por lo menos dos años más grande a lo que la dichosa foto reflejaba.

Sintió como su cabeza hizo un “clic” lo había estado viendo del lado equivocado, vaya tal vez su hijo tenía razón y se estaba volviendo viejo, tal vez los años lo habían convertido en un viejo senil, pero eso jamás lo admitiría y menos se lo haría saber a Sasuke, pero y si era por eso que no había analizado las cosas por completo, bueno  ya no servía de nada pensar en aquello, era mejor concentrarse en lo que aparentemente torturaba la mente de su hijo.

-Esa mujer, Quiero decir la sobrina de Tsunade-san fue la que te entrego esto.

Sasuke asintió mientras se tumbaba en el sillón, frente a su padre, con sus manos sujetándose la cabeza, había estado tan estresado por el asunto que hasta ahora notaba como todo su cuerpo había resentido ese estrés, porque estaba seguro que no era por el combate con su padre.

Suspiro, ya no tenía caso seguir torturándose, había planeado tratar este asunto con su padre desde que se le presento así que era hora de enfrentarlo.

-Uchiha.

-¿Uchiha?

Kakashi se sentía cada vez más confundido, su hijo parecía hablar en paradojas (acertijos), y eso para él lo ha estado confundiendo más, estaba  viejo con un demonio, no poseía la misma capacidad de análisis-astucia que de joven,  ya lo había aceptado, silenciosamente por su puesto, así que deseaba que su amargado hijo hablara claramente de una vez por todas.

Y por el silencio tan prolongado que se formo entre los dos, Kakashi también supo que eso no ocurriría, había sido muchos años testigo de lo malo que era su hijo con las palabras y aun mas con sus propias emociones, y por experiencia sabía que ni un milagro lo haría cambias, y el que no le creyese bien podría ir y preguntárselo a su lindo nuero.

Bien solo le quedaba un camino, sacar sus propias conjeturas, miro de nuevo detenidamente la dichosa foto, una chica, sobrina de la jefa de su hijo, que tenía una foto de su hijo, donde se mostraba y no era necesario haber sido un genio para deducirlo, chico rico,  declarando que el de la foto era su mismo hijo y con una palabra... oh esto no estaba para nada bien.

Se mantuvo al margen hasta que su padre analizara todo y uniera las piezas del rompecabezas, pero al estar en silencio varios minutos había comenzado a impacientarse ¿por qué le tomaba tanto tiempo? que no se suponía que su padre era un genio, valla genio, bufo molesto, un idiota eso era.

-¿Ahora entiendes mi presencia aquí?

-S… Si

Esto era extraño ,para ambos era incómodo y extraño, Kakashi nunca le oculto a su hijo lo de su adopción y aunque aceptaba que para él era difícil hablar de ese tema con Sasuke este nunca había sacado a colación el tema de sus verdaderos padres, si Kakashi era consiente que desde pequeño su hijo  había tenido la inquietud de conocerlos, saber quiénes eran o había sido saber de dónde venía realmente, pero con el paso del tiempo y su actual forma de vida ese deseo había estado borrando de la mente de su hijo.

Y ahora venía de la nada, a plantársele en la cara, a ofrecerle la oportunidad de conocer y aclarar una de las mayores dudas que haba estado en la mente del peli negro y teniendo miedo de todo lo que esto desataría, aun se sentía como el niño pequeño y llorón que su padre había adoptado hace 14 años.

-Y bien que es lo que te han contado.

No tenía caso seguir así, Kakashi era cociente de que esto angustiaba a su hijo más de lo que el mismo Sasuke quisiera aceptar, de lo contrario no estaría ahí, así que como todo padre escucharía y daría un poco de tranquilidad a la mente de su hijo, o al menos lo intentaría.

-Llego la semana pasada y por accidente choque con esa mujer, Haruno Sakura,  cuando ella me vio parecía como si hubiera visto un muerto  y sin conocerme dijo mi nombre, para nuestro segundo encuentro me hablo de quien era o mejor dicho de quien ella cree que soy.

Ahora entendía de donde había sacado su lindo nuero que su hijo lo engañaba y por como pintaban las cosas podía entenderlo un poco.

-No has pensado en la posibilidad de que esté intentando seducirte, al fin de cuentas no sería la primera vez.

-Si lo pensé, a decir verdad ese fue mi primer pensamiento y antes de que ella me dijera más Naruto nos había interrumpido, di por hecho de que eso no tenía sentido, yo no era el hombre que ella buscaba y no tenía intención de que mi esposo dejara bolar su imaginación.

- Por la naturaleza de Naruto-chan estoy seguro de que armo tremendo ajetreo - Kakashi mantenía una expresión divertida al notar como la cara de su hijo de formaba una mueca de verdadero pesar.

-No tienes ni idea - Se lamentó en silencio mientras intentaba olvidar el desastre en aquel lujoso restaurante - Por consecuente un tiempo intente ignorarlo, me convencía de que era imposible y que tan solo era un chiste de Haruno-san para acercarse a mí.

-¿Pero?

Kakashi sospechaba  que era lo que seguía, y como si leyera la mente de su hijo extendió la foto poniéndola en la mesilla que separaba a ambos sillones consecuentemente a ellos también, llamando toda la atención de su hijo.

-Hace cuatro días se presentó en el despacho con esa foto, a primera instancia pensé que era una farsa y cuando me contó de algunas cosas que solo Naruto y en su defecto tu podrían saber - Se sintió tan apenado en ese momento, que no quiso esclarecer más esa parte, optando por continuar desviando un poco el tema - Las dudas aumentaron en mi cabeza, no podía seguir lidiando con esto.

-Debió ser muy específica para haber logrado inquietarte tanto - Miro un poco esperanzado a su hijo ¿qué se suponía que le había dicho esa chica, para ponerlo así? queríasaber - ¿Qué te ha dicho con respecto a esto?

No creiria que tan solo le contase de quien se suponía era la consanguínea familia de su hijo y se marchara tan tranquilamente, ni lo creiria, y por sus años y experiencia estaba seguro que no lo aria, había algo, algo que no concordaba del todo en la historia.

-Que mis padres - Callo un momento al mirar a Kakashi a los ojos - mis padres de nacimiento me han estado buscando todo este tiempo.

-Ya veo.

Era un poco extraño tratar con ese tema justo ahora, si era cociente que en algún momento lo  tendría que hacer, lo había aceptado como algo natural cuando firmo los papeles de adopción, pero al paso de los años y a la falta de preguntas de su hijo asumió que ese tema había sido borrado de su mente, y presentárselo justo ahora lo hacía sentir más incómodo que si se lo hubiera preguntado de niño.

-Sé que nunca hemos hablado de esto, más porque yo era el que no deseaba saber nada - Había comenzado a retorcerse las manos en clara señal de nervios, cuando comprendió que su padre no era su verdadero padre se juró a si mismo que no quería saber nada de las personas que creí lo había abandonado, pero ahora, necesitaba respuestas –Pero ahora por favor cuéntame todo lo que sepas Kakashi-Oto-san.

------Recuerdo I --------

Frio…    

Estaba haciendo demasiado frio, no realmente él era el único que sentía como si mil agujas traspasaran su piel, y cuando dio una nueva respiración su pecho le ardió como brasas al rojo vivo,  era pesado, doloroso  y cansado, todo parecía tan evasivo, sus pies, sus manos, su cuerpo completo se mantenía lejano de lo que aun podía considerarse su conciencia.

Pensar, no eso no estaba dentro de su prioridades, hablar tal vez pero el simple cansancio y dolor no le permitía ya ni un murmullo, era mucho mantener el paso y un tanto más difícil, sus ojos abiertos…

Y cuando levanto su mirada, se dio cuenta de que no era la calle si no sus ojos los que se comenzaban a nublar, todo había obtenido una forma borrosa y opaca, los edificios parecían no tener fin y los carros pasaban tan rápido que solo podía distinguir una sombra obscura detrás de otra aún más obscura, y aquel cielo nublado que le provocaba un escalofrió en toda su columna vertebral

Solo que eso no se comparaba  a las personas que transitaban tan rápidas e indiferente a él, el ardor en el pecho por cada inhalación de aire que hacía, como sentir cada fibra de su ser como si fuera triturada y que ahora esas mismas personas parecieran siluetas  borrosas y lejanas, lo hacían saberse inconsistente para todos.

Pero ¿Quiénes eran ellas?  Nunca las había visto, tal vez si, ¿A quiénes había visto?...

Y solo ahí comprendió lo que en su momento ni siquiera se había planteado, por el dolor,  la sequedad, la confusión o simplemente porque no la había considerado un factor primario, no… no se lo había planteado porque simplemente no lo recordaba.

¿Quién era él?

Ya no pudo  seguir andando, no ahora que al fin había podido formular un pensamiento, esté lo había paralizado, él… él era… No lo recordaba.

Negó con su cabeza lo más rápido que su condición se lo permitió, se sintió mareado por un segundo y no pudo evitar desplomarse en medio de aquel cruce, la luz ya hacía tiempo que había cambiado de color permitiendo a las personas atravesar esa concurrida calle, indicando que no faltaba mucho para el nuevo cambio de luces, pero no para él, estaba ajeno a todo aquello, su ser entero se encontraba completamente concentrado en saber quién era.

Vio sus piernas extendidas sobre aquel pavimento, un sucio y rasgado pantalón azul con varias manchas de color rojo las cubrían, sus manos  colocadas a  ambos extremos con las palmas hacia el cielo, eran blancas, moreteadas, cortadas, pequeñas y mallugadas manos blancas, temblorosas  llevo ambas manos sobre su rostro, sintiendo inmediatamente un escalofrió recorrer todo su cuerpo, la sensación era pegajosa y dolorosa, una de sus mejilla estaba mucho más abultada que la otra y sentía como sus labios le ardían por el contacto y como de sus ojos salían lágrimas, tal vez por el dolor, o por la tristeza que sintió en ese momento al desconocerse y saberse solo.

Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (Entiendase que es el sonido que hace el claxon)

Aquel molesto ruido lo hizo dar un salto de alerta, dejando que sus manos volvieran a caer sobre el suelo frio, su mirada se giró hacia el origen de aquel sonido, una camioneta negra,  a la cual pudo saber estorbaba su circulación.

Quería moverse, en serio que no deseaba seguir en ese lugar, más por ese ruido, pero simplemente ya no podía mover ni un centímetro de su cuerpo, aquella lejanía que sentía entre su cerebro y su cuerpo ya se había establecido, porque por más que este le gritara a su piernas, a sus manos que se movieran estas no lo hacían y sabía que no lo harían.

El rugido de motor se volvió a escuchar junto al sonido del claxon, solo que esta vez ya no solo eran de aquella camioneta negra, eran de la fila de automóviles que se había formado tras esta, todas con conductores molestos y deseosos para que él se moviera de aquel lugar. Si quería levantarse e irse de ese lugar perno no podía, miro más allá de su persona, a la gente que transitaba por la aceras, buscando un poco de ayuda, su voz no salía, ya lo había notado, pero esperaba que con su simple mirada estas notaran que ocupaba ayuda, solo que estas seguían de largo y las pocas que se habían detenido solo se le quedaban viendo y los conductores no parecían muy de acuerdo en ayudarlo.

Ho bueno que más daba, si se encontraba en ese lugar solo y no recordaba ni quien era, era seguro que nadie lo extrañaría si ya no estaba, se dejó caer por completo en el suelo, cuando escucho como una de las puertas de algún carro era azotada fuertemente, cerró los ojos esperando que lo peor pasara.

Escucho algunos gritos, palabras subidas de tono, uno que otro insulto y más de una palabra que no recordaba haberla oído nunca, sabía que no tardaría mucho para que algo o alguien lo alcanzara,  pero aun a pesar de todo aquel desorden que escuchaba, no pasaba nada, o al menos no a él, y eso lo  había comenzado a inquietar, dispuesto a abrir los ojos y descubrir que estaba pasando realmente, sintió como un par de brazos lo levantaba y lo abrazaba.

Era cálido, la persona que lo mantenía sujeto a la altura de su pecho era cálida, y eso lo conforto, con miedo intento enderezarse en sus brazos,  tocando el pecho contrario,  el cual estaba agitado y sudoroso, pensó que tal vez debido a su peso, pero no duro mucho con ese pensamiento cuando sintió como aquella persona se movía bruscamente y lo intercambiaba de manos como si no fuera más que una bolsa de plumas.

Cuando le agarro un tanto el ritmo a los movimientos bruscos de aquel hombre pudo ver por qué de que se moviera de aquella forma, estaba peleando,  peleando con el conductor de la camioneta negra, para defenderlo.

Y no falto más que un certero puñetazo en la nariz de aquel hombre para que regresara a su camioneta y se marchara, pero solo hasta que se marchó ese hombre fue consciente de lo que estaba haciendo, se aferraba al cuerpo de su salvador como si su vida dependía de ello y lo más irónico es que así era, sabía que si ese hombre lo soltaba, se alejaba de él, volvería a aquel vació y si sintió miedo de solo imaginarlo.

-Tranquilo pequeño, no te soltare.

Tal vez fue aquella mirada amable o aquellas palabras tan  seguras o el protector, firme pero cálido abrazo que lo envolvía en ese momento lo que hizo que comenzara llorar  como el crio que era, aferrándose aún más al amplio pecho de aquel hombre, acurrucándose a su vez entre la chaqueta de piel, descubriendo su antebrazo izquierdo, mientras que se dejaba vencer por el cansancio.

-Todo estará bien… Sasuke-kun.

                                   _____Descripción-----

Hatake Sasuke

Estado actual: Casado, esposo Naruto Uzumaki.

Vive en Kraj Ogria

Trabajo: Asistente de abogado en el más prestigioso bufete de abogados de la ciudad.

Huyendo de los y las acosadoras, a mismo tiempo que intenta mantener a salvo a su esposo de un acosador, mientras intenta mantenerse en buenos términos con las autoridades.

Estudios: Truncados, por las cuestiones de su matrimonio y trabajo se vio en la necesidad de desertar en su primer año en la carrera de derecho.

Aspectos físicos y general:

Condición: Varón

Edad: 20 años (en menos de un mes cumplirá sus 21 años)

Estatura: 1.78 cm.

Peso: 69,2 Kg.

Cabellos Azabaches, lacios y finos, siempre peinados por detrás ligeramente levantado en picos y por delante con dos mechones a cada lado del rostro, de cara endurecida-desconfiada, frente inteligente, cuello largo y elegante, ojos afilados,  negros  e impenetrables, mirada concentrada, dura e intensa, cejas arqueadas, nariz fina y recta, mejillas marcadas, boca fina y dientes alineados, regulares y blancos.

Piel blanquecina, lechosa, alto, atlético y ligeramente robusto, maduro de manos grandes, blancas y ágiles, piernas gruesas, fuertes y poderosas.

Aspecto emocional:

Educado, no tiende a relacionarse con las personas más allá de lo obligado, serio clasificándose como huraño.

Inteligente e ingenioso, le gusta su trabajo y conoce cada una de sus variables, siempre adelantándose a los acontecimientos y planeado la mejor forma de actuar, aunque su carácter suele ser muy irritable y malhumorado (Según todo el mundo menos su esposo) es fiable y responsable, ganándose el reconocimiento de todos.

Suele ser sensato  y culto y a la vez salvaje, contrastando de una  forma extraña con su  confiado comportamiento.

Es engañosamente desvergonzado y presumido cuando la situación lo requiera, de igual forma es desmesuradamente orgulloso pero de igual forma prudente.

Aspecto moral:

Todo lo que mantiene en la cabeza es a su esposo, su padre aunque raramente lo acepte, la forma de saber de dónde viene.

Piensa en el futuro constantemente, y en cómo mantener a su esposo feliz.

Siente que con el único que puede ser completamente sincero es su Naruto y su padre, aunque no le gusta involucrarlos en sus problemas, le gusta pensar y resolver las cosas por él mismo.

Siente que en general no odia a nadie, a nadie que no se le acerque a su esposo, mantiene un fuerte control con sus emociones.

Tiene un código moral el cual es inquebrantable y es que le gusta hacer las cosas bien, y le gusta rodearse de personas similares a él, no mantiene ningún secreto con su esposo y todo lo comparte con este.

Piensa formar una familia cuando sienta que si esposo  haya vivido suficiente diversión  y  esté completamente preparado para esa etapa.

Pasado:

Hijo adoptivo de Hatake Kakashi, desconoce sus orígenes o algo de su pasado antes de ser encontrado y adoptado por su, a su manera amoroso padre.

Nunca le ha interesado saber nada del pasado que desconoce, o al menos no abiertamente,  aunque siempre ha sentido la curiosidad de su verdadero origen, no lo considera un factor fundamental para su vida diaria.

Fue adoptado cuando tenía seis años y fue nombrado “Sasuke” por qué tenía ese nombre escrito en su brazo izquierdo.

Desde su adopción, fue tratado como un  verdadero hijo del Hatake, y del mismo modo fue entrenado por el mismo Kakashi.

Su padre, Hatake Kakashi nunca se casó y no ha tenido hijos  propios, por lo que Sasuke fue criado como hijo único.

Ya ha dado su servicio militar,  en cuanto cumplió la mayoría de edad  (esa fue una de las razones por las cuales se casó, tan presurosamente), graduado de su primer servicio con honores y ascendido al rango mayor en el mismo servicio.