Kokoro
Capitulo #9: Un encuentro desastroso…
Itachi Uchiha, no eran un ser débil en ningún aspecto, y eso nadie lo podía negar, era el primogénito de una muy acaudalada familia, era listo, un prodigio según sus antiguos compañeros de clase, sensei’s, conocidos y colegas de trabajo e incluso padres y familiares, tampoco se podía negar su fuerza física, que a pesar de ser un ser por demás pacífico y tranquilo, había más de uno que podía asegurar la perjudicada condición física en la que terminaban aquellos que se había atrevido a retarlo.
Solo que en este momento Itachi se sentía como el chico nerd de la clase siendo golpeado por el brabucón del colegio, simplemente no era capaz de detener y mucho menos de esquivar ni un golpe de ese tal Sasuke, el cual evadía los suyos como si este fuera un crio de 5 años.
-Sasuke… detente por favor… - Naruto llevaba más de diez minutos rogándole a su marido que dejara de golpear a ese pobre hombre que a su parecer acabaría con el rostro desfigurado, si no es que peor, por tanto golpe que estaba recibiendo -…Por favor…
Por parte de Sasuke no era capaz de detenerse, simplemente ese hombre había hecho algo que ni a su propio padre, NO que ni al mismísimo Kami-sama se lo perdonaría, había tocado a su rubio esposo y cuando escuchaba los “por favor” de su Naruto, había estado tentado a parar solo que en ese mismo milisegundo recordaba como lo había encontrado, que si cavaba en la cárcel, no le importaba si le dejaba bien claro al mundo que a Uzumaki Naruto nadie fuera de él tenía permitido tocarlo.
-¿¡Qué está pasando aquí!?
La voz grave y furiosa de Fugaku Uchiha había provocado en menos de un segundo que a Itachi se le congelara la sangre.
-Fugaku-san, Sasu… él… yo… - Naruto estaba demasiado asustado para hablar y cuando vio al peli negro mayor simplemente se le vino una cosa a la cabeza –Deténgalos por favor…
Fugaku se encontraba peor que el rubio, su primogénito se encontraba en el piso siendo prácticamente molido a golpes por su posible hijo menor, se acercó a Sasuke y casi de improvisto lo tomo del cuello de su camisa y lo empujó hacia donde se encontraba el rubio -¡Ya es suficiente! – Grito cuando vio como el azabache menor se levantaba con la clara intención de continuar con lo que estaba haciendo.
-Grrr… - Sasuke no pudo evitar soltar un gruñido de molestia, estaba punto de decirle a aquel hombre que se apartara, que si no quería el mismo destino que ese bastardo no se interpusiera en su camino, pero las manos de su Naruto alrededor de su pecho se lo impidieron.
Fugaku se giró para ver a su hijo, y por más que estuviese furioso de lo que acababa de pasar, la preocupación por las lecciones en la cara y cuerpo de Itachi.
-Itachi, ¿Qué demonios está pasando aquí?
-Sorpresa… ya regre…se – Le había costado hablar, baya que ese hombre sabia pelear, le dolía toda la cara y que decir del cuerpo, sentía como si hubiera sido arroyado por un camión de carga –Es…eso mismo pre…junto…yo – Miro a su padre mientras le giño un ojo.
-Hmn… - Fugaku se tranquilizó un poco al parecer Itachi se encontraba mejor de lo que él creía, bueno lo suficientemente bien para seguir con su humor intacto.
Sí que lo habían tomado por sorpresa, Itachi que había planeado que fuera su familia la sorprendida cuando a la hora de la cena se apareciera en el comedor como si nada mientras saludaba a sus padres, y ahora era él el que si no fuera por su rostro lastimado un ataque de risa lo asaltaría en ese momento.
-Ciento la confusión… -Naruto quien se encontraba sentado enfrente de Itachi, se levantó de su cómodo asiento haciendo una reverencia – Y por lo de…su cara.
Itachi se le quedó viendo a ese lindo rubio por primera vez desde que su padre había entrado a su recamara a su rescate, una diminuta sonrisa se engancho en su rostro, le hubiese encantado dedicarle una más grande solo que el dolor no se lo permitió, a pesar de ya haber sido curado, aun le dolía, y lo vio… era hermoso, y un recuerdo asalto a su mente.
Un recuerdo de unas suaves y cálidas manos que recorrían todo su cuerpo, unos labios traviesos que lo incitaba con una vos seductora y ese hermoso cuerpo posicionado en su vientre, mientras friccionaba intencionalmente su sexo y cuando su vista se posiciono de nueva cuenta en la cara de ese lindo rubio, como lo había apodado a falta del conocimiento de su nombre, pudo notar un sonrojo surcar su cara recorriendo hasta las orejas, y supo que ese lindo rubio había recordado lo mismo que él.
-Si no dejas de mirarlo así te romperé el cuello – Sasuke no dudo en soltar esa amenaza. Si una Amenaza con todo el significado que esta conllevaba, porque en su mente aun rondaba como ese… ese bastardo había tocado a su Naruto de una forma en la que solo él y nadie más que él tenía derecho –Y si, es una amenaza – Soltó esto último en un gruñido.
-Sasu…- Naruto tomo a su marido del brazo derecho para evitar que este volviera a golpear a ese pobre hombre.
-Grrr… - Volvió a gruñir, no podía evitarlo, tan solo de pensar hasta donde ese hombre había tocado a su rubio esposo le hervía la sangre y vaya que no estaba muy dispuesto a ocultar su intención de cumplir su amenaza.
-Si Sasu, has caso al lindo rubio – Itachi se sintió personalmente tentado a enfurecer a ese oji negro.
Ok Sasuke sabía que no era una persona paciente, pero ese bastardo había tentado contra su suerte, si pensaba que por que su rubio amor lo sostuviera de su brazo derecho impidiendo una tragedia, o que el Señor Fugaku estuviera presente para volverlo a separar lo detendría, estaba cometiendo el mayor error de su vida, lo golpearía y eso ni el mismísimo Kami-sama se lo podrían impedir.
-Itachi compórtate – Al Uchiha mayor no le estaba gustando el rumbo que estaba tomando esa conversación y temía por la integridad física de su hijo mayor y por lo que pudo apreciar hace un momento, Sasuke tenía la suficiente fuerza, destreza y habilidad para cumplir la amenaza a su primogénito.
-… - Prefiero no decir nada, su padre había utilizado ese tono de voz, el cual advertía que no era buen momento para perturbarlo – Padre a todo esto ¿Quiénes son ellos? – Y prefirió hablar con toda la seriedad posible.
-Él es Hatake Sasuke – Fugaku se había puesto de pie posicionándose justo en medio de aquellas dos personas extrañas para él y aún más para su hijo –Tu posible hermano menor.
El primogénito de la familia Uchiha petrifico su mirada en la anatomía de aquel joven azabache, no había negado en un primer vistazo que le dio, que aquella cara se le hacía extrañamente conocida, y hasta ahora caía en cuenta de donde surgía esa familiaridad en su rostro, era tan parecido al de su Oka-san que bien podría decir que si esta tuviese unos tantos años menos seria la melliza de aquel joven sentado frente suyo en aquel despacho.
Naruto sintió como de nuevo un calor inundaba sus mejillas, había… había hecho aquel tipo de cosas con el que posiblemente seria el hermano mayor de su marido, su cuñado, simplemente la vergüenza lo hacía desear que la tierra se abriera y se lo tragara.
-Pero padre la policía dijo…
-Se lo que la policía dijo Itachi – Había silenciado a su hijo impidiéndole completar aquella oración.
-Entonces sabes lo difícil que se me hace creer esto – No quería ser grosero pero no conocía a ese hombre, y tampoco sabía si realmente era su Ototo y por como su padre lo había mencionado con “posible hermano” su progenitor tampoco estaba completamente seguro de que lo fuera – ¿Cómo saber que no son unos estafadores o un oportunistas?
-Itachi, tu madre… - Quería decirle como él tampoco se fiaba de lo que esa tarde le había sido revelado, de como aquel joven había sido presentado por la señorita Sakura como su posible, casi confirmado, hijo menor, y como su esposa se había ilusionado tanto que no le quedó más alternativa que complacerla.
-Oh por todos los cielos, Oka-san lo sabe – Sentía que esto cada vez estaba empeorando, ese joven no podía ser su pequeño Ototo, simplemente no podía aparecer así como si nada después de 14 años –¿Cómo pudiste permitir esto padre? – No quería ni imaginarse como se pondría su progenitora cuando la verdad se diera a conocer – padre ¿Cómo pudiste caer tan fácilmente con estos arribistas?
Sasuke no lo iba a soportar más, tan solo podría decir que él no pidió nada de esto, es más hasta el último momento e incluso ahora podría asegurar que no pertenecía ahí, pero una cosa era ser cauteloso y cuidarse de lo que posiblemente sea una farsa, y no podría juzgarlos o criticarlos con su posición y fortuna, vaya que si él estuviera en ese caso aria lo mismo, y otra cosa era que te griten en tu cara “rata”, y no es que a él le importara mucho lo que pensara ese par, sin embargo había visto como la casa de su esposo se torció en una mueca de tristeza-dolor y eso bastaba para perturbarlo.
Se levantó tan calmado como la situación se lo permitió, aprovecho que su esposo se descuidó pasa soltarse de su agarre y rodeo la mesilla que lo separaba de aquel desagradable hombre, y antes de que pudiera hacer o decir algo había estampado un par de golpes en el abdomen y cara de Itachi.
-Escúchame muy bien – Tomo a Itachi de las solapas para hacer que su cara se girara y quedara frente a la suya – Nadie, pero absolutamente nadie llama a Mi Naruto estafador y arribista – Soltó aquella prenda de ropa con desdén mientras aquel hombre se volvía a poner de pie y lo miraba retadoramente.
-Pues la forma en que se presentaron no me ayuda a pensar diferente – Itachi era consciente de que aquel azabache tenía una fuerza bruta inmensa y que estaba dispuesto a demostrársela si volvía a mencionar a ese lindo rubio el cual hasta ahora conocía su nombre, Naruto, pero eso no mitigaba su desconfianza por ese par – Además estoy realmente convencido de que tanto tu como esa lindura rubia mienten.
-Hijo de put… - No iba a soportar que lo tratasen como un vil ladrón, usurpador de identidades, y mucho menos que dijera algo más de su rubio amor.
-Sasuke no por favor – Naruto pudo prever lo que su malhumorado esposo había estado a punto de hacer y decir, realmente él también deseaba darle una buena y certera cachetada a ese hombre pero las cosas ya estaba lo suficientemente mal como para que él efectuara su deseo –Teme – Suplico mientras extendía sus brazos y se encaminaba por su marido para alejarlo de Itachi.
-Naruto sabes que no voy a permitir que nadie, y mucho menos un tipo como este te falte a respeto – A pesar de que se había dejado guiar por la dulce voz de su esposo, no había despegado sus ojos negros de los contrarios.
-Para eso no me necesita, el respeto se lo falto el solo cuando se me ofreció hace rato en mi alcoba – Simplemente no pudo resistir contra atacar con lo que Itachi se había dado cuenta, era el talón de Aquiles de aquel azabache.
-¡¡Te voy a matar hijo de puta!! – Se soltó tan rápido de los brazos de Naruto que sintió como su esposo se tambaleo,
Itachi sintió como una mano lo empujaba para caer sentado en aquel sofá y Sasuke sintió otra mano que lo desestabilizaba y hacia caer en el mismo sofá de aquel que deseaba moler a golpes.
Fugaku que hasta ese monumento se había mantenido al margen y cuando noto que las cosas iban a peor hizo su intervención, sabía que si esto continuaba así, habría tenido que por lo menos llamar a unos cuantos empleados para calmar a ese par.
-Ya me canse de sus niñerías – Se posicionó en medio de aquellos dos oji negros mientras que con sus manos advertía que él estaba muy dispuesto a darles una tunda si proseguían con lo que hacían.
-Pero padre… - Itachi no dudo en protestar, él no había hecho nada por lo cual debiera ser reprendido como un crio, aquí el único que debía ser acusado y expulsado de ese hogar es aquel joven de ojos negros.
-Pero nada, esto ha ido muy lejos Itachi – Se giró hacia su hijo y aun con la mirada severa poso una mano sobre su hombro izquierdo – Ni siquiera me has permitido explicarte la situación y has optado por actuar como un crio mientras faltabas al respeto al joven Naruto-kun.
-…- oh… se había olvidado completamente del rubio, desvió la mirada hacia donde recordaba haberlo visto por última vez, seguía ahí, parado con aquella camisa que apenas y cubría lo necesario, con la cara tan roja y sus ojos apunto de soltar un mar de lágrimas y aun a pesar de aquel estado seguía viéndose brutalmente Lindo.
-Tu realmente quieres morir – Sasuke estuvo tentado a levantarse y dar fin al molesto “mirón” que no apreciaba su vida. Pero cuando escucho ese golpe azoto aquella ya maltratada cara simplemente no pudo evitar sonreír.
-¡Y continuas actuando como un crio! – El patriarca de la familia Uchiha sabía que aquel golpe le dolería a su hijo mucho, y no era porque no hubiese recibido muchos más antes o porque fuera de él, simplemente lo sabía por qué le había dado en aquella mejilla en la cual el joven Sasuke se había ensañado antes.
-¡Padre! – Grito Furioso y adolorido, lo segundo más que lo primero, su padre simplemente lo había golpeado y él no había hecho nada –¿¡Y esto por qué!?
-Ho por favor Itachi, deja de darle motivos al joven Sasuke para matarte a golpes y dármelos a mí para permitírselo. No quiero que esto termine peor de lo que ya está, así que presta atención – Miro a su hijo seriamente – Como te decía Hatake llego a esta casa gracias a Sakura-chan y es por esa razón por la cual se confía en él.
-¿Sakura-chan lo trajo? – Lo sorprendió, bueno ahora entendía la naturalidad con la que su padre le había abierto las puertas de su casa y hasta le cedió su habitación.
-Sí, y como decía él fue presentado a tu madre antes que a mí y ella lo acepto como su hijo.
-Eso no quiere decir que sea mi Ototo – Y eso era lo que Itachi más deseaba.
-No y por lo mismo es por lo que Hatake-kun ha aceptado someterse a pruebas de ADN en la clínica donde mejor nos parezca – Ok eso era un tema del cual no habían hablado pero al ver como el peli negro tan solo asentía con la cabeza le dio la seguridad para continuar – Y coincidimos que mientras los resultados sean rebelados será tratado con el mayor de los respetos.
A Itachi no le quedó más que suspirar, abecés olvidaba con quien estaba hablando, su padre no era ni un tonto y menos una persona manipulable, a excepción de su Oka-san, ella hacía con su padre lo que quisiera y el pensar que aquel joven pudiera chantajearlos había sido un pensamiento bastante tonto.
-Ok tu ganas padre – Miro a su padre con todo la resignación posible – Comprendo que el… el joven Hatake-kun venga a saber si realmente pertenece esta familia o no – Se había resignado a que no podría convencer a su oto-san de nada hasta que viera esos análisis – Pero aun no entiendo que hace este Lindo rubio aquí – Y volvió a mirar a Naruto quien ya se encontraba sujeto del brazo del peli negro – ¿Qué es que tiene que cargar con su noviecillo para no sentirse solo en las noches? no veo el por qué nosotros tengamos que tratar con él también – Y no es que quisiera o hubiera planeado ser grosero con el Lindo rubio simplemente salió así.
-Itachi del mismo respeto que te pedí tratar al joven Hatake-kun te exijo el doble de respeto para el joven Naruto-chan – Fugaku se sentía tentado a levantarse y azotarse contra la pared más cercana a él, no sabía si su hijo se había vuelto idiota durante el viaje o simplemente el amor de padre lo había cegado durante todos esos años.
-Fugaku-san – La voz de Sasuke había provocado que el mayor dejara de ver a su hijo y se concentrara en el otro joven de ojos negros – Yo sé que Uchiha Itachi sienta la necesidad de velar tanto por ustedes como por el patrimonio de su familia – Su voz salió tranquila pero tan amenazante – Pero existe una sola cosa que pongo por prioridad en todo esto y es el respeto a mi esposo.
-¿¡Esposo!? – No pudo evitar levantarse de su lugar y mirar con los ojos por demás abiertos al lindo rubio que se encontraba sentado en las piernas del moreno mientras este le rodeaba la cintura– ¿Estas casado?
-Sí que lo está, y te reitero que a mi Naruto nadie le falta el respeto y menos en mi presencia y sale ileso – Sasuke se había apresurado a contestar, que si después de eso aquel insulso hombre seguía molestando a su rubio amor no tendría contemplación ni por ser su posible hermano mayor.
-Espero y con esto midas tus palabras Itachi – A Fugaku se le hizo el momento justo y oportuno para intervenir – Y que te disculpes con el joven Naruto-chan.
-Sí digo… lo siento, nunca fue mi intención faltarle al respeto – Se sentía tan patético, haber dicho y pensado todo aquello del rubio no, a pesar de todo aquello el faltar al respeto a un doncel… un doncel casado… un dondel casado con –aun a su parecer nada confirmado– hermano menor, le provocaba una sensación de estupidez nada propia en él.
-No, creo que… que ambos nos equivocamos.
-Sí, creo que si – Jamás se sintió tan apenado, él ahí diciendo un puñado de sandeces a lo que creía era una incitación y resultaba que tan solo lo había confundido con su marido, oh cierto – Y me disculpo también con usted Hatake Sasuke realmente espero que no tome en serio mis anteriores palabras dichas descuidadamente hacia su lindo rubio.
-hmg – Fue todo lo que dio por respuesta.
Eso era todo “hmg” que se creía, él ahí reuniendo todo el valor y pisoteando su orgullo Uchiha para hacer las paces con aquel hombre y este solo le contestaba con un “hmg”-
-Perdónelo Itachi-san, mi Sasuke nunca ha sido de muchas palabras, pero sé que el también siente la confusión y lamenta mucho la forma en que actuó.
-No tienes por qué disculparte por mi dobe, y no es que lamente mucho la forma en la que actué.
-¡Sasuke, Kakashi-Oto-san estaría muy decepcionado de ti si te escuchara en estos momentos! – Naruto se había girado en las piernas de su marido mientras que lo miraba con el ceño fruncido.
-No lo creo, sé que estaría muy orgulloso en saber que no me quedé de brazos cruzados cuando un bastardo se aprovechaba de ti, y aún más sé que incluso Iruka-san estaría muy orgulloso de que te defendiera– Contesto mientras una sonrisa burlesca se formaba en sus labios.
-¡Eso no es verdad! - Grito el oji azul mientras se cruzaba de brazos y se levantaba de las piernas del moreno – Se sentiría muy triste por saber que sigues peleándote con todos.
-ejem… - Se atrevió a interrumpir Fugaku y no es que no le causara un poco de gracia como esa pareja se peleara tan acalorada mente, pero eran cercas de las cinco de la madrugada y mañana sería un día por demás agitado – Sé que hay muchas cosas que hablar y aclarar pero que les parece si lo hacemos en otro momento en un horario más adecuado – Sonrió mientras miraba como aquel rubio asentía con la cabeza y se ponía colorado, seguro por la vergüenza –Bien, Itachi hoy dormirás en el sofá cama, lo siento pero es tu culpa por llegar sin avisar y no pienso despertar a nadie por tus ocurrencias, ya mañana instalaremos a Sasuke-kun y Naruto-chan en alguna otra recamara.
-Sentimos las molestias –Naruto se encontraba por demás apenado, sabía que la habitación era del moreno y ellos habían llegado a incomodar, además había sido eso mismo lo que los había llevado a esa situación.
-Ho por favor Naruto-chan no te sientas mal, sé que mi hijo no le molestara además -Con una sonrisa llena de burla se acercó al rubio para que su hijo no lo escuchar – Esto le servirá para no volver a llegar sin avisar – Y después de eso se retiró por el extenso corredor que daba a su alcoba.
Naruto se había levantado alrededor de las nueve y media de la mañana y no era que tuviese muchas ganas de hacerlo, ya que él se hubiera quedado otras cinco horas por lo menos en esa cama que parecía hecha de nube.
Tan solo fue al baño, se lavó la cara y salió del cuarto lo más calmado posible, no se había sorprendido en lo absoluto al no encontrar a su azabache a su lado, miro por el largo corredor y un suspiro se le escapo.
-¿Por qué tan solo mi lindo rubio? – Itachi apenas había salido del despacho de su padre pudo notar como ese lindo rubio se encontraba solo.
Naruto en ese momento se sintió como gato, había soltado un chirrido y un salto que puso toda su piel de gallina, al escuchar aquella voz tan cercas de su oreja.
-Oh… lo siento no quería asustarte – Le había dado un poco de gracia la reacción del rubio era como un pequeño gatito.
-No, perdón es solo que no note cuando se acercó – Sonrió algo nervioso, aun le daba vergüenza lo ocurrido la pasada noche, y no solo eso podía ver la cara toda lastimada del moreno y su vergüenza se incrementó – ¿Aun le duele?
-¿Esto? – Sonrió un poco, la verdad es que le dolía de los mil diablos, pero no quería preocupar al lindo rubio – La verdad es que no mucho, lo malo es que va a durar un poco en desaparecer los moretones, tu marido sí que sabe usar su derecha.
-Lo siento – No quería que por su torpeza, esa familia se quedara con una mala impresión de su teme – Pensara que Sasuke es violento pero la verdad es que él suele ser una persona muy calmada… con muy mal genio, pero calmada – Naruto solo esperaba que Itachi no juzgara mal a su Sasuke.
-No, no te preocupes por eso, en su mayoría yo tuve la culpa de que las cosas terminaran así – Bueno sabía que se había pasado de bocaza – Después de todo si yo te tuviera de esposo creo que hubiese reaccionado igual – Pero con semejante monumento de esposo, no podía seguir enojado con el moreno por dejarlo como estaba, porque no dudaba que más de algún imbécil hubiera sufrido lo mismo que él, por tan solo mirar demás al lindo rubio, ahora que lo pensaba, creía haber salido muy bien parado – Pero por si las dudas ¿Qué te parece si dejamos los detalles de la habitación en secreto? – Y es que apreciaba mucho tanto su vida como su apariencia como para que estas se acabaran siendo él tan joven.
Naruto no pudo evitar volverse a poner más rojo que una cereza, solo de recordar lo pasado con aquel hombre que confundió con su marido, lo hacía desear regresar el tiempo, incapaz de siquiera mirar a la persona contraria se concentró en aquel bello piso de madera y con la cabeza asintió.
-Parece que amaneciste bastante recuperado hijo – Fugaku se acercó mientras una sonrisa burlona se posaba en su rostro – Pensé que tal vez necesitaríamos al menos cuatro hombres para levantarte hoy.
-Me alegro que amanecieras tan de muy buen humor hoy padre – Itachi sentía como su padre se burlaba de él y también comprendió que para el patriarca era un deleite hacerlo.
-Buenos días a ti también Naruto-kun.
-Buenos días Fugaku-sama – Se alegró tanto de que el Uchiha mayor llegara y rompiera ese ambiente incomodo – Disculpe Fugaku-san ¿ha visto a Sasuke?
-Creí ver a Sasuke-kun en el jardín trasero, que ahora que lo pienso ¿Tu sabes que exactamente está haciendo allá? – Y el recuerdo de cuando pasó temprano cercas del ventanal, vio al moreno lanzando patadas al aire correr y moverse de una forma extraña lo desconcertó.
-Ah… nunca descansa – Naruto soltó un largo y profundo suspiro cuando el Uchiha le conto lo que su azabache estaba haciendo mientras lo guiaba hacia el jardín, ya que no lo conocía, y cuando llegaron a esa enorme puerta de vidriera que lo separaba de aquel inmenso jardín se detuvo.
-Y ahora que estamos aquí – Fugaku se había detenido justo un paso antes de llegar por completo a la puerta de vidriera, colocándose en el lado derecho del rubio, donde podía distinguir a un azabache que en ese momento se encontraba haciendo abdominales –Me podrías contar porque Sasuke-kun está haciendo ejercicio tan exhaustivo.
-Creo que ya lo mencionamos antes, Sasuke fue criado por Kakashi-Oto-san.
-Si algo de eso se mencionó ayer – Contesto el dueño de esa mansión – ¿eso tiene algo que ver con lo que está pasando allá afuera?
-Hai, Kakashi-Oto-san fue un hombre del antiguo Ejército del Gran Imperio del Japón – Noto la cara de sorpresa de ambos Uchiha, y como era presionado con sus miradas para continuar – Cuando Kakashi-Oto-san adopto a Sasuke como su hijo, no tenía ni idea de su cómo criarlo, así que lo hizo de forma diferente a lo normal.
Ambos Uchiha tan solo hicieron un solo movimiento, y para mala suerte de Naruto no fue el que este esperaba, no, tan solo habían girado un cuarto de cabeza para apartar la atención de él y concentrar esas obscuras pupilas en la figura del jardín que en ese momento se encontraba figurando un combate mientras usaba algo que Naruto pudo fácilmente clasificarlo como un palo de madera, como su arma.
Nunca planeo que todo saliera así, tan solo había querido contar un poco de a historia de su azabache para que el hijo de Fugaku-san no se sintiera tan frustrado por no haber podido esquivar ningún golpe de su marido, no era tonto y mucho menos desconocía cómo funcionaba la mente de un varón, y el que Itachi-san hubiera sido golpeado por un hombre más joven que él lo había afectado más de lo que este quisiera aceptar, lo había notado desde que fue obligado a disculparse.
Y ahora se encontraba tratando de no entrar en pánico, lo que menos quería era que su teme fuera de nuevo reportado, no eso no era una buena situación, el juez se lo había dejado muy claro otra demanda más sobre violencia y esta vez ninguna fianza lo salvaría.
Y Naruto que siempre creyó que del único que debía cuidar a su teme marido era de aquel oji amarillo lengua de serpiente de Oroshimaru.
-Dobe.
El suave roce de unos labios sobre los suyos y aquel abrazo tan posesivo y cariñoso que incluso lo levanto del piso lo saco de sus pensamientos.
-Sasuke.
-¿Te pasa algo amor? – Lo desconsiento demasiado el ver la reacción tan ausente de su rubio – ¿Te hicieron algo? – Que si llegaba a ser cierto que su rubio había vuelto a ser acosado por aquel peli negro, no se contendría.
-He… ha no es nada es… - Tardo un par de segundos en encontrarle el significado a las palabras de su azabache para poder al fin salir por completo de sus pensamientos – Es solo que cuando me desperté, tú ya no estabas a mi lado – Soltó con un mohín de reproche haciéndolo ver infantil.
-Dobe – Una sonrisa comenzó a formarse en su rostro mientras volvía a besarlo, un beso un poco más largo y profundo, provocando que cuando se separaran el rubio soltara un suspiro – ¿Qué es lo que pasa? –Y no pudo evitar soltar aquella pregunta cuando noto la cara completamente sorprendida de aquellos pelinegros.
______-----Recuerdo V-----______
-¿Misión especial?
Lo había tomado por sorpresa, esa mañana pensó que todo sería tan tranquilo como siempre y eso esperaba ya que por parte de la escuela no podía decir lo mismo, en general todo era por demás aburrido, pero todo cambiaba cuando la chicharra sonaba y ese molesto choco molestaba a su lindo rubio, juraría que en cualquier momento no podría contenerse y su Naruto tan solo se limitaba en decir que podía solucionarlo, ja, como si eso realmente fuera a pasar.
-Sí, estaba planeada para la semana en que concluyeran las clases.
-Y ¿Cuándo nos vamos?
No podía negarse y mucho menos explicarle sus motivos, Kakashi le había dejado muy claro desde el principio que iniciaron con todo aquello que solo había dos prohibiciones, y personalmente ya había superado la primera, muy al contrario de la segunda que lo estaba volviendo loco.
-Mañana por la mañana.
-¿¡Mañana!?
Era muy pronto, jamás había salido con tan poco tiempo de preparación y por la expresión del peli plata parecía lo suficientemente urgente como para hacerlo actuar tan precipitadamente.
-No creo que exista ningún inconveniente, además ya hable a tu escuela para avisar que faltaras, así que prepara tus cosas.
Y tras aquellas palabras vio como su padre salía de la casa aun con aquella taza de café en la mano, tendría que inventarse una muy buena excusa para que Naruto no sospechara nada, no sería fácil y lo principal no podría estar tranquilo mientras dejara aquel asunto inconcluso…
Tomo su mochila y partió rumbo a casa del rubio, se había vuelto una costumbre el pasar por él antes de ir a la escuela y es que desde que aquel chico se atrevió a seguirlo a casa, prometió acompañarlo y mantenerlo seguro, porque hasta donde el sabia Naruto no estaba ni meramente interesado en establecer nada con aquel chico.
Pero desde que lo vio y hasta ese momento, exactamente quince minutos antes de que la chicharra anunciara el final de las clases, se había atrevido a decirle que no podía acompañarlo en por lo menos una semana completa, lo que atormentaba su ser.
-¿listo para irnos?
Sasuke noto la cara de desagrado que le puso aquel chico, sabía que su presencia en aquel salón no era de su más placentera devoción, pero él no estaba ahí para complacerlo, oh no, estaba hi justamente para todo lo contrario.
-Hai, Sasuke.
Y no pudo más que enganchar una enorme sonrisa al ver el gesto torcido de aquel chico mientras Naruto se colgaba de su brazo con aquella deslumbrante sonrisa.
-Pues bien marchémonos.
Y mientras recorrían aquel largo pasillo rumbo a la salida de la escuela, Sasuke pudo notar como más de una mirada se clavaban en su persona, principalmente chicas y donceles los cuales, si no supiera que era imposible afirmaría que de sus ojos brotaba pequeños corazones y como muchos de aquellos mismos estudiantes, más que nada varones lo miraban con odio.
Se daba una idea de todo lo que pasaba por aquellas cabezas por cada uno de los comentarios que descuidadamente dejaban salir todos aquellos estudiantes, claro que ellos no sabían que él era consiente de cada uno de ellos.
Y eran esos mismos comentarios los que lo molestaban, él no quería llamar para nada la atención, él solo deseaba salir de aquel como entro en compañía de su rubio y de nadie más, así como sabía que ya no podía seguir retrasando aquello, tendría que decirle lo de acompañarlo.
-Oe Naruto, ha surgido algo y vera…
-¿Qué pasa Sasuke? Pareces preocupado.
Sasuke sonrió, si algo había aprendido por demás bien en todos los años que llevaba al lado de del rubio es que si este se daba cuenta de su preocupación, su faceta decaía y eso era malo.
-Es solo que Kakashi…
Pero antes de terminar aquella frase sintió como algo los miraba y un ruido extraño se presentaba a lo lejos, cuando desvió su vista en todas direcciones podo distinguir una figura escondida detrás de algunos botes de basura y aquel puestillo de revistas que había entre ellos ¿Cuándo había bajado la guardia tanto? No pudo percatar la presencia de ese chico hasta que esté de delato.
¡Y una idea loca cruzó por su mente en ese momento! Si no podía estar ahí para defenderlo al menos se aseguraría de que aquel varón no lo molestara.
-Lo siento Naruto.
Y aun con la cara de duda del rubio, tomo sus hombros lo acerco mientras que el mismo moreno se inclinaba hasta estar a la altura del rubio y se acercó a este hasta depositar un ligero beso en los labios contrarios.
No era más que un rose, un ligero contacto de labios un simple frote de estos y aun así sentía como un calor rebullía desde lo profundo de su abdomen, como ese mismo calor se le subía a la cabeza y como sentía que en el momento en que los soltó una boda sonrisa se colocó en su cara.
-Sa…Sasu..ke qué…
-Es tarde y tienes que llegar a tu casa.
Sasuke aun con esa sonrisa boba, tomo la mano del rubio y comenzó a caminar de prisa por el sendero, pero antes de que desaparecieran definitivamente por aquella cuadra se giró no solo para ver aun el enorme y rojizo sonrojo del rubio sino para con una sonrisa ladina mirase el rostro de aquel varón el cual muy a su parecer había logrado su objetivo.
E incluso más que eso.