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kokoro por hikayukiaka

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Notas del capitulo:

Bueno 

Se que dure en actualizar un día más de lo normal, y podría dar muchas explicaciones del por qué, solo que me dije, bueno nunca has mentido y no vas a empezar ahora ¿verdad?

Y la verdad es que ayer no sé qué me dio que hasta flojera tuve de mirar mi lap.

Y bueno que les puedo decir, espero que les guste este capítulo y pues a leer!

Kokoro

Capitulo #3: Te encuentro.

 

 

 

 

-Sakura… ¿estas segura? – El hijo de Mikoto, no, era imposible, su empleado  un asistente de un abogado el hijo de Mikoto y un Uchiha, su sobrina debía haber perdido el juicio.

 

-Solo míralos tía y dime sino se parecen.

 

Tsunade desvió una vez más su mirada hacía las fotos, ciertamente tenía que aceptar que las personas que se reflejaban en ellas se parecían y MUCHO, pero de ay a que fueran la misma persona, era mucho.

           

-Son iguales tía –   Aseguro Sakura mientras tomaba ambas fotos, y las movía en frente del rostro de la oji miel, con evidente desesperación.

 

-Y ¿Qué sugieres? Ir con Mikoto-san y decirle “Ten aquí está tu hijo perdido lo encontré  cuando visite a mi tía, felicidades Mikoto-san”   Contesto con sarcasmo, cuando arrebato ambas fotografías de las manos de su sobrina y las estampaba contra su escritorio.

 

-Por supuesto que no, no quiero que vuelva a pasar lo de hace tres años –   Cuando termino la frase pudo ver el rostro de tristeza de la rubia, y con un tono de vos más condescendiente – Primero tengo que saber si realmente es su hijo.

 

-Y ¿Cómo piensas hacerlo?

 

-Con un cabello –  Contesto algo dudosa, mientras volvía a intentar arrebatar las fotografías a su tía.

 

-¿un cabello?

 

-Si un cabello, un poco de saliva yo que se  un poco de su ADN ya sabe para compararlo –  Decía mientras hacía movimientos con sus manos.

 

-Sí, si todo suena muy bien pero tengo una duda ¿Cómo lo vas a obtener? –Tsunade al fin cedió con los insistentes jalones qué le daba la peli rosa a las fotos que por un momento se negó a soltarle.

 

-Pues quitándoselo sin que él se dé cuenta, no se una cita o algo por el estilo – En ese momento pensó en una cena, tal vez si se lo proponía con suficiente <claridad> Sasuke aceptara rápido, además no era como si alguien se le pudiese negar.

 

-Qué te parece si le digo que quieres que sea tu abogado en un asunto – Tsunade no era tonta sabía lo que en esos momentos  flotaba en la cabecilla de su sobrina, y sabía  también como reaccionaria el peli negro si dicho “plan” se llevase a cabo, y ella personalmente prefería evitar cualquier desgracia. Además que no estaba dispuesta a perder a un excelente muchacho.

 

-Eso sería genial, lo citaría en un lugar y ahí le arrancaría un mechón de cabello –  Estaba entusiasmada, y aunque no podría hacerlo a su manera tendría la oportunidad de  demostrar que ese chico ese “Sasuke” podría ser el Sasuke que desapareció hace catorce años – Entonces te lo encargo a tu tía Tsunade.

 

La rubia le sonrió levemente, lo haría solo porque conocía cómo era su entrometida y terca sobrina y a pesar de que hasta ahorita venia cayendo en cuenta del parecido de ese chico grosero, con el segundo hijo del matrimonio Uchiha desconocía con que su distraída sobrina compararía dicha prueba.

 

 

                                                              ___>///< ____ºoº ____

 

 

 

-Sa…Sasuke espera… no puedo…ah…abrir –   Naruto intentaba por tercera vez introducir la llave en el cerrojo de la puerta para al fin  poderla abrir, y es que desde que entro a su cuadra Sasuke no dejo de tocarlo –   No… ya es ah… estate  qui…quieto Sasuke…

 

-¿Por qué no obedeces a tu esposo Hatake-kun? –  Esa fría y viperina voz hizo que Sasuke cesara de las insistentes caricias que le proporcionaba al acanelado cuerpo de su esposo, para voltearse y ponerse frente al rubio  – Hola Naru-chan, ¿No vienes y me das un beso?

 

Sasuke sintió como su ira crecía a niveles y velocidad inimaginable y es que si existía algo que en verdad lo sacaba de sus casillas era que alguien le propusiera algo a Su Naruto.

 

-¿Qué vienes a buscar esta vez Oroshimaru? –    La voz de Sasuke sonó más grave de lo normal, ese idiota había arruinado un muy buen momento con su Naruto, y jamás se lo perdonaría.

 

-No, no, no Sasuke-kun, es de mala educación interferir en la plática de dos personas –  Aquel hombre sonrió ante la mueca de desagrado que hizo Sasuke, y es que le era imposible no sacar de las casillas al hombre que retenía su nuevo capricho.

 

-Ho es cierto Oroshimaru-san –  Dijo en un tono muy “respetuoso” para esa persona –   Entonces si nos disculpa, MI esposo y yo continuaremos con nuestra platica, siento la interrupción.

 

Tomo las llaves que Naruto aún tenía en la mano y comenzó a abrir la puerta, pero antes de entrar por completo a su casa, Oroshimaru camino hacía donde se encontraban ambos con un solo fin.

 

Sonrió cuando al fin pudo tomar de la muñeca al rubio, tan fuerte que este soltó un pequeño quejido, que no pasó desapercibido por el Hatake.

 

Sasuke se giró y en menos de un segundo tenía la muñeca del tipejo, como le decía él sujetada de la misma forma en la que él la tenía la de su Naruto –  Serias tan amable de soltar a mi esposo –  y su voz a pesar de sonar tan  calmada su agarre se hacía más fuerte haciendo que el hombre soltara a Naruto  en un instante –  Que amable.

 

Sasuke tomo a su esposo  lo hizo entrar primero a la casa pero antes de que la puerta se cerrara Oroshimaru hablo.

 

-Sabes que siempre estaré esperándote Naru-chan, que cuando decidas venir con migo y abandonar a ese Hatake todo lo mío seta tuy…

 

-¡¡¡Idiota!!! –  Sasuke no se pudo contener más, serró la puerta en las narices de ese hombre, caminando con paso firme hasta la cocina, abriendo el refrigerador y sacando un jugo de naranja debiéndose la mitad de un trago –  Cuanto lo odio... – murmuro.

 

-Sasuke… cálmate…

 

-¿Cómo pides que lo haga si ese maldito no te deja vivir en paz? –  Dio otro gran trago a la botella de jugo para luego azotarla contra la barrilla desayunador a –  Y ni siquiera me puedo desahogar como se debe.

 

-Pero sabes que si lo golpeas, podrías ir a la cárcel al agredir a una figura publica–  Dijo con miedo Naruto aun recordaba la última vez que su marido había pasado 72 horas retenido por haber tocado a ese hombre.

 

-No me refiero a eso dobe, eso ya lo sé –  Miro con rencor aquel jugo de naranja para suspirar cansado –  Me refiero al jugo.   (N/A: No Sasuke no es bueno canalizar tu enfado hacía un pobre jugo de naranja que no tiene nada de culpa)

 

Naruto por unos segundos no entendía lo que su azabache quería decir, si todos los días amenazaba con lo mismo, el ir y aclararle a ese hombre el actual estado del rubio,  pero al observar como este miraba con rencor a la pobre botella de jugo entendió – A no, sabes que no me gusta que tomes y menos delante mío.

 

-Lo sé,  pero como quiere que me desahogue si me quitas lo que me hace sentirme mejor sin contar que ya ni puedo darle su merecido a ese tipo –  Soltó  con pesadez – Hag… como me estresa

 

Naruto soltó una risita lo que llamo la atención de Sasuke.

 

-¿Qué ocurre? ¿Qué es tan gracioso?

 

-Es solo que… -  Naruto se desabrocho la camisa que llevaba puesta lo que confundió un poco a Sasuke –   Pensé que tú  deseabas sacar ese stress con…migo –  Naruto tenía una cara de completa  inocencia, fingida por supuesto, pero eso no interfirió en que su marido  lo tomara en sus brazos y prácticamente volara a la recamara.

 

                                                 

 

 

 

A la mañana siguiente todo parecía ya más calmado, Naruto fue a trabajar llegando como ya era costumbre quince minutos tarde, sin ningún contratiempo aparte del inmenso sueño y el pulsante dolor de cabeza y de cierta zona intima, de la cual esperaba nadie en el trabajo notara.

 

-Oe Naruto-kun ¿me estás oyendo? –  Era la tercera vez que Yamato repetía lo mismo, y el rubio parecía ido.

 

-He… ha Yamato-san… lo siento no estaba prestando atención.

 

-Naruto-kun ¿te preocupa algo? – No entendió porque la reacción del rubio, parecía como si su cara  fuera un tomate maduro.

 

-No…etto…si pero…

 

-Sasuke-kun exigió sus  derechos como tu marido anoche ¿cierto? –  Era más que obvio, siempre que llegaba al restaurante así de distraído era por la misma razón… Sasuke –  ¿No fue ese tipo a molestarte?

 

-Hai… -  Contesto con cascaritas en los ojos, por su culpa no pudo dormir bien y ahora le dolía el trasero – Pero no se preocupe esta vez Sasuke no le hizo nada… bueno no a él.

 

-Jajaja… tranquilízate Naruto-kun, eso demuestra que Sasuke-kun te quiere mucho.

 

 

 

 

Sasuke se sentía como en el cielo, ese día ni siquiera las injusticias del abogado Yakishi  le pudieron quiera ese buen humor, Naruto, su Naruto lo había complacido en todos los sentidos la noche pasada, y eso era mucho que decir porque él era una persona por demás exigente.

 

-Disculpe… -  La voz de una mujer lo hizo salir de sus fantasía, despego la vista del monitor para prestarle toda la atención, se sorprendió al ver que se trataba de aquella mujer de pelo rosa del otro día, la misma que ocasiono que su esposo le diera una patada en… bueno para que recordar esa parte.

 

-¿SI? ¿Le puedo ayudar en algo? –  Contesto lo más calmado que podía, no se iba a poner a discutir con una clienta de su jefa, porque por más que esta lo apreciara no creía estar por encima de una chequer, mejor ser respetuoso y ya.

 

Sakura se tensó por completo, tal vez era pura coincidencia que ese hombre tuviera los mismos rasgos que un Uchiha, la misma presencia que un Uchiha y la misma Voz atemorizante que un Uchiha, pero de lo que si estaba segura era que esos ojos, esos intimidadores, fríos y desafiantes ojos negros solo pertenecían a un Uchiha.

 

-Qu…quería… –  Se sintió un poco torpe al tartamudear, ella siempre había sido una mujer que no se dejaba intimidar por nada ni por nadie, pero esos ojos en verdad parecía que la querían comérsela vivía, y no de la forma placentera.

 

-¿Dígame, en que le puedo ayudar? –  Su semblante se mantuvo sereno.

 

-Mi tía, Tsunade-san…

 

-Usted es la sobrina de la señor… -   Eso era sorprendente, en verdad que no se parecían en lo absoluto, ahora  tenia que se cortes con ella al igual que llamar a la “vieja borracha” con respeto, al menos si esa peli rosa andaba cercas –  ….De Tsunade-san.

 

-Hai, llegue ayer pero creo que no tuvimos tiempo para presentarnos –  Extendió su mano derecha, quería llevarse bien con un posible Uchiha, que ella misma ha visto lo rencorosos que son con quien no los tratan como reyes–  Mucho gusto soy Sakura Haruno, sobrina de Tsunade.

 

-Eh… no digo el gusto es mío –  Reacciono estrechando la mano de la oji verde, era mejor no ganarse su desprecio.

 

-Bueno ahora que ya nos hemos presentado formalmente… sobre el favor…

 

-Ha sí, lo siento lo que sea –  No quería contradecir lo que la sobrina de su jefa pudiera pedir, tal vez si podía realizarlo, lo ascenderían, nunca está de más fantasear un poco.

 

-Es una petición más bien… quisiera que me acompañara a comer… en su hora designada por supuesto.

 

-No puedo –  Respondió casi al instante, eso jamás si Naruto se había puesto así, solo con verlos abrazados, más bien ver como la chica lo abrazaba, no quería imaginarse su reacción cuando se enterara que tendría que ir a comer con ella, y él a pesar de todo no deseaba ir, no la conocía muy bien pero no deseaba que otra loca chica se metiera en su relación con su esposo.

 

-¿Por qué? No se preocupe, de esto no tiene por qué enterarse nadie.

 

¿Qué se suponía que significaba eso? quería algo personal, eso JAMÁS, él… él era un hombre feliz mente casado y no echaría a perder sus casi tres envidiables años de matrimonio, sus cuatro años de feliz noviazgo y siete años de complicada pero agradable amistad.

 

-No sé si este enterada, pero soy un hombre casado y no me gusta salir con personas si no son asuntos de trabajo.

 

-Se ve que quiere mucho a su esposo   –  Bueno era cierto lo que su Tía le había dicho “Sasuke-kun está muy enamorado de su esposo” –  No se preocupe, solo quería que viera un problema legal que tengo, pregunte a mi tía Tsunade-san y ella me dijo me recomendaría a alguien que a pesar de que no es abogado, es un excelente asesor.

 

-Solo con una condición – Algo no le terminaba de agradar, y es que desde pequeño y al ser criado por el abusivo de Kakashi podía distinguir una trampa a kilómetros, pero sedería un poco, claro que  su guardia  no.

 

-La que sea.

 

-Permítame llamar a mi esposo, nunca le he ocultado nada y estoy seguro que él a mí tampoco – Bien lo admitía mitad era para que el rubio no lo castigara por andar saliendo con chicas en el trabajo y la otra mitad  para saber si ese sujeto había vuelto a ir.

 

-Se quieren mucho,  verdad.

 

-Naruto es mi esposo–  Escucho como del otro lado de la bocina que sostenía en su oreja alguien hablaba –  Naruto amor…

 

-¿Sasuke que ocurre? – Se escuchaba muy serio y eso lo asusto.

 

-Nada malo… es solo que voy a salir a una reunión con una… mujer…

 

-¡¡¡Eh… ¿Por qué? Sasuke no será que tú…!!! – No quería pensar mal de su marido, después de todo su Sasuke siempre había sido muy atento con él, pero eso no quitaba que fuese demasiado apuesto y todas las mujeres y donceles se le lanzaran.

 

-Sabes que eso nunca ocurrirá y sabes ¿Por qué?

 

-No…- Realmente si lo sabía pero le encantaba escucharlo de los labios de su esposo.

 

-Por qué yo te amo, lo he hecho, lo sigo haciendo y lo seguiré haciendo hasta el día en que me muera.

 

-Teme – se sentía tan avergonzado, y el hecho de que sus compañeros de trabajo le lanzaran suspiros maliciosos, besos burlescos y le corearan una que otra cancioncilla entre risas no ayudaba a bajar ese sonrojo.

 

 

Sakura por el contrario se encontraba sorprendida, ese hombre que  tenía todo para ser un Uchiha, cambiaba totalmente cuando hablaba con su esposo…, se convertía en una persona con una encantadora sonrisa, que expresaba todo lo que sentía, era completamente un hombre enamorado.

 

 

-Ok amor yo paso por ti, y si esa persona va y te molesta, no salgas de la cocina hasta que llegue ¿de acuerdo? – Se había sentido mejor al escuchar que ere despreciable ser no había ido a molestar a su rubio, lo que le dio más tranquilidad para aceptar la comida de la peli rosa.

 

 

-Hai, y que te vaya bien en tu reunión – Su Sasuke era un baka, lo llamaba por todo pero simplemente no podía reprocharle nada porque le encantaba que lo hiciera.

 

 

-Señorita Haruno-san ya nos podemos ir.

 

-Hai, entonces vamos…

 

Entraron al restaurante más lujoso de la zona y por supuesto el más  caros de la ciudad, Sakura se sentó en una de las mesas más alejadas del lugar, no quería interrupciones, descubriría por qué ese chico se parecía tanto al hijo de Mikoto Uchiha.

 

-Señorita Haruno-san… - Desde que entro a ese lugar se sintió incomodo, y que decir de la forma en que la Hots  lo miro, no está acostumbrado a eso y no era que no le gustara ese tipo de lugares, con tanta clase y distinción, no era que él prefería algo más pribado, más acogedor, como a su esposo y su cama.

 

-Sakura…solo Sakura – Se sentía extraño que la llamase así, aun recordaba la época en que ella y el hijo del matrimonio Uchiha solían jugar juntos, eran tan cercanos que el que ese hombre la llamase de otra forma que no fuera por su nombre la incomodaba.

 

- Sakura-san…siento tenerla que apresurar pero cuento con muy poco tiempo, si no le molestaría podríamos…

 

-Sasuke-kun,  ¿de dónde es usted? – Bueno si quería que todo fuera rápido ella lo aria rápido.

 

-De Konoha, pero… - ¿Qué diablos tenía que ver su origen con el asunto legar al que se supone iba a asesorar?

 

-¿tiene hermanos?

 

-No, pero sobre el asunto… -Ok algo no marchaba del todo bien, esto había sido una treta de parte de esa peli rosa, ya se había comenzado a  irritarse de eso, parecía que en verdad quería investigar toda su vida.

 

-¿Y sus padres como se llaman?

 

-No estamos aquí por un problema que tiene ¿o me equivoco?

 

Sakura sonrió de lado, ese hombre tenía la inteligencia y astucia de un Uchiha, como lo esperaba -No… es respeto a su pasado…

 

 

 

 

-¿Naruto-kun te encuentras bien? – Una voz lo llamo tan de repente que  hizo que soltara los platos que traía en las manos soltando un chillido de susto.

 

-Eh… perdón es que estaba distraído –  Se agacho para comenzar a juntarlos.

 

-¿Qué tienes Naruto-kun no sueles ser así de despistado? ¿No me digas que ese hombre vino? porque si lo hizo yo me asegurare que…

 

-No, no es eso es solo que estoy preocupado por Sasuke – Se levantó del suelo y camino hacia el bote de basura, arrojo todos los pedazos de porcelana y se volvió para sentarse en una de las sillas que se encontraban en la cocina.

 

-Sasuke-san ¿Qué paso? – Acaso el marido de Naruto estaba en problemas, pero si hace nada se estaban burlando de la llamada tan melosa que había recibido de este.

 

-Me hablo hace rato, que saldría a comer con la sobrina de su jefa pero…

 

-¡¡¡CUIDADO!!! –  Lee grito tan fuerte en el oído de Naruto que hizo que todos voltearan y que el rubio soltara de nuevo la charola en la que había transportado los platos.

 

-¿Qué te sucede Lee-san? No grites de esa manera en mi oído o me dejaras sordo – Dijo mientras se masajeaba las orejas en un intento para apaciguar el dolor que le dejo ese grito.

 

-Es solo que te advierto Naruto-kun, cuando el esposo de alguien sale a comer con una mujer de alto nivel es porque algo quiere ella.

 

Esas palabras hicieron que Naruto se preocupara aún más, su Sasuke no se atrevería engañarlo, él era feliz con él, además no podía ser tan bonita la sobrina de Tsunade-san ¿verdad?

 

-Lee-kun deja de meterle ideas a Naruto-kun, Sasuke-san sería incapaz de engañarlo -Chōji que en ese momento había terminado su turno se volteo para mirar al chico de pobladas cejas y darle un coscorrón por decir.

 

-Gracias Chōji-san – La palabras de Chōji-san en verdad me tranquilizaron y era más que nada porque él, acababa de entrar y el que en tan poco tiempo viera en Sasuke un esposo incapaz del engaño, calmo mi ser.

 

-Pero Chōji…

 

-Pero nada, por más rica, hermosa, extravagante, seductora, atractiva, sexy….

 

Con cada palabra que decía el cocinero, Naruto sentía que piedras  de cincuenta  kilos le caían encima, eso no le estaba ayudando en lo más mínimo.

 

-¡¡¡Me va a cambiar por una mujer mejor que yo!!! –  Grito mientras que se echaba a llorar – ¡¡¡Sasuke  me va a cambiar por una mujer  más bonita que yo!!!

 

-No Naruto estoy seguro que Sasuke-san nunca te cambiaría por una mujer más atractiva que tú, porque no existe.

 

- sniff…Chōji-san…sniff -  Lo miro con los ojitos vidriosos, de verdad que la manera de ese hombre para hacer sentir mejor a alguien no era muy ortodoxa.

 

-En todo caso lo haría por una mujer rica – Soto al final mientras daba ligeras palmaditas en la espalda del rubio, en forma de consuelo.

 

-Tienes razón Chōji-san, primero se empieza con el distanciamiento  - Lee quien hasta ese momento veía divertido la expresión del rubio no pudo contenerse a continuar con la broma.

 

-y no olvides la falta de comunicación…

 

-Las escusas para no comer juntos…

 

-Las llegadas tardes….

 

-La ropa manchada por labial rojo y el olor a perfume de mujer…

 

-Y su desinterés por tener relaciones…

 

-hasta que al final –   ambos se pusieron en frente de  Naruto y apuntar con su dedo índice dijeron a unión –  Llega ese día, el día del… DIVORCIO.

 

En eso Naruto sintió como la piedra más grande de todas lo aplastara… No  quería, no permitiría que su Sasuke lo dejara y menos por una mujer rica.

 

Salo como rayo de su trabajo dejando a los otros dos preocupados, corrió hasta llegar al restaurante en done se suponía se encontraban Sasuke y esa mujer, a pesar de ser más de 20 manzanas las que corrió no se sintió agotado, al llegar los pudo ver por la ventana, aquella mujer solo se dedicaba a hablar mientras que su Sasuke no decía ni pio.

 

-¿Disculpe tiene reservación? –   Una mujer con un atuendo ajustado que se mantenía firme en la entrada llamo su atención.

 

-No… etto… estoy esperando a alguien.

 

-Por aquí por favor –   Aquella mujer hizo una pequeña reverencia y lo guio hasta una mesa un tanto alejada de donde se encontraba su esposo.

 

 

 

 

No sabía que decir, esa mujer quería hablar de su pasado, ¿Qué podría saber ella?  Él era un huérfano que fue amparado por un hombre que lo acogió y lo adopto, dándole una vida, un hogar, haciendo que este profundamente agradecido no solo por eso sino porque también hizo que conociera al amor de su vida…su Naruto, eso era todo lo que sabía y ciertamente todo lo que le importaba saber.

 

-Yo sé todo lo que tengo que saber sobre mi pasado –  Contesto  frío mientras que daba un sorbo a la bebida que le trajeron.

 

-Tengo entendido que usted es adoptado.

 

-Sí, Lo soy –  No tenía por qué negarlo después de todo, se sentía  muy orgulloso de que su padre fuera Kakashi-san, aunque a veces odiaba que fuera tan pervertido –   ¿Le molesta que lo sea?

 

–Por supuesto que no, al contrario es una muy buena señal.

 

-¿Perdón? –  ¿Qué se suponía que significaba eso? si esa mujer creía que por no saber quiénes fueron sus padres, tenía el derecho de burlarse entonces le demostraría que  estaba muy equivocada.

 

-No lo malinterprete, es solo que… Jeje –  Comenzó a reírse nerviosa, no era fácil decir lo que ella había planeado hacer, se sentía como una completa loca–  Usted se parece mucho a un amigo que tenía cuando era pequeña.

 

-Ciertamente, me está confundiendo, no creo que frecuentemos las mismas clases de amistades – Se había cansado de esa charla sin sentido, y lo último dicho por la Haruno lo tomo como un intento desesperado para llamar su atención, lo cuan él sabía que era una completa excusa, las únicas “amistades” que él tenía eran las que compartía con su rubio.

 

Sakura sonrió por lo dicho por aquel hombre, haciendo que una ligera mueca de confusión se plantara en el rostro del Sasuke.

 

-Sabe, él desapareció cuando tenía seis años, a pesar de que nunca más volvimos a saber de él, su familia aun lo busca con desesperación.

 

-¿Y cree que yo podría ser ese niño? –  Sasuke no era tonto ni mucho menos lento, los años bajo la tutela de Kakashi lo había convertido en un hombre, inteligente, persuasivo, intimidado, elegante, frío, suspicaz… etc. No por nada su padre adoptivo había sido un ex militar.

 

-Es muy inteligente Sasuke-san a pesar de ser tan joven – Sakura se sintió sorprendida por un instante, solo que al recordar que el hombre sentado frente a ella podría ser y ahora más que antes podría afirmar que ese hombre sería un Uchiha, volvió a tranquilizarse.

 

-Digamos que tuve un excelente maestro –  Sonrió con superioridad –  Pero… ¿Por qué cree que yo soy ese niño que menciono?

 

-No lo creo… estoy segura –  Estiro su mano para tocar el cabello de Sasuke –  Es idéntico a él, el mismo color de cabello –   Resbalo su mano hasta llegar su cara –  Los mismos ojos negros  de sus padres, la misma textura y tonalidad de piel, totalmente blanca como el marfil, pero tan agradable al tacto como una pluma, la mismas facciones que su madre, la inconfundible nariz de su padre, el mismo orgullo y suspicacia que caracteriza a su familia y por último y no por eso menos importante –  Tomo las manos de Sasuke entre las suyas, mientras que le sonreía cálidamente –  El mismo pasado.

 

¿Qué se suponía que quería demostrar esa mujer?  Que él era el hijo perdido de una familia que ella conocía, eso debía ser una broma,  él no podía ser hijo de alguna familia con la que la peli rosa tratara, era imposible, ya que ella era una señorita de clase alta y si él llegara a ser ese hijo de dicha familia  eso indicaba que él era el hijo de una…ja eso no era posible él no era ningún hijo de familia rica.

 

 

 

 

Naruto, se había rendido, a pesar de ver como la chica no dejaba de decirle quien sabe que tantas cosas ya que se encontraba muy lejos de su mesa para escuchar algo,  Sasuke parecía ni inmutarse.

 

Se ira a trabajar, con suerte Yamato no había notado su ausencia, y en la noche Sasuke vendría por él para regresar a su casa juntos, estaba a punto de irse cuando vio como esa mujer tocaba el rostro de su marido ¿Cómo se atrevía? Y Sasuke que no hacía nada por detenerlo.

 

En un arranque se levantó sin previo aviso de su silla, haciendo que la persona que se encontraba detrás de él apunto de sentarse, se estrellara contra la mesa, haciendo volar el adorno central cayendo en uno de los jarrones, tirándolo y a su vez haciendo que un mesero resbalara y tirara las copas de vino cuyo contenido cayera sobre la peli rosa.

 

Naruto vio todo con horror ¿él haba causado todo ese desastre? comenzó a caminar hacía la salida sigilosamente, hasta que una mano sobre su hombro lo detuvo

 

-Debí suponer que todo eso fue causado por ti –  Naruto se le erizaron los vellos cuando escucho esa voz, se giró lentamente para toparse con el rostro de su marido quien lo miraba serio – Naruto.

 

-Sasu…ke –   pronuncio con unas cascaditas en el rostro, su Sasuke casi nunca le dirigía esa mirada tan fría, y cuando lo hacía era por que en verdad había hecho algo muy grave.

 

-¿Qué haces aquí? –  Sasuke se encontraba enojo, y no por el hecho de que su rubio esposo hubiera ido a espiarlo, no si fuera eso en vez de estar enojado estaría feliz, no su enojo provenía del desastre que este causo en el lugar.

 

-Es solo… etto… ¡¡¡Sasuke no me dejes!!! –   Grito Naruto al arrojarse a los brazos  del peli negro.

 

-¿De qué hablas? –   Ahora sí que ya no entendía nada, se dio media vuelta  para ver a su acompañante, despego al rubio de si y fue a ayudarla –  Naru, ven disculparte con Sakura-san.

 

-También la llamas por su nombre –  Naruto había comenzado a llorar cual niño pequeño sorprendiendo a todos los ocupantes del lugar.

 

Sasuke comenzó a comprender todo, él no llamaba a nadie por su nombre a excepción del rubio, su padre y un puñado de personas que podía contar con los dedos de una sola mano, camino hacia donde su rubio seguía llorando y  tomándolo entre sus brazos comenzando a acariciarle la cabecita con ternura, para que se tranquilizara hablo.

 

-Lo siento Haruno-san, le pido disculpas en nombre de mi esposo – Dijo sin soltar al rubio –  Sobre lo que platicábamos dudo mucho que lo sea, pero me siento alagado de que me tomara en cuenta.

 

-Espera –   Alcanzo a decir antes de que Sasuke se fuera –  Solo piénsalo, si lo fueras tendrías todo lo que quieres, yo me voy en dos semanas, si estás dispuesto a aceptar esta oportunidad voy a estar esperando tu llamada –  Termino de decir mientras apretaba el pañuelo que había utilizado momentos antes para limpiar el vino que cayó sobre ella.

 

-Adiós – Sasuke apretó el cuerpo de su esposo más contra él y se marchó de aquel  lugar.

 

 

 

 

Sasuke no había mencionado  palabra en todo lo que llevaban de camino, parecía bastante sumergido en sus pensamientos, el tren no tardaba en legar y Naruto no le quitaba la vista de encima.

 

-Voy… -  Dijo mientras llamaba un poco a atención del Hatake –  Voy a comprar algo para tomar –  Y antes de que el otro dijera algo Naruto había salido corriendo.

 

Sasuke, solo desvió un poco la vista por donde su rubio había salido corriendo, observo a su esposo de pies a cabeza y cuando termino suspiro con algo de tristeza, la ropa del rubio se  veía gastada, sus tenis estaban raspados, sus pantalones se veían por demás deslavado lo único que se veía mejor era esa camisa que le había regalado su jefa al rubio de recuerdo de un viaje que realizo.

 

*¿Y si realmente lo era? Digo nunca conocí a mis padres, ni siquiera supe si me abandonaron o me perdí, tal vez si lo era, un hijo de una gran familia, si eso era cierto ya no se tendría que preocupar por los gastos…*

 

Miro a su rubio el cual parecía pelearse con la máquina expendedora y una idea asalto en ese momento su cabeza.

 

Su Naruto no tendría que pasar por ninguna otra carencia, le podría dar todo lo que se merecía, sacarlo de trabajar,  estudiar en una buena escuela, una casa donde no tuviera que preocuparse por un gato que lo atacara cada vez que llegaba, aunque esto iba más enfocado a él, ropa nueva, cocina equipada y sobre todo no tendría que lidia con un maldito acosador, eso era lo mejor, pondría toda la vigilancia posible para que ese bastardo no se acercara a más de 10, 000,000 metros de su esposo.

 

-Lo siento Sasuke, pero la maquina se tragó una moneda y solo conseguí uno  –  La voz del rubio saco a Sasuke de sus pensamientos.

 

-No te preocupes, tómatelo tu yo no tengo sed – Se levantó mientras caminaba hacía la orilla de las vías –  Vamos el tren ya llego – llamo al rubio mientras se colocaba cercas de la línea de abordar.  

 

La gente comenzó a bajar y a subir haciendo que ambos se separaran, Sasuke fue arrastrado hasta otro de los vagones de donde había quedado Naruto, Sasuke al darse cuenta de eso intento salir pero las puertas se cerraron antes de que lograra salir del vagón para entrar al que estaba su esposo.

 

-Diablos –  Comenzó a caminar hacia la puerta donde se conectaban los vagones  al llegar pudo ver como su Naruto era acosado por tres tipos.

 

 

 

 

-Etto… me tengo que ir…. –   Se disculpaba el rubio mientras trataba de caminar hacía tras, en cuanto subió al tren se dio cuenta de que Sasuke ya no estaba con él y cuando caminaba hacia la puerta tres hombres comenzaron a molestarlo.

 

-¿Por qué no te quedas un rato más? –  Opino uno mientras se acercaba más a Naruto

 

-Si nos vamos a divertir juntos… - El más bajo de los tres ya se había colocado a un lado de Naruto impidiendo cualquier huida.

 

-Sí, quédate te juro que no te arrepentirás –  Esta vez fue el más grande el que hablo, seguramente el jefe, se acercó a Naruto mientras tomaba su mentón y lo acercaba a él con clara intención de besarlo.

 

La gente decidió ignorar por completo lo que pasaba, cada vez que intentaban detener a  esa pandilla salían mal heridos, y se sentían mal del pobre chico que seguramente terminaría nada bien, pero era primordial su seguridad.

 

 

 

 

Sasuke miraba con cólera como aquel tipejo manoseaba e intentaba besar a su rubio, escucho como las puertas se abrieron al llegar a la otra estación, y antes des de que alguien si quiera pudiera moverse corrió hacia la puerta, salió del tren y sin importar a quien quitaba de su camino, subió al vagón en donde estaba Naruto, vio cómo se encontraba totalmente rodeado de esos tres tipejos mientras que lo manoseaban y un incluso intentaba besarlo.

 

Camino hacía donde estaban, al llegar tomo a uno del hombro y lo alejo mientras soltaba un golpe contra el estómago de este atrayendo la atención de los otros dos.

 

-Aléjense de él – Sasuke daba más que miedo, tenía una mirada que parecía que con ella quisiera matar, mutilar y descuartizar.

 

-Sasuke –  Dijo Naruto aliviado, al ver a su esposo ahí, y es que por más que intento zafarse de esos tres tipos no pudo.

 

-¿Vaya apareció el novio celosito? –  El líder hablo mientras que con una sonrisa burlona se acercó a Sasuke.

 

Era más que obvia la diferencia de tamaño Sasuke media  1.78 y aquel tipo tenía que agachar la cabeza para mirarlo a los ojos, Sasuke en ese momento le calculo una altura 2.10 y sin contar con lo robusto que era.

 

-Oye pequeño márchate,  yo me quedare con el rubio y te dejare ir en paz.

 

-Ja,  eres una cucaracha –  Rió Sasuke,  cuando aquel tipo lo tomo de los hombros,  él solo sonrió aún más, levanto su brazo atinando un puñetazo en la cara contraria, mientras que con su pie derecho daba una patada al otro sujeto que hasta ese momento se había mantenido a un lado del Uzumaki,  comenzó a golpear en diversas partes de los dos cuerpos, hasta que el sujeto que había golpeado al principio se levantó y lo  tomo por la espalda.

 

-Ahora si te….

 

Pero antes de que pudiera terminar la frase el líder de la pandilla,  Sasuke se había soltado del agarre de aquel tipo y atinando  un golpe contra las piernas del líder se giró para dar otro puñetazo al sujeto que lo había sujetado volviéndolo a arrojar al piso.

 

-Va…vámonos –  El jefe había tomado al hombre, que ahora se encontraba tirado en el piso por el dolor de aquel golpe, mientras que salía corriendo seguido del otro.

 

-Naru amor ¿Estas bien? –    Después de ver como esos tres salieron corriendo, Sasuke centro toda su atención en su rubio el cual no tardo ni un segundo para  correr y abrazar a su marido.

 

-Sasuke tenía mucho miedo – Naruto se había aferrado al cuerpo de Hatake mientras daba pequeñas caricias en las zonas lastimadas.

 

Sasuke podía sentir la fuerza de ese abrazo y como aun después de un rato Naruto no dejaba de temblar.

 

-Naruto –  Llamo para obtener la atención del rubio –  Te prometo que nunca más voy a permitir que alguien te haga daño, te protegeré de todo y de todos.

 

Sasuke lo abraso aún más. No estaba seguro y casi podía jurara que ser el hijo perdido de una familia rica era una idea descabellada, pero si eso le ayudaría a proteger a su esposo y darle todo lo que su rubio se merecía, entonces, que le importaba lo demás.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno

Este capítulo más que nada fue para sembrar la duda en Sasuke, lo último, tenía que obligarlo a tomar una decisión, pero aunque parezca que la decisión  ha sido tomada no se dejen engañar, y sobre el siguiente capítulo aún está a medias.

Lo que sí  ha venido mucho a mi mente es que si desean que cuente más sobre la historia de Chibi Sasuke y Chibi Naruto? O simplemente nos limitamos a las explicaciones que irán surgiendo en el progreso del fic.

Y otra inquietud que he tenido en mi mente desde que aun el fic ha estado en mi mente es si desean que tanto Kakashi como Iruka aparezcan como una pareja o como simples amigos y conocidos (la verdad, es que he intentado visualizarlos de ambas formas y bueno… de las dos me gusta) y es que hasta ahorita aun no me he podido decidir y acudo a ustedes.

Y para los que deseen preguntarme cualquier cosa, adelante con toda la confianza del mundo, así como  para las que deseen dar su opinión.

Hasta pronto.

P.D.: Para los que siguen  “Me Gustas…” y encontraron primero este, ya actualice.


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