Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juegos de espadas por RedGlassesGirl

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Juegos de espadas – Capítulo 5

Da miedo comenzar a querer

.

.

.

.

.

Me he acostumbrado a ver las largas pestañas de Wolfram cuando me despierto en sus brazos cada mañana. La costumbre de estrujar cosas cuando duerme no se la puede quitar nadie, he comenzado a pensar que como somos más cercanos ha aprovechado para convertirme en su oso de peluche personal favorito. Más allá de que dormido me trata más como un objeto que como una persona, nos va bastante mejor en pareja de lo que hubiera esperado.

Nadie sabe sobre los detalles en los cambios entre nosotros, eso se debe a que en realidad no tantas cosas han cambiado entre nosotros.

El día a día es el mismo, pasamos tiempo juntos cuando podemos y Wolfram me hace compañía en el despacho o me persigue a otros lugares cuando salimos de paseo, y yo suelo acompañarle en alguno que otro capricho. Bueno, lo admito, creo que ahora suelo perseguirlo un poco más que antes. Bastante más. Me gusta tenerlo cerca y me le he tomado el gusto a acaparar su atención cuando puedo.

Pero además de eso, no tenemos ninguna clase de demostración pública de afecto que dé a entender segundas intenciones. Siento que Wolfram está tranquilo con todo lo que pasa puertas para adentro y por eso no le importa que yo sea de bajo perfil al ser japonés y no tener costumbre de esas cosas. A pesar de todo, hace unos días cuando paseábamos cerca del castillo nos tomamos de las manos un rato. Me hizo ruborizar porque estábamos afuera, y me siento un idiota.

Si me pongo a negar mi lado pervertido sería un problema, así que más allá de las cosas tiernas, que me gustan mucho, también me he visto emocionado esperando las noches. Ese es el momento en el que puedo tocar o hacer cosas que en otro momento no podría, y poder meter las manos debajo de la ropa de Wolfram es algo que suelo esperar sin prisas pero que no dejo pasar ni un día.

¡Somos adolescentes sanos, así que no está mal hacer eso diariamente! Al menos es hiperactividad compartida, y no mía a solas.


Ha pasado un poco de tiempo y estoy algo preocupado, me dan vueltas en la cabeza los comentarios de los chicos del instituto.

Para un chico que ya lo ha hecho, y asumo que Wolfram lo ha hecho, me parece que las cosas que hacemos le deben saber a poco.

Él nunca ha comentado nada sobre eso, no tiene quejas sobre lo que hacemos, o sobre lo que no hacemos, que es lo que realmente me preocupa más. Tengo cierto apuro por concretar las cosas, y a la vez no estoy seguro de querer ir tan rápido. Pero creo que ya es hora de dar un paso hacia una dirección diferente, por eso es que esta noche lo estoy esperando con algunos planes.

Soy yo quien llega más tarde a la habitación. No me ha tocado tener una cena común sino algo parecido a un comité de guerra, aunque no hay ninguna guerra. Es algo a lo que ya me he acostumbrado: lores de aquí, lores de allá, conversar y dejar que me halaguen mientras me quedo callado cuando ya no sé qué decir. Es siempre lo mismo y la verdad no me preocupa, me lo tomo enserio y aprendo varias cosas en cada reunión pero son Günter y Gwendal los que siempre me salvan cuando estoy en apuros. Y aunque algunos mazokus se molestan de que hago estar presente a Conrad sin falta, lo mantengo cerca porque es mi mejor aliado y quien más sabe sobre milicia.

En este momento mi cabeza ya no está más en mi trabajo, estoy deseando que alguien me esté esperando en mi cama.

—Wooolf, ¿estás aquí? —pregunto un poco más suave que lo que debería si quiero que me escuche.

—Estoy aquí.

En realidad no tenía que buscarlo mucho, aunque no lo encontré al primer vistazo está sentado en su escritorio en el rincón, hay una abultada cortina cerca así que era complicado verlo. Normalmente su cabello destaca, pero el color de la tela es un mostaza suave y no da lugar al contraste con su rubio casi oro.

—¿Que estás haciendo?

—Escribiendo una carta, tomando algunas notas también —me dice mientras termina una línea y se da la vuelta—. ¿Cómo fue la reunión?

—Bien, como siempre.

—Hum. Eso significa que has dejado que mi hermano y Gunter hicieran toda la charla.

—Ahh… —No sé qué decirle, tiene razón y me avergüenzo de mí mismo. Me asomo y observo por sobre su hombro pero no puedo llegar a leer bien que dice a esta distancia y sin posibilidades de pasar mis dedos sobre la tinta. Su letra es una floritura muy bonita como siempre—. ¿Estas escribiendo otro cuento?

—No, no esta vez. —Su voz ha vacilado un poco, y puedo ver que frunce el ceño a la luz de la vela y se le ponen las mejillas coloradas. Es muy lindo.

La verdad es que él nunca le muestra a nadie lo que escribe, aunque parece un pasatiempo al que dedica bastante tiempo. Solo me ha dejado leer una vez algo, y siempre que pregunto cuando lo encuentro escribiendo parece darle vergüenza mostrarme, o cierra las libretas y las guarda en el escritorio porque son borradores. Sé que es una excusa, pero aunque me muero de ganas nunca he tocado las cosas que guarda en sus cajones sin permiso.

Cuando levanta la pluma de la hoja aprovecho para deslizar una mano sobre su hombro y reclinarme sobre su espalda, no lo he sobresaltado ni hecho hacer manchas, como ha estado bien me animo a rodearlo con los brazos y aprieto un poco. No me está haciendo caso y como eso me molesta observo sobre su hombro mientras le mordisqueo sobre la ropa suavemente.

¡Préstame atención! He extrañado estar a solas hoy, a menos que me diga que me dejara leer un cuento no voy a dejar de molestarlo.

Wolfram no me mira ni de reojo, sé que es su manera de responder a mis caprichos. Le soplo la nuca suavemente. Nada. Meto la mano entre los pliegues de su chaqueta deslizándola como una serpiente y rasguño con poca delicadeza una de sus tetillas de improvisto.

—¡Hey! —lo hice saltar en el asiento, no puedo evitar reírme mientras me escondo contra su espalda. Observa enojado que la tinta no volara goteando por algún lado y gira la cabeza para verme con ojos centellantes—. Estas jugando con fuego.

Su advertencia no me asusta, estoy tranquilo de saber que aunque sea de una mínima manera puedo saciarlo si lo provoco. No he sacado mi mano de su pecho y le acaricio un poco más con la yema de los dedos por encima de la tetilla, me gusta saber dónde tocar para encenderlo rápido.

—Tu elemento es el fuego, así que supongo que sí, estoy jugando con fuego.

—Te vas a quemar —me advierte con plena seguridad y un cantito, pero ha limpiado la pluma y renunciado a seguir escribiendo.

—No si no me arrojas leones de fuego.

Le beso el cuello con toques suaves a modo de juego primero y luego sigo besándole con los labios húmedos, estoy lleno de la confianza que me da haber aprendido como hacer esto. Creo que le gusta que yo sea activo y lo busque antes de que él tenga que venir a buscarme, así que me estoy aprovechando de la rareza de mis actos para mantenerlo curioso y tranquilo.

—Estas muy cariñoso —me dice, hay un leve tono de sospecha tras sus palabras.

Continúo sobre su cuello cuando ladea la cabeza y acaricio por dentro de su ropa hasta el estómago mientras intento desabrochar la chaqueta con la otra mano.

—A veces me pongo cariñoso, casi siempre antes de dormir, o cuando insisto en que me abraces —le digo casualmente, como si no estuviera abusando de él de alguna manera.

—Sí, bueno. —No puede decir mucho al respecto, todo lo que dije es verdad, tengo mis ataques donde a veces le exijo que me acaricie y ya se ha acostumbrado—. Pero estáscariñoso. —La insinuación en su tono con connotaciones sexuales es graciosa y me hace sonreír sobre la piel de su cuello.

Hasta ahora creo que nunca me mostré tan confiado de esta manera, pero quería cambiar un poco las cosas. Aunque no estoy seguro de cuanto me durará el valor.

Cuando voltea un poco la cabeza de nuevo le beso apresuradamente, meto mi lengua en su boca y le obligo a jugar conmigo sin ternura. Sostengo su cabeza y tironeo de él haca atrás pegándolo lo más que puedo a mi cuerpo, Wolfram intenta responder con las mismas ganas pero no solo se ha desconcertado sino que de espaldas no puede girarse mientras lo sostengo. Me aprovecho de eso y muevo los labios con ganas sobre su boca presionando, mordiendo y acariciando con fuerza. He aprendido muchas cosas de él y ahora las estoy usando en su contra, ¡se siente genial, toma ya!

—A veces —comienzo a responderle su último comentario entre un par de besos con los labios húmedos—…también me pongo cariñoso —le repito con el mismo tono.

No le quedan dudas que hablamos el mismo idioma. Sonríe contra mi boca y le permito voltearse para que me abrace el cuello. He perdido bastante de mi control, no puedo jugar más rudo que Wolf cuando se emociona. Clava los dedos entre mis cabellos y abre la boca para profundizar el beso de nuevo, la sensación de su lengua es excitante, nos enlazamos en una pelea más ruda y ansiosa mientras me recorre un cosquilleo por todo el cuerpo. Dios, me encanta como besa, es como si a cada momento que pasa me drenara las energías.

Solo con esto siento las rodillas como gelatina. Necesito aparentar que no me ha dejado sin aliento, obligándome a fingir compostura cuando se levanta. Estaba pensando que si no íbamos a la cama estaba bien continuar aquí, incluso sería divertido, pero mientras me sonríe tira de mi brazo y lo sigo. Creo que estoy muy ruborizado.

Se me acumulan un poco los nervios cuando él se sienta en el borde de la cama, y en vez de tomar lugar a su lado me inclino y lo beso parado. Nos descontrolamos un poco otra vez y jadeo, estoy respirando por la nariz agitado, pero esto me ayuda a dejar la mente en blanco un momento.

Me separo y tironeo del cuello de la chaqueta que lleva a medio desabrochar para desnudar la piel de su cuello hasta los hombros, beso sobre su clavícula y Wolf echa la cabeza hacia un lado con la barbilla en alto. Juego un poco por la zona más baja dónde puedo llegar desnudando sus hombros y luego subo por su cuello hasta debajo de su barbilla, puedo ver que tiene los labios entreabiertos y siento sus manos sobre mis brazos apretando con fuerza. Como esto le gusta continuo por la tersa piel de su mandíbula bordeando su rostro hasta detrás de su oreja. Creo que he encontrado un punto sensible porque me clava los dedos en la carne y tiembla.

No sé qué me excita más, pensar en las veces que él me seduce de esta manera, o lo mucho que está disfrutando que yo lo haga. Siento escalofríos mientras presiono mi legua con fuerza sobre su cello y le doy un suave mordisco buscando los tendones, cuando encuentro uno me ensaño con eso hasta que siento a Wolfram revolverse. Apenas me alejo me besa, con su aliento frio de respirar con la boca abierta y su lengua ansiosa por el contacto. Hace un pequeño sonido apagado que no llega a ser un gemido pero que me descontrola, estoy completamente seguro de que quiero seguir con esto y comienzo a desabrocharle la ropa para ver su pecho desnudo.

Paso las manos por su piel y pienso que es la primera vez que yo estoy tan vestido y el esta tan desnudo. Es bueno pensar que puedo saciar todo lo que lo he provocado, antes no podría haber hecho esto con tanta seguridad.

Dejo su boca y le doy un par de besos en el cuello antes de ir hacia su clavícula y más abajo hasta los pectorales. Cuando pongo la boca sobre su tetilla por primera vez jadea, no sé si por sorpresa o por gusto, o por ambas, pero me encanta.

Cualquier cosa que yo haga y que Wolfram reaccione tan notoriamente me encanta, en este momento quiero lograr más de esas demostraciones de su parte. Mantengo los labios húmedos sobre su piel y paso la lengua con fuerza succionando un poco luego, lo repito varias veces mientras sostengo su espala y le rasguño suavemente. Creo que voy bien, las señales son las correctas e imagino que las cosas que hago son placenteras, sigo siendo nuevo en esto en realidad.

Cuando me decido a besar un poco más abajo ya no puedo inclinarme más, estoy muy incómodo medio agachado de este modo en frente suyo, así que me arrodillo entre sus piernas. Creo que ya no es sutil cual es mi plan, he notado como Wolfram me ha mirado pero no separo mi rostro de su estómago porque me da vergüenza. Ahora si puedo notar el nerviosismo flotando en mi estómago, dando saltos y tratando de hacer que mis manos comiencen a temblar, pero me resisto. Esto es solo el comienzo y pienso continuar, solo voy a mantener los ojos cerrados y no preocuparme por el resto.

Wolf me interrumpe tomándome del brazo y tirando hacia arriba. —Subamos a la cama —me ordena, aunque su tono es suave como el de una invitación.

No quería tener que verlo a la cara directamente todavía, prefería hacerlo cando todo terminara, pero al cambiar de posiciones ha roto mi acto. Debo estar rojo, me trago la vergüenza y dejo que se acueste antes de arrodillarme encima cuando separa un poco las piernas. Sé que sentado también podría verme, pero cuando acomoda otra para acomodarse recostado encima sé que esto va a ser una especie de espectáculo. No creo que me esté gustando el cambio de posición del todo, me transpiran las manos furiosamente.

Pero me propuse que si empezaba lo terminaría, y siempre tengo presente la advertencia de Wolfram, no debo provocarlo si no estoy dispuesto a llegar igual de lejos. En realidad si soy plenamente consciente de que jugaba con fuego.

Beso su estómago de nuevo y me tomo mi tiempo, mi agarre ya no es tan firme sobre su piel como antes porque he perdido confianza, pero intento acariciarle despacio para retomar donde quedamos. Al pasar la mano por su ingle el bulto debajo de los pantalones es evidente, estoy algo contento por haberlo excitado tanto antes, y algo nervioso porque ya he llegado a esta zona. Le desabrocho los pantalones y se los bajo con la frente apoyada sobre su ombligo, no lo pienso demasiado y bajo su ropa interior hasta medio muslo también. No me impresiona tanto la vista porque la primera vez medio desnudos lo tenía de frente, pero ahora estoy mucho mas cerca.

Su pene erecto está caliente, toda la zona está caliente bajo mi palma. Le acaricio mientras me preparo mentalmente y beso más cerca de su cadera con movimientos lentos. Mi problema es que sé que va a mirar todo y no tengo tanta confianza. Al apoyar la frente sobre la parte baja de su estómago me doy cuenta de que en este ángulo no estoy tan expuesto. Me entretengo mirando un poco mientras lo toco y eso me calma.

Pensándolo mejor el más expuesto ahora es Wolfram, así como yo lo era cuando él me hizo esto. ¿Qué clase de expresión pondrá cuando está disfrutando? No voy a atreverme a mirar, así que me quedare con la intriga.

Decido que voy a bajar así que tiro de sus pantalones un poco para que se acomode y tener más lugar. Al final la cama es más cómoda, al menos mis rodillas están acolchadas. Beso suavemente a un lado de su ingle y sostengo su pene erguido con los dedos, me acerco más a la base con la boca y la piel suave de su tronco me roza la mejilla. Ya estoy demasiado cerca para echarme atrás, y en realidad estoy deseando esto.

El único camino que queda es llevarlo a mi boca, apoyo los labios y uso mi lengua para humedecer un poco la punta. Estoy tan nervioso que no puedo procesar del todo que estoy haciendo. Soy delicado, voy lamiendo y dejándolo entrar a través de mis labios de a poco. Ser el que hace esto está resultando más erótico que ser el que lo recibe, puedo pensar lo que está sintiendo y comienza a incrementar el calor de mi cuerpo.

Sus dedos en mi cabeza me asustan, el toque de su mano me hace sobresaltar y se me enciende el rostro, por un momento olvide que Wolfram sigue ahí arriba y está entretenido viendo lo que puede de lo que pasa aquí abajo.

Espero que mi desempeño no sea tan horrible, aún estoy avanzando lentamente mientras me acostumbro a como dejarlo entrar y salir de mi boca. Sé que esto en realidad no es tan satisfactorio, el sexo oral no es sexo-sexo, pero es lo que puedo ofrecer por el momento. Al menos debe ser mejor para él que solo cuando lo toco con las manos. Quiero que le guste, estar un poco más a la altura de lo que sea que esté acostumbrado a recibir desde antes.

Uso los labios para besar mientras le acaricio con la lengua en la parte de arriba y luego aprovecho que está lo suficientemente lubricado para bajar tomado la mayor parte de su erección en mi boca. Repito el movimiento y entiendo que esto es lo que le gusta cuando su otra mano aparece en escena para acariciar mi cabeza. Supongo que acompañar el ritmo de mi vaivén es lindo. Con el tiempo gano confianza, uso mi lengua para presionar toda la longitud mientras me muevo y acariciar más cerca de la punta de vez en cuando. Mis manos siguen el movimiento, una sobre la base y otra sobre sus testículos, algo que a mí me hace ver estrellas enseguida pero que Wolfram parece soportar relajado sin problemas.

Más o menos recuerdo que es lo que él me hace, e intento repetirlo, empujando con más fuerza y generando vacío cuando chupo suavemente. Que aguantara mucho fue bueno porque me dio tiempo para acostumbrarme, pero me estoy preguntando si no lo estoy haciendo correctamente, no estoy obteniendo demasiados resultados. ¿Acaso es solo callado mientras lo hace? Me da miedo pensar que voy a fallar terriblemente, ¿tal vez lo que yo creo placentero no le gusta? ¡Pero no ha dicho nada! Me estoy comenzando a poner nervioso. Además… estoy terriblemente caliente. Hacer esto me lo ha puesto tan duro como si Wolfram me hubiera estado provocando. Tal vez más.

Subo y bajo con más energía mientras mis propios músculos se tensan y me carcome el calor interior, siento un escalofrío entre las piernas y se me retuercen los muslos. Contraigo mi pene que reclama atención y comienzo a ponerme más enérgico solo por las ansias. Acaricio su muslo y clavo los dedos en él para intentar calmarme, pero no me satisface, tengo que pasar ambas manos por sus caderas buscando algo que me calme. Las puntadas de frio en mi nuca no cesan. Creo que mi excitación es demasiado notoria y por eso Wolfram se levanta, verlo a la cara hace que se me suban más los colores a las mejillas, me besa con ganas y me olvido de todo.

Me acaricia el rostro y la cabeza y me dejo llevar, siempre termino un poco en otro mundo cuando me trata tan cariñosamente.

—Date la vuelta —me dice mientras continua besándome y se termina de sacar los pantalones.

Me quedo pensando un momento, yo todavía estoy vestido. —¿Quieres que me dé la vuelta? —pregunto cuando no llego a ninguna conclusión.

—Sí, colócate al revés.

¿Qué revés? ¿Cómo? Venía bien, ¿porque tiene que complicarlo?

Wolf me sonríe mientras yo lo miro en blanco y me empuja por el pecho hacia atrás, como no sé qué quiere me dejo caer y termino recostado con la cabeza hacia los pies de la cama. Él me sigue y desabotona mi chaqueta negra continuando con el botón de mis pantalones, decido ayudarlo y me saco la parte de arriba quedando solo con la camisa. Estoy muy excitado todavía, y es totalmente evidente cuando me desnuda de la cintura para abajo.

Wolfram no pregunta ni se ríe, se apresura a besarme el estómago y me toca, sentir sus manos me gusta porque me moría por esto.

Pasa una mano por debajo de mi cadera y continua con la boca, arqueo la espalda y levanto la pelvis en respuesta y él aprovecha para acariciarme el trasero. Echo la cabeza a un lado y encojo las rodillas, es demasiado pasar de cero a cien en unos minutos, estoy en otro planeta. Jadeando con la boca abierta me babeo, cuando me doy cuenta me espabilo un poco e intento recomponerme. No es justo, Wolfram me hace perder el control en dos minutos y yo no puedo hacer que se venga o se descontrole en media hora. Cuando lo estoy odiando y adorando al mismo tiempo por lo que hace con su boca se detiene. ¡No te vayas, no es verdad que te odio tanto!

Solo ahora me pongo a pensar que he dejado lo que hacía antes a medias, y supongo que no le estaba gustando tanto si decidió cambiar roles, me siento un poco mal por mi incompetencia. Ya estoy demasiado agitado para preocuparme de que me vea o no a la cara en este momento.

Se acerca y me besa, esta vez solo con los labios, un par de besos cortos de cariño. —Quiero cambiar de posición, ¿quieres intentar otra cosa?

¿Qué es otra cosa? No sé porque me acobardo si me pregunta tan directamente, pero decido aceptar porque con tal de que sigamos estoy dispuesto a cualquier cosa. —Ok…

Me arrepiento apenas se da la vuelta con los pies hacia este lado y su cabeza hacia mis pies, ya entiendo de qué va la cosa, pero no me deja en esta posición sino que me hace poner arriba de él a gatas. ¿Quién demonios fue el idiota que invento posiciones sexuales tan expuestas? Se me incinera el rostro y el cuello, ¡me está viendo todo! Estoy incomodo de los nervios, de las primeras veces, de todo. Me acaricia los muslos y me veo obligado a bajar las caderas y abrir las piernas hasta que me siento hundir en su boca de nuevo.

Bueno, no puedo darle más vueltas ni pensar, lo placentero que se siente no me deja. Acaricio su pelvis, lo beso y llevo su pene a mi boca, me alegro de haber tenido tiempo de practicar esto antes porque ahora es más difícil hacerlo en esta posición horrible mientras él me hace lo mismo.

Estoy respirando agitado pero me concentro en chupar suavemente y usar las manos para masajear con delicadeza la piel de la base y el tronco, no tengo idea de si esto le gusta o no pero no logro entender que me hace él como para imitarlo. Wolf es suave, me relaja y de a poco también me va excitando más, pero lo que realmente me está llevando al límite es hacérselo a él. Aunque apeste en darle placer me siento igual que antes porque me resulta sensual provocarlo.

No sé qué pensar acerca de eso, pero solo notar que se pone más duro me hace revolverme por dentro, cualquier reacción de su parte es sumamente sexy. Doy un respingo cuando una de sus manos pasa a territorio desconocido y en parte prohibido sobre mi cuerpo. ¡Yo sabía que esta era una posición demasiado expuesta! Sus palmas me acarician el trasero y sus dedos mi ano suavemente, me pone incomodo, no quiero que toque eso, es extraño.

No puedo escapar, como no está haciendo nada más que eso lo dejo. La sensación es extraña, nunca se me ocurrió tocar ahí mientras me masturbo. Me causa cosquillas y me comienza a simpatizar la idea un poco hasta que saca mi pene de su boca y siento algo más húmedo en el mismo lugar. ¿Qué demonios estás haciendo Wolfram? No tengo tiempo para enojarme, uno de sus dedos amenaza con entrar mientras me distrae dejándome penetrar sus labios con fuerza. Jadeo y apoyo el rostro contra su vientre, no puedo seguir si hace esto.

Aunque es jodidamente extraño lo dejo continuar, después de todo creo que esto no es nada a como se supone que tendríamos que hacerlo de verdad. No sé si Wolfram quiere hacerlo hoy, tampoco sé si yo quiero hacerlo hoy, pero tendré que tomar una decisión luego si me dice algo.

Calma un poco el ritmo por uno más lento y me esfuerzo por continuar, no soy el único que está descontrolado, lo que sea que hace o ve allá abajo lo está poniendo más excitado y puedo notarlo. Le devuelvo el favor de antes embistiendo con la boca con más rapidez y me doy cuenta de que eso le gusta mucho. Rápido y fuerte, no puede resistirse. Retuerce las caderas y me hace dar otro respingo cuando el dedo que había desaparecido hace unos momentos vuelve y penetra en mi cuerpo más profundo sin previo aviso.

Él también comienza a hacerlo con más fuerza y ya no puedo aguantar mucho, si sigue así voy a venirme en cualquier momento. Acaricia con firmeza en mi interior y siento presión en la zona baja del estómago, mi exclamación se ahoga silenciosa porque aún tenía su pene en mi boca mientras largo de golpe. No es la sensación normal de oleadas de tensión previa al abismo, esta vez es rápido y no puedo contenerlo mientras sigue acariciándome de esa manera por dentro.

El orgasmo es increíble, estuve deseándolo desde hace rato y hace que me retuerza con fuerza mientras lo disfruto congelado de placer. No quiero caer rendido ahora. Me esfuerzo por seguir estimulándolo y aumento el ritmo, puedo sentir que está cerca por la tensión de su pene erecto y los testículos, le acaricio al compás de las embestidas y lo siento llegar.

Wolfram gime de manera ronca, apenas audible para mí que sigo en la posición opuesta a su cabeza, me atraviesa una sensación helada por la comuna al oírlo y sentir como se contrae mientras larga. Lo hundo hasta el fondo más lentamente continuando hasta el final. Se me han llenado los ojos de lágrimas al sentir el líquido en la garganta y cosquilleando el interior de mi nariz, pero lo dejo pasar durante un rato antes de decidir que está bien parar, no tuve tiempo de pensar si me molesta como sabe o algo parecido. Ahora si puedo echarme de lado y descansar, me siento bien por haberme liberado y por lograr que el también llegara.

Me llevo las manos al rostro y me froto la cara hundiéndome en el colchón un rato. Todavía estoy agitado y puedo sentir la sensación de languidez extrema de mi cuerpo, me calmo de a poco y me entra el sueño. Siento movimientos sobre la cama con los ojos cerrados y como el cuerpo de Wolfram cae al lado mío, está inclinado encima de mí aunque no lo vea.

—¿Estas bien? —me pregunta, su voz suena divertida, para él lo de antes claramente fue algún tipo de travesura.

—Mmmh —mi respuesta es una especie de gruñido, estiro mis brazos lánguidamente y los dejo caer alrededor de su cuello atrayéndolo haca mí. Lo abrazo y lo beso, Wolf me acaricia uno de mis lados por debajo de la camisa a medio desabrochar que me quedo puesta y se recuesta aquí conmigo aunque estemos hacia los pies de la cama.

Wolfram entierra su rostro en mi cuello y me acaricia con la nariz. —¿Disfrutaste lo de recién?

Agh, ¡no me preguntes cosas embarazosas! Me está haciendo ruborizar de nuevo. Pero supongo que para él es importante saber.

—Estuvo bien. Bueno, un poquito mejor que bien —admito y él se ríe suavemente contra mi barbilla, me besa y veo sus ojos verde cristal bien de cerca.

De verdad que me gusta mucho Wolfram.


Luego de lo que paso anoche me es complicado ver a Wolf a la cara sin sentirme idiota, me avergüenzo un poco, pero también estoy contento. Estar con él suponía muchas cosas nuevas o raras, pero al final estoy bien con eso. Creo que el sexo era la parte más o menos importante de nuestra relación que me preocupaba y me siento con más confianza.

Estando con la cabeza despejada estuve pensando que en realidad para él anoche debe haber sido poca cosa. Miro de reojo a Wolfram caminar a mi lado y todo es normal, él me observa y sonríe un poco.

—¿Vas a practicar con Conrart? —me pregunta casualmente.

—Sí, ya casi es la hora, tengo que ir.

—Bien, estaré en la sala de estar si me necesitan.

El me hace un gesto con la mano a modo de saludo y se va por otro pasillo, seguramente va a aprovechar su tiempo a solas para dibujar o escribir algo, a menos que este sin ganas y se dedique a leer una de las tantas novelas que tenemos en la biblioteca. Wolfram es bastante flojo a veces, ahora que solo tenemos clases de magia juntas no sé si está haciendo todo el ejercicio necesario, pero no parece interesado en jugar al béisbol con nosotros.

Conrad me espera con todas las cosas listas, he conseguido traer una gorra de mi hermano de la Tierra en uno de mis viajes sorpresa y se la he regalado. La tiene puesta y como no lleva su uniforme militar sino ropas más simples le queda extraño pero no desentona tanto.

Se ve bastante contento con ella, así que creo que las cuestiones de moda no vienen mucho al caso.

—¿Otra vez Wolfram no está interesado en venir con nosotros? —me pregunta, sé que ha visto como nos despedíamos en el corredor.

—En realidad no le pregunté —admito.

Miro hacia donde se ha ido. Aún sigo en duda de porque Wolf no quiere venir, no es como si nunca le hubiera invitado alguna vez. ¿Debería insistir más? He asumido que no le interesa este deporte, pero él incluso nos acompaña cuando vamos en bote a pescar aunque tiene que tomar medicinas y se marea. No sé si lo hace para que Conrart y yo tengamos tiempo juntos a solas como amigos, a veces lo he pensado de ese modo. Pero puedo dudar de eso, a Wolf le encanta acaparar mi atención siempre que puede. Tengo la sensación de que es flojo, no quiere correr o transpirar a menos que haya una espada de por medio.

—¿Crees que debería insistir y traerlo la próxima vez?

Conrad se ríe un poco y ladea la cabeza observando hacia donde se ha ido. —Creo que Wolfram estaría contento aunque se queje o se muestre enojado.

Tomo la pelota que me avienta y la hago girar entre mis dedos, tengo la costumbre de delinear las costuras e ir rotándola mientras pienso o converso con alguien.

—¿Odiará el deporte? ¿No le gusta el béisbol?

—No creo que sea un problema del deporte, o el béisbol. Los pasatiempos de Wolfram siempre han sido más relajados.

—Pintar, escribir, leer, ¿esas cosas verdad?

Conrad asiente con la cabeza y continua, estoy muy interesado sobre lo que tiene que decir sobre él. —Cuando era más pequeño siempre jugaba fuera, con las espadas de práctica, montando o corriendo el aro, pero era complicado mantenerlo mucho tiempo dentro. A esa edad ya no le gustaba tanto jugar a las escondidas con nosotros, y Gwendal comenzó con su pasatiempo de tejer así que tampoco le interesaba tanto. Los gustos cambian. En otra época supe que solía viajar mucho con nuestra madre en los cruceros, o atender a las fiestas. Creo que ahora solo está en otra etapa. Con él nunca se sabe.

—¿O sea que cambia radicalmente de gustos cada cierto tiempo?

—No tanto, no es eso lo que quería decir. Pintar siempre ha sido un pasatiempo que le gusta. Es solo que a veces se obsesiona más con una u otra cosa, luego se le pasa y está más tranquilo.

Inevitablemente me pongo a comparar esto conmigo. Antes Wolfram me perseguía a todos lados sin alejarse de mi un centímetro y estaba completamente obsesionado con el compromiso, pero con el tiempo se calmó, no lo ha olvidado pero no le presta tanta atención como antes. Observo la pelota en mis manos y la giro más rápidamente, creo que estoy algo nervioso. No quiero ser algo pasajero. Tampoco quiero pensar en eso.

—¿Así que iba a muchas fiestas? Pensé que no le gustaban tanto.

—Oh, sí le gustan. Disfrutaba mucho de la compañía de otros nobles y solía bailar bastante —Conrad parece estar recordando algo y sonríe ampliamente dejando escapar una risa corta—. He escuchado de mi madre y Gwendal que demasiado alcohol lo pone un poco… sobreexcitado.

—¿Sobreexcitado? —pregunto curioso. ¡Quiero chismes! Aún recuerdo haberlo visto entonado una vez hace mucho en una fiesta, era bastante más suelto y de risa fácil.

—Se pone tanto más incontrolable. Y algo más simpático al parecer. Nunca he tenido el placer de verlo, y creo que se ha alejado de esos pasatiempos desde que ha llegado, así que tampoco podre ahora.

¿Porque me ha tocado la época aburrida de Wolfram? Ahora sus pasatiempos no tienen emoción alguna.

—¿Desde que yo he llegado? ¿Por qué?

Conrad se tapa la boca con los dedos y los tamborilea indeciso sobre sus labios mientras piensa.

Si hay algo que no me tenía que decir parece que igual va a hacerlo. —No le diga que yo le conté, o luego me echará la bronca. Wolfram está en contra de los eventos grandes a los que pueda asistir porque piensa que va a coquetear con otras personas. Por eso es que no quiere que su prometido vaya, y no creo que tenga más ganas de ir el tampoco por las mismas razones.

—¿Coquetear? Oh bueno, recuerdo la fiesta en el barco, cuando apenas había llegado. Wolf no pudo ir por los mareos. —Me rio por lo bajo un poco y giro mi pelota—. Fui un poco popular, ¿verdad?

—Ciertamente las señoritas se peleaban por bailar. No hubiera esperado menos de mi joven amo.

Que Conrad me llame por el viejo mote que usamos en ese momento me hace reír.

—Creo que Kaku-san era más popular —le digo en broma utilizando su propio mote.

Ciertamente Conrad es muy popular con las mujeres y sabe tratarlas, yo solo tengo suerte porque aquí me consideran exótico.

—Así que por eso es que no le gusta —medito un poco—. Cuando volví al camarote esa noche me pregunto si había bailado, pero no entendí que tenía eso de malo cuando me echo la bronca. Wolfram se puso todo agitado y se enojó cuando le dije que si, aunque solo había bailado con la hija pequeña del calva brillante.

La amiga de Greta, al menos ahora, en ese momento solo era la niña que casi cae por la borda cuando atacaron los piratas.

—Eso suena mucho como Wolfram. Simplemente debía estar enojado porque al tener nauseas no pudo acompañarlo, de seguro quería bailar con usted y estaba frustrado. Además imagino que le preocupaba mantener un ojo encima de él.

—¿Bailar es sinónimo de coquetear? —Me siento un niño preguntando estas cosas, pero no entiendo bien cómo funciona el mundo de los adultos de aquí.

—Todo depende de la situación, pero podría decirse que los bailes es un lugar ideal para conseguir un amante.

—Mmmh, entiendo. —Aunque tengo muchas cosas en la cabeza y me gustaría preguntar más, decido cambar el tema—. ¿Quieres practicar unos pases?

Mientras Conrad y yo practicamos pases lo tengo a la distancia y aprovecho para divagar.

Creo que es obvio que clase de experiencia tiene Wolfram luego de lo que me ha contado, probablemente es culpa de los bailes y los cruceros, pero me da vergüenza preguntarle a Conrad sobre las relaciones pasadas de Wolf, y tampoco creo que sea correcto andar buscando el chisme de un tercero. Tampoco creo ir a preguntárselo a él directamente, pero me gustaría saber. Nunca nadie ha dicho nada sobre relaciones serias, y no creo que nadie haga comentarios sobre las pasajeras, o tal vez ni siquiera sepan sobre ellas si ha sido discreto.

No era mi intención terminar conversando sobre este tema con Conrad, empezamos con lo de los pasatiempos y derivamos hasta llegar a eso. Ahora me siento tanto curioso como preocupado. No dudo que Wolf me tome enserio, pero creo que la diferencia de experiencia puede hacer que él se aburra más rápido de mí que lo contrario. De hecho, yo he estado un tanto muy apegado a él últimamente y ese sentimiento solo parece ir en aumento. ¿Soy demasiado infantil si me aferro a mi primera experiencia?

No puedo pensar en otra cosa que no sea que me estoy encariñando demasiado. No es como si eso me molestara, estoy bastante contento, pero da miedo sentirse vulnerable.

.

.

.

.

.

Continuará…

 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).