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Juegos de espadas por RedGlassesGirl

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Notas del capitulo:

Aclaraciones:

Primera base: Besos.
Segunda Base: Manoseos por debajo de la ropa, normalmente entre los hombros y la cintura.
Tercera Base: Sexo oral.
Cuarta Base | Home run | Carrera completa: Sexo.

Juegos de espadas – Capítulo 3

Tocando de oído

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Nervios, nervios, nervios, nervios, ¡mierda! Tragar saliva se siente como intentar tragarme mi guante de beisbol, completamente imposible. Tieso como una tabla logro llegar hasta la cama. Nos sentamos en el borde y no sé qué hacer, estoy transpirando y no es por la hoguera encendida.

Veo por el rabillo del ojo que Wolfram se pasa la mano por la nuca y peina su cabello con los dedos, conozco ese gesto, es lo que hace cuando está nervioso. Él suele contagiarse de mis emociones erráticas fácilmente, ¡lamento no poder estar más tranquilo que esto!

Se inclina hacia mí y apoya su mano sobre la mía. —No voy a hacer nada que no quieras.

See, bueno, hace cinco minutos quería que metieras tus manos en mis pantalones, ¿sabes? Oh, no, no debo pensar como si hablara en voz alta porque a veces se me sale y una vez dicho no puedo retirarlo.

Decido que lo mejor es retomar desde primera base, como principiante es donde más cómodo me siento, ya tendré tiempo de avanzar en el partid, todo estará bien a menos que Wolfram quiera anotar un home run hoy mismo. Ese miedo se incrementa cuando lo tengo encima, estar en la cama es más sugestivo que estar en el sillón en esta posición, pero me relajo al ver que se lo toma con calma. Puedo sentir parte de su cuerpo aplastándome, pero sus caricias son suaves y su forma de besar cariñosa. Si así es como piensa engañarme para anotar la carrera, pues parece ser una buena táctica.

Su camisa es de mangas amplias así que puedo tocar sus antebrazos por debajo de la ropa, su piel es suave, recuerdo las veces que lo he visto sin nada arriba y me gustaría tocar su espalda. Pero no me atrevo a hacer que se quite la ropa, así que solo deslizo despacio la tela fuera de los pantalones hasta que mis dedos logran meterse un poco por debajo. Es Wolfram quien tironea para soltar su ropa del todo, es una silenciosa invitación a que haga más pero temo las consecuencias de provocarlo demasiado.

Los botones se deshacen rápido y soy yo el que queda con el pecho expuesto, cuando acaricia mis tetillas me echo hacia atrás contra las sabanas y me da un pequeño escalofrió que le saca una sonrisa. Claro, como estas jodidamente tranquilo por tener experiencia piensas: "hey, vamos a aprovecharnos del chico virgen, ¡tiene vergüenza y es divertido!". Tsk.

¿Será posible para alguien como yo hacer que algún día sea Wolfram quien tiemble de vergüenza? En este momento lo dudo.

A su merced, dejo que me bese el cuello mientras se aprieta más contra mi cuerpo, puedo sentir su entrepierna contra la mía y no me queda opción que aflojar las piernas para que se acomode.

Aquí estamos, la segunda base, ya he estado aquí antes.

La mano que baja hasta el pliegue de mi pierna es una sensación nueva, ¡está muy cerca de todo! Me acaricia con firmeza hasta el hueso de la cadera por encima de los pantalones y va directo al botón que se abre fácilmente con un ¡pop! apagado. Es tarde para preocuparme por cuestiones de tamaño, pero no estoy tan duro y me pregunto si eso será algo decepcionante. No es como si Wolfram no me pone, lo hace y bastante, pero la excitación del momento se me ha pasado y ahora las cosas están escalando muy rápido desde cero.

Lo beso para distraerme mientras toca sobre la ropa. El momento de exploración dura poco y me levanto para que me baje un poco los pantalones antes de sacarlo fuera, lo cual me hace sentir más desnudo que todas las veces que he estado desnudo en mi vida, incluso teniendo aun la mayor parte de mi ropa puesta. Sus dedos me acarician de forma suave, se siente bien. Beso su cuello imitando como lo ha hecho antes para no tener que verlo directo al rostro, igualmente de alguna manera se las arregla para mirar hacia abajo. Sé que tiene curiosidad y como lo entiendo lo dejo, está bien que mire lo que quiera mientras no sea la cara de idiota que seguro estoy poniendo.

—¿Así está bien? —me pregunta y hunde su rostro en mi cuello al abrazarme y acomodarse. Respondo que si mientras empujo su cabeza y expongo más mi cuello, es uno de mis puntos débiles, me gusta que use su lengua y muerda suavemente sobre mis tendones.

Me siento extraño en sus manos, pero esta combinación me hace sentir escalofríos y ese placentero cosquilleo en la parte baja del estómago. Aun me cuesta dejarme llevar y sigo algo nervioso, pero gracias a eso puedo disfrutarlo más tiempo, Wolf lo hace lento así que puedo aguantar. Me rosa apenas con los labios la clavícula y lame la base de mi cuello, los besos bajan y es la primera vez que siento el estímulo de una boca sobre una de mis tetillas. Resulta que soy bastante sensible ahí también, nunca pensé que tanto.

—¿Puedo seguir? —me pregunta luego de un rato de torturarme al descubrir cuanto me hace retorcer con eso.

—Todavía me falta. —A menos que me toque más rápido y continúe haciendo eso con los dientes sobre mi pecho. Medio que quiero decirle, y medio que quiero que dure más.

Wolfram me mira, por primera vez vuelvo a ver directo a esos conocidos ojos verdes cristalinos como el agua de un lago, y me sonríe mostrando los dientes, se me suben los colores a las mejillas solo con eso. Me besa una vez sobre el pectoral con el que se ha encariñado y se desliza más abajo en la cama hasta llegar a mi ombligo, me besa mordiendo con los labios un poco más abajo y luego sobre el hueso de la cadera.

—¿Puedo seguir? —vuelve a preguntar sin mirarme y continua con lo que está haciendo.

Ni de casualidad pensé que se refería a eso, pero no hay duda de a donde lleva ese camino. Tomo un respiro profundo y silencioso. Si quiero, realmente quiero, pero no sé si quiero, pero definitivamente se va a sentir bien.

—O-ok…

Si tenía algún problema con que me viera, bueno, me está viendo bien de cerca, así que trauma superado. Me llevo el antebrazo a los ojos y mi cuerpo tiembla internamente de vergüenza, ansiedad y anticipación.

¡Tercera base!

Oh, santo dios, es como tocarse con jabón en el baño, pero mejor. La forma en que usa su boca se siente como una caricia suave que me genera un cosquilleo relajante, puedo sentir la rugosidad de su lengua entre en calor y la humedad. Estoy realmente agradecido que sepa exactamente que está haciendo ahí abajo, y lo estaré mas si es que quiere volver a repetir esto en otro momento. Abro las piernas mientras me acaricia con su mano libre, mis pantalones han terminado a la altura de mis rodillas, debería habérmelos sacado cuando podía. Cuando los dedos sobre la base de mi pene se mueven al ritmo de su boca y me acaricia los testículos la combinación es mortal.

—¿Sigo…? ¡Oh!

¡Nooo! ¡¿por qué tenías que parar justo ahora?! Llevo una mano rápido hacia abajo y me acaricio un par de veces con fuerza, no necesito más que eso estando a punto y le ofrezco asientos de primera fila a mi lado más vergonzoso. No puedo pensar mientras me vengo, pero estoy seguro de que ha visto todo, me he tapado la cara por reflejo y no sé cómo es que voy a verlo ahora a los ojos. Supongo que es una especie de castigo porque mi lado pervertido quería otro desenlace. El que avisa no traiciona, y yo no había avisado que estaba cerca, así que supongo que era inevitable que pasara algo como esto.

Recibo un beso bajo la mandíbula cuando Wolf vuelve a colocarse a gatas sobre mí y busco su boca aun con el dorso de mi mano sobre los ojos. Necesito calmar mi respiración agitada pero quiero que sepa que no me molesta besarlo luego de que haya hecho eso. Ahora que puedo volver a pensar un poco me doy cuenta que hice ruidos raros y mi desempeño ha sido fatal, aunque fuera con la boca no he aguantado ni cinco minutos.

Es mejor ahora que nunca, me destapo la cara y le enfrento. Listo, ya está, una cosa menos de la que preocuparme, sino no lo hubiera querido volver a ver en mi vida. Voy a aprovechar que las sustancias placenteras aún están nublando mi cerebro para hacer algo osado.

Meto las manos por debajo de su camisa y acaricio su estómago con las dos palmas abiertas, la piel está caliente y la tenue línea de vellos que bajan por su ombligo está levemente húmeda de transpiración. El camino me guía hasta el bulto en sus pantalones, me congelo un segundo, me tiemblan las manos.

—No necesitas forzarte.

He estado mirando hacia abajo todo el tiempo, pero al levantar la visa la expresión de Wolf me convence de que es lo que quiero.

—No puedo dejarte así, no es justo…

—No se trata de que es justo y que no —me dice mientras se apoya sobre un codo con su rostro cerca del mío y acomoda una de sus piernas entre las mías—, se trata de lo que te sientas cómodo. No quiero que me toques si te estas forzando, así ninguno de los dos va a disfrutarlo.

Estoy terriblemente nervioso, pero nadie me está forzando a nada. Logro pasar un poco de saliva y me relamo los labios antes de hablar. Mi mano aun está en el mismo lugar.

—E-estoy nervioso, pero me da algo de curiosidad… ¿Puedo tocarte?

Wolfram se pasa la mano por el cabello y se arrodilla frente a mí con una mano sobre el botón de sus pantalones.

—Si es así, no necesitas pedir permiso, puedes tocar lo que quieras.

Me rasco la mejilla sonrojado y observo como se saca los pantalones, la erección es evidente solo en ropa interior, no necesito más que un vistazo para ver lo mal que esta eso. Y aun así y todo el pretendía aguantar si yo no estaba dispuesto a esto, supongo que de hombre a hombre ese gesto me toca, es algo bastante tierno de su parte. Con toda la decisión que puedo acumular lo destapo y me lo quedo mirando. Ok, es un pene, sí, pero no es para nada como el mío, en todos los aspectos. No sé qué esperaba, pero es complicado decir lo que pienso al respecto, supongo que nuestra apariencia tenía que ser el día y la noche hasta con eso. El color, la forma, el vello, como se curva hacia un lado diferente que el mío, es todo bastante raro. Estoy intentando de encontrar información de referencia e mi mente sin caso, todas mis fantasías incluían un par de tetas y nada de penes allí abajo, así que no estoy preparado para esto.

—No tienes porque mostrarte tan sorprendido de verlo…

Las orejas de Wolfram están ruborizadas, ¡pero igual! Está bien que es un tanto más grande y todo, ¡¿pero que es esa falsa modestia?!

—Sé que ver el de otro hombre por primera vez es… bueno, raro.

Oh, ¿a eso se refería? Bueno si, es exactamente eso, raro. Me siento un poco más relajado ahora que conversamos.

—No tienes nada sobre lo que sentir complejos porque te ves bien hasta ahí abajo.

Mi sinceridad lo abruma, pero es la pura verdad. Creo que incluso estoy algo celoso de su hermosura, digámosle, masculina.

—No sé de qué me sorprendo, debería haber esperado que cuando soltaras la lengua serias coqueto hasta en la cama.

Eso me hace ruborizar de nuevo. —Ok, bueno, me lo merezco. Pero no estaba tratando de cautivarte con palabras bonitas como siempre dices.

Wolfram se inclina más cerca y me besa abrazándome con una mano por el cuello. —Me gusta justo como eres, así de genuino. Y me alegro que ya no estés nervioso porque así puedo disfrutarlo mejor.

Aun no sé cómo estoy sobreviviendo a esta conversación.

—Tengo vergüenza… y estoy nervioso —logro decir con palabras suaves, mis sentimientos me atacan de nuevo y no creo poder seguir conversando, así que mejor doy el paso para terminar el asunto. Esta situación con Wolfram es tan surreal que la estoy pasando como adentro de un sueño. En la ecuación e mi mente cama+desnudo+Wolfram no tiene sentido, mis cables están cruzados y hacen cortocircuito.

No estoy realmente seguro de como tocarle, así que lo primero que hago es un pequeño viaje de exploración por su estómago y sus caderas, su cuerpo está bastante cerca así que me envuelve su calor y eso me calma un poco. Llevo mis manos hacia su espalda baja y luego a su trasero, tengo que admitir que ya desde hace un tiempo que he querido tocarlo de este modo pero no me había atrevido, Wolfram me ha recordado muchas veces que esto no le molesta, supongo incluso que le gusta mucho que sea algo toquetón, pero también me ha dejado bien claro que no tenía que pasarme de la raya si no podía continuar, por eso hasta ahora estuve conteniendo mi curiosidad. Pero eso ya no importa, así que aprovecho para clavar los dedos en sus nalgas un poco.

Su pene desnudo presiona contra mi muslo también desnudo, me he dejado los pantalones bajos pero vuelto a subir los calzoncillos, me resultaba incomodo estar desnudo cuando no estoy excitado. Acaricio su cuerpo, a él le gusta y a mí me relaja, pero creo que ya es suficiente previa. Llevo mis manos hacia adelante y tomo todo de una vez, con mi palma su pene erecto y con los dedos los testículos, lo acaricio despacio y escucho un suspiro contra mi cuello, sé que le he estado haciendo desear bastante esto. Wolfram no vuelve a hacer ningún sonido más y apoya la barbilla contra mi hombro, de vez en cuando me besa pero la mayor parte del tiempo está quieto. Estoy arrepintiéndome un poco de haber hecho ruido antes cuando él es tan tranquilo.

Es muy extraño estar haciendo este movimiento de sube y baja de frente, toda mi vida he hecho lo mismo con mi propio cuerpo de la manera inversa. No sé qué hacer con mi otra mano así que decido usar las dos al mismo tiempo. Me siento como en clase de música cuando no podía leer la partitura y tocaba la flauta de oído, no tengo idea de que estoy inventando sobre la marcha. Wolfram apenas se acomoda un poco y acaricia una vez uno de mis brazos. ¿Te gusta? ¿No te gusta? Puedes sentirte en confianza, vamos, dímelo, ¡porque no tengo puñetera idea de que estoy haciendo! En este momento estaría bien que el que tiene experiencia en estas situaciones y se siente tranquilo como para hablar lo haga. Pero no lo hace, así que sigo acariciando suavemente y con movimientos constantes.

Decido besar un poco su cuello para no pensar tanto, necesito sacarme la sensación de que estoy fallando rotundamente y que no voy a lograr que él llegue a ningún lado. Ya le he tomado costumbre al movimiento, arriba y abajo, girando un poco la piel y tocando suavemente la punta.

—No tengo idea de que estás haciendo, pero realmente me gusta. —Wolf me habla por primera vez desde que empezamos, esta tan jodidamente tranquilo que me causa envidia. Incluso me mira directo a los expresión me da un poco más de confianza, realmente parece que lo está disfrutando. Ahh, ahora yo también quiero saber que se siente.

Su barbilla vuelve a poyarse contra mi cuello y me abraza por detrás de la cabeza, estoy realmente cómodo de este modo. Ahora que sé que voy por buen camino estoy feliz, me gusta que le guste. Muerdo su cuello mientras aplico más presión y fuerza con los dedos, sé que lo más sensible es el pene, pero las caricias en otros lugares también se sienten bien así que paso la palma de la mano por el interior de su muslo y la ingle, y acaricio sus testículos, están duros. Cuando comencé a tocarlo no estaba tan empalmado como lo sentí antes de desnudarse, pero ahora incluso aquí está más rígido, supongo que es un avance aunque no parece que este cerca. Wolfram se aleja de mí y mira para abajo de repente.

—¿Hay algo mal? —pregunto algo preocupado y suavizo el agarre de mis dedos.

—No, solo quería ver que es lo que estás haciendo. Ah, era eso. —Su curiosidad se desvanece y se tranquiliza como si hubiera descubierto que es algo de lo más normal. No sé qué es lo que esperaba. Se revuelve un poco sobre mí. —¿Podemos cambiar de posición?

—¿Estas incomodo?

Supongo que está cansado de estar arrodillado. Se recuesta a mi lado y pasa su brazo por debajo de mi cabeza de nuevo, estamos enfrentados por lo que es fácil tocarlo de la misma forma que antes aunque ya no sea tan cómoda la posición de mis brazos. Decido poner más énfasis, pero no estoy seguro de cuánto tiempo puede aguantar ya que ha pasado un rato desde que empezamos. Nos besamos. Wolf es bastante más sensual cuando está caliente, sus besos son habilidosos y llenos de ansias de tener el control. Realmente me gusta como usa la lengua, no puedo evitar recordar como usó su boca antes en mis partes bajas y me entra un escalofrió, su forma de comportarse me está encendiendo. Meto más la lengua en su boca y presiono mis labios contra los suyos con fuerza, giró un poco mi cuerpo y presiono más con la pierna que tengo entre las suyas, ahora su pene llega a tocar la parte baja de mi estómago y lo uso a mi favor.

Wolfram no es de hacer ruidos pero si respirar agitadamente, su cuerpo se aprieta más contra el mío y devuelve mi beso de la misma forma apasionada. Esta cerca, y eso me hace sentir ansioso.

—Más rápido.

Me inclino un poco más sobre él, ahora si realmente está muy muy duro así que se clava un poco en mi estómago, la suave fricción de la punta contra mi piel ayuda a estimularlo. Está bien si se viene encima mío, es el tipo de fantasías que los hombres tenemos, así que voy a concedérsela como pago por lo de antes. Uso una sola mano porque mi otro brazo está atrapado contra la cama, se me tensan los músculos mientas lo hago rápido y Wolfram deja de besarme. Verlo venirse es una de las cosas más excitantes que nunca hubiera imaginado. ¿Él se sintió igual al verme? Estaba muy duro apenas terminé así que supongo que si fue lo mismo. Siento sus espasmos, sus ojos están cerrados y su mueca de placer es terriblemente sexy. Incluso ladea la cabeza con los labios entreabiertos como lo hago yo. El sonido que hace es grave y entrecortado, y dura poco pero me basta para quitarme la curiosidad de cómo suena su voz.

Wolf me besa cariñosamente y dejo de tocarlo con unas ultimas caricias suaves, mi mano debe estar manchada pero en realidad no lo siento, no puedo moverme mucho o terminaremos de enchastrar las sabanas del todo. Yo pude solucionar ese problema sacrificando mis calzoncillos al limpiarme los dedos dentro de ellos, pero no sé qué hacer con esto. Los hombres somos bastante pegajosos en este sentido, y aquí no existen los pañuelitos descartables como en casa.

Lo dejo descansar y como no puedo abrazarlo solo me mantengo lo más cerca que puedo. No creo que quiera besarme mientras se tranquiliza, pero quisiera darle cariño de alguna manera. Me siento más relajado y confiado ahora que yo también he visto su lado vergonzoso, estamos en igualdad de condiciones. Estaba nervioso porque es la primera vez que hacemos algo como esto, pero no me molestaría para nada repetirlo y creo que la próxima vez me sentiré más cómodo con todo lo que sucede. Aun es raro estar con él de este modo.

Wolfram es especial para mí, es una de las primeras personas que conocí al venir aquí y que aunque empezamos con el pie izquierdo se convirtió en un amigo importante. También está el tema de que a las dos horas de vernos las caras terminamos comprometidos, y él incluso lo anuncio públicamente luego de un tiempo aunque había sido el primero en poner el grito en el cielo porque no estaba de acuerdo. Si hubiéramos tenido una relación normal y acorde a las circunstancias, hace casi un año que deberíamos estar juntos, pero no es tan fácil como parece. Es mi culpa que eso no haya pasado, yo soy el que no quería dejar pasar las cosas a otro nivel. Aun me impresiona lo fácil que Wolfram aceptó toda la situación venida de la nada, y lo predispuesto que estaba a aceptarme a mí, al que odiaba con toda su alma desde el primer momento que le posó los ojos encima.

Puedo entender que uno cambia de parecer respecto a una persona, pero dudo que sus razones en ese momento fueran las mismas que ahora. Nos tomó mucho tiempo conocernos realmente bien, y no me entra en la cabeza que lo primero que él sintió por mí fuera atracción física. Vamos, me conozco bien, me veo todos los días al espejo, soy el chico más normal que se pueda encontrar en cualquier lado, no hay nada extraordinario en mi apariencia como para encantar a nadie. Aquí es diferente, pero no puedo cambiar mis estándares de belleza ni aunque me esfuerce.

Por otro lado, Wolfram es genial, está dotado de belleza y una posición social privilegiada. Y aunque me han dicho que el color de cabello rubio y los ojos claros son de lo más comunes, nadie puede negar que sea apuesto. Pero no me interesan los chicos de ese modo, así que su apariencia me impresionaba pero no iba a conquistarme con eso. ¿Por qué estoy con él? Me he hecho esa pregunta varias veces durante esta última semana, y aunque no sienta mi corazón palpitar o me emocione al verlo, él me gusta. Wolf me importa, y me cae bien. Siempre ha estado ahí para hacerme compañía y es una parte irremplazable de mí día a día. Creo que gracias a eso he llegado a entenderlo bien, e incluso aceptarlo invadiendo mi espacio personal y mi vida de una manera que nadie más ha hecho, porque él y yo estamos atados por el compromiso.

No sé si decir que forzó su lugar a mi lado descaradamente. Caprichoso como es, jamás se dignó a preguntarme que es lo que yo quería y para cuando me di cuenta sus calzoncillos estaban en el cajón del ropero y él durmiendo en mi cama. Wolf ganó, siempre supo lo que quería y terminó por obtenerlo. Incluso logró convencer a los demás alrededor nuestro de que eso era lo correcto y debían aceptarlo, aunque no es que le preocupe demasiado la opinión ajena.

—Me estaba quedando dormido —me dice interrumpiendo mis pensamientos mientras se friega un ojo. —¿Quieres tomar un baño?

—Eso estaría bien. Creo que lo necesitamos. —Mi mano está entre su estómago y el mío, me he quedado quieto sosteniendo el desastre todo el tiempo. No diré nada al respecto porque creo que él agradecería que fuera discreto. —No tengo sueño así que tal vez el agua me relaje.

Luego de todo esto lo esperable seria que este relajado y soñoliento, pero al contrario, me siento con bastante energía.

—Yo si tengo sueño ahora, pero quiero bañarme. Iba a buscar algo para limpiarte, antes de que te emocionaras. —Su sonrisa pícara me hace voltear la vista, es igual de directo que siempre.


Hay un baño considerado pequeño conectado a la habitación, la tina es como para cinco personas y tiene una especie de fuente que sirve como ducha, un lujo solo para el Maou. Como transpiramos bastante, además de mancharnos, decidimos tomar el servicio completo. Mientras lavo mi cabello Wolfram se arrodilla detrás de mí y me enjabona el cuerpo. Una de las tantas cosas que el forzó sobre mi hasta que logré considerarlo como algo normal es lavarme la espalda. Luego de mi rotunda negativa ante cualquier intensión sexual estas desaparecieron, pero él insistía en que le deje hacerlo, así que estoy bastante acostumbrado. Pero esta vez está usando sus manos directamente y no una toalla o una esponja como siempre hace, y la forma en que me toca es completamente diferente. Pega su cuerpo a mi espalda jabonosa y sus manos recorren mi pecho y mi estómago mientras siento calor en las mejillas. Esto me avergüenza, es la clase de juegos de pareja a la que no estoy acostumbrado.

Me echo el balde de agua encima y él me entrega el jabón, yo también tengo que cumplir mi parte. Lo hago sin usar más que mis manos, lo cual también es nuevo. Sin segundas intenciones, me atrevo a tocar más que su espalda mientras él se deja hacer en silencio. Su cabello dorado apenas tapa hasta el final de su cuello con algunos mechones rizados, le hago inclinar la cabeza y le echo agua caliente encima, el peso del líquido aplasta sus rizos y puedo ver el largo real de su corte rebajado. ¿Cómo se vería con el pelo lacio? Sería raro, muy raro, estoy demasiado acostumbrado a verlo siempre con la misma apariencia. Mientras lavo su cabeza presiono el cuero cabelludo con los dedos.

—Me puedo acostumbrar a esto —me dice como si ronroneara mientras se va cayendo hacia adelante, su cabeza cuelga pesadamente.

—No te inclines tanto.

Me alegro de no ser el único al que le resulta nuevo todo esto, pero puedo notar la gran diferencia entre él y yo. Si existe un abismo de madurez entre nosotros, es ahora cuando más siento que estamos parados uno de cada lado.

Cuando entramos al agua Wolf se sienta entre mis piernas con la espalda contra mi pecho, haga lo que haga siempre se mantiene cerca y la diferencia en la cantidad de contacto físico entre nosotros es muy notable. Lo rodeo con mis brazos y apoyo la mejilla contra su hombro. El agua está bien caliente y su cuerpo es suave, estoy muy relajado en este momento. He visto escenas como estas en películas americanas, y asumí que cuando tuviera a alguien yo también lo haría, pero creo me tomará tiempo asimilarlo como algo normal. A diferencia mía, Wolfram parece muy cómodo con la situación, es obvio que su calma viene de estar acostumbrado a compartir momentos como este con otras parejas que haya tenido. Siento mucha curiosidad sobre eso, pero no sé si saber los detalles me haría sentir cómodo. No estoy seguro de que sea exclusivamente por celos, aunque soy bastante celoso, sino que no quiero entrar en detalles que dejen más en evidencia mi falta de experiencia en pareja.

Cuando voltea la cabeza hacia atrás le beso, últimamente siempre que su rostro está cerca siento que es lo que debería hacer. Además, me gusta mucho recibir cariño, no solo soy bastante posesivo sino que soy una persona que requiere de mucho afecto. Wolfram tiene mucha paciencia conmigo, pero a partir de ahora va a necesitar adaptarse al cambio tanto como yo. Es como comenzar a conocernos de nuevo, pero creo que estamos bien.

En términos de la Tierra podría decir que estamos saliendo, pero como no hemos seguido los pasos de una relación convencional estoy algo perdido.

Para mí, solo un chico de segundo de secundaria alta, lo normal hubiera sido admirar a alguien de lejos durante un tiempo. Luego tendría que confesarme, y recién en ese momento podría vivir la ilusión de ser aceptado por la persona que me gusta. Pero Wolfram me hace sentir como si me hubieran dejado patas arriba. Admirar de lejos es imposible ya que nos bañamos juntos y dormimos juntos desde hace demasiado tiempo, nos tocamos antes de decir te quiero, y estamos comprometidos pero no fuimos íntimos hasta hace una semana. He decidido hacer a un lado el tema del compromiso por ahora, no voy a olvidarlo, pero necesito ordenar las cosas de menor a mayor.

Abrazo más fuerte a Wolf y beso su cuello, el me mira por sobre el hombro y se ríe desordenando mi cabello. Apoyo la barbilla de nuevo en su hombro y lo miro mal, no me gusta que se comporte como si fuera mucho mayor que yo aunque tenga 82, pero él todavía debe verme como un niño.

Salimos del agua antes de arrugarnos más y con la ropa suave de dormir puesta nos metemos en la cama. Ahora si me siento cansado. Aprovecho el nuevo estatus de nuestra relación para acurrucarme contra Wolf y que me abrace, va a tener que acostumbrarse a que sea yo quien se cuelgue de él para dormir, aunque no creo que le moleste.

Bajo extrañas circunstancias, Shibuya Yuuri, principiante beisbolista, espadachín, y rey demonio, ha conseguido un novio.

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Continuará…


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