A Naruto le parecía que esa sesión de fotos estaba durando toda una maldita eternidad y a el ya le estaba empezando a dar calor…
Le habían tomado varias fotos en plan pareja con la pelirosada. Según el fotógrafo, hacían una muy buena pareja, y las expresiones de Naruto estaban muy bien –bueno, él era todo un caballero con sus amigas, así que esto era algo natural- y Sakura, bueno…de ella hablaremos algún día.
Las fotos donde Naruto salía solo estaban…maravillosas. El fondo que le habían puesto y lo irónico de que, como complemento, tenía que posar también con una motocicleta que a Naruto le pareció que de ser profesional, para el ser modelo sería bastante fácil. Ya antes lo habían felicitado por tener un cuerpo bien tonificado y una piel perfectamente bronceada…tenía que agradecerle a sus genes por eso.
Pero Naruto no era el único, el castaño que estaba al lado de el en la fila, que se presentó como Shikamaru a su fotógrafo no se quedaba atrás, su expresión de desinterés total, y las miradas que usaba para las fotos…hasta lo hacían parecer sexy –comentario de la propia Sakura- y con la camisa que se le cernía al pecho a la perfección dejaba saber que debajo de esa ropa, había un cuerpo digno de admirar.
El chico de pelo rojo se encontraba ahora al lado de Naruto, hacia un rato ambos habían estado mirándose, y finalmente terminaron entablando una conversación y se dieron cuenta que tenían mucho en común. El muchacho se llamaba Gaara, era un estudiante de instituto –al igual que Naruto- solamente que Gaara era huérfano, y tenía dos hermanos mayores.
Ahora Gaara se encontraba posando a las cámaras con expresión severa. Nuestro ojiazul se quedó pensando unos momentos y se dio cuenta que de los cinco chicos que había mirado, cada uno era especial a su manera, y para una revista juvenil…sería un buen tema. Por ejemplo, Shikamaru tenía esa actitud de todo-me-aburre- y Gaara tenía pinta del chico malo, Naruto se catalogó a sí mismo en el tipo de chico amigable y amistoso que le gustan a las chicas, a los demás pues…habría que verlos.
Un pelinegro se acercó a él y lo saludo, era el mismo que estaba unas cuantas sillas más allá, siempre estaba sonriendo…y por alguna razón eso a Naruto no le sonaba nada.
-Hola- saludo el otro.
-Hola…- contesto Naruto igualmente.
-Me llamo Sai, un placer trabajar contigo- sonrió.
-Igualmente- el rubio pensó que sai por fin le había sonreído como era debido y no como hace rato –Me llamo Naruto- se animó a decirle.
-Naru-chan, ¿eh?- Sai sonrió de nueva cuenta.
-¿“Naru-chan”?- el ojiazul parpadeo dos veces, desconcertado.
-Sí, así te diré de ahora en adelante- por fin el pelinegro puso una expresión seria, que a Naruto le dio algo de miedo –quizás incluso más que cuando estaba sonriendo-
-Creo que ya entiendo por qué sonríes siempre- comento.
-Hmm, no es por lo que crees- sai volvió a sonreír –Digamos que es una larga historia y no me apetece contarla ahora, pero más luego quizás…- se encogió de hombros.
-Sí, tengo curiosidad- Naruto le devolvió la sonrisa.
-Yo también- se escuchó otra voz interrumpirlo.
Esta vez se trataba del rubio que estaba al final de la fila, que venía acompañado de Gaara que ya había terminado la sesión. El rubio tenía una mirada un tanto juguetona, pero al mismo tiempo, al igual que sai, parecía que lo rodeaba el misterio.
-¿Y tú eres…?- pregunto sai con una sonrisa.
-Me llamo Deidara- el rubio sonrió-Soy estudiante de artes en la universidad T.-
-¿En serio?- Sai lo miro desconcertado –Yo también estudio en la universidad T, y nunca te había visto…-
-Si bueno…-paso una mano por su cabeza, un tanto dubitativo- Digamos que voy cuando me da la gana…o cuando la inspiración me sonríe- sonrió con malicia.
-Sí, supuse que serias esa clase de persona- Gaara lo miro con una media sonrisa, para luego voltear a ver a sai que lo estaba examinando con la mirada…si es que a eso se le podía llamar examinar…-¿Quieres algo?- pregunto molesto.
-No nada…-Esta vez la sonrisa de sai parecía tener motivos ocultos- ¿Cómo te llamas? Si puedo saber…-
Gaara lo miro con el entrecejo fruncido, Naruto, un poco dudoso, alterno la mirada entre los dos y se animó a intervenir un poco –Él es Gaara- comento.
-Bien entonces…-Sai abrió los ojos, sin borrar su sonrisa- Tu- señalo a Deidara- Serás Dei-chan, y tú…- señalo a Gaara y su sonrisa se hizo más pronunciada –Serás Gaa-chan…-Finalizo.
-¿“Dei-chan”?- al rubio no le hizo nada de gracia el apodo, pues hizo una mueca de desagrado bastante graciosa, aunque en su cara se denotaba más la sorpresa –Me niego, un apodo tan absurdo…-
Gaara por su parte solo gruñó molesto y se limitó a ignorar al pelinegro, cosa que deprimió un poco a sai, pero como siempre sale nuestro rubio al rescate para levantar los ánimos –Venga, miren…ahí viene el otro- sonrió el ojiazul.
Aproximándose del otro lado de la habitación, con su chaqueta al hombro acompañado de un gran bostezo se encontraba Shikamaru, el cual saludo a todos perezosamente –contrario a como había pensado Naruto, el castaño era bastante amable- y se sentó perezosamente en una silla –Ah…estas cosas me cansan, es tan problemático- bostezó.
-Nah no es para tanto- comento Naruto- a mi hasta me pareció divertido.
Bueno, de los presentes nadie podía negarlo, el trabajo no era difícil, salvo por lo de estar casi estático en un sitio mientras te toman la foto, pero si lo hacías bien –como ellos- no había problema. De los 10 que estaban, los otros cinco, estaban bastante agotados…pero todos estaban felices, resaltando el punto de Naruto de que, incluso aunque sea trabajo, llegaba a ser divertido. Todos asintieron de acuerdo con él.
Finalmente, la peliazul y la rubia dejaron el estudio para discutir quienes se quedaban, y quienes se iban a casa. Solo iban a seleccionar a cinco personas y habían diez, no sería nada fácil, sobretodo porque las modelos femeninas nada más serian 3.
Pasaron cerca de cuarenta y cinco minutos hasta que ambas mujeres regresaron al estudio de los hombres con la decisión final.
-La elección no ha sido nada fácil- admitió la peliazul, hablando para todos los presentes –Sin embargo Tsunade-san y yo hemos elegido, los mencionados, tienen el trabajo, los que no…podéis marcharos a casa.
-Los que trabajaran con nosotros de ahora en adelante son…- comenzó Tsunade, hubieron varios segundos de suspenso acompañados por las caras expectantes de todos los presentes, finalmente, la decisión se hizo presente –Deidara, Gaara, Sai, Shikamaru y Naruto, Felicidades- la rubia sonrió, satisfecha.
Konan la acompañó en su sonrisa, estaba satisfecha también.
Naruto no se lo podía creer ¡Había obtenido el trabajo!, casi se cae de la silla cuando escucho su nombre de último, Gaara le dio una palmadita amistosa en el hombro, acompañada de una sonrisa, Sai seguía igual, Deidara sonreía con malicia, y Shikamaru estaba bostezando, aburrido.
Sin embargo, no todo era felicidad, los otros cinco concursantes tenían caras largas, habían perdido, y se marchaban a casa con las manos vacías…el ojiazul pensó en cómo debían sentirse, su sueño era ser modelo ¿no?... ¿se darían ellos por vencido? Naruto esperaba que no…sería muy triste si dejaran su sueño solo por un tropezón como este. Mas sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Konan.
-Deben llenar esta hoja con sus datos- continuó- y la firma de sus padres para los que son menores de edad.
Tsunade repartió las hojas a los cinco muchachos, y también les entregó una tarjeta con el número de la empresa, y en la otra cara, el numero privado de ambas –En las tarjetas encontraran nuestro numero- hablo-Solo llamen para cosas de trabajo…no aceptamos gente que no está comprometida-sentencio severamente.
-Deben traer el formulario ya terminado mañana a las cinco de la tarde, su primera sesión será el sábado, a las ocho de la mañana, para que no se les cruce con el instituto a los estudiantes –Konan sonrió, siempre era muy amable- Esperamos verlos muy pronto, en el formulario esta la dirección de mi oficina, llévenlos allá mañana.
Todos los presentes salieron afuera –Eh, Naruto, Sai y Shikamaru que para que intercambiemos números- grito Deidara desde fuera – ¿Te demoras?- pregunto.
-Voy en un momento-
Deidara asintió y cerró la puerta, Naruto, un tanto tímido, se acercó a las dos mujeres –Disculpen- Los ojos de ambas se posaron sobre el –Es sobre la firma de mis padres, verán…Mis padres trabajan en el extranjero…
-Oh, ciertamente ese es un problema querido- Konan lo miro comprensivamente- ¿Tienes su número de teléfono? Si es así me lo puedes proporcionar y mañana cuando me traigas el formulario acordamos con ellos vía telefónica, siempre ellos pueden mandar un permiso firmado desde el extranjero, no te preocupes- sonrió.
-¡Muchas gracias-ttebayo!- Naruto sonrió, entusiasmado –Espero trabajar con ustedes
-Igualmente- Tsunade le devolvió la sonrisa a Naruto, el cual hizo una reverencia y se retiró del estudio.
Ya fuera, intercambio numero con todos, y acordaron encontrarse el sábado un poco antes de la sesión, por otro lado, Gaara quedo en pasar por su casa, ya que –inesperadamente- Vivian relativamente cerca, aunque el instituto al que el pelirrojo asistía le quedaba de polo a polo.
…
Sasuke había estado mirando toda la sesión, incluso cuando Suigetsu lo había dejado solo para irse a ver la sesión de las mujeres…no sabía por qué, pero aunque tratase de fijarse en otra cosa, parecía que sus ojos seguían al rubio por donde quiera que este fuera…incluso comenzó a molestarse un poco cuando vio que hablaba animadamente con un pelirojo de ojos claros.
“Cálmate Sasuke” se decía a si mismo mentalmente “¿Qué me está pasando?” se preguntó, al tiempo que fruncía el entrecejo. De ninguna manera él estaba interesado en hombres…no, él no era gay, para nada.
Su mirada volvió a posarse sobre el rubio que ahora hablaba animadamente con otros tres chicos más, el azabache bufo –Es un dobe- susurro para sí mismo mientras sonreía.
Siempre había pensado que las personas que estaban llenas de energía, positivas y sonriéndole a todo el mundo era porque en el fondo se sentían solas, pero ese no parecía el caso del rubio, de hecho, pareciese como si el nunca en su vida hubiese sufrido…eso molestaba a Sasuke, le daban ganas…le daban ganas…de hacerlo sufrir.
Pero no, él no iba a ensuciarse de esa manera, y no era del tipo de personas que se involucraba con la gente por motivos como ese. Simplemente lo dejaría pasar, se olvidaría de eso, y viviría su vida normalmente…
Se aproximó a Konan en cuanto el rubio y los demás se habían marchado, Suigetsu entro por la puerta apresuradamente con una sonrisa en sus labios, evitando la mirada de reproche de Sasuke, y la de enojo que le mandaba Konan…si las miradas mataran…
-Lo siento- se rascó la nuca.
-Por tu expresión veo que ya te has ligado a una de mis modelos- a Konan le salió una venita en la frente.
-Pueeeede….- un leve sonrojo se posó en las mejillas de Suigetsu.
Konan suspiro, Suigetsu siempre era así, buscaba mujeres bellas con las cuales salir, pero estas…salían con él un tiempo porque era apuesto, pero luego lo dejaban…y el como un buen tonto –o pendejo como prefería denominarlo Konan- lloraba por ellas meses y meses hasta que se animaba a encontrar otra pareja, todo un ciclo: Enamorarse, romper, llorar, nuevo amor…
Si, Suigetsu tenía problemas…y eso le preocupaba a Konan.
-Pein viene por mi- sonrío- así que vamos todos por unos tragos.
-De acuerdo- contesto Suigetsu, Sasuke solo se limitó a asentir –Ah espera, Sasuke pásame tú móvil.
Sasuke enarco una ceja, mirándolo con cara de pocos amigos -¿Para?-
-Reunir a la banda por supuesto- Una sonrisa de malicia se posó en los labios de Suigetsu.
Konan sonrío, conocía a Tempest, después de todo, Pein también estaba allí, y cuando la banda recién comenzaba, ella misma les ayudo en varias ocasiones, así que se podía decir que todos ellos eran como una familia.
Sasuke dejo su móvil en manos de Suigetsu, y se fue al estacionamiento donde se encontró con Pein, este le saludo moviendo la mano suavemente, a lo que Sasuke contesto asintiendo. Ambos pasaron del otro, después de todo, ellos no eran amigos…solo se tenían respeto mutuamente.
…
Una vez llegaron al bar –que por cierto era uno de los más caros de todo Japón- tomaron una mesa, donde el dueño del bar, viejo amigo de Pein y de Konan, paso a saludar.
-¡Pein, Konan cuanto tiempo sin verlos!- saludo con una amplia sonrisa.
-¡Hidan!- Konan se levantó de su asiento para abrazar al que sería uno de sus amigos de la infancia.
-Teníamos tiempo sin venir- Pein le estrecho la mano con una sonrisa- ¿Qué tal el negocio?
-Nada mal, me ha ido muy bien desde que abrí el bar- sonrío- Pero no están aquí para hablar de mi ¿no?, ¿Qué me cuentan?- pregunto.
-Abrí una agencia de modelos, como te dije que lo haría- la peliazul sonrío entusiasmada- Gracias a la ayuda de Tsunade-sama me han dejado a cargo de un trabajo importante para la revista Eíen.
-¡¿La revista Eíen?!- Hidan silbó, sorprendido –Menudo trabajaso, esa es la revista más importante de todo Japón, y la más prestigiosa también…
-Lo sé- acentuó Konan –Estoy un poco nerviosa, pero Pein dice que lo hare bien…y yo le creo- sonrío.
-Sabes que si te lo propones puedes hacerlo- afirmó el mencionado –Y yo confió en ti- le dio un suave beso en la frente a la peliazul, mientras un camarero les dejaba su pedido sobre la mesa.
-¿Y estos que los acompañan quiénes son?-Pregunto Hidan, mientras saludaba a Sasuke y a Suigetsu.
-Son Suigetsu y Sasuke- Pein señalo a cada uno- Son miembros de Tempest.
-¡Ah! El famoso Sasuke Uchiha- Hidan le estrechó la mano- Eh oído mucho de ti de Pein, Lamento que no te reconociera, es que en los videos siempre esta oscuro y casi no se te ve el rostro…
-No, no te preocupes…lo prefiero así, son menos problemas- el azabache le restó importancia.
-Guau Sasuke, sí que cambiaste- afirmo Suigetsu- Yo era miembro de Tempest, pero por cuestiones de estudio ahora mismo no estoy en la banda, este tío cuando aún se llama Akatsuki, si no lo reconocían en la calle, montaba unos escándalos.
-Suigetsu…- Sasuke gruñó, enfadado.
-En esas épocas se mandaba un ego…-termino Suigetsu, sonriendo, antes de que Sasuke le golpeara, aunque igual no pudo evitar el tortazo que le dio Sasuke en la cabeza.
-Se ve que se llevan bien- comento el albino.
-Para nada- afirmó Sasuke.
-¿Y tú Suigetsu cuando piensas regresar a la banda?- pregunto Hidan, enarcando una ceja.
-Ya mismo- Sonrió.
Todos se quedaron estupefactos, Sasuke casi se atraganta con el sake que se estaba tomando – ¿Ahora?-Preguntó, regresando ya a su forma de ser habitual.
-Sí, Ya he avanzado bastante en la universidad con mi carrera y ahora tengo más tiempo libre- confeso- además extraño la banda, quiero volver…y ahora puedo hacerlo.
-Me parece bien…-Comenzó Pein- Pero todo es tan repentino, ¿Qué piensas que le diremos al baterista que te estaba reemplazando?
-Estoy de acuerdo con el punto de Pein- recalcó Sasuke.
-Bueno…-Suigetsu se encogió de hombros- no lo sé, ustedes son los que han tratado con él, yo nunca lo he visto…Por qué no le dicen a Karin que se encargue de él…
Sasuke y Pein suspiraron, resignados –Al menos hubieras hablado con más anticipación…-comento Sasuke, Pein saco su celular mientras asentía con la cabeza, dando a entender que estaba de acuerdo con Sasuke.
-¿Karin?- Pein se levantó de la silla, dándole una última mirada a Suigetsu para luego retirarse a un rincón más tranquilo a hablar.
-Bueno, al menos ahora la música de Tempest sonara mejor- Comento Konan, sonriendo –Después de todo Suigetsu, tú eras el dios de la batería en Akatsuki…
-Eso no se le puede negar- afirmo Sasuke- Pero es para lo único que sirve, de resto, es un inútil…
-¡Sasuke!- Suigetsu lo miro un poco enfadado, pero luego le restó importancia y se dedicó a beber su sake…
Luego de unos minutos Pein regreso, dándoles a todos la noticia de que Karin se encargaría de que Suigetsu regresara a la banda, estaba tan emocionada cuando Pein se lo contó que casi se quema con el aceite –estaba cocinando su cena cuando la llamaron- y que ya se encargaría de hablar con el otro baterista.
Unos minutos después de haber empezado, llegaron los demás miembros de la banda, los cuales celebraron al recibir la noticia de que Suigetsu volvía a las andadas…todos bebieron hasta tarde, y luego cada cual fue de regreso a su casa…
Ahora sus vidas eran tranquilas, no había problemas, y lentamente todo parecía caer en su lugar, o eso pensaba Sasuke, Pero el destino no es tan generoso…y sin que se dieran cuenta, una tormenta comenzaba acercarse, y todos los involucrados alrededor del centro…formarían parte de ella…
Continuará….