Amaneció. ChanYeol despertó con una grata sensación y una sonrisa amplia, sobre su pecho descansaba Baek con la expresión serena del sueño, poseerlo había sido la mejor experiencia de su vida, nada se comparaba, ni siquiera sus magníficos logros, ese pequeño lograba inspirarle pasión y ternura al mismo tiempo, sus hermosos ojos chocolates, grandes e inocentes y su fiereza lo hacían querer comérselo a besos, retenerlo consigo para siempre, que fuese suyo y de nadie más.
Después de varios minutos en los que estuvo acariciándolo sutilmente se levantó, con cuidado para no despertarlo, y se fue a duchar.
Al poco rato Baek comenzó a despertarse perezosamente y abrió por completo los ojos, tardó un poco en aclarar su mente y percatarse en donde estaba, cuando cayó en cuenta se sentó sintiendo un ligero dolor en su retaguardia, se quejó quedo y suspiró confundido, recordaba el asco que le daba cuando ChanYeol lo besaba pero ahora sus recuerdos se entremezclaban con la sensación de placer cuando estaban en pleno acto sexual, se ruborizó y de inmediato se enojó ¿¡Cómo diablos pasó!? ¿¡Cómo demonios se había vuelto placentero!?. Sacudió su cabeza negando con vehemencia, se justificó echándole la culpa a la presión que tenía en ese momento, de pronto las palabras del Mandamás taladraban en su mente "Eres mi pareja", sonrió sutilmente ¿Sería verdad?, se enojó nuevamente ¡Pero que demonios me pasa, parezco idiota!
ChanYeol, que ya había terminado de ducharse, estaba de brazos cruzados recargado en el dintel de la puerta del baño observando divertido los diferentes gestos que cruzaban la faz de su amante -¿Cómo amaneciste? -Exclamó afable
Baek dio un bote en la cama sobresaltándose, había creído que estaba solo -Auch -Se quejó por su trasero
ChanYeol llegó hasta él y se sentó a su lado -Lo siento, no quise asustarte
-Er... no importa -Balbuceó sonrojándose como un tomate
El mandamás sonrió -Eres un niño precioso -Exclamó tomándole el rostro con ambas manos y dándole un suave beso en los labios
Avergonzado, Baek desvió la mirada - ....Yo....
-Tranquilo -Dijo acariciándole la mejilla con dulzura -Ya pedí el desayuno, si quieres puedes descansar un rato más y tienes mi permiso para salir, pero ya sabes me avisas en donde estás, basta con que me mandes un recado con cualquiera, ellos saben que eres mío, te obecerán.
Baek frunció levemente la boca, a pesar de que ChanYeol había hablado sin mala intención él interpretó esas palabras de tal manera que se sintió como un objeto, pero el mayor no lo percibió.
-Nos vemos más tarde -Se despidió dándole un beso en la frente y marchándose
Una vez solo, soltó un hondo suspiro -¡Estoy hecho bolas! -Murmuró para sí y con cuidado salió de la cama, le dolía un poco pero nada que no pudiese tolerar. Lo primero que hizo fue darse un largo baño con agua tibia, relajó sus músculos y lo reconfortó, pero no podía quitarse las imágenes de la noche anterior de su mente.
Por momento se enojaba, luego se alegraba, se esperanzaba y finalmente volvía a enojarse. Al terminar de bañarse se vistió con la ropa de día anterior pues no tenía otro cambio ahí. Notó que en la mesa estaba el desayuno, eso lo perturbó pues quería decir que alguien había entrado sin que lo notase, pero le restó importancia y se sentó a comer, había cereal, tostadas con fresa, leche, jugo y una variedad de frutas: manzanas, peras, uvas, naranjas y melocotones. Comió con avidez pues estaba hambriento.
Mientras, ChanYeol se encontraba con YiXing
-Venga! ¿Y esa cara de estúpido? -Exclamó soltando una risotada al ver la expresión de felicidad del mandamás
-Que soy el tipo con más suerte en todo el mundo
-Contestó sin ocultar su dicha
Y así comenzó su jornada.
Por su parte Baek, harto de sus propios pensamientos decidió salir para despejarse un poco, buscaría a ZiTao y se entretendía con sus locuras para despejar la mente un poco. Al salir recordó lo que le había dicho el mandamás sobre avisarles de sus salidas y algo avergonzado se acercó a dos reos que conversaban a escasos metros de él.
-¡Oígan! -Llamó sonrojado, le apenaba tener que hacer eso
Ambos callaron y lo miraron intensamente, luego se miraron entre sí maliciosamente
-Este... pueden decirle a... -Tragó grueso ¡Vaya que vergonzoso! - ... al Mandamás que voy con ZiTao al patio central
Después de unos segundo contestaron - Esta bien
Y Baek se sintió aliviado de que no le hicieran preguntas.
Suspirando se giró para seguir su camino sintiendo la mirada de aquellos dos sobre él
Estuvo dando vueltas largo rato sin hallar a ZiTao, cansado y malhumorado mascullaba maldiciones vagando ya sin rumbo, lo que lo hacía rabiar más que ese paseo en soledad avivaban a los recuerdos que quería sacar de su mente, de pronto en ese andar sin sentido se topó con una puerta de madera labrada, demasiado elegante para un lugar como ese. Curioso olvidó su enojo y se dispuso a indagar, trató de abrir la puerta con cautela que para su sorpresa no estaba cerrada, asomó la cabeza y observó, aquello era un pasillo muy largo y una serie de puertas se situaban por todo él, intrigado avanzó un poco, aquellas puertas tenían una pequeña ventana de cristal e imprudente se asomó a una de ellas, allí estaban dos hombres teniendo sexo pero uno de ellos estaba vestido de mujer, Baek arqueó las cejas sorprendido, sobretodo porque a pesar del notorio escándalo que tenían armado, afuera no se escuchaba nada, es decir, el cuarto estaba insonorizado, como seguramente lo estaban todos, porque allí en el pasillo reinaba un silencio sepulcral, se apartó para asomarse en la ventana de la puerta contigua, se estaba divirtiendo espiando sin notar que estaba siendo observado, pero cuando sus ojos presenciaron lo que ocurría en ese cuarto la sangre se le heló, allí estaba un hombre joven, sus manos juntas encadenadas al techo, sus piernas separadas sujetas al suelo con grilletes, su cuerpo lleno de laceraciones y cortadas y lo peor, parecía no tener un ojo, mientras un hombre lo penetraba con sadismo. Impresionado sintió que le faltaba el aire, la vista se le nubló, perdió la conciencia y su cuerpo cayó pero no tocó el suelo, unos brazos lo habían sostenido, fue llevado a una celda aislada y durante un lapso indeterminado de tiempo Baek, perdido en la tinieblas de la inconciencia, no supo lo que ocurría a su alrededor, de las manos silenciosas que recorrieron su cuerpo, de la lengua intrusa que se introducía en su boca ni de los besos que eran depositados sobre su cuerpo.
Largo rato después ChanYeol salía al pasillo con YiXing cuando de pronto vio a ZiTao saliendo del comedor, extrañado lo llamó y este se detuvo y lo miró expectante
- ¿Y Baek?
ZiTao se encogió de hombros
ChanYeol frunció el ceño -¿No estaba contigo?
Tao negó con la cabeza -Hoy no lo he visto
La alegría del mandamás se esfumó y su semblante se volvió serio, Baek le había mentido.
Notando esto YiXing trató de restar importancia al asunto
-Vamos hombre, andará por ahí
Pero la mirada de Yeol lo silenció
ChanYeol miró a unos reos que jugaban cartas un poco alejados y les habló fuerte -Quiero que encuentren a BaekHyun y lo lleven a mi celda -Y sin despedirse de Lay se marchó a su celda
Asustados por el tono imperante, los hombres se levantaron presurosos para cumplir la orden.
YiXing exhaló el humo de su cigarrillo y bajando la cara negó con la cabeza, sabía que ese niño solo traería problemas.
Mientras, Baek despertaba, la cabeza le daba vueltas y se sentía cansado, pestañó confundido y notó que estaba en una celda sencilla, se preguntó que hacía allí, no recordaba nada, de pronto la imagen del sujeto encadenado golpeó sus pensamientos y se sintió mareado, tomó aire unos segundos para calmarse y con su mente envuelta en un caos se levantó del catre donde había estado acostado, caminó con pasos trémulos, necesitaba volver a su habitación y dormir un poco, al cruzar el pasillo escuchó una voz que decía "Ahí está" y de pronto sintió que era levantado del suelo y alguien se lo echaba al hombro, asustado pataleó con las pocas fuerzas que tenía.
-¡Qué pasa! ¡Suéltame!
Pero no fue escuchado
Al mismo tiempo ChanYeol, que ya estaba en la habitación, notó un sobre manila sobre el suelo junto a la puerta, lo tomó y al abrirlo descubrió unas fotos, imágenes que lo llenaron de ira, eran fotod de Baek, de Baek y DongHae, desnudos, teniendo sexo, fotos de Baek engañándolo, fotos que revelaban lo traicionero que era
Tocaron la puerta y con la cólera recorriendole el cuerpo la abrió, sabía que era uno de sus hombres con su "encomienda"
El sujeto entró y dejó a Baek en el suelo -Aquí está, señor -Anunció y salió tras sí
-¡Qué mierda, tú lo mandaste a traerme así! -Gritó furioso, pero algo en la mirada del mandamás lo hizo calla y su enojo cesó - ... que pasa -Preguntó confundido
ChanYeol mirándolo con desprecio le soltó una bofetada tan fuerte que lo derribó, desde el suelo y con la boca escurriéndole sangre, Baek lo miró desconcertado y eso avivó aún más la ira del mayor que escupió furioso
-¡Perro mentiroso!
La trampa contra ambos .... ya estaba hecha.
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