Hubo un instante de incómodo silencio, Baek se sentía nervioso, extraño e incapaz de hablar, no podía evitar verse a sí mismo como un pájaro que después de vivir en cautiverio en incapaz de volar lejos cuando le abren la jaula. Ante el prolongado mutismo el Mandamás habló
-Ya te vas -Su voz sonó roca y triste
Baek sintió que su corazón daba un vuelco y comenzaba a latir más a prisa. Con voz suave respondió
-Sí.
Después de una pausa el Mandamás volvió a hablar
-Deseo que puedas reiniciar tu vida y que recuperes el tiempo aquí perdido... conmigo. -Aunque lo que deseaba en realidad era que le dijera que quería quedarse, que lo perdonaba y que en el fondo lo amaba, pero sabía que eran meras fantasías, así que lo mejor es que se fuera pronto, porque ya empezaba a dudar de su decisión de dejarlo ir.
Sin embargo Baek seguía allí, cabeza gacha, ChanYeol no se había dado cuenta pero sus palabras lo habían herido, porque eso significaba que ya se había aburrido de él "Ni yo mismo me entiendo" pensó sintiendo ardes sus ojos delineados "Tengo que salir de aquí", pero antes se acercó al Mandamás y temblando lo besó suavemente -
Gracias -Susurró al separarse y con la respiración agitado salió de prisa.
ChanYeol esta en shock ¿Acaso Baek lo había besado po voluntad propia? ¿Entonces eso quería decir que...?. Se tocó los labios sintiendo aún la cálidad de los de Baek y reaccionando tardíamente fue tras él. Corrió hasta la puerta de salidad asustando a sus hombres, pero se encontró con que Baek ya se había ido. Entonces desesperado llamó al abogado pues sabía que tendría que estar con él, pero este no le contestó, no podía porque ne ese momento esta siguiendo a Baek quien había salido corriendo de la cárcel y aún no se detenía. Y a pesar de lo sucedido el Mandamás no habló con Baek ni ese día, ni los venideros.
Tres meses despues Baek estaba mas que instalado en aquel departamento que el Mandamás le había dado, había tratado por todos los medios de rechazarlo pero aquel abogado era insistente. El dinero de la cuenta lo había invertido en la compra de un edificio y por ahora vivía del arrendamiento de los departamentos del mismo.
Como no le había gustado usar el dinero del Mandamás sólo para su propio beneficio, donaba la mitad de su ganancia a los programas de rehabilitación de las cárceles y además apadrinaba a un niño huérfano del hospicio de Las Hermanas de la Caridad, un niño de cinco añitos que por cierto le había hecho gracias porque se parecía un poco al Mandamás. Todos los domingos iba a visitarlo, pero ese en particular no porque los niños del orfanato iban salido de excursión con las monjas del santuario. Así que se encontraba bastante aburrido ojeando una revista recostado en su cama, se topó con un artículo sobre una orquesta que visitaría la ciudad e interpretarían obras de Vivaldi, entonces recordó aquella vez en la que el Mandamás lo invitó a tocar junto a él ese curioso instrumento, una sonrisa melancólica adornó su rostro pero enseguida se incorporó
-Ya Basta -Murmuró enojado consigo mismo y se levantó pensando en cocinar algo, pero desistió enseguida, no tenía ganas, entonces pidió una pizza y mientras esperaba se fue a bañar. Al cabo de un rato salió y se colocó ropa holgada, se secó el cabello y fue a la cocina por algo de beber, allí miró el relój de la pared y frunció el ceño "Ya ha pasado cuarenta minutos, vaya si son lentos" pensó refiriéndose a la pizzería. Fue a la sala y se tumbó en el sofá encendiendo la televisión, estaban dando un drama romántico, cosa que le aburría por completo; iba a cambiar de canal pero se detuvo, pues anunciaban un extra del noticiero.
El periodista comenzó a hablar
-Buenas tardes a todos nuestros espectadores, interrumpimos la programación habitual para transmitir los graves acontecimientos que están desarrollándose ahora mismo en la penitenciaría estatal. Nuestro compañero Kang DaeSung está en el lugar de los hechos para ampliar esta información.
Adelante DaeSung.
Baek ensanchó los ojos y se sentó de golpe.
Sí, ChaeRin, muchas gracias por el pase -Dijo el periodista -Estamos aquí desde hace una hora y desde lo que podemos observar desde el perímetro de seguridad, el edificio está rodeado por el escuadrón de Seguridad Nacional, al parecer hace mucho que el Ejecutivo tiene conocimientos de planes conspirativos de golpes de estado dirigidos desde este lugar, unos cincuenta oficiales especiales han entrado, hasta hace pocos minutos podía escucharse tiroteos intensos ,además se desató un incendio que lleva consumido la mitad del edificio, los gritos de horror llegan a escucharse aún a esta distancia, también se oyeron varias detonaciones, no sabermos exactamente que son, sin lugar a dudas puedo decirte que aquí se vive un infierno, no hay forma de salir, ni siquiera para los oficiales...
DaeSung, disculpa que te interrumpa -Dijo la periodista en el estudio -pero que explicaciones da el jefe de escuadrón, de quienes sospechan sobre ese asunto de golpe de estado.
El hombre respondió -A decir verdad ChaeRin, lo único que se nos dijo es que tenemos prohibida la presencia de nosotros allí, y hemos tenido que alejarnos y ocultarnos para ofrecer estas imágenes y dar a conocer la noticia...
Baek dejó de escuchar, la mandíbula le tembló y una pálidez extrema se apoderó de su cuerpo las lágrimas comenzaron a fluir sin que el mismo las percibiera -No... no... Channie, mi Channie no... -Temblando como una hoja sus piernas perdieron fuerzas y fueron incapaces de sostenerlo, escuchaba que tocaban el timbre, probablemente su pizza pero él ya no era consciente de nada a su alrededor, con un terrible pánico gritó con todas sus fuerzas, preso de la angustía y entonces escuchó su nombre, era la voz de Yeol que lo llamaba, se quedó estático ¿Se habría vuelto loco? Y de pronto un estruendo, alguien derribaba la puerta, miró a través de sus lágrimas y notó que era el Mandamás, vestido de traje y con cara de preocupación volvió a llamarlo.
Entonces todo se volvió oscuro y se perdió en los confines de la inconciencia.
Agonía, miedo, dolor, un revoltijo de sentimientos que se arremolinaban en su pecho, sintió un enorme mano posarse en su frente y lentamente comenzó a despertar.
Sus ojos delineados confundidos miraron el rostro del Mandamás y entonces reaccionó sentándose de golpe -¡Tú...cómo!
-Lo siento... no creí que transmitirían eso, yo no estaba dentro cuando comenzó.
De pronto Baek sintió un gran alivio, pero también rabia y comenzó a a golpearle el pecho una y otra vez -¡Bastardo, cómo pudiste asustarme así, eres un desgraciado! -Grito llorando.
El Mandamás sonrió enternecido y lo abrazó -¿Entonces te preocupaste por mí? -Preguntó suavemente
Baek sonrojado hasta las orejas contestó -¡No! -Aunque correspondió el abrazo
El Mandamás rió por lo bajo -¿Te acuerdas de ese beso de despedida que me diste? -Dijo sin soltarlo
Baek asintió avergonzado, de pronto ya no le importaba nada, estaba felíz de tener a ChanYeol a su lado.
-Eso fue lo que me salvó, antes de eso iba a edjarte ir y abandonarme a la dejadez, pero tus cálidos labios me infundieron ganas de vivir y deseos de tenerte conmigo para siempre, aunque tenga que rogarte eternamente.
-Pero como... el golpe y eso... como saliste -Preguntó aún confudido
-No te preocupes por eso, no tiene nada que ver con nosotros -Dijo acariciándole los labios. Aunque si tenía que ver con pel , ya que precisamente fue él quien le había tendido una trampa a un ministro que le estorbaba en sus negocios. Pero claro, eso jamás se lo diría a su dulce amante, como tampoco le diría que le había vendido a un amante del sadismo a EunHyuk, como castigo, ya que se había enterado que había sido él quien le mando las fotos y que le había sembrado droga a aquel infeliz que lo inculpó de estafa y ahora se estaba pudriendo en la cárcel máxima. Sonriendole a su pequeño le preguntó -¿Me perdonas?
Baek, que había pasado tres largos meses reflexionando sobre sus sentimientos había logrado por fin entender que amaba a aquel hombre, así que sonrió y se acercó para besarlo tiernamente y con amor. Al separarse el Mandamás, sonrió y ahora fue él quien lo besó, pero no sólo con ternura y amor, sino con pasión, metiendo su lengua en aquella boca exquisita que tanto había extrañado, pasando sus manos por la estrecha cintura, al separarse por falta de aire los dijeron a unísono -Te amo -sosprendidos comenzaron a reír.
Ese era su nuevo comienzo, su nueva historia.
El Mandamás metió su mano por debajo de la camiseta de Baek acariciandole los pezones y arráncandole suspiros cuando se escuchó
-Per...perdón .... la puerta estaba... y pensé que... -Era el repartidor de pizza con la cara ruborizada
Baek se alejó de golpe de Yeol y escondió sus rostro entre sus manos
-¡Lárgate! -Bramo el Mandamás frustrado pro la interrupción logrando espantar al pobre joven que salió a toda prisa y volviendo a mirar a Baek le preguntó con un tono radicalmente dulce -¿Estás bien?
Baek asintió y sonrió, era su nuevo comienzo pero tal vez algunas cosas nunca cambiarían, el Mandamás siempre sería intimidante.
-Oye, de que te ríes -Preguntó el mayor mirándolo sospechosamente
-De nada, tienes que arreglar la puerta -Contestó levantandose para ir a la habitación
-¿Ah?... pero... tú y yo... -Tartamudeó por primera vez
Baek rió divertido
Entonces ChanYeol entendió donde se iba su pequeño y entendió la indirecta, casi de inmediato colocó la puerta en su lugar y la bloqueó con un mueble para que no se cayera y fue raudo tras su niño consiguiendo atraparlo de la cintura en la puerta de la habitación y sin intercambiar palabras compartieron un dulce beso, el peso de la dudas se había esfumado.
FIN.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español