Con un brazo, el Mandamás lo apretujaba contra su cuerpo y con el otro le acariciaba el muslo, con suavidad le besó los labios, Baek estaba inmóvil, asustado, sentía los labios toscos tocar los suyos y esa boca demandante buscando acceso.
-Abre la boquita, bebé - Le susurró sin separarse de su boca, dejándole sentir su aliento cálido -Te va a gustar.
Baek obedeció, entonces sintió la lengua del otro recorrer su boca, hurgando con deseo, el Mandamás era un experto, pero Baek no sentía más que asco y miedo. Su captor le chupó la lengua y estuvo un largo rato besándolo y acariciándolo. Luego se separó, Baek respiraba aceleradamente, sentía que el mundo se le caía encima, sentía que a cada segundo que pasaba perdía su libertad y su orgullo como hombre.
Con su fuerza, le fue facil al Mandamás levantarlo y dejarlo de rodillas en el suelo frente a sus piernas, entonces sacó de su pantalón su enorme miembro venoso que erguido gritaba por atención - Dale bebé
-Yo ... Yo ... no -Balbuceó Baek con pánico, él era heterosexual, no quería la polla de un tipo en su boca
- Tranquilo -Le susurró acariciandole los cabello -Yo te enseño ¿Bien?
Baek pensó en salir corriendo, pero la imagen de los otros reclusos lo hizo quedarse ahí arrodillado frente al enorme pene, respiró hondo y asintió
-Buen chico -Habló el Mandamás guiñandole un ojo - Primero tómalo con la mano y muévelo, como cuando te mansturbas.
Nervioso, así lo hizo lentamente apretando la boca de la verguenza que sentía.
-Ummm -Gimió extasiado -Ahora lame el glande
Baek cerró los ojos con fuerza y sacando su lengua procedió a chupar el capullo del pene
-Ummmmmm -Gimió demasiado fuerte - Ay! Chiquito lindo!, así , ahora mételo en tu boca y ayúdate con tu mano
Con un gesto de máximo asco Baek abrió su boca y envolvió aquel trozo enorme de carne palpitante en sus labios, le fue muy díficil porque era grande y no le cabía en la boca, entraba menos de la mitad, hizo como le había indicado y con su mano se ayudó bombeando el miembro, la piel se deslizaba de atrás a adelante
- ¡Diós, que boquita tan divina tienes, bebé! - Exclamó entre gemidos, perdiendo el contro lo sostuvo de los cabellos y movió las caderas bombeando él, a Baek le dieron arcadas e intentó alejarse, pero el Mandamás no se lo permitió aunque cuidó de no formar al pequeño
- ¡Ahhh! chiquito bonito ¡Cosita rica! - Gemía sin control mientras se movía freneticamente, Baek creyó que se ahogaría hasta que sintió el estremicimiento del mayor y aquella sustancia blanca en su boca, que tuvo que tragar porque el tipo no sacaba su pene.Cuando al fin lo sacó Baek tosió, su garganta estaba raspada.El Mandamás lo levantó para volver a colocarlo en sus piernas y lo besó sintiendo su propia escencia.
-Eres lo más lindo, mi pequeño Baek -Le dijo lamiendole la oreja mientras le pequeño jadeaba sin reponerse
Con un hábil movimiento el Mandamás lo dejo acostado boca abajo en la cama e inmediantamente Baek entró en pánico.
-No ... por favor ... -Pidió desesperado
-Tranquilo -Contestó besándole la espalda -No te haré daño
Baek volvió a temblar pero esta vez mas intensamente
-Serenate, bebé - Habló el Mandamás mordiendo las redondas nalgas
Baek cerró fuertemente los ojos, sabía que lo iba a penetrar y ¡No quería!. Pero sabía que no podía hacer nada en estos momento, mejor ser penetrado por uno que por toda la penitenciaria, tragó grueso sintiendo la sensación de ser un puto.
- Levanta un poco -Pidió el Mandamás para poner una almohada en el vientre y permitir que el trasero quede más expuesto
Obedeció sin decir una palabra, el Mandamás se paró para buscar lubricante y volver a la cama, acarició la tersa piel de Baek con dulzura para calmarlo, aunque no lo logró, el chico estaba completamente tenso.
-Eres muy lindo bebé, debes calmarte, te voy a tratar con cariño.
Baek enterró la cabeza entre sus brazos, solo quería que la tortura termine lo más rápido posible
ChanYeol untó en sus dedos mucho lubricante, llevó el anular al ano rosadito y lo masajeó suavemente un rato para luego presionar lentamente e introducirlo con mucho cuidado. Baek se mordió el labios, le dolía mucho. Yeol hizo movimientos circulares y acariciaba las cálidas paredes internas, ya su pene estaba empalmado, palpitando, pero estaba consciente que su pene era enorme y meterlo en ese momento desgarraría la pequeño, después de lo que fue un eterno minuto metió otro dedo, BaekHyun se quejó suavemente y no se movió, querpia que todo acabara pronto, pero por desgracias el Mandamás se estaba tomando su tiempo.
Hizo ahora movimiento circulares, luego movimientos de tijera, después metía y sacaba lentamente, aprovechó y mordisqueó una nalga. Al cabo de un rato metió un tercer dedo; Baek mordió con fuerza la sábana, le dolía y se sentía demasiado humillado. Después de un rato el Mandamás sacó sus dedos, Baek suspiró aliviado, pero solo fue un momento porque luego sintió el glande enorme presionar entrada. Tembló de miedo.
- Tranquilo -Le dijo Yeol acariciandole las nalgas y presionando, introdujo el glande sintiendo como forzaba el esfínter
Ahora sí, Baek no pudo evitar gritar de dolor.
-Calma, bebé, calma -Dijo sosteniendo firmemente las nalgas y presionando empujó un poco más introduciendo otros dos centímetros más.
Baek trataba pero no podía contener los gemidos de dolor, era algo realmente doloroso y espantoso
Con un poco de esfuerzo el Mandamás le introdujo otro poco, pero aún no iba ni por la mitad -Joder -Soltó jadeando - Niño, que estrecho , ¡Qué rico!
BaekHyun rompió el llanto -Sácalo, por favor ... por favor - Suplicó con voz quebrada -Sácalo
-Shh, tránquilo mi chiquito, ya pasará - Contestó acariciándole los glúteos y la espalda -No lo voy a meter más, pero lo voy a dejar allí u nrato ¿Okey?
Baek no respondió, solo se quedó allí llorando convulsionadamente
-Vamos, cariño -Intentó animar pero sintió algo caliente entre su polla y el trasero del pequeño, miró y notó un poco de sangre, entonces se compadeció y respirando hondo salió con delicadeza del trasero y guardó su miembro después de colocarse los bóxers -Ya bebé, ya pasó, ya la saqué - Le dijo tomándolo en brazos, acariciándole los muslos, besándole los ojos, la naríz y la boca - Ya no llores, precioso.
Baek no podía controlarse, lloraba con espasmos, esa había sido una experiencia traumática.
-Ya mi lindo, no llores más - Le dijo depositándole un beso en la mejilla y lo volvió a acostar boca abajo.
Baek intensificó su llanto, creyendo que todo volvería a comenzar.
-No te asustes, ya acabó todo - Le dijo limpiándose el sudor de la frente
Detenerse le había costado mucho; fue hasta un baño privado que había dentro de la celda y volvió con un paño de tela mojado y se sentó a su lado
-Tranquilo dulzura - Susurró y comenzó a limpiarle el trasero, el muchacho dejó escapar un leve quejido cuando el trapo tocó su parte lastimada.
Una vez limpio, tomó un poco de crema desinflamatoria que siempre tenía por las dudas y delicadamente se la untó en el recto, introduciendo poco a poco el dedo escuchando el llanto del muchachito.
Cuando acabó, le besó los glúteos - Eres un campeón -Le dijo y lo dejó descansar largo rato, acariciándole la espalda constantemente hasta que le chico dejó de llorar y pareció calmarse un poco.
En ese momento se escuchó un sonido, era la señal que indicaba que la cena estaba lista.
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