Los que lo sujetaban, lograron ponerlo de rodillas, el pelicastaño comenzó a liberar su miembro, que estaba tieso como un mástil de su pantalón y los que observaban la escena comenzarón a masturbarse por la excitación.
El corazón de Baek comenzó a latir con fuerza, forcejeó con desesperación pero nada de su esfuerzo le sirvió.
-Más te vale que la chupes con cariño porque sufrirás -Amenazó el pelicastaño tomándolo por el cabello
- ¡Suéltame pedazo de mierda, maricón! -Gritó impotente
El pelicastaño lo abofeteó y los compañeros comenzaron a gritar : "Dale DongHae" "Cójele la boca a ese putito" "Haz que te la chupe"
y de pronto todo se volvió silencio, el Mandamás había llegado al grupo sin decir absolutamene nada, su sola presencia lograba intimidar a todos.
El pelianaranjado que lo acompañaba sonrió, le parecía divertido ver a todos intimidados cada vez que ChanYeol llegaba
El primero en hablar fue el pelicastaño -Hola Señor ... ¿Quiere probar primero? -Preguntó temeroso aún sin soltar los cabellos de BaekHyun
El Mandamás no dijo nada.
DongHae se asustó pensando que tal vez había metido la pata tomando a ese pequeño así que retrocedió unos pasos, los hombres que sujetaban a Baek también se alejaron soltando a Baek que quedó arrodillado en el suelo, con su mirada fija en el suelo y los cabellos castaños cubriendo por completo sus ojos.
-¿Es ... suyo ... mi Señor? -Preguntó asustado DongHae
-No se -Dijo levantando los hombros -¿Tú que dices BaekHyun? -Preguntó con su grusa voz varonil, mirándo al pequeño en el suelo
Este lo miró con furia, ¿¡Hasta que grado pretendía degradarlo!?
Los demás reclusos no se atrevían a mover ni un musculo.
El Mandamás sonrió, pero el chico no respondía -Bien, pues parece que no -Y así se dio la vuelta para marcharse
Los otros sonrieron lascivamente acercándose a Baek
Aterrado BaekHyun gritó -¡Espera!
ChanYeol se detuvo, girándo para encarar al pequeño que lo llamaba, con calma se giró mostrando su sonrisa de superioridad
-Eres un desgraciado - Le susurró el pelicastaño, totalmente divertido
De nuevo, hubo un sepulcral silencio.
Baek estaba muy aterrado, los ocho reclusos a su alrededor estaban esperando para violarlo, eso sin contar los otros que lo miraban excitados, en ese instante pensó en lo que había dicho el Mandamás "Estás conmigo ... o se reparte tu culo entre todos". Estaba aterrado, de pies a cabeza y se debatía entre dos opciones horrorosas.
-¿Y bien? -Preguntó ChanYeol rompiendo el silencio de aquel patio
Baek lo miró, se podía ver lo aterrado y desesperado que se encontraba
-¿Eres o no eres mío? -Preguntó con calma
Deviando la miraba Baek dijo muy bajo - ... sí.
El Mandamás sonrió -Sí que ¡Habla fuerte!
Baek se tensó, era muy humillante toda la situación - ... soy tuyo
-No te escucho, nadie puede escucharte -Espetó el titán divertido
Los demás, que presenciaban la escena, estaban totalmente excitados con la escena de sumisión
- ¡Qué soy tuyo, maldita sea! -Gritó al borde del llanto
-Venga pequeño, así me gusta -Exclamó satisfecho - Ven acá
Respirando aceleradamente Baek se levantó del suelo, estaba temblando, con pasos inseguros se acercó hasta quedar frente al Mandamás
-Pruébale a todos estos estúpidos que eres mío -Le dijo, notando como el pequeño se tensaba -Dame un piquito.
Baek se sintió mareado, era mucha presión, el era totalmente heterosexual ¡No quería besar a un tipo!.
Lo peor es que no podía escapar de aquella humillación pública
Suspiró pensando que cuanto más rápido termine eso, sería mucho mejor, se acercó más a Yeol colocando sus manos en el pecho macizo de aquel hombre y levantó la cara pero este seguía estático, mirándolo divertido aumentando su sonrojo.
-Hazlo -Espetó el Mandamás
Baek se puso puntillas para llegar a los labios del alto, pero era eso, demasiado alto para él no lo alcanzaría jamás, tragándose su orgullo pidió
-Agáchate
ChanYeol estaba muy excitado le encantaba verlo así
-¿Para qué? -Preguntó con malicia
- ¡Para besarte, puta madre! -Exclamó casi gritando Baek, sintiéndo su cara arder
-Veo que estás desesperadito -Habló el Mandamás inclinándose hacía adelante para que Baek lo alcance
Enojado, BaekHyun pegó sus labios a los del mayor, tenía pensado solo tocarlos y alejarse lo más rápido que pudiera, pero el Mandamás lo agarró de la nuca y la cintura profundizando el beso.
Lo apretó contra sí besándolo y chupándole los labios, fue solo un pico, pero realmente un pico muy sensual.
Los que miraban se tocaban sus bultos con más emoción y rápidez, muy calientes.
Al separarse Yeol lo miró -Rico -Susurró acariciándo los labios del más pequeño
BaekHyun apretó sus puños provocando que sus nudillos se vuelvan blancos, estaba muy asqueado y horrorizado.
-Bien -Exclamó el pelinegro rodeándolo por los hombros y mirándo a los otros
-Ustedes ya lo saben y hoy lo anunciaré en la cena, este nenito es mío
Con esa última y simple frase, todos sabían que no debían tocar a BaekHyun
ChanYeol comenzó a caminar todavía abrazado a Baek, quien solo caminaba con la cabeza gacha queriendo evitar todo tipo de miradas
Por su parte, el pelirojo que anteriormente había ido con Yeol se quedó en la sala de ejercicios.
La pareja iba a la celda y el titán podía sentir muy bien el temblor del pequeño muchahito
Al entrar a la celda el Mandamás cerró la reja y corrió las cortinas vinotinto que impedía que los de afuera vean la celda.
Baek sentía la boca seca, estaba muy nervioso. Yeol se sentó en la cama con la cara iluminada de felicidad
-A ver bonito, desnúdate -Ordenó el titán
Baek cerró sus ojos con fuerza, sentía una gran verguenza y su corazón latir apresuradamente, para él ese momento era como estar en la punta de un precipio a punto de tirarse, de suicidarse.
Sin replicar comenzó a retirarse toda la ropa, primero la camisa que se deslizó por sus delicados y blancos hombros, luego la musculosa blanca que al levantar los brazos se pudo apreciar como sus costillas se marcaban en el blanco abdomen y finalmente los pantalones que bajaron por sus piernas torneadas.
ChanYeol ya estaba muy excitado y se relamía con deseo -Todo -Recalcó al ver que Baek todavía no se sacaba su boxer
La mandíbula del pequeño tembló, le aterraba la idea de quedar completamente desnudo frente a ese hombre, dudaba como heterosexual, le daba asco que un hombre lo mirara con tal lujuría, pero pensaba "Uno mejor que todos", inhaló aire con fuerza y bajó con sus manos temblorosas, la ropa que le quedaba.
-Acércate -Le pidió
Baek obedeció parándose frente a él, entre las fornidas piernas de este. El Mandamás le acaricó delicadamente las mejillas sintiendolas muy suaves, bajó la mano por su cuello,su pecho, su vientre y cuando le toco el miembro dormido Baek se sobresaltó y tuvo que hacer un enorme esfuerzo para no alejarse.
-Voltéate -Ordenó
BaekHyun temblaba cada vez más, tenía mucho miedo. Las grandes manos le recorrieron la espalda hasta llegar a las redondas y firmes nalgas, las apretó y masajeó a placer, a Baek le dio la impresión que lo revisaba como si fuera una puta mercancía, un objeto. Sintió como le separaba las nalgas y cerró los puños con tanta fuerza que sus nudillos se volvieron a poner blancos
- ¡Qué lindura! ¿Acaso te depilas pequeño? -Dijo tomándolo de las caderas girándolo y verlo de frente de nuevo, estaba extasiado con ese cuerpo pequeño, delicado, blanco y lampiño.
-No -Respondió secamente, estaba mareado
- ¿No? -Lo miró extrañado sin soltar sus caderas - ¿Y cómo estás así suavecito?
El pequeño frunció la boca, eso era un tema que le molestaba, odiaba ser lampiño porque tenía la firme idea de que a las mujeres les gustaba los hombre velludos
-No me sale ... hay un remedio que sirve para que salgan ... pero nunca me alcanzó el dinero
- ¡Un remedio! ¿¡Para qué!? Menos mal que nunca te alcanzó el dinero -Exclamó ronco de la excitación y el deseo, acariciándole los muslos -Eres perfecto, como mandado a hacer, hermoso de los pies a la cabeza.
Semejante halago de la boca de un hombre, le provocó a BaekHyun una arcada y lo peor era que el Mandamás lo sentó en sus piernas y estaba buscando sus labios.
El hijo de puta iba a besarlo.
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