Finalmente, el cuerpo de Rai fue entregado a su madre y hermano; Rai estaba vestido con una yukata blanca y sus ojos estaban vendados, ya que se habían tomado ambos ojos. El hospital fue quien se hizo cargo de la preparación del cuerpo.
El velorio seria en casa de Lars, donde él y su madre daban la bienvenida a los dolientes, los cuales se registraban antes de entrar. Dentro de la casa, Kaguya yacía sentada junto a Uruchi donde los familiares que habían ido, le daban sus condolencias. Itachi, Shisui y Kagami se dedicaban a vigilar que todo estuviera en orden. Izuna, Minato, Deidara y Sasori, se dedicaban a preparar café y bocadillos, mientras eran repartidos por Madara, Tobirama, Sasuke y Tobi.
Poco a poco más miembros del Clan Uchiha empezaron a llegar, Naka por su parte, se encontraba en una esquina de la calle donde se ubicaba la casa de Lars, pese que él había organizado el velorio y ya tenía el templo para le ceremonia religiosa, tenia deseos de alejarse de todo. Quería pensar que todo era un sueño, que Rai no era quien estaba dentro del ataúd, pero debía aceptar la verdad, su hermano estaba muerto.
Naka se aseguró de estar completamente solo para finalmente desahogarse y poder llorar, golpeo un poste para calmar su dolor, cuando escucho que alguien se detuvo detrás de él
- Si eres Sasuke, te puedes reír todo lo que quieras
- ¿Por qué lo haría?
- Gaara
El azabache se sorprendió de ver al pelirrojo con un ramo de flores blancas, Naka de inmediato le dio la espalda para quitarse el rastro de que estaba llorando, Gaara solo sonrió
- No tienes por qué avergonzarte, es tu hermano
- ¿Quién dice que tengo vergüenza? -encarándolo- ¿Cómo supiste qué?
- Lars me aviso, porque yo le llame, sabía que no lo harías por preparar todo esto
- Lo siento, ¿y el enano?, quise decir Sai
- En casa con mis hermanos, es muy pequeño para estar aquí
- Entiendo -Naka suspiro- la casa de Lars es por aquí
Gaara asintió y camino junto a Naka hasta llegar a la puerta, una vez ahí
- Gaara-san, bienvenido y gracias por venir -saludo Lars
- Gusto en verlo, doctor -al ver a Naori- buenas tardes señorita
- ¿Señorita? -Naori se ruborizo y sonrió- gracias por el cumplido, así que tú eres Gaara
- Si, perdone, ¿acaso nos hemos visto?
- No, pero mi hijo me ha hablado mucho de ti
- ¿Su hijo?- Gaara miro alternadamente a Lars y Naori, el rubio asintió -¿es la madre de Lars-san? -Naori asintió- lo siento mucho, no quise faltarle al respeto
- Está bien -sonrió Naori- gracias por venir
Gaara reverencio, se registró después de dejar un sobre decorado en negro y plata; en compañía de Naka, entro a la casa donde hizo lo que todo invitado; dejo las flores frente al ataúd para después brindarle sus respetos a Uruchi
- Lamento su perdida, señora. Espero que pronto encuentre el alivio
- Gracias, dime, ¿de dónde vienes?
- Mi nombre es Subaku Gaara, soy yerno de Shimura Danzo, quien pidió una disculpa pero llegara más tarde
- No sabía que Danzo tenía más familia
- En realidad, Gaara-san era novio de Sai, ¿lo recuerdas? -hablo Kaguya
- Si, también recuerdo que él y Rai jugaban de vez en cuando -sonrió con melancolía- gracias por haber venido
Gaara asintió y se sentó junto a los demás presentes. Más y más familiares iban llegando, mientras tanto, en el hospital.
- Aruma-san, le agradezco quedarse a cuidar a mi hija
- Descuide Hiruzen-san, la deja en buenas manos y por favor, dele mis condolencias a la madre de Rai-san
- Lo hare, con su permiso
Hiruzen dio un último vistazo a Shizuka que aún no despertaba, se preguntaba cómo le dirían quien fue su donante. Poco después, se topó con más personas quienes asintieron y salieron juntos, donde Konan y Asuma los esperaban. Aparte de ellos había más personas con flores.
Finalmente llegaron a su destino, ya dentro de la casa, todos se sorprendieron al ver personas ajenas al clan, Uruchi al verlos se puso de pie en compañía de Kaguya. Hiruzen dio un paso al frente
- Uruchi-san, a nombre de todas estas personas aquí presentes, queremos darle nuestro más sentido pésame y pronta resignación
- Gracias
- Pero también, queremos profesarle nuestro más profundo agradecimiento
- ¿Qué?
- Todos nosotros -se acercó una anciana- somos familiares de aquellos que recibieron una segunda oportunidad de vivir gracias a su hijo. Mi nieta, recibió un riñón de su hijo -comenzando a llorar- así que, gracias por dejar que mi dulce Ichigo seguirá viva, a nombre de ella y mía, gracias.
Así, uno por uno; padres, esposa(o)s, abuelo(a)s y hermana(o), le daban el pésame y su agradecimiento a Uruchi, quien lloraba de alegría de saber que nadie más viviría lo que ella sufría. Así se dio cuenta de que su hijo, seguiría vivo de algún modo.
Por su parte, Naruto se encontraba en el jardín de la casa no tenía ánimos de estar en ese lugar
- Naruto
- Ah, Deidara me asustaste
- Lo siento, ¿estás bien?
- Si -bajando su cabeza- solo quería aire fresco
Deidara sonrió y abrazo a su hermano, quien al principio se sorprendió pero luego respondió al abrazo sin evitar llorar
- ¿Aun recuerdas el funeral de mamá, verdad?
- Si, parece que fue ayer
- Lo sé -separándose- pero no es para que estemos tristes
- ¿Tú aun la recuerdas?
- Todos los días, pero sé que ella no nos querría ver tristes, quizá fue por eso que oto-chan conoció a oto-san.
- ¿Te refieres a que ella nos lo envió?
- Tal vez
Naruto sonrió, pues entendió lo que Deidara le quiso decir; Madara y Kushina se parecían en el carácter fuerte y lo poco pacientes que eran algunas veces, pero siempre los miraban llenos de amor y ternura.
Al día siguiente, se procedió el cortejo fúnebre; Naka y Uruchi iban detrás de la carroza sosteniendo la foto de Rai, mientras la familia, amigos y acompañantes iban de tras de ellos, hasta llegar al templo donde se llevaría a cabo la ceremonia religiosa.
Una vez que los sacerdotes hicieron los ritos correspondientes, Naka se colocó delante de féretro
- A todos los que nos acompañaron hoy, a nombre de mi madre y mío, les agradezco su presencia. A las familias cuyos miembros recibieron algún órgano de mi hermano, de nuevo gracias, porque sé que él no se ha ido. Pero sobre todo -viendo a los Sarutobi-gracias porque su corazón esta donde pertenece
Naka reverencio en señal de agradecimiento, pero luego de oír esas palabras, Lars no pudo evitar bajar su rostro, pero luego sonrió al darse cuenta que literalmente, Rai le entrego su corazón a Shizuka
- Ganaste en este aspecto, Rai -pensó Lars- gracias
Después el ataúd era llevado hacia el crematorio, antes de que ingresara al incinerador; Kaguya, Kagami y Uruchi se quedaron como testigos de la cremación, el resto de la familia y presentes esperaría afuera.
Fuera del recinto, Naruto no dejaba de ver las chimeneas con atención
- Dobe
- Hola Sasuke
- ¿Estás bien?
- Mentiría si te dijera que si
- Naruto -mientras lo abrazaba
- Sasuke -comenzando a llorar
- Dei
- Estoy Itachi, pero
- Lo sé, no es algo que se supera fácilmente
- Me alegra que Shizuka no esté aquí -comento Asuma
- ¿Por qué lo dice? -pregunto Lars
- Ella -prendiendo un cigarro- solo tenía cinco años, cuando…
- Lo entiendo
Por su parte, Madara y Minato se abrazaron mutuamente, no pudieron evitar recordar las incineraciones de su entonces esposa Kushina y de sus padres. Ambos entrelazaron sus manos, al tiempo que las ponían sobre la creciente barriga del rubio. Izuna yacía cobijado en los brazos de Tobirama, al tiempo que derramaba algunas lágrimas.
Konan y Asuma, abrazaban a su padre, ellos tampoco podían evitar recordar a Biwako y por poco, Shizuka la seguiría. Gaara tampoco pudo evitar llorar
- ¿Gaara? -se acercó Naka- ¿estás bien?
- Si, solo que… estando aquí, no pude evitar recordar a Sai
- Supongo que a mí me pasara lo mismo, cuando vaya a algún otro funeral
Gaara sonrió y bajo su mirada, Naka no pudo evitarlo más y abrazo al peli rojo
- Perdón -le susurraba al oído- pero
- Solo un momento -respondiendo al abrazo
Luego de la cremación y de la recolección de las cenizas, estas fueron depositadas en una urna de madera con el símbolo del Clan Uchiha en color plata. Habían decidido llevar los restos de Rai al cementerio de familiar.
Poco después, luego de que Shizuka despertara y se encontraba más recuperada, hacia las tareas que los profesores le enviaban para evitar retrasarse y no perder el año; aparte, así no se aburría durante el mes que estaría internada. Un día recibió la visita de Naka
- Shizuka-sama
- Naka-san, ¿Cómo está?
- Bien, me alegra que todo haya salido bien
- Si -sonrió triste- aunque me gustaría poder agradecerle a quien me dio su corazón, pero no es posible
- ¿No sabe quién fue?
- Nada ha querido decírmelo, por más que pregunto -Naka se sorprendió, pensó que Shizuka ya lo sabría- ¿Y Rai-san?
Naka apretó sus puños, al tiempo que trataba de retener sus lágrimas, entendió porque todavía no le habían dado la noticia a la chica, pero finalmente se armó de valor.
- Shizuka-sama, antes quiero que por favor no se altere
- Naka
- Pero Rai… él…
- ¿Fue él, cierto?
- Si, tuvo un accidente, tuvo muerte encefálica pero le dio el tiempo suficiente para pedir que usted
- Entiendo -la chica suspiro- Naka yo
- Mi madre y yo estamos bien, ya lo superaremos. Nos queda el consuelo de que mi hermano, vivirá en usted y en otras personas
- Aun así, lo siento y gracias
Naka y Shizuka platicaron por un momento, hasta que la hora de visita termino. Una vez que la chica se quedó sola
- Shizuka
- De algún modo, sabía que este corazón -colocando su mano en su pecho- era de Rai
- ¿Por qué? -pregunto Kurama
- Porque, aun recuerdo cuando me dio aquella rosa, sentía que el… lamento no haber podido corresponderle
La chica comenzó a sollozar, Kurama bufo y se dejó abrazar, dándole consuelo.
- Gracias Rai…