- Kurama -hablo Naruto- ¿el sabio se enteró de ustedes?
- Claro, a ese viejo no se le iba nada
POV’S KURAMA
Hagoromo nos reunió a todos de nuevo, obviamente, Matatabi y yo finjimos que nada pasaba, pero
- Kurama… Matatabi, ¿algo que quieran compartir con todos?
- ¿De qué hablas viejo? – pregunte
- De acuerdo -dijo- con excepción de ustedes dos, los demás pueden retirarse
- ¿Por qué nos pidió quedarnos? -pregunto Matatabi, cuando nos quedamos los tres
- Sé que en ustedes, surgió un sentimiento que sinceramente no pensé que llegaran a sentir o, ¿me equivoco?
- No, no se equivoca
Matatabi y yo tomamos nuestras formas humanas, sujetando nuestras manos, pude sentir que ella tenía miedo, el viejo lo noto
- Está bien, Matatabi, no temas
- Ahora que lo sabe, ¿Qué harás, Hagoromo? -pregunte
- Jajaja… nada, excepto pedirles que tengan cuidado. La verdad, es que no sé como reaccionen las personas, cuando sepan que los bijus pueden enamorarse. Recuerden que algunas personas aún les temen
- Entonces, ¿Kurama y yo podemos?
- Claro pequeña, pero como les dije, tengan cuidado
Ambos nos vimos con una sonrisa, ella se abrazó a mi brazo. Y efectivamente, cada que pelábamos ya fuera en nuestra forma real o humana, siempre evitábamos demostrar amor el uno al otro. Solo lo hacíamos cuando estábamos solos, ya sea viendo atardeceres o la luna.
Por un tiempo estuvimos en paz, hasta que en una batalla, la cual tratamos de detener en nuestra forma humana, se salió de control. Gyuki se volvió loco, ya que comenzó a atacar a los enemigos
- Gyuki, basta - grito Son
Pero el no escucho, cuando nos dimos cuenta de que había desarrollado una personalidad agresiva y salvaje, al grado de que no distinguía amigos de enemigos. Casi mata a Chomei, de no ser porque Hagoromo, lo evito, pero esas acciones, trajeron sus consecuencias
- Esto es inaceptable, Hagoromo-sama, -le dijo un aldeano- nos sentimos protegidos por estar con los biju, pero Hachibi
- Lo sé y créanme que buscare la manera de controlarlo
Mientras tanto, Kokuo, experimenta con plantas medicinales, usándome a mí, como un conejillo de indias: me provocaba heridas en el cuerpo para ver el tiempo que tardaban en sanar
- ¿Cuánto más voy a soportar esto?
- No seas llorón, solo espera a que Matatabi y Chomei, lleguen. No me gustaría verla triste
- ¿Qué?
- Nada, ahora déjame tratar con esto
- ¿Qué eso? - viendo una flecha con una punta negra
- No lo sé, pero igual debo probarla, ¿listo?
Solo asentí y Kokuo hizo lo suyo
- ¿estás bien?
- No, esa cosa me arde
- Tranquilo, ahora déjame ver qué tal se cura -vi que se sorprendió
- ¿Qué pasa?
- Nada, por ahora, no te quites este vendaje, ¿de acuerdo?
- Está bien
Salí de la cabaña algo extrañado, cuando sentí que alguien se subía a mi espalda
- Ku-ra-ma-chan
- Choumei… ¿Cuántas veces tengo que decirte que te me subas?
- Jo… yo quiero estar con nichan
- Pequeño mocoso
La forma humana de Chomei era la de un niño, ya que aún era una larva, el muy vivo aprovechaba esa apariencia para quedar bien con Kokuo o Matatabi. Esa vez le di un zape en la cabeza
- Buuaa… Kurama-chan es malo
- Déjate de choriqueos, se un…
- Kurama
- Matatabi-nechan, buaaa, Kurama-chan me regaña
- Ya, ya está bien, yo me encargo de el
Era lo que Matatabi le decía a Chomei, para que dejara de molestarme, pero el muy travieso seguía. Un día, acompañe a Matatabi a la villa cercana, con Chomei como lapa. Al llevar pude ver que los hombres nos miraban seriamente
- Kurama
- Está bien, sigamos
Y eso hicimos, hasta que un grupo de pequeños niños se acercó a nosotros, no sé porque, pero querían una huella de Matatabi y ella sonriente se las daba. En eso un niño de 5 años se acercó con una florecita para ella
- Para Matatabi-sama
- Gracias - respondió ella con una sonrisa
- Adiós -se despidió el niño
Pude ver algo en los ojos de Matatabi. Al volver a la cabaña, esa noche que mirábamos la luna en nuestra forma real
- Era un niño adorable, ¿no lo crees?
- Jum… para mí, los cachorros humanos son iguales
- No es verdad -apoyando su cabeza en mi espalda- todos son diferentes
Note melancolía en su voz, sentí su respiración suave y un leve ronroneo
- Matatabi
- ¿Sí?
- He pensado, que quizá, cuando sea el momento adecuado… tu y yo podamos -sonrojándome
- Kurama… ¿quieres tener cachorros conmigo?
- Yo...
No sabía que contestar, solo recuerdo que me sonroje a más no poder
FIN POV´S KURAMA
Al oírlo, Naruto no pudo evitar reírse y Shizuka se contagió de esa risa. Kurama solo los veía fastidiado
- Hubiera sido bueno, verte nervioso
- Ya dejen de reírse o no continuare
- Está bien, sigue
POV’S KURAMA
Matatabi le dio una leve mordida a mi oreja
- Oye -ella me dio un beso
- Si me gustaría tenerlos, pero como tú dices, no es el momento
Ambos sonreímos y rozamos nuestras cabezas, suavemente. Pero esos días de paz, terminaron, cuando de nuevo nos involucramos en una guerra, la cual era más dura que las anteriores. Lo que hacíamos nosotros, era hacer que los aldeanos se pusieran a salvo y otros cuidábamos y ayudábamos a los huérfanos. Los demás, destruíamos las armas grandes de ambos bandos, para evitar pérdidas humanas, pero luego de oír una explosión
- Díganme que no fue Hashibi
Y lo fue, Gyuki destruía todo a su paso, el resto tratábamos de detenerlo, pero fue en vano, Hashibi, siguió atacando
- ¡Gyuki, suficiente! –gritó el sabia
Pero pese a las suplicar del viejo y Gyuki no desistía. Hasta que vio a un grupo de hombres, Gyuki los mato