Al día siguiente, Lars terminaba de colocarse su corbata, en su mente aun sonaba el nombre de su madre; Naori Uchiha, solo la recuerda aquella vez que enfermo y ella fue a verlo para nunca más volver a verla, ¿Por qué?, como sus tíos dijeron, en la reunión lo sabría.
Por si fuera poco, ahora tendría que enfrentar a la familia de Shizuka, si bien les tenía respeto, el rubio sabía para que lo querían; hacerlo desistir de sus sentimientos hacia la chica. En un principio pensó en aceptar, se lo pidieran o no, pero luego recordó las palabras de Izuna
- ¿De verdad quieres renunciar a ella?
- …
- Lars, sé que la edad puede ser un impedimento, pero, si lo haces puedes arrepentirte después
- Izuna-ojisan, ¿entonces qué debo hacer?, no quiero faltarle al respeto a Sarutobi-san, pero tampoco quiero alejarme de ella -luego rio- mírame, hablando como un idiota
- No, hablas como un enamorado… sabes, cuando los Uchiha sentimos amor, nada nos hace abandonar a nuestras parejas. Solo míranos a nosotros -tocando el hombro del joven- sé que sabrás que decir
- Gracias
Si darse cuenta, Lars había llegado a su destino. Aún era temprano, por lo que pocos alumnos habían llegado, el rubio se dirigió directamente a la dirección, donde fue recibido por Iruka
- Buenos días, el director Sarutobi me espera
- Claro, bienvenido
Lars entro seguro a la dirección, Sarutobi estaba sentado detrás de su escritorio, en cada lado suyo, Konan y Asuma. El rubio reverencio, aun sintiendo la dura mirada de Konan, pero ni ella lo sometería, la única peli azul que lo haría sería Shizuka
- Buenos días, Sarutobi-sama; Byakko-san y Sarutobi-san
- Buenos días, por favor, tome asiento -el rubio se sentó- imagino que sabe porque está aquí
- Si
- Bien, como debe saber, aunque no soy el padre biológico de Shizuka y Konan, las amo como si fueran mis hijas. Jure a mi difunta esposa Biwako y delante de la tumba de la madre de Konan y Shizuka, que nada les pasaría
- Entiendo su preocupación, Sarutobi-san
- Entonces, ¿no te molestara si te hago unas preguntas?
- Adelante
- ¿Tu nombre es Lars Alexandersson?, ¿de dónde eres?
- En realidad -suspiro- mi nombre es Lars Uchiha
- ¿Uchiha? - Asuma soltó su cigarro- los únicos Uchiha que conozco son Madara y su hermano Izuna, así como sus sobrinos: Obito, Itachi y Sasuke
- Ellos, son mis tíos y primos
- Imposible -se alteró Konan- ¿Por qué no dijeron eso antes?
- Al parecer -siguió Lars- solo Madara e Izuna-ojisan les podrán responder, ya no me han querido decir nada. Dentro de poco la familia Uchiha se reunirá y ahí veré a mi madre
- ¿Sabes cómo se llama?
- Si, Naori Uchiha y mi padre, Laurence Alexandersson. Respondiendo a su pregunta, nací en Japón, pero mi padre era sueco es por eso el color de mis ojos y cabello. Mi padre murió en un accidente, mis abuelos me criaron quedándonos aquí en Japón
- Ya veo, luego hablare con Madara -siguió el director- ¿Cómo es que conoces a Namikaze Tsunade?
- Tsunade-sama, fue mi tutora durante mis prácticas de medicina. Ella es muy respetada a nivel mundial por los doctores del mundo. Es una muy buena guía y maestra, lo que soy, en parte se lo debo a ella
- ¿Cuál es tu especialidad, muchacho? -pregunto Asuma
- Medicina en General, puedo realizar cirugías tanto fáciles como difíciles, atender partos naturales como cesáreas, excepto abortos; entre otras cosas.
- ¿Y con todo eso, crees poder estar con mi hermana? -pregunto Konan
- Se administrar mi tiempo, Tsunade-sama me lo enseño, así que ella no quedaría abandonada
Esta respuesta molesto a Konan, espera que con ella, Lars pensara mejor las cosas, pero el rubio venía muy bien preparado. Sarutobi siguió
- Entonces debes saber que Shizuka padece del corazón, no me gustaría que
- Lo sé- interrumpió Lars- por eso, aunque no le prometo nada, porque sé que no podre evitar equivocarme, pero no haré nada que la lastime ni la perjudique. Ella me importa más de lo que cree.
- ¿Desde cuándo te gusto mi hermanita? - pregunto Asuma
- Cuando despertó, pude ver sus ojos, un color raro debo admitirlo -sonriendo apenado- pero muy hermoso
Lars bajo su mirada al recordar, cuando Shizuka había despertado de su coma, pese a la soñolienta de sus ojos, estos brillaban como un cristal que se debatía entre rosa y lila. El recordar que sus ojos gélidos al cruzarse con esos amatistas, lo hacía sonrojarse, tal vez se veía como un idiota ante los Sarutobi, pero no le importaba. Sarutobi reconoció esa mirada de amor que solo un Uchiha muestra cuando encuentra a su pareja; la ha visto en Madara, Itachi y Sasuke, una mirada de ternura a su pareja y una de desesperación cuando se alejan de su persona
- Lars-san -hablo Sarutobi- si le prohibiera acercarse a mi hija, ¿lo haría?
- Lo siento, pero no, aunque fuera su último deseo en esta vida, Sarutobi-san o si mi vida dependiera de eso
La mirada de Lars era firme y dura, digno de un Uchiha. Sarutobi sonrió y suspiro
- Ahora realmente creo que eres sobrino de Madara, hablas como él cuando no tiene a Minato cerca -sonrió- debes saber que no estoy de acuerdo con esto, pero no quiero que mi hija sufra
- Papá -susurro Konan
- Así que tienes mi consentimiento para cortejar a mi hija, si ella te corresponde, yo lo aceptare
Todos miraron a Sarutobi sorprendido, pero luego Lars sonrió y se puso de pie dando una reverencia
- Le aseguro que no se arrepentirá, gracias
- Sin embargo, deben mantener esto en secreto por el momento, al menos hasta que Shizuka llegue a la mayoría de edad
- Está bien
- Ve y dale la buena noticia, cuento contigo Lars
De nuevo el rubio sonrió y salió de la oficina
- Papá -hablo Konan- ¿sabes lo que has hecho?
- Sí, pero, ¿no lo entiendes Konan?
- ¿Qué debo entender?, ¿Qué mi hermana es la novia de un señor?
- No -respondió Asuma- papá quiere que con el tiempo Shizuka, se dé cuenta de que es solo un amor infantil y el doctor se dará cuenta de eso también
- Solo no permitas que Zuka se dé cuenta, ¿entendido, Konan?
- Si
Pero lo que no sabían, era que un pequeño espía había escuchado todo por la ventana. Tuvo que aguantar su risa al escuchar la “esperanza” de Hiruzen y Asuma
- Tontos… ¿de verdad esperan eso?, ese doctor esta locamente enamorado de esa mocosa
Con ese pensamiento, Kurama salto de la ventana. En su salón, Shizuka ya lo tenía listo, cuando escucho la puerta abrirse
- Buenos…
- Buenos días, Zuka -respondió Lars
- ¿Por qué estás aquí?
- Hable con tu padre -acercándosele -pero necesito que tomes todo con calma
- Dilo -exhalo aire
- Shizuka, la verdad… es que… tú me gustas
La joven abrió los ojos como plato, dejando caer el borrador, sintió que las piernas le temblaban y el corazón le palpitaba como loco
- ¿Estás jugando, verdad?
- No
Shizuka podía ver que Lars no mentía, mostraba el mismo brillo que solo se ve en los ojos de una persona enamorada
- Zuka, ¿yo te
- Me gustas -hablo suavemente- me gustas, por quien eres
Ambos se dieron un abrazo, luego Lars beso su frente, explicándole las condiciones que le había puesto Sarutobi, la joven las acepto
- Hay algo que debes saber
- ¿Sí?
- Veras, yo soy
- Un Uchiha
- ¿Cómo lo sabes?
- Naruto me lo dijo y sabes, creo que tus padres no siguieron esa tradición. Pero de haberla seguido, igual me seguirías gustando
- Gracias
De nuevo se fundieron en un abrazo, cuando oyeron la puerta abrir, oyendo una voz conocida
- Buenos… Lars
- Hola Naru
- ¿Acaso ustedes? -al verlos aun abrazados
- Si - respondió tímida la chica
- Eso es genial
Naruto corrió a abrazarlos, igual tuvo que prometer no decir nada. Poco después, en el receso pero más en la cafetería, a todos les sorprendía ver una sonrisa en la peli azul, además de que en ese momento sus crepas eran las más solicitadas
- ¿Sabes que le pasa, dobe?
- Eso -guiñándole un ojo- es secreto
En el hospital
- El doctor Alexandersson está de muy buen humor hoy -comento una enfermera
- Algo debe de haberse enterado -dijo la jefa- así que no lo molesten, vuelvan al trabajo y déjense de chismes
- Si señora
La jefa de enfermeras sonrió, algo le decía que la pequeña Byakko ahora era suya.