Sakura prácticamente se encontraba al borde de la locura, jamás lo había demostrado, pero no dejaba de mirar a todos lados después de haber tenido una llamada
- ¿Quién eres y como obtuviste mi obtuviste mi número?
- Todo a su tiempo “linda”, debo admitir que si eres lista al deducir que te vigilamos…
- Ya déjense de bromas -respondió molesta- Byakko, Namikaze sé que son ustedes y si no paran, les juro que
- Te equivocas
- ¿Que?
- No son quienes tu dicen, ellos no pierden su tiempo en venganzas como tu…
- ¿Así?, demuéstramelo
- En este momento, estas en una de las jardineras, estaba comiendo un almuerzo de bolas de arroz en color rosa, imagino que son de fresa
- Eso no me prueba nada
- Ve a la enfermería, ahí encontraras al chico Namikaze con su oto-san, Minato-sensei, hazlo
Sin colgar su teléfono, Sakura corrió hasta la enfermería y efectivamente, Naruto era curado del golpe en la cabeza mientras Minato lo observaba atento, de nuevo contesto
- ¿Hola?
- ¿Cómo puede ese niño contestar un celular?
- Debes ser
- La chica Byakko se encuentra en la sala del director, comiendo con su familia; Yamanaka, Inuzuka, Hyuga y Akimichi, se encuentran en el comedor. Los hermanos y su primo Uchiha, se encuentran con el hermano de Namikaze y un chico pelirrojo, en la cafetería.
Sakura corrió y efectivamente confirmo lo que la voz le decía, por primera vez comenzó a tener miedo
- Eres un enfermo, ¿Por qué haces esto?
- Te equivocas de nuevo, esto de pasa por meterte con las personas equivocadas
- Yo no molesto a nadie
- ¿A no? ¿Qué hay de que mandaste matar a un zorro, un gato y un caballero?, ¿eso no es molestar a alguien?
- Maldito
- ¿Tienes miedo? -se escucha una risa- escucha, tenemos ojos en todos lados como has comprobado; por lo que sabemos que el zorro y el gato salieron heridos…
- ¿Qué me vas a hacer?
- Solo te diré que la víbora será devorada por el halcón
- Espera…
El interlocutor colgó el teléfono, Sakura sintió que su corazón latía a mil por hora, ¿Qué era lo que le pasaría a hora?, por el momento decidió seguir con su postura que nada la intimidaba. Desde un vehículo
- Eres bueno, Yamato
- Bueno, aprendí un poco de Ibiki-senpai- sonriendo- sabes que él es el mejor para torturas
- Lo sé, en fin, sigamos con nuestro trabajo
Finalmente llegó la hora de salida, Naruto se dirigía al salón de maestros, pues Madara lo había mandado llamar. Antes de entrar tomo una bocanada de aire
- Pasa
- ¿Sensei? -acercándose lentamente- ¿hice algo malo? -Madara suspiro
- Naruto, en este momento soy tu padre y como tal, hay algo que quiero que me respondas sin mentirme, ¿Cómo te hiciste esa herida?
- Bueno… Hashirama-sensei me mando por una ilustración y sin querer me cayó uno de los mapas y una de las astas me golpeo
- ¿Estás seguro?
Naruto noto el serio semblante y una intimidante voz en Madara, quien lo observaba fijamente, trago saliva
- Estoy seguro oto-san -viéndolo ponerse de pie
- Naruto, sabes que no soporto a los mentirosos, ¿verdad? -el rubito asintió- entonces, ¿Por qué no me dices la verdad?
- Te dije la verdad
- Estoy siendo muy paciente contigo -respirando- ¿Quién te hizo eso?
Al ver la insistencia de Madara, Naruto supuso que este sabía todo, así que no le quedo de otra más que hablar
- Fue Haruno Sakura, me empujo contra unos tambos de basura y uno me pego en la cabeza
- ¿Desde cuándo hace esto?
- Desde que estoy con Sasuke, ella es su
- Ex-novia, lo sé -frotándose la sien- ¿Por qué no nos dijiste nada?
- No quería preocuparlos, en especial a oto-san ahora que esta de encargo
- Entonces debiste decírmelo a mí, ¿o no confías en mí?
- Sí, pero…
Naruto bajo su cabeza con miedo, Madara se inclinó a su altura al ver que unas lágrimas brotaban y quito con delicadeza, el rubio se abrazó a su padre. Mientras tanto, en la salida, Shizuka esperaba el autobús ya que su familia se quedaría hasta tarde. No se percató que alguien se acercaba a ella, hasta que sintió una mano en su hombro
- AY -volteándose- ¿Lars?
- …
- ¿Saliste temprano hoy?
- No
- ¿Está bien?
Shizuka se preocupó al ver serio al rubio, quien sin aviso la cargo sobre su hombro
- ¿Qué estás haciendo?, ¡bájame!
- Pronto lo sabrás y deja de patalear o harás que te suelte
Lars llevo a Shizuka hasta su auto, colocándola en el asiento del copiloto y una vez que el subió, arranco el coche
- ¿A dónde vamos?
Pero el rubio no respondió y condujo hasta la clínica, donde a petición del rubio, la peli azul actuó normal. Una vez que llegaron al consultorio del rubio
- Asuma-san, que nadie me interrumpa y no pregunte
- S-si doctor
Lars metió a Shizuka a su consultorio, haciéndola sentarse en la camilla que tenía y quitarse la blusa de la escuela, al principio la chica se rehusó, pero al ver molesto al galeno, obedeció. El rubio quito los vendajes descubriendo el fuerte golpe
- ¿Cómo te hiciste esto?
- Me pegue en el barandal de la escuela
- Shizuka… a mí no me puedes engañar como a Shizune-san, fue Haruno, ¿verdad?
A Shizuka no le quedo más que asentir, Lars tomo aire tratando de calmarse y más cuando le conto el motivo
- Lo siento
- ¿Qué es lo que sientes?, ¿o porque te disculpas?
- Por no decírtelo pero
- ¿Qué?, ¿sabes cómo siento al ver que no confías en mí?
- Confío en ti, pero a la vez tengo miedo, de que hagas una tontera
- No es una tontera, que quiera proteger a mi novia
Shizuka se abrazó a Lars, quien acariciaba la espalda de su niña y poco después comenzó a curar correctamente el hombro lesionado. En su casa, Sakura se aseguraba de cerrar puertas y ventanas, ya que cuando volvió a su casa, encontró rayado en las paredes:
“El halcón vigila a su presa”
Por suerte para la peli rosa, era lavable y una vez que lavo el mensaje, corrió a su cuarto. Pensó que todo volvería a la calma, tomo su celular y marco el número
- ¿Hola?
- ¿Cómo entraste a mi casa?
- Tu misma me diste las llaves, ¿lo olvidas?, fue en nuestras innumerables noches de pasión, adiós
- Espera, ¿hasta cuándo me dejaras en paz?
- Nunca, se te advirtió de buena manera, pero hiciste caso omiso a los mensajes y por eso… bueno, espera y lo veras
El sujeto colgó y de inmediato, Sakura cerró sus puertas y ventanas, después recibió un mensaje
“Esto apenas empieza”