Se suponía que sería un día como cualquier otro, las clases serian normales, al menos eso pensaba ella. Sin embargo, ese día era blanco de miradas curiosas, Sakura se sentía incomoda. Cuando llego al salón, todas sus amigas la abordaron
- Sakura, ¿Qué te?
- Me pegue, es todo
Sus amigas no preguntaron más por el ojo morado en la peli rosa, cortesía del golpe que Sai le había dado con su sonaja. Con mirada amenazadora, vigilaba al grupo de Naruto ya que solo él y Shizuka sabían la verdad. Poco después, todos volvían a sus lugares, la primera clase era de matemáticas impartida por uno de los profesores más estrictos de todos.
Sakura sabía que las clases con Madara era difíciles, pero para alguien como ella no tanto. Sin embargo, el azabache le tenía preparada varias sorpresas. Sakura de jactaba de ser toda una experta en matemáticas, una de las materias más difíciles de todas. Madara sentía orgullo porque era muy buena, pero luego de saber de lo que le hacía a Naruto, ese orgullo de profesor se fue por la borda.
Ese día Madara, dio sus clases como siempre, explicaba todo detalladamente pero había algunos que la información parecía rebotarles de sus mentes, en especial cuando el tema era ecuaciones algebraicas. Luego de la explicación.
- En este momento, les pasare unas hojas donde vienen ejercicios que quiero que resuelvan en el tiempo que queda de clase, sin quejas
- ¿Tienen que ser individuales? -pregunto Naruto
Madara suspiro al ver que la mayoría de los estudiantes lo miraban suplicantes, por lo que suspiro
- Está bien, pueden hacerlo en equipos de no más de tres personas, pero ya
Obviamente hubo alumnos que lo hicieron individualmente, entre ellos Sakura. El resto trato de hacer los problemas, pero nadie les encontraba solución.
- Esto es extraño -comento Sasuke
- ¿Por qué lo dices? -pregunto Shizuka
- No recuerdo que mi tío, nos enseñara este tipo de
- ¡Uchiha Sasuke, sin hablar!
- Si señor -respondió el azabache
Por su parte, Sakura por primera vez sufría al no poderlos resolver. Pero noto que todos los resolvían sin problemas. Incluso noto que Naruto, quien batallaba para resolver los ejercicios, lo hacía sin ningún problema.
La peli rosa no sabía qué hacer y más porque la clase estaba a punto de terminar. Madara noto desesperación, cuando la clase acabo
- Bien, ¿terminaron? -nadie respondió- ¿terminaron sí o no?
- No
- Está bien, les dejare que se los lleven de tarea y los quiero para mañana sin excepción. Antes de irnos -yendo al pizarrón y poniéndose a dibujar- copien estas figuras de las cuales quiero que calculen sus ángulos y áreas de cada figura, también para mañana. Y al que se queje le dejo más tarea
Todos de inmediato se volvieron “tumbas”, nadie se quejó. Cuando Madara se retiró, se quedó un momento fuera de la puerta
- Naruto, ¿ahora que hiciste?
- No hice nada
- ¿Entonces porque Madara-sensei está más estricto estos días?
- No lo sé -respondió el rubio- ya se los dije. Y si yo fuera ustedes no decía nada o nos puede escuchar
- Eso es cierto -hablo Sasuke- cuando de ofenderlo se trata, el oído de mi tio se vuelve mas agudo
Los alumnos solo suspiraron y más al ver las caras de frustración de Naruto y Sasuke, ya que era muy claro que ninguno se esperaba esa acción por parte de su padre y tío. Por su parte Madara, solo sonreía de satisfacción, ya que en ese momento, sabía que Sakura lo buscaría y no se equivocaba.
Astutamente la peli rosa pensó que quizá, Madara era fácil de convencer con sus “métodos”, sobre todo cuando se enteró del embarazo de Minato; seguramente el rubio mayor lo tendría en abstinencia a pesar de tener solo dos meses de embarazo, no dejaba de tachar al profesor de literatura como un mojigato. Poco después de la hora de salida, Sakura se dirigió al salón donde Madara dio clase
- Madara-sensei
- Haruno, ¿Qué se te ofrece?
- Bueno -acercándose seductoramente- me preguntaba, si me podría ayudar con la tarea que dejo
- ¿Qué clase de ayuda necesitas?
- Bueno, es que no entiendo los problemas que me dejo
Sakura trataba de coquetearle lo mejor que podía, pero Madara se no se dejaba convencer tan fácilmente, sin embargo, se dio cuenta de lo que la chica tramaba.
- Haruno, ya deberías saber que no me ando por las ramas. Así que, ¿Por qué no te dejas de tus juegos?, sé que quieres seducirme, pero soy un hueso duro de roer
- Madara-sensei, se ve que a usted no se le puede engañar. Le prometo que hare que no pasó nada solo ayúdeme -al a Madara suspirar
- Me gustaría, pero no eres mi tipo, me gustan las chicas y donceles de cabello corto
Sakura abrió sus ojos de sorpresa, pues para ella su cabello era su orgullo, todos alababan la belleza de su sedosa y larga cabellera. Madara vio la duda en ella y se disponía a irse
- Espere sensei, lo hare
La peli rosa tomo unas tijeras y comenzó a cortar su pelo*, la chica contuvo sus ganas de desistir pero siguió hasta dejarlo encima de sus hombros. Una vez que termino, Madara comenzó a reírse
- Vaya, ¿tan impaciente estas en seguir con la imagen de chica perfecta?
- ¿Quién no?, soy admirada por muchas y deseada por hombres, cualquiera quisiera tenerme
- Todos, excepto mi sobrino Sasuke
- ¿Qué dijo?
- Lo que oíste, todos los chicos te quieren solo para pasar el rato y estrenarse, pero Sasuke, bueno ni para ninguna de las dos cosas te desea. ¿Te digo un secreto?, antes de casarme con Minato, podía escuchar como Sasuke entre sueños, decía el nombre de Naruto y no solo eso, mi pobre sobrino casi se enferma de pulmonía por darse baños de agua helada
- …
- Para que me entiendas, solo Naruto le provoca erecciones y nadie más. Ni siquiera tú cuando eran novios.
- Eso no es cierto
- Pregúntale tu misma, si quieres. En fin debo irme, mi familia me espera
- Espere, que hay de
- ¿Ayudarte?, ¿en serio pensaste que lo haría, aun cuando se lo que le has hecho a mi hijo y a Byakko?
Madara se acercó a la chica, peligrosamente acerco sus rostros para verse directo a los ojos. La mirada del azabache mostraba, una mirada casi parecida a la de un psicópata
- Sabes, ahora confirmo lo que Sasuke me dijo, solo buscas el placer carnal no vales la pena; te has preguntado que tiene Naruto que tu no, ¿cierto?, bueno, mi hijo se tiene respeto y cariño a sí mismo, algo que tu seguramente olvidaste.
- Se-sensei -con miedo
- Es muy pronto para que tengas miedo, dentro de poco estarás cara a cara con alguien mucho peor que yo.
Dicho eso Madara salió del salón, dejando a la aterrada chica mirando su cabello recién cortado, cuando le entro una llamada
- ¿Bueno?
- Ah, Madara-sama lo hizo
- Escúchame sea quien seas, ya termina con esto, por favor
- ¿Terminar?, no, esto comenzó hace mucho o mejor dicho, tú lo comenzaste
- ¿Solo por Naruto y Shizuka?
- No solo por ellos, ¿olvidaste a Lily?, ¿a Takako?, ¿Hiroshi?, todos y cada uno de los chicos a quienes heriste sus sentimientos, ¿quieres que te los recuerde a todos? Como puedes ver, no solo es por Namikaze-san y Byakko-san -se escucha una risa- pero descuida, esto ya está por terminar… yo que tú me cuidaba la espalda
Luego de que la llamada termino, Sakura tenía los ojos abierto como platos, recordó a los chicos y chicas que les había hecho bulling, lamentablemente, dos de ellos no pudieron superarlo y optaron por la puerta falsa. Sakura lanzo un grito de miedo, por primera vez, sintió miedo. Se puso de pie y corrió en dirección a su casa, ahí reflexiono lo que Madara le había dicho, pero luego, una sonrisa se dibujó en su rostro.
- Bien, Madara-sensei -sacando su celular- usted mismo se delato, ahora veamos que dirá el director Sarutobi y su tierno esposo, Minato-sensei cuando les muestre la grabación.
Sakura pensó que tenía el juego ganado, pero no era así