Leche
o un trago para niños
Pasaron dos meses desde que Sasuke se fue a Canadá, hablábamos al menos una vez a la semana, me llamaba y conversábamos por horas, ¿sobre qué? Bueno, banalidades, eso era. A finales del primer mes me ascendieron a vicepresidente ¡a vicepresidente! Al parecer el señor Uchiha tenía ganas de eso desde hace tiempo y mi manera de trabajar con su pequeño retoño le dio confianza, me dijo literalmente: “si pudiste con Sasuke puedes con lo que sea” además de haber sido ayudado un poco por Sai y por Sasuke, quien lo diría, los archienemigos se juntaron para ayudarme. Iruka se mudó al mes siguiente con Kakashi, o sea que estaba solo por primera vez en mucho tiempo. Tenía un montón de trabajo siempre, pero había tiempo también para distraerme y de eso se encargaban todos los Uchiha, tanto Sasuke, como Sai, como Itachi, incluso el señor Uchiha, además de Deidara. Se estarán preguntando por mi carrera en el mundo del modelaje, pues no hubo tal, rechace todas las ofertas mientras Deidara se halaba los cabellos de la frustración por lo que, según él, fue perder la oportunidad de la vida. Mi relación con Itachi era como si tuviera un gato, un día me abrazaba y no paraba de perseguirme insistentemente mientras repetía “Naru, Naru”, al otro , estaba llevando mujeres a mi oficina para cogerlas ahí, era horrible, pero así se volvió mi vida. Sai en cambio siguió siendo tan dulce y tierno como siempre, íbamos a almorzar ya que empezó a trabajar en el departamento contable, a veces Iruka me acompañaba y me había acostumbrado a almorzar así: con Sai viendo a Iruka y su novio muy felices de la vida.
Trabajaba muy duro, casi de sol a sol, supongo que por esas cosas fue que me di cuenta, de hecho sucedió más o menos de esta manera:
- Discúlpame Sai, de nuevo tengo que ir
- ¿has bebido mucha agua no?
- En realidad no, me siento todo inflado – dije mientras carcajeaba un poco.
Estaba preocupado, mucho, tenía miedo de tener algún problema médico, no podía permitirme ni un descanso, ni uno, nada, no podía hacerlo, tenía que ser el mejor y trabajar codo a codo con el Uchiha del medio hacia las cosas fáciles y ligeras, él siempre me hizo sentir bien, tan dulce. Volví del baño con una pesadez y un dolor en los huesos, estaba cansado, si, y de nuevo no dormiría, sería la tercera semana seguida que tenía que pasar el jueves, viernes y sábado trabajando como esclavo, pero me encantaba, esa noche me había quedado con Sai y el señor Uchiha, estábamos bebiendo algo de oporto, suave y rico. Había tomado como costumbre beber mucho, no tanto como para embriagarme pero si al menos para tomar fuerza y calor, estábamos terminando la planeación de un nuevo proyecto para coca – cola, por supuesto todo eso nos tenía presionados a todos.
5:30 am
- Ah terminamos – dijo el señor Uchiha mientras subía los pies a la mesa.
Me levante y sentí un desfallecimiento fuerte y todo fue oscuridad. Cuando abrí los ojos el rostro del médico me miraba insondablemente, me levante con dolor de cabeza y adolorido, el médico me quito el tensiómetro.
- La tienes un poco alta, em joven Uzumaki, le recomiendo que se haga una prueba de gravidez, bien, me voy - volteo y le dijo al señor Uchiha – este chico necesita descansar, MUCHO.
El señor me miro condescendiente, sabía qué diablos era lo que iba a decir, pedirme que no trabaje más, o al menos que no me comporte como un adicto al trabajo, pero la soledad de mi apartamento me hace mal, me hace aún más mal que estar trabajando sin descanso, me sonrió y boto la bomba.
- Lo has hecho muy bien, pero tienes que descansar y hacerte todos los exámenes, tomate esta semana.
- Si – Sai lucia preocupado – le diré a tu amigo que te cuide ya que yo no puedo hacer eso.
Y así fue, Sai llamó a Iruka, este en vez de ir a casa me llevo al apartamento donde vivía con su novio, al apartamento de Sasuke, fue horrible saber dónde estaría al menos esa semana, el departamento lucia casi igual, con la diferencia que los videojuegos no estaban esparcidos por ahí, puse un pie y fue sentir su abrazo detrás de mí, cerré los ojos y pude recordar sus palabras tan bellas, luego la burbuja se rompió y tuve que volver a mi solitaria realidad, justo en ese momento lo pensé, desde hacía dos semanas Sasuke no había llamado ni contestado mis llamadas, eso corroboraba mi teoría, habíamos mantenido contacto más tiempo del que él esperaba, entre por completo y Iruka dejo mi maleta en el cuarto… el cuarto de Sasuke.
- Lo siento, aún no hemos ahorrado lo suficiente y tenemos que estar aquí, supongo que Sasuke te prestaría su habitación.
- Que se valla.
La voz del amante de Iruka nos detuvo, tenía el teléfono en la mano y estaba de muy mal humor, vi a mi amigo que le miro con cara de niño inocente pero no funciono, de repente llego hasta mí y me cacheteo.
- Esto lo hago por ese idiota de Sasuke, es increible, eres solo una zorra eso eres.
Ahora el que recibía la cachetada era él, Iruka le había golpeado y lloraba, no quise formar problema y me fui. Estaba de nuevo en casa, comiendo helado como si no hubiera un mañana, una pequeña lagrima se resbalo, la fragilidad de todo, no importaba si yo era el vicepresidente, al final era un maldito, sentí que Kakashi tenía razón, a la vista de todos yo había usado a Sasuke para ascender cuando no había sido así, sentí nauseas, mareo y un malestar horrible así que deje el helado. Vomité.
Un día mas, así era mi vida, despertarme e ir al trabajo, esa semana no podría hacerlo así que solo me quede en la cama, tenía acidez. Golpean la puerta. Como siempre, como un maldito vendaval “su majestad” – como se hace llamar – Uchiha Itachi entra a mi apartamento.
- ¿no deberías estar en el trabajo?
- ah, si ... eso. bueno acabo de salir de prision.
- ¿Por qué?
- me vestí de muerte y di un paseo por la casa de ancianos al lado de mi casa, llamaron a la policia y me pusieron allí, fue divertido.
¿es en serio? Dios mio, que alcances tiene esta persona.
- ¿tu padre lo sabe?
- No, es por eso que estoy aquí - dijo eso como si yo fuera un retrasado - cuidare de ti aunque también merezcas que te llame zorra.
- LARGATE DE AQUÍ, no tengo estar soportando esto.
- Me voy pero no te esponjes. primero respóndeme algo ¿se siente bien herir a Sasu? Te fuiste al lado claro de la fuerza, pensé que el lado oscuro te agradaba.
- ¿de qué diablos hablas?
- Heriste los sentimientos de Sasu, aunque no lo creas, ese estupido hermano menor mio estaba trabajando fuertemente para volver y verte, ahora esta como muerto ahora, no responde llamadas, no llama de vuelta, Suigetsu me dijo que ya no come nada, por si no lo sabias Suigetsu es su secretario, te diré algo esa persona con la que sales ahora es el enemigo de Sasuke, por tanto mi enemigo. espera... sueno como la reina del drama.
- No salgo con nadie ahora.
- ¿eh? ¿no estas saliendo con Sai? – ante mi negativa miro hacia un lado y susurro “es una perra mentirosa”, luego volvió su mirada hacia mi – el imbecil de Sai le dijo a Sasuke que ustedes salían.
Sorpresa, sí, eso era lo que sentía, por un lado me sorprendía que Itachi tuviera ese tipo de expresiones hacia su familia, llamar perra a su hermano – si eso era posible – era un gesto de total desagrado; por otro lado, no creía posible el que Sai mintiera, pero ¿si no creía que mentía? Si le estaba generando una impresión equivocada, ¿y que si salíamos? Siempre hay un pero, esta vez había sido el “esta como muerto” que Itachi me dijo, ¿y si el realmente sentía algo por mí? recordé también algo que me había dicho Sasuke.
“será como tú quieras…siempre será así”
Ahí la teoría se volvió axioma y lo entendí, ese idiota, Sasuke, un hombre que a todas luces era arrogante y algo infantil… bueno bastante infantil, un hombre acostumbrado a tener todo lo que quería, estaba ahí diciéndome que siempre seria como quisiera, diciéndome que temía perderme, esperándome siglos en un lugar solo para hablar basura, pidiéndome que me quede a su lado. Me sentí como una rata, como una vulgar puta, por haber hecho algo así con él. Tenía que enmendar todo, empezaría por Sai. Me levante con el ánimo de hacerlo pero de nuevo estaba desvaneciéndome, otro desmayo.
Al despertar Itachi estaba cargandome mirándome, se veía preocupado, le sonreí para tranquilizarle.
- Naru eso fue horrible. Llamaré un medico.
- No, ya me reviso y me ordeno un examen.
Lo que recuerdo después fue haber sido arrastrado por el más viejo a un taxi y después a un hospital, déjenme decirles que se veía por demás muy caro. Entramos y todo el mundo le hacía venias al Hombre, como si fuera el rey del lugar, nos acercamos a la recepción.
- ¿a qué hora tienen la cita?
- No hay cita, necesito un… - se dirigió a mí - ¿Qué es lo que necesitas?
- Un examen de gravidez.
- Ya lo oyó, rapidito.
- Pero señor…
- Soy Uchiha Itachi señorita, ¿quiere que llame a mi madre?
- Disculpe joven Uchiha, pase al consultorio 7, el especialista lo atenderá.
Caminamos hacia el consultorio, fue todo tan confuso, incluso me vi obligado a disculparme con la señorita, a Itachi al parecer no le importaba.
- ¿qué mierda es una prueba de gravidez? – le pregunte.
- ¿y yo que diablos voy a saber? soy arcitecto no medico.
Me reí, tenía razón. Entramos al consultorio y el doctor estaba tomando un poco de descanso, me dio pena ajena cuando Itachi lo sacudió brutalmente para despertarlo.
- ¿Qué te pasa imbecil? Estoy en mi descanso.
- Soy Uchiha Itachi, quiero una prueba de gravidez para mi amigo... pero ya. - tronó los dedos.
- De acuerdo.
Otra vez, moviendo influencias, otra vez aterrorizando a todo el mundo ¿Quién diablos era la mama de Itachi? Me leyó los pensamientos cuando me dijo “mi mamá es la dueña del hospital”. Mire al doctor, ambos teníamos miedo, le sonreí y me acerqué a él.
- Muy bien señor…
- Uzumaki
- Ok, señor Uzumaki, esta prueba es importante, supongo que debe estarlo esperando, los niños son como brillitos en la vida de las personas.
- ¿niños?
- ¿sabe usted que es una prueba de gravidez verdad? – ante mi negativa sonrió – es para saber si esta en embarazo.
Sé que perdí color, lo sé porque el medico se apuró un poco, me sonrió y me paso un tarrito para orina.
- Supongo que es un problema, así que llene esto rápidamente.
Fui al baño, no quería salir, estaba metido en un lio hasta los huesos ¿y si resultaba positivo? ¿De quién…? No, la respuesta era obvia, Kiba y yo no habíamos hecho nada al menos un mes antes de tan siquiera pensar en terminar, era obvio que si daba positivo, era de Sasuke, ¿Qué haría? Por supuesto que estaba angustiado, llene igual el tarrito. Luego un poco de sangre y estaba listo.
- Bien – el medico dijo – en diez minutos tendré el resultado, todo para el hijo de la señora.
Se retiró, entonces Itachi me codeo.
- El último favor por parte del lado oscuro, soluciona este problema, mi hermano muere, por otro lado espero que sea mi sobrino, asi podré malcriarlo y echarlo a perder, lo espero con todo mi corazón. cuando vuelvas te dare el resultado.
Fui corriendo a la empresa, había recordado que iba a hacer cuando me levanté, justo antes de desmayarme, cuando entre Sai iba de salida, me sonrió y vi a Sasuke justo ahí, me refiero a que su sonrisa se vio exactamente igual, mi corazón dio un tumbo, me sonrojé y continúe con mi expresión seria y espere a que se me acercara.
- ¿qué te trae por aquí?
- Quiero hablar contigo, vamos a la pizzería de aquí al lado.
Nos sentamos, me miraba con ternura, de algún modo me dolía lo que estaba a punto de hacer, pero me había llegado como una revelación las palabras de amor de Sasuke, me habían cacheteado y tenía que confrontarlas, empezaría con aclarar las cosas con Sai.
- Dime Naruto - san.
- Espera… iré directo al grano ¿tú crees que salimos?
Sonrió, carcajeo y cerró luego la boca.
- ¿lo hacemos?
- No. – dije cortante - ¿le dijiste a alguien que estamos saliendo?
- Jun.… bueno, le dije a Sasuke para que no te hiriera, se de los sentimientos que tienes por él, son tan fáciles de esconder como un arma nuclear, e igual de dañinos para ti.
- No, no puede ser así, aprecio que lo hagas pero también espero que toleres mi decisión de buscar a Sasuke.
- Puedo entenderlo, está todo bien, puedo entenderlo.
Después de eso la conversación fluyó y pude comer y estar tranquilo, pensé que el chico del medio había entendido por completo lo que quería decirle, así que no toque el tema de nuevo. Habían pasado dos horas cuando el mensaje de Itachi me saco del bonito ambiente que estaba desarrollándose.
“ven ahora, o muere.”
Le mostré el mensaje a Sai, él me dijo “jum, conozco esto, es mejor que te vallas, algo así como corre, o muere”.
así que corrí, tome el bus lo más rápido que podía, estaba pensando en las noticias que me daría, luego caí en cuenta.
Si es de Sasuke ¿Cómo lo tomaría el señor Uchiha? De seguro me despediría.
Suspire y continué con mi vida en el recorrido, cuando volví me encontré con Itachi sentado en la entrada del hospital, me estaba sonriendo, asentía mientras me dejaba ver ese positivo en la hoja. Sonreí, luego otra verdad me golpeo como un balde de agua fría, caí de rodillas y llore mientras me abrazaba ¿la razón? Tenía nueve semanas, nueve semanas en las que tome como un alcohólico, en las que no dormí bien, no comí bien, tome antidepresivos, tome energizantes, tome y tome cosas que no debía tomar, además de eso fui arrollado.
- Es mi milagro – dije – fui arrollado y no murió, o eso creo.
- pues… tienes una ecografía mañana, así sabremos si lo está, ya no llores naru, debo preguntar…
- Es de Sasuke, no hay duda.
- que bien...
- ¿sabes? fue de la primera vez que estuvimos, es algo embarazoso
- ja! los Uchiha somos muy potentes.
Fuimos a casa y juntos nos botamos todas esas cosas malas con las que me había estado envenenando, luego llamé a Iruka – quien obviamente se había ya arreglado con su amante- le explique todo a Kakashi y pues, también le dije sobre mi condición, dos minutos después lo tenía en físico ayudándome a empacar mis cosas.
- No puedes estar aquí solo – decía – tienes que irte con nosotros.
Me volví a encontrar a mí mismo en el cuarto de Sasuke. Bordeaba su almohada con las yemas de mis dedos y sonreía.
- Solo por curiosidad. yo abrí un paquete que era para ti, es un CD y venía con una nota, oí el CD pero no leí la nota, lo juro.
Tome el paquete, en efecto era un CD y leí la nota.
“supongo que este es nuestro adiós, pero siempre estaré pensando en ti, supongo que Sai siempre pudo alejarte de mi lado, solo te ruego que no te olvides de mí, probablemente te amé primero, antes de que mi razón me cacheteara por lo estúpido que estaba siendo, te ruego también que si algún día vienes me busques, quisiera verte, por demás no volveré a llamarte, no quisiera incomodarte, sabes que siempre será como tú quieras.
Nunca pude decirte frente a frente, pero jamás encontraré encontrare alguien como tú, me enamore de ti al primer segundo en que te vi y no fue en la mesa con tu amigo ese día, trata de acordarte de mí, debo decir que no sabía cómo actuar nunca, cada vez que te veía me enamoraba más de ti, fue algo instantáneo.
Bueno, supongo que eso es todo, pienso en ti justo ahora, espero que sea de tu agrado la selección musical”
No quería escucharlo, no podría, eran ruegos sigilosos y poco directos, pero sabía que Itachi no mentía cuando dijo que Sasuke estaba muriendo, tenía que solucionar todo, vi la lista de canciones y escuche el crack de su corazón a la distancia, las había escuchado todas y cada una de sus canciones, todas eran tan tristes, pensé por un segundo en correr a Canadá y decirle sobre el bebé, pero era mi responsabilidad, no haría que su vida fuera más triste, sabia por supuesto ese tren de pensamientos estaba mal, obviamente le alegraría tener un bebé pero no soportaría el hecho de tener que hacer que el cargara conmigo y con un bebé, más cuando no sabía si seguía vivo, no importaba si él era mi pequeño milagro, tenía miedo.
- Entonces no sales con ese chico… Sai, ¿verdad? – Kakashi rompió mi melancolía.
- No.
- Lo siento, no debí hacerte eso, yo… ARHHH ¿Qué hare? estoy tan avergonzado.
- Está bien, acepto tus disculpas tácitas.
- Una pregunta ¿alguna vez ustedes lo hicieron en mi cama? Porque no he cambiado las sabanas en meses.
Me carcajee y negué con la cabeza, al menos esto iba a ser divertido, Itachi se fue a su casa después de un día largo, prometiendo regresar al día siguiente, solo para que su padre no le reclamara por no ir a trabajar, entre risas almorzamos y estuvimos bien. La noche llego algo calurosa para la época del año, me acosté en la cama de ese idiota que me habia inundando el corazon y hundí la cabeza en su almohada, su olor seguía ahí, no sabía como pero aun olía a metal , azabache, café recién hecho y claro el olor incomprensible que aún no de cifraba pero sabía que todo ello era el conjunto que mi cerebro asociaba con la persona que empezó a ocupar mi cabeza de a pocos, fastidiándome al principio pero siempre detrás mío, como mi ángel guardián. Froté mi vientre mientras susurraba “mi pequeño milagro” y decidí encarar una vez más la verdad, ese era el día de ser valiente, tome el reproductor y le inserte el cd, habían audífonos así que me los coloque, una a una las canciones sonaban y fragmentos pequeños pero concisos se quedaban en mí.
“pero estoy tan enamorado, sabes que soy un idiota por ti y me tienes en tus manos, entonces ¿tienes que alargar esto? Pensé que nada estaba mal. Pero yo estaba mal”
“he estado preguntándome si tu corazón aun está abierto, también si quiero saber en qué momento cierra, estoy siempre a fuego lento, siento interrumpirte es solo que constantemente estoy en la cúspide tratando de besarte pero no sé si sientes lo mismo que yo, siempre podríamos estar juntos, si tú lo quisieras.”
“No pasa nada, encontraré alguien como tú. No deseo nada, salvo lo mejor para ti, No me olvides, te lo suplico, recuerdo que dijiste: "A veces el amor dura, pero otras en cambio duele"
Iruka se hubiera preocupado si me hubiera escuchado llorar como lo hice esa noche, supe que no lo hizo, me abrazaba a la almohada de Sasuke mientras le susurraba “lo siento, lo siento tanto” escuchando cada canción que taladraba el corazón me quede dormido.
Al día siguiente me prepare para darle la noticia al señor Uchiha, como fuera, así fuera despedido. Corrí a la oficina del señor Uchiha con la prueba. Escuche algo que me helo los huesos.
- Papá – decía Sai – quiero que despidas a Naruto.
*****************CONTINUARÁ ALGUN DÍA ********************
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