Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

After I get drunk of you por mishula

[Reviews - 173]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hola chicos!! estoy dandoles este bello capitulo antes de irme de vieaje.... sera un mes completito sin mi y la historia *a nadie le importa* 

Feliz navidad

Feliz año 

Feliz de todo !!!!

besos a todas sin mas les dejo el capi *se monta en su pony y se va*

Ruso blanco / Ruso negro 
o de las dos caras de una moneda


- Papá… – decía Sai – quiero que despidas a Naruto

¿Era eso posible? Sai estaba diciendo esas cosas, estaba mostrándome un lado suyo que no creía real. Al parecer todos los Uchiha tienen sus dos lados, ahora tenía que hacer algo, no podía dejar que esto se me saliera de las manos, mientras lo pensaba su conversación continuaba.

- ¿Por qué?- preguntó el mayor.
- Porque Naruto incumplió con las políticas de la empresa.
- ¿Cómo lo hizo?
- Trató de seducirme.

Hubo un momento de silencio en el que el vaivén de la oficina se detuvo, las palabras del menor de los Uchiha retumbaban en mis oídos, tenía ganas de entrar y gritarle lo mentiroso y maldito que estaba siendo conmigo, que no le había hecho nada… nada que no fuera decirle la verdad de manera sincera. Tal vez ese fue mi error.

- Eso es mentira – el Señor Uchiha suspiró - Te rechazó ¿cierto?
- ¿Eh? ¿Por qué dices algo así, papá?
- Pues es que Naru- chan está saliendo con Sasuke, eso es muy obvio.

Otro momento de silencio, pero matizado ahora con otro color, si antes era un rojo de ira, ahora era un blanco de sorpresa y preocupación ¿El Señor Uchiha lo sabía? ¿Desde cuándo? ¿Por qué no me había dicho nada? Y más importante ¿Quién le había dicho? ¿Cuánto sabia? 
Decidí a abrir la puerta de tope encontrándome con los dos azabaches , uno frente al otro. Sai tenía la boca en las rodillas y el Señor Uchiha me sonreía ¿Habían descubierto que yo estaba oyendo?

- Como veras Naruto, cambiamos mis puertas por las tuyas, no me gustan las puertas de vidrio… por cierto ¿qué haces aquí?

Pasé saliva muy fuerte y me armé de valor. Sasi cambió su semblante rápido y se puso la máscara, su hipocresía me produjo asco y repugnancia.

- Ehm… vengo a… – dubité un poco
- Naruto, cariño – dijo el mas viejo en tono paternal – escuchar tras la puerta está mal.
- Entonces no puede despedirme – dije serio
- Ah ¿sí? ¿por qué? – la manera en la que ladeaba la cabeza me hacía entender que se estaba divirtiendo – Sai tiene razón en algo, incumpliste las políticas y saliste con un compañero de trabajo. 

Sudé frío. Él sonrió y le dijo, más bien le ordenó a Sai que se fuera, se sentó en su silla y con tono autoritario me dijo “Cuéntame todo” en efecto lo hice, desde la escena del bar hasta cuando se fue a Canadá, obviamente suprimiendo las escenas de sexo desenfrenado y totalmente encantador, no me iba a poner a decirle como lo habíamos hecho como conejos en celo. Terminé de contarle y él sonreía satisfecho.

- ¿Cómo lo supo? – terminé por decirle
- Sasuke me dijo, claro, después de una sesión de tortura. Otra cosita, no tenías que esforzarte por ocultar que lo hicieron como adolescentes cachondos… mi pequeñin también me lo dijo en medio de gritos de dolor desenfrenados.
- ¿Usted… lo hirió?
- A él no, a su PSP unos golpecillos con un martillo y ya estaba suplicando de rodillas piedad e indulgencia.

Conclusión: TODOS los Uchiha dan miedo, si muestran su lado contrario, el lado oscuro del Señor Uchiha es aterrador.

- Mira Naruto – se levantó y caminó por la oficina mientras me invitaba a sentarme – no sé si Sasuke te ha contado, o tal vez tuvo la boca ocupada… no lo sé – enrojecí como un tomate, sabía a lo que se refería – pero Itachi y Sasuke son de madre diferente a la de Sai, Itachi es fruto de una relación así como la de ustedes. Espera un momento… – me miró directo a los ojos - ¿ustedes lo hicieron sobre la mesa? porque bueno, yo alguna vez sí, con la madre de Itachi… ah, ella era tan sensual y tenía un trasero de dioses. Un día cuando llegué a la oficina de su padre estaba con las piernas abiertas y… - me miró y sonrió – bueno, creo que no tienes que saber eso, ahora creo que necesitarás terapia, el caso fue que ella quedo en embarazo y… bueno, ella era muy mayor y yo era muy estúpido, y me casé. – Sonrió mirando a la ventana, era obvio que había vivido unos buenos tiempos con esa mujer – Por esas cosas de la vida Itachi llegó como dicen “con el pan bajo el brazo”, el punto de todo esto es que no soy nadie para decirte a ti o a mi hijo que no hagan esto. Te estarás preguntando el por qué no te despedí y en vez de eso eres mi vicepresidente.

La manera en la que estaba articulando todo era como una conversación entre un padre y su hijo, era cierto que el lado amable del Señor Uchiha era muy bueno, como se dice por ahí “por las buenas es bueno”, pero algo me decía que no todo sería así de fácil, con su última frase había leído mis pensamientos, era cierto ¿Por qué no me había botado si lo sabía? Sonrió y volvió a su sillón, desde ahí me pareció un sacerdote, tan viejo y tan sabio cuando nunca había lucido así, el Señor Uchiha siempre se vio tan joven como era, pero ahí se veía desgastado, pensé entonces que tal vez había pensado en esta conversación conmigo desde hacía mucho tiempo y eso me ponía mas ansioso que nunca.

- Bueno, te dije que si podías con Sasuke, podías con cualquier cosa y no me equivoqué. Además mi hijo se veía tan feliz, ahora está un poco decaído y sabrá Dios por qué, espero que el saber que no te sucedió nada lo ponga tranquilo, pero no entendí porque no quería hablarte ¿están discutiendo?

Le conté lo que me dijo Itachi, vi como se encolerizo de repente, luego suspiró mientras se frotaba la sien.

- Ese niño es terrible cuando se le da la gana, es como su madre, una maldita arpía, sè que la amé pero diablos... ella me aterra… a todas estas ¿tú qué haces aquí?

Sentí mis manos sudar profusamente, después de todas las dilaciones era tiempo de hacer lo que había venido a hacer, y casi, literalmente le estampé el positivo en la cara, lo miró detenidamente y sonrió.

- Vaya, vaya Señor Uzumaki – dijo mientras sonreía, tan parecido a Sasuke – aún si hubiera querido despedirte no hubiera podido
- Señor Uchiha, no es por ser oportunista pero… 
- Para tu tren cariño… ¿seré abuelo? Debe ser de  Sasuke, si no, te despediré
- ¡¡LO ES!! Estoy 10000% seguro
- De acuerdo – se levantó y me abrazó – bienvenido al lado oscuro de la fuerza pequeño ¿qué necesitas que haga ahora?

La manera tan amable con la que me estaba tratando me hizo sonreír, ni mi padre me hubiera tratado de esa manera. Así que el lado oscuro de los Uchiha  estaba más presente que el lado claro, Sai tenía un serio problema ahora, no me iba a meter con eso pero estaba seguro que sus mentiras e intrigas habían desaparecido casi por completo, o al menos no iban a estar relacionadas conmigo.

- Deberías ir a Canadá, ya sabes, decirle a Sasuke - negué con la cabeza, aun tenía miedo, no iba a ser despedido pero no quería que él cargara conmigo y con mi bebé. Sabía que era nuestro bebé, pero Sasuke era joven y su carrera estaba empezando a despegar yo no tenía ningún derecho de arruinarle la vida con eso, más aún cuando no sabía qué clase de sentimientos tenía hacia él. Lo quería, era evidente, pero también era evidente que ese querer era muy mediocre en comparación a lo que Sasuke esperaba de mí, tomé aire y solté la bomba.

- Lo que quiero que haga es que calle, que su pequeño no se entere, no quiero agobiarlo con esto, espero que me entienda, además que me acompañe a la ecografía.

Sonrió y una lagrima se asomó, no cayó, no, claro que no, él jamás dejaría que esas cosas sucedieran. De la misma manera que fui arrastrado por su hijo mayor al hospital, estaba siendo halado dentro del consultorio del obstetra, era una mujer, hermosa, y con un deje muy bonito, muy refinada, se parecia algo a Sai,  habia algo inocente en sus ojos.

- Cariño, mira – dijo el Señor Uchiha dejándome en blanco, esa mujer era la madre de Sai – él es el novio de Sauke, quiero que revises a su bebé
- Ah ¡¡el novio de Sasu!! – me abrazó fervientemente – tienes una cita conmigo, ven para acá

Me sentía como una marioneta, andando para un lado y para el otro, poniéndome esa batita verde tan fea, luego ese líquido frío y gelatinoso. Tenía los ojos cerrados, no quería empezar a enumerar todos los riesgos que mi pequeño milagro había corrido conmigo, me golpearía, tenía algo que ver con los Uchiha, así que también habría de dar miedo, de repente ella suspiró.

- No se mueve – dijo el Señor Uchiha.

Ella lo sacó, con una patada – literalmente – del consultorio, luego suspiró pesadamente mientras observaba el monitor. Yo, que había vuelto a cerrar los ojos, estaba impaciente de nuevo, luego ella rió y me dijo.

- Discúlpame cariño, no tenía conectado el audio – luego susurró quedamente – espero que sea eso, porque no escucho nada.

Ahí sentí que todo se me derrumbó, si mi bebé estaba muerto jamás me lo podría perdonar. Unos segundos después empecé a escuchar, sí, ahí estaba, sonaba fuerte y claro “Tum Tum Tum” eran rápidos pero constantes, era su corazoncito, estaba conmigo, en esa sala habíamos tres. Abrí mis ojos y lo vi, debo admitir que me fue difícil hasta que ella me mostró donde estaba, yo estaba más concentrado en escuchar como sonaba “Tum Tum Tum Tum”. Cada sonido, cada cosa, cada sensación, me conmovió, pude sentirlo, pude sentir como me llenó y como quitó todas mis inseguridades, fuera, sin embargo mi idea de no decirle a Sasuke estaba viva, tanto como mi bebé.

- ¡Qué alegría cariño, bienvenido a la familia!- ella se levantó y corrió para traer arrastrando al Señor Uchiha y mostrarle el monitor
- Señor, le presento a su primer nieto.
- Pero yo solo veo un bulto…
- ¡Lárgate de aquí entonces! Es cierto, que falta de cortesía, soy Hiroshi Azoora, la esposa de Fugaku. No soy la madre de Sasu… ella está en Estados Unidos pero es un sol de mujer
- Mentira – susurró el Señor Uchiha.

Salimos del hospital, yo estaba muy feliz, necesitaba estar tranquilo pero la sola idea de tener bebé tan pronto, de hacerme cargo de una personita adicional, además otra cosa, una cosa que me golpeaba la cara cada vez que se acercaba: Sasuke. Aunque aún tenía miedo, era mi responsabilidad decirle que iba a ser padre, no importaba cómo pero tenía que hacerlo. Tomé aire y me acerqué al Señor Fugaku.

- Señor…
- Déjame advertirte una cosa, Sasuke, al igual que su madre, es infantil, inmaduro, arrogante y sobre todo… desconfiado. Si vas a decirle lo de tu bebé, es mejor que vayas preparado para que te rompan el corazón. Sin embargo, tienes este resto de semana libre, te compraré los boletos, igual necesito que lo hagas, soy pésimo para guardar secretos.

Fui con Iruka, obviamente hizo fiesta y todo ese asunto cuando vio lo que él llamo “el frijol en el fondo oscuro”, por supuesto que después de decir eso se ganó un golpe de mi parte, era mi bebé, no un frijol, me hizo una malteada de chocolate y me dijo que me mimaría todo el tiempo. Aún no había decidido cuando viajaría, pensé en hacerlo en fin de semana, para no estar mucho tiempo allí ¿Se imaginan si lo hiciera? Me casaría con Sasuke por allá, sería algo terrible, bueno, no terrible sino algo un poco angustioso.


Jueves 12:30

Dormía muy tranquilo en la cama de Sasuke, abrazando su almohada cuando un golpe seco en la puerta, casi como una patada, me despertó de golpe, quería comer algo de hielo así que fui primero al congelador. Cuando abrí la puerta estaba Itachi con un semblante terrible.

- Itachi - san ¿estás bien?
- Nos vamos ahora, no soporto que mi ototo este así por más tiempo, empaca tu maldita maleta y nos vamos
- Pensaba irme mañana
- ¡NO, AHORA!

Tomé lo que necesitaba por varios días, las fotos y el resultado, tenía muy en cuenta lo que me había dicho el Señor Uchiha, si Sasuke era muy infantil entonces se tomaría muy mal la noticia del bebé, sin embargo pensé positivamente y seguí mi camino hacia el aeropuerto. Recordé la escena del aeropuerto cuando despedí a Sasuke, me sonreí por lo estúpido que había sido, si hubiera halado su chaqueta y hubiera dicho un simple “No te vayas” no estaría en este predicamento.

Tomé aire y me preparé para estar en el avión con Itachi durante mucho tiempo. La anticipación me estaba matando y cuando descendimos sabía que estaba todo listo, era hora de ver a sasuke.

********************* Continuará...Agún día**********************

Notas finales:

Bien chicos!! nos vemos en un mes... mas o menos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).