o de un trago para la oficina
- ¿Cuál beb-?
Su cara era una obra de arte, ojos y boca muy abiertas, debía decir que se veía fabuloso, tan maduro y centrado, claro que todos pensarían eso pero yo se que tienevideojuegos como un crio en ese apartamento suyo; debía despertar de mi trance al verlo, su pantalón ajustado, su camisa blanca sin corbata, con el saco en su antebrazo, todo aquello sumado a su cabello desordenado y sus ojos también fijos en mi, todo eso me volvia loco pero debía despertar, el era el hijo de mi jefe y no de cualquier jefe de cualquier empresa, esta era la oportunidad por la cual estudie publicidad, esta era la oportunidad por la que luche, pero sin importarme todo eso mis ojos no se separaban de el, se movían por toda su anatomía, finalizando en sus labios, quería botarme encima, besarlo como lo había hecho el dia anterior, dejar que me llenara de esos mimos tan dulces que me habían hecho sentir especial. sonrió nervioso, mientras se alejaba de la puerta para ingresar a la oficina, lo hacia con paso seguro pero se notaba que no lo estaba del todo, podría jurar que su corazón latia a mil por hora justo como el mio, después tragó saliva y se acerco formando un triangulo conmigo y su padre, que supongo, no sospechaba nada.
- Oh Sasuke, mi pequeñin, Naru -chan, como te decía el es mi bebé
- Mucho gusto, soy Uzumaki Naruto – dije fingiendo demencia.
- El gusto es enteramente mio – siguió mi juego.
Tomo mi mano, sus ojos profundos se accercaron lentamente hacia mi, pensé que iba a besarme, de hecho creo que estire un poco los labios, el sonrio de lado y me susurro “ ja, seguro voy a besarte con papá aquí, cuando se vaya, te tomare en esa mesa” señalo la mesa del señor Uchiha y se alejó dejándome con los ojos abiertos de par en par y con una risita nerviosa que me avergonzó mucho.
- ¿Qué se traen ustedes dos? – dijo el señor Uchiha
- Nada, es solo que el joven es muy amable – “mucho de hecho”
- Si padre, Naruto es un chico muy interesante, justo como esperaba de alguien del que me hablas tanto, pero llegue a pensar que se llamaba “Naru-chan”.
Vergüenza, solo eso podía sentir, todo se agolpo en mi cabeza y la sangre me bajo hasta los pies, el solo hecho que el señor Uchiha le hubiera hablado sobre mi a Sasuke era compresinble, el me dijo que era como su hijo, pero que le hubiera hablado de mi como “Naru -chan” era lo que me avergonzaba, mas aun cuando el “joven uchiha” y yo estuvimos revolcándonos como animales en celo durante los últimos dos días. El señor Uchiha sólo sonrio, entonces entró Iruka con unos papeles, distraído como siempre se choco de cara contra Sasuke, los papeles caen al suelo, y ambos se bajan a recojerlos. debo decir que fue tan comico cuando sus dos rostros se encontraron, el moreno le vio y le sonrio con autosuficiencia como tanto me gustaba y mi pobre amigo solo se quedo mirándolo, me miro, lo miro de nuevo
- Soy Uchiha Sasuke – dijo divertido.
- ¿U- Uchiha? ¿hijo del señor Uchiha? ¡¿Uchiha?!
Creo que estuvo en pánico unos dos minutos hasta que con cuidado le ayude a levantarse y le mire con dulzura pero con ganas de matarlo si decía algo, el más viejo solo sonreía, y el pobre Iruka aun seguía medio perturbado.
- Dices algo y te hago una vasectomía con este abre cartas – dije muy quedo mientras le pasaba los papeles y le mostraba el objeto cortupunzante en cuestion.
Iruka no tuvo mas opcion y solo asintió asustado y siguió como si nada, ahora eramos tres los que fingíamos demencia, obviamente el ambiente se puso tenso y mas cuando Iruka no paraba de mirarnos por separado a Sasuke y a mi, es como si tratara de hacer alguna conjetura, valga aclarar, sin resultado porque se quedaba como ido, organizábamos todos los papeles cuando Sasuke pasó detrás de mi y me nalgueó suavemente, yo dí un brinco y por reflejo le golpeé el hombro, el sonrío y guiñó el ojo, luego volteé y en ese momento las formas que estábamos organizando tenían mas color que yo, palido, si como un fantasma porque el señor Uchiha nos vio en nuestro jugueteo, duró en silencio como dos minutos en los que vi como el Uchiha mas joven re ordenaba la oficina a su gusto, un gusto mucho mas practico.
- Me da gusto que se lleven bien – dijo al fin.
- Si padre, nos llevaremos muy bien.
- Te mostraré las oficinas, hace dos años que no vienes aquí - dijo un tanto emocionado por el interés de su retoño.
- ¿ese chiquero? No muchas gracias, no quiero salir herido.
- Te equivocas, viniste antes que ese señor – señalándome – viniera, Naru es muy estricto y puede verse dulce pero tiene un timbre de voz impresionante.
- Sobre su voz… ya me lo imagino.
dijo eso con un deje de ironia ¡¿y como no iba a saberlo o a tan siquiera imaginarlo?! ¡Si estuvo escuchando mi voz durante los dos días anteriores! Y no propiamente un timbre de voz calmado, si no mi voz vergonzosa y es su maldita culpa, incluso me dijo que tenia un timbre de voz fuerte cuando estábamos haciendo aquello hace dos noches, de nuevo supe que perdi los colores, lo peor de todo es que el señor no se callaba.
- Además hace que tu hagas exactamente lo el quiere, incluso yo, es muy estricto
El moreno siguió sonriendo, era como si tuviera un plan malévolo en mente, lo único que yo podía pensar se resumio en lo que me dijo “cuando mi papá se vaya, te tomare en esa mesa ” un rubor muy leve empezó a instalarse en mis mejillas, sobre todo porque la puerta es de cristal, el solo imaginarme como diablos le haria para que no me vieran en esas poses con el, sonrei un poco nervioso, Sasuke por su parte, hablaba con su padre sobre algo que yo tenia un poco de idea.
- Te lo ruego Sasu - ¿Sasu? El señor cho tiene una idea equivocada, piensa en ese hombre como en alguien tierno, no como alguien que hizo marcas en todos los poros de su asistente – por favor, si le dices a tu madre ella...
- Va a hacer lo mismo que mi abue hara si sabe lo que pasó, no querrás que a abue le de un paro cardiaco, solo imagina, yo no se nada si tu no sabes nada.
- Y yo no se nada si la empresa no se cae justo en esta semana
- Trato hecho, ahora si, muéstrame esas oficinas
- Ya venimos Naru. - dijo el señor mientraas salia
- Si Naru, ya venimos – dijo mi nombre con voz semi seductora, me ruborizo, definitivamente quiere seducirme.
Asiento mientras se van, ya calmado me sente a pensar un poco, la palabra “casanova” me golpeo en la cara, entonces recordé lo que dijo
“lleva señoritas todo el tiempo en su auto deportivo”
Señoritas, ¿soy una señorita para él? ¿soy uno mas en la lista? No quería ser dejado, ese tipo de pensamientos me golpeaban una y otra vez , la idea de ser tratado mal de nuevo me lastimaba y ocupaba mi tiempo, Kiba empezó a caminar en mi cabeza, negué un poco tratando de sacarlo, recordé lo que me había dicho: “tu no me gustas, no se en que estaba pensando cuando decidi estar contigo en primer lugar, fue un error, lo siento, te falta pasión, necesito alguien que pueda ser zarandeado y tenga carácter, esto es un adiós, espero no volver a verte” sin pensar mucho en ello me sorprendi a mi mismo llorando, no me agrada llorar, ni cuando estoy a solas pero esas palabras aun me apuñalaban, tratando de sacar todo eso de mi cabeza me senté a grapar unas hojas, como media hora después , entraron los dos Uchiha riendo y retozando como un par de venados.
la risa de Sasuke me parecio, por demás, tan sensual, recuerdo haberlo escuchado esa noche riéndose cuando estábamos hablando en su sala de estar, de hecho era tan sensual que podría jurar que me le abalanzaría allí mismo si no fuera por el señor Uchiha, sonrío de lado y me dejo llevar hasta que siento un dolor punzante en el dedo índice y veo unos lindos documentos grapados a mi, las carcajadas de Sasuke de nuevo y su mano amable tocando suavemente, suelta con la misma suavidad la hoja y el gancho de mi piel, sangra, asi que me lleva a la sala de café donde esta el botiquín de primeros auxilios
- No creo que seas tan torpe, a menos que lo fueras a proposito
Necesitaba decirle, preguntarle si realmente le importaba lo que había ocurrido, hablar tan tranquilamente sobre eso, respire profundo, por el dolor del alcohol en mi herida y para calmarme y poder decirle lo que tenia en mente.
- Joven Uchiha
- Oye, ¿Qué pasa con esa formalidad? Dime Sasuke o Teme, como ayer – se acerco a mi oído – incluso puedes llamarme “papito” con esa voz tan sensual que tienes.
Me rio descarado, pero recuerdo a lo que iba.
- No, espera, antes que intentes seducirme o algo asi, necesito que me digas ¿Por qué me mentiste?
- ¿mentirte? – dijo y le coloco la venda y la apretó haciéndome saltar de dolor
- Si, tu papá me dijo que…
- Nunca, pero nunca inicies una frase con “ papá dijo ”
- De acuerdo, el caso fue que me mentiste, te pregunté si siempre traías gente a tu apartamento y me dijiste que no, tu papá me dijo que siempre llevabas a tus conquistas en tu deportivo tuyo.
- Espera, ¿estás de mal humor porque no te lleve en mi auto deportivo? Puedo darte un paseo ahora
- No es eso… es que… err .
Me miro fijo, sonriente y con ese bello semblante suyo, no estaba angustiado, o era un descarado o estaba tomándome mal las cosas, entonces me sonrío y me besó casto y dulce
- Ya se, eso es porque papá no esta de acuerdo con que me gusten los chicos, le dice a todos que soy un casanova
- ¿a todos?
Carcajeo y me tomo de la mano, caminamos asi hasta salir de la “zona desierta” osea ese pasadizo entre la sala de café y los territorios de los oficinistas luego me solto para caminar con calma, su explicación me olia a mierda pero si lo pensaba tenia razón, yo soy un chico guapo y todo aquello, tal vez el señor Uchiha no me quiere como yerno, me carcajeo un poco, Sasuke me mira y me sonríe, yo le sonrio de vuelta, es bueno tener esa química,"me da gusto que seamos amigos", eso pensé .cuando me di cuenta estaba siendo dirigido hacia la pared del pazadizo con fuerza, chocado de espaldas y besado sin compasión, nuestros labios y lenguas danzaban y su pierna choco con cierta parte de mi cuerpo, no una, no dos, no tres, todas las veces que quieran, estaba sin oxigeno y estaba empezando a gemir como si fuera una zorra, a el le gustaba, porque seguía con el toque sobre mi cuerpo, tenia sus manos en mis nalgas, masajeando y yo muriendo ahí mismo.
- ¡Naruto! – escuchamos a lo lejos a Iruka.
Cuando llego nos encontró, pero no en lo que hacíamos, Sasuke aun me tenia contra la pared pero estaba “examinadome”
- Creo que ya no tienes nada ya no veo el mugrecito
- Pero aun me duele el ojo – dije siguiéndole el juego, solo esperaba que no notara nuestros labios hinchados
Iruka ladeo un poco la cabeza como un animalito que no entiende, luego sonrio.
- El señor Uchiha te esta llamando.
Volvimos a la oficina, casi sin hablar nada, pude ver que el otro estaba de nuevo de mal humor, mientras caminábamos me convencia una y otra vez que tal vez a el le importaba, me refiero a que sus ganas por tomarme le superaban, eso lo tenia frustrado y nada mas. Tenia ese pensamiento en la cabeza mientras caminábamos rozando los dorsos de nuestras manos, en fin cuando entramos vimos al señor Uchiha que estaba hablando por teléfono, Sasuke empezó a dar vueltas a la oficina como un león enjaulado, me entro pánico, lo mas seguro era que cuando el su padre se fuera me botaria sobre la mesa y me lo haría muchas veces, me sonrojé y esperé que él no lo notara.
- Deidara llamó, Naru - chan, lamento meterte en este apuro pero tienes que ir a la agencia y supervisar junto con Sasu la sesión de fotos para “J. amore” asi podre ver si puedes ocuparte de eso – yo asentí pero el estaba esperando a Sasuke - ¿Sasu me escuchas?
- Ah, si si , espera ¿no te vas ahora?
- No cariño, aun no, mi vuelo sale a las ocho
- ¡¿de la noche?!
- ¿querias quedarte con la empresa aun cuando no sabes nada? Puede que Naruto sepa sobre esto pero tu no sabes nada aun
Molesto, claro que sí, Sasuke estaba esperando a que nos quedaramos solos, me sonreí y asentí de nuevo, tome mi saco y le dije que nos fueramos, naturalmente siempre el jefe es el que conduce, yo no se hacerlo, de hecho cuando iba a aprender accidentarlmente arrollé a alguien entonces nunca mas volvi a intentarlo, bajamos al estacionamiento y ahí estaba el famoso “deportivo marca Uchiha” si, había oído con anterioridad que las secretarias hablaban sobre eso, que soñaban y deliraban con sentarse en ese auto de dos asientos, no era la gran cosa… miento ¡claro que era la gran cosa! Un alfa romeo ultimo modelo, color rojo, asientos de cuero blanco, tablero con iluminación independiente, aire acondicionado, doble árbol de levas, un precioso diseño aerodinámico, ese bebé rugiría claro que si y por dios ¡era descapotable! Actue por supuesto como si no me importara pero quería deslizarme allí dentro y ser transportado en ese bello automovil, Sasuke oprimio un botón y puertas se abrieron, me dirigió una mirada indescifrable y me monte en el auto.
- ¿Hacia donde señor Uzumaki?
- Err, vamos hacia la zona industrial.
Me sonrio y yo le sonreí con un poco de incomodidad, “muévete un poco que acomodare el espejo” me dijo eso por dios que me dijo eso no se como termine de nuevo debajo de el en el asiento del copiloto siendo acorralado, besado tan humeda y sensualmente, el estaba buscando la manera de desvestirme, yo estaba evitando que encontrara mis botones porque seria el fin si encuentra mis pezones o los botones de mi camisa, sin embargo mis esfuerzos fueron infructuosos porque abrió suavemente mi camisa por debajo, subio sus manos a mis pezones y empezó a masajearlos, empece a mover mis caderas un poco buscando un toque que no se me había perdido, ahí en ese estacionamiento cualquiera podría vernos, a el no le interesaba, es mas estaba ahí besándome tan sensual y tocando muy descaradamente mi bulto sobre el pantalón, sentí que estaba empezando a mojarme, saco su mano de allí y choco nuestros miembros por sobre el pantalón, deje de evitar que abriera mas mi camisa y baje a su pantalón.
- No, no vas a romperme otro pantalón
- Lo hare con calma idiota, dame un segundo
Milagrosamente funciono, ya estábamos tocándonos sobre los bóxer, estaba mojado y duro, quería mas de eso, su boca era agil y podía hacer muchas cosas al tiempo, besarme y tocarme de esa manera tan lasciva, gemia y toque su trasero mientras sentía como movia sus caderas haciendo el roce tan dolorosamente bueno, lastimosamente de nuevo me cachetea la palabra “casanova” y “señoritas en su auto deportivo”, no quería ser la puta.
NO – digo apartándolo de mi – es importante esto.
- Que aburrido eres – dijo besándome de nuevo – pero ya sabes, mi carro
- Si ya se “ tu carro ,tus reglas” – lo aparte de nuevo, un arrepentimiento leve, un beso húmedo de nuevo – pero déjame decirte, no puedes tratar de tomarme todo el tiempo.
- ¿Porque no? Quiero escuchar como gimes mi nombre – eso ultimo lo dijo en mi oído rozándose un poco conmigo.
- ¡Arranca el maldito automovil! – dije totalmente avergonzado y mirando a la ventana
- Vaya mi papá tenía razón, todo el mundo hace lo que el señor dice.
Dejó salir una risa muy sensual, pero estaba enfadado, yo también podía enfadarme, le mire de muerte, mi miembro dolia porque estaba demandando mas “Sasuke”, bufó, se limpio – por que el también estaba muy mojado, de hecho estuve a punto de mandar todo a la mierda y montármele encima otra vez – se subio su pantalon y encendio el auto, salimos de la empresa, fue como si algo cambiara, porque ya no me sentía avergonzado, quería preguntarle muchas cosas pero casi todo el tema se había agotado ayer mientras estábamos en la cama, sonrio un poco por el rato tan ameno cuando noto su mano en mi muslo
- ¿pero que diablos?
- No lo tomes a mal, necesito que entiendas, todo lo que dice papá sobre mi debes filtrarlo cuidadosamente, el dice cosas por decir
- Realmente no ha hablado sobre ti
- Eso es porque soy su oveja negra, cuando habla de Sai sus ojos brillan.
- Tu hermano, lo conozco, no se parecen
- Somos de diferentes madres
Ahí la conversación murió, encendio el radio y mató el ambiente tenso mientras sonaba algo de “keane” no sabia que era de ese tipo de persona que oia rock, pensé que tal vez oia clásica por su estatus social, o que solo jugaba videojuegos, me sonreí, y observe como cantaba en voz baja la canción
“Is it any wonder that I'm tired?
Is it any wonder that I feel uptight?
Is it any wonder I don't know what's right? ”
Lo observaba de reojo, disfruté de sus susurros con ritmo, tenia una prometedora voz, suspire por lo bello de la escena, llegábamos a la agencia de publicidad “cube ´n art” le dije que se estacionara allí y bajamos del auto, toco mi trasero cuando paso por mi lado haciéndome respingar y dando una carcajada grave, parecida al ladrido de un mastiff, profunda y arenosa, que me hace carcajear con vergüenza, entramos y Deidara me sorprende con su nuevo corte de cabello, una palabra: ¡¿PORQUE?!.
- ¡Naru! Mi naru.
Otra carcajada por parte de Sasuke, Deidara me dice eso todo el tiempo pero ahora le sumo otra vergüenza a la lista de las cosas que el moreno a tenido el infortunio de conocer sobre mi, además de todas las cosas extrañas que hice los dos días anteriores. Deidara me da un abrazo y me invita a seguir.
- oye... una pregunta - dice él cuando Deidara ya esta lejos.
- sueltala.
- ¿es tu hermano o algo asi?
- somos primos.
asiente con la cabeza y se queda un minuto viendo los cuadros y dibujos que hay en el pasillo, Deidara me sonrie de lado tan juguetonamente como siempre, y luego va a hablar con Sasuke, mientras estoy libre veo que se acerca Sasori, el es mi amigo de la infancia, es mas grande que yo, unos dos años pero es un buen amigo.
- Hey you! – me dice con sus brazos y con una sonrisa muy abierta
- Hola niño malcriado – es al único que le digo esas cosas - ¿Qué haces?
- Soy el modelo
Siento una presencia maligna tras de mi y en efecto la presencia viene de Sasuke que me mira penetrantemente, esta enojado ¿estara celoso? Me rio un poco, siento que ya asumi que sere un juguete para el a tal punto de pensar “¿quieres jugar niño? Juguemos entonces” con estos pensamientos me mantuve tranquilo durante mi conversación con Sasori, sabia que todo iria de maravilla, pero no sabia porque estaba tan seguro, fue a cambiarse y mientras estaba esperando que empezara la sesión me llego un mensaje de texto
“eres mio”
Eso realmente me asusto, volteo y lo veo aun con el celular en la mano, después sonrio abiertamente y me mando un beso, esa sesión se me haría eterna.
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CONTINUARÁ... ALGÚN DÍA