o de un trago con muchos matices
- ¿Sai? - dije mientras el me miraba indescifrablemente - ¿de que diablos hablas?
Para mi el lucir inocente me ayudaba a prepararme para golpearlo si al caso me hacia algo, era algo que había aprendido durante años , estaba realmente listo para atacar, pero de repente solto una carcajada que me recordó a Sasuke de una manera muy aterradora, entonces bajo de la mesa y aplaudia mientras reia, al parecer estaba emocionado, yo no sabia porque, luego simplemente se volvió a sentar en el escritorio de su padre.
- Es que sucedió algo asi en una porno que vi, pensé que funcionaria
¿que? ¿en que maldito universo algo asi sucede?
- ¡¿una porno?! – dije levantándome de mi silla – eres muy pequeño para ver eso.
Hizo un adorable puchero y camino hacia la puerta de la oficina, me miro directamente a los ojos y salio diciéndome que volveria mas tarde, me dedico una dulce mirada y lo vi desaparecer por el pasillo y perderse en el elevador. me quede ahí confundido, por un lado eso que acababa de suceder se atragantaba en mi garganta y no me dejaba ni digerirlo ni escupirlo , por el otro lo ocurrido con Sasuke era una amalgama en mi estomago, me llenaba de una espesa saliva la boca y me arruinaba cualquier tipo de buen pensamiento que se me atravezara por la cabeza, sin embargo debía pensar las cosas antes de hablar con el, antes de dejarle las cosas claras, no deseaba que tuviera una idea errónea, no quería que pensara que podía jugar conmigo, no era su maldita bola de estambre, todas esas cosas me quitaron el hambre, fue como si me diera indigestión, tenia mucha hambre y luego no. Suspire y espere a que el tiempo se moviera y podría asi irme a casa, habían pasado dos horas y ya tenia todo listo, hasta mi sentencia de “señor primavera” ya estaba firmada, me estremeci, realmente tenia mas ganas de un lavado intestinal que de ser “el señor primavera”, decidi caminar por la oficina en círculos, como un león enjaulado cuando Sai entro de nuevo a la oficina.
- ¿Naruto - san tienes hambre? – dijo mientras entraba con su dulce sonrisa.
Negué con la cabeza pero el ruido vergonzoso de mi estomago me delató, definitivamente cuando mi cuerpo quería avergonzarme, lo hacia sin tapujos y dejaba mi dignidad por el piso,la verdad era que no quería estar cerca a un uchiha, pero ya que mas daba, sonreí amablemente y recoji todos los papeles, no volveria a la oficina hasta el final del dia a los veinte minutos ya estaba listo y de reojo vi como Iruka me clavaba la mirada mientras me iba con el hijo menor.
- ¿Dónde vamos? – dije mientras bajábamos al primer piso
- Cocinaré para ti Naruto- san, vamos por supuesto a mi casa.
Freno de emergencia, la experiencia me decía, no, me gritaba que ir a la casa de un uchiha era como ir acostarse en su cama asi que cortésmente le dije que no, lo hice con todas mis fuerzas, resistiendo sus pucheros adorables y lo lleve a un restaurante algo cerca de la oficina, pidió una pizza de carne y una gaseosa, en efecto era un niño pequeño sobretodo por la manera en la que enrollaba la pizza a forma de burrito para comerla, se ensuciaba , si ,pero era realmente adorable, siendo solo cuatro años menor que yo, parecía ser aun mas tierno que mi sobrino de cinco años.
- Señor Uzumaki – dijo sonriendo - ¿sales ahora con alguien?
- No, termine con mi pareja hace una semana – dije.
fue curioso pero no me causo dolor, la sensasion era neutra, no había pena alguna, no había nada, fue como si hubiera sanado muy rápido, por un lado eso estaba bien, por el otro, era preocupante, sin embargo sonreí amablemente, el hizo una mueca extraña y siguió comiendo, se veía un poco extraño ahí perdido, me sonrio y todo empezo a fluir otra vez. Todo iba muy bien y de repente un mensaje de texto de Sasuke:
“hey ¿estas solo? Necesito hablarte”
- ¡¿pero quien se cree?! – grité levantándome de la mesa al tiempo que la golpeaba con la palma.
Todo el mundo miraba la mesa y con ella a Sai que estaba muy sorprendido, me sonrojé como un tomate y me sente pidiendo disculpas.
-¿Qué ocurrio? – pregunto,con su cortesía tan acostumbrada
Le mire y sus pupilas estaban penetrándome, esculcándome, negué con la cabeza mientras decía “un pequeño problemita en la empresa” me sente y la comida siguió como si nada, cuando acabamos la comida eran por ahí las cinco de la tarde, estaba tranquilo, asi que camine con Sai hasta la empresa, reíamos porque su humor era – y es – muy inteligente. Como fuera, todo empezó a complicarse cuando en la entrada del edificio vi el “deportivo marca Uchiha” ese deportivo me lleno la cabeza de todos los recuerdos - nada pudorosos - que tenia con Sasuke ahí dentro, dichos recuerdos me hicieron sonrojar fuertemente.
- Naruto - san ¿enfermaste de repente? Estas muy rojo.
Tan inocente, pensé, y sonreí , ambos cruzamos la calle y entramos, como era de esperarse había un revuelo impresionante y dos figuras sentadas en la entrada de la oficina central, Sasuke con otro chico, tendría a lo sumo unos treinta años, estaban hablando muy amigablemente, de repente Sasuke me taladra con la mirada, ahí decidi poner el freno de nuevo, algo no andaba bien.
Ese imbecil me miraba intesamente, me desnudaba, yo era como un libro abierto para el, sentí por un minuto que el podía leer mis pensamientos y que sabia exactamente lo que pasaba por mi cabeza, en algun momento su mirada se paso a Sai que lo asesinaba lenta y tortuosamente
- Pensé que mi padre no te tendria tan ta confianza como para dejar a un desastre a cargo, por suerte Naruto - san esta aquí para ayudarte, ya se habría caído la empresa.
¿Eh? El ambiente se habia puesto realmente tenso de repente, la persona adicional y yo no entendíamos lo que sucedia, o almenos eso creía, mi hipótesis se derrumbo cuando el adicional hizo un gesto de total resentimiento.
- Si hablamos de desastres, tu - señaló a Sai- eres uno de magnas proporciones, realmente no puedes hablar sin lastimar a Sasu.
“Sasu” esa molesta voz fue la que oi en el teléfono, de nuevo esa horrible amalgama en mi estomago, cerre con fuerza mi mandibula y apreté mis puños, una ira terrible se apodero de mi,. quería verme para mostrarme a su nueva conquista, eso fue lo que pensé, luego mi cuerpo se movio solo, me acerque a Sasuke y le di una cachetada. Sali de la oficina zapateando con fuerza, cuando llegue a casa volvi de nuevo a ser yo, no recuerdo como llegue a casa, no recuerdo ni siquiera el trayecto, saque mi celular y vi una carpeta de mensajes a rebosar, todos eran del uchiha mas grande, solo uno era del uchiha pequeño
“Naruto - san ¿Qué ocurrio? Espero que estes bien, buena noche ”
Me ahogaba en un mar de dulzura mientras me iba a dormir, recordando que al dia siguiente estardía incursionando en el mundo del modelaje.
Mañana, Siete de la mañana y yo vestido como blancanieves en versión “masculina”, Deidara me arreglaba personalmente, me sentía como una maldita muñeca, no solo eso me exasperaba, los otros tres modelos lucían realmente masculinos con exelentes prendas de un corte fabuloso, una tela pesada y varonil, sobre todo en poses y escenarios propios de un individuio con cromosoma xy , pero no, yo no, tenia colores suaves, en medio de un bosque casi que al lado de Bambi, con ropa vaporosa y muy tierna.
- ¿Qué diablos sucede aqui? – le dije a Deidara, quien me colocaba una mariposa artificial en el cabello - ¿Por qué me pasa esto? Yo se que no parece pero ¡soy un hombre, un jodido hombre!
- Si – dijo sonriendo – pero es el concepto.
- ¿por que? Osea, Sasori, Hidan Y Kisame se ven muy masculinos, yo no, exijo igualdad Deidara.
- Bueno... ellos son ÉL invierno, ÉL verano y ÉL otoño, tú eres LA primavera… es simple lógica cariño, ahora ve y siéntate en el ciervo de ahí, luciras adorable.
Hice todo, absolutamente todo lo que me pidió, vestirme con ropa casi de mujer, posar con animalitos del bosque, algo de "actitud kawaii", todo en esos fondos tan horribles, no es como si odiara el rosa, vamos, soy un chico, parecía una hermosa mujer, terriblemente mi figura femenina era muy adorable, me asuste de mi mismo, el caso fue que hice todas aquellas cosas vergonzosas , yo tenia la vaga esperanza de que al complacer a mi primo y podia terminar muy rápido para irme a casa, a mi hogar sin contratiempos, pero la vida me odia y lo demostró haciendo que Sasuke apareciera como un demonio en la agencia, entro como el rey, entre venias y saludos formales, el maldito lucia fresco mientras a mi me tapaban las ojeras por el cansancio y el estrés, sonreía a diestra y siniestra, no quería que me viera asi que corri a mi vestidor, aprovechando que debía cambiarme por ultima vez. Todo iba muy bien, me crei a salvo y empece a quitarme toda aquella ropa horrible.
- Asi que estas evitándome – dijo
Entro de algun modo, era casi como un ninja, no, era el demonio, lo mas probable era que había atravezado la pared, estaba casi desnudo y vergonzosamente mi ropa interior era de patitos asi que estaba sonrojado como un tomate.
- No lo hago – dije lo mas calmado posible
- Asi que solo me golpeas y te vas entonces.
- No te golpeé.
- ¡me vale una mierda!
Eso me hizo voltearme, ya estaba detrás mio, tomo mis labios fuertemente, mis muñecas estaban siendo aprisionadas con una de sus manos, mientras que con la otra me acercaba mas, tuve miedo, mucho, pero no lo demostre, mordí sus labios, el se separo de mi fuertemente, lo golpee de nuevo.
- No se que es lo que te pasa, pero te echaré la policía si vuelves a hacerme esto
- ¿que? Hace dos días que estuvimos revolcándonos y creeme que fue lo mejor que he hecho, ¿Qué cambio? Pensé que nos estábamos entendiendo.
- ¡que te jodan Sasuke! Yo no soy tu puta, puedo elegir en que maldito momento abrir mis piernas y contigo no sucederá, no otra vez.
Tenia los ojos abiertos de par en par, miro hacia los lados, yo había terminado de vestirme.
- Me lastimaste – dijo volteando hacia la puerta – al parecer realmente eres una puta.
Corri hacia el, no tenia el mas minimo derecho de decirme eso, yo no era una zorra como el decía asi que cuando lo alcance le di un golpe que lo dejara sin dientes al menos, lo bote al piso y corri, el me siguió para continuar con nuestra pelea, Sali de la empresa, luego hablaría con Deidara y le explicaría todo, en la calle me volteé Sasuke estaba ahí, estaba gritándome cosas hirientes, de repente se cayó, abrió sus ojos y corrió hacia mi, yo me movi pero todo se cortó, sentí un duro golpe, un zumbido y todo fue silencio después.
Me deslizaba en un manto blanco y suave , luego abri mis ojos, techo blanco, eso fue lo primero que vi, mire a mi lado, una intravenosa ¿que habia pasado? un hospital, eso era todo y estaba Sasuke ahí, recostado sobre mi camilla, definitivamente estaba en un hospital, el que había pasado era ahora bastante lógico, un auto me arrollo, punto. pero no esperaba ver a Sasuke asi, su imagen de el corriendo hacia mi con sus ojos medio llorosos, realmente angustiado, era una bella imagen, pero era muy obvio que el sentía culpabilidad, si yo moria seria por su culpa, o al menos eso pensé mientras trataba de averiguar que era lo que tenia mal.
Pasaron dos horas hasta que la enfermera vino a revisarme, no quiso mover a Sasuke, y había que admitir que la entendí, parecía un angel ahí durmiendo.
- Estuvo despierto toda la noche
- ¿eh? ¿Cuánto dormi?
- Dos días, este chico no se despego de ti durante el tiempo
Me había roto un brazo y un poco la cabeza, estaba bien, en esos momentos estaba mejor, sonreí, tenia hambre pero no deseaba despertar a ese idiota, por alguna razón me sentía culpable de que el estuviera ahí, a mi lado.
“La vida tiene diferentes caminos para la gente, la mayoría encuentra su camino tratando de huir de él”
De repente las palabras de mi padre cobraron un sentido enigmático y una rapsodia de sentimientos y pensamientos distintos me inundaron, solo pude sentarme lo mas derecho que podía y esperar a que todo se desenvolviera, no huiría mas de lo que fuera que me preparara la vida, supuse entonces que además de correr riesgos debía ser cuidadoso, no solo porque acababa de ser arrollado por un camión, sino por que todo esto sucedió por no tener en cuenta mis limites como persona, como hombre, como un simple empleado incluso, el haberme enrrollado con alguien como sasuke, e incluso solo por ser él era la prueba clara que después de Kiba había perdido mi norte, pensando esas cosas me quede dormido.
- Sí, si papá, Naruto esta bien,(…) si, Sai fue a ver la oficina (…)no, realmente no armamos problemas(…) es obvio que Itachi arma mucho problema, ellos dos no se soportan (…)espera, creo que el se está despertando, hablamos luego.
¿Qué era aquello? Sin duda era la voz de Sasuke, hablaba con el señor Uchiha, no tenia ni idea de lo que estaba sucediendo, primero tenia aun esa horrible masa en el estomago que no me dejaba en paz, además de tener la sensasion de ser un maldito hijo de puta por causarle problemas a Sasuke cuando no tiene nada que ver conmigo, soy solo el amigo sexual, escuche pasos a lo lejos, se preguntaran porque si estoy despierto no abri mis ojos, la respuesta es simple, quería oir todo lo que fueran a decirle a Sasuke para saber asi que me depararía el futuro. Como fuera, los pasos se hicieron mas fuertes y una voz cordial saludaba.
- Doctor, se encuentra dormido aun – dijo el azabache con un tono extraño en la voz
- Bueno, señor uchiha, el joven Uzumaki ha tenido muchas heridas recientemente, pero me preocupo un poco la herida en la cabeza, era una herida interna, antes del choque de hoy ¿sabe usted como pudo haberse dado la lesion?
- El… participo en una pelea callejera
- Wow, no tiene pinta de ser un mal chico
- No lo es – dijo medio irritado – ¿que mas doctor?
- Ah si, bueno se han solucionado esos problemas, pero si no hubiera venido, probablemente hubiera muerto, tiene mucha suerte.
Después de lo que dijo el medico fue todo silencio, se que ese tipo se fue porque no le escuchaba, hasta crei haberme quedado solo en la habitación, luego de unos minutos en los que solo se escuchaba el ruido externo pude sentir calidez en mi mano.
- ¿oyo eso señor uzumaki? – dijo sasuke en mi oído – tuvo mucha suerte, no me imagino que hubiera sido de mi si murieras… - rompió en llanto mientras sostenia mi mano con fuerza.
Fueron varios segundos en los que dude si despertar o no, si abrir mis ojos y sonreírle o no, estaba muy confundido, tenia el descaro de llorar ahí, de esperarme en el hospital, de alegrarse por mi vida , el tenia todas esas atenciones cuando estaba engañándome con otro, de nuevo la ira que iba siendo atenuada de nuevo por sus sollozos, me partia el alma, me hacia débil, ya se había calmado todo, al menos no lloraba como un bebé, empezó a acariciar mi cabeza como si de un animalito se tratara
- Siempre tengo la mala suerte de que lo que amo se me arrebate, no lo soportaría, tu alivias mi soledad, tu llenas mi vacio.
Solo tenia que despertar, ansiaba que me dijera aquello a la cara, pero ya no podría hacerlo, tenia lagrimas en los ojos, por mas que quisiera la vergüenza me mantenía fingiendo estar inconciente mientras me decía todo aquello, demasiadas cosas para un solo dia, probablemente necesitaría – al salir del hospital – un trago muy bien cargado.
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bien... esto fue como un capitulo de maría la del barrio... solo falto que sasuke le gritara ¡Gata! a sai...