Whisky
o un trago para formalidades
- ¿No estaras ocupado verdad? – dijo mientras sonreía.
Un sudor frio caia por mi espalda, sin embargo sonreí, le deje pasar directo a la sala donde no estaba tan desordenado, ahí estaban algunas flores, el jugo y otras cosas que me habían traido, sobre la silla note entonces algo terrible: la chaqueta de Sasuke descansaba sobre el espaldar de una de las sillas del comedor, supe que el poco control sobre mi que había logrado adquirir había desaparecido y entraba entonces en un estado de pánico silencioso. Sonreí y con cuidado quite la chaqueta y la lleve a mi cuarto… ahí recordé el porque estaba tan nervioso, la visión de mi amante aun dormido, enredado en las sabanas y con el cabello desordenado - como solo una buena sesion de sexo logra desordenarlo - era, por demás, muy maravillosa, sonreí y me pedi perdón por acabar con aquel espejismo bello. trate de despertarlo sin hacer mucho ruido, como no funciono solo pude halar la sabana bajo él y hacerle caer al piso. El golpe fue sordo pero basto para tenerlo aturdido un tiempo, ese tiempo fue suficiente para acercarme y taparle la boca antes de que soltara cualquier alarido o grito en señal de protesta, me miro como si quisiera matarme luego las circunstancias me justificaron.
- ¿hey Naru, esta todo bien? – dijo el señor Uchiha a la distancia.
Desde ahí ya no era el único que estaba palido, a Sasuke se le dibujaron ojeras inmediatamente, su pulso y su respiración se acelero, también estaba en pánico, hasta llego a cachetearse, lo que fue bastante gracioso.
- ¿Quieres que valla hacia alla? – dijo – es que no respondes.
- ¡¡NO!! Err, estoy poniéndome ropa, n-no p-uede venir.
Sasuke me tomo por los hombros, su mirada me estaba atravesando, de repente un beso suave y un abrazo.
- Calmate – dijo – me visto rápido ¿Dónde puedo esconderme mientras tanto?
- Errr el baño, e-es una buena opción.
- Falso, si lo pensamos bien, será difícil para mi salir sin ser visto del baño.
Me sorprendio lo imperturbable que se veía en esos momentos, recordé la palabra mágica “casanova” supuse que estaba acostumbrado a huir, de esposos, novios, padres, todo tipo de autoridad de la cual debe ocultarse, sonreí fríamente, mi ultima intención era arruinarme el dia con ese tipo de pensamientos pero no podía evitar sentirme uno mas, me sonrio y tomo su ropa.
- El armario de los abrigos… ¿puedes distraer a papá mientras corro hacia allá?
Nos vestimos muy rápido y lleve al señor Uchiha a la cocina, con la excusa de prepararle un café, pude ver como una mata de cabellos negros se movia como un ninja y entraba al armario que estaba muy cerca de la puerta, me sonreí y continue hablando con el señor Uchiha.
- ¿Sabes Naru? Yo te quiero como un hijo – se quitaba el saco y se disponía a ir hacia el armario, sudé frio – me preocupas , de hecho Sai me dijo que hace unos días estabas desconcentrado ¿está todo bien?
Estaba palido, le sonreí y le arrebate el saco para dárselo a Sasuke adentro del armario, me lo recibió y lo arreglo, ya estaba vestido y me sonrio muy pero muy seductoramente.
- por otro lado no sabia que se veian muy seguido.
Sentí un aura oscura salir del armario, sabia que Sasuke podía escuchar todo, pero si el era un casanova yo podía seguir teniendo amigos, aunque obvio era diferente, si se sentía celoso por algo asi, no le daría el gusto de alejarme de su hermano, pensamientos totalmente revueltos pasaban por mi cabeza, pero yo solo asentí.
- No es como si nos viéramos mucho – me defendí un poco – él es un gran chico.
- Es un buen niño, si solo Sasuke o Itachi pudieran ser como él.
un gruñido por lo bajo y una risilla de mi parte, el otro en el armario estaba enfadado.
- Lo siento señor Uchiha, Sasuke es demasiado diferente, no puede pedir que todos sus hijos se parescan, por ejemplo ayer vino Itachi - san y…
- ¡¿QUÉ?! Lo siento mucho, lo siento mucho … dios al parecer solo te causo problemas, todo lo que te halla dicho chi - chan es mentira, el solo lo hace por que es un chico caprichoso, aun no acepta que ha entrado a la edad madura ¿sabes?
La velocidad con la que decía eso era directamente proporcional a lo desesperado que estaba, yo me carcajee y tome su hombro, Itachi no era malo, solo era algo ... extravagante y yo entendia eso, lo que no entendia era la reacción del señor uchiha, básicamente estaba acostumbrado a pedir disculpas por el comportamiento de sus hijos, especialmente de ese tipo. supongo que mis gestos le calmaron porque empezó a reírse muy animado, entonces sucedió, la puerta del armario se abrió lentamente, había menos de 3 metros entre el padre y el hombre en el armario, trate de seguir el ritmo de la conversación y sonreir. como un ninja – realmente un gran ninja – Sasuke se deslizo entre la puerta y la silla con los zapatos en la mano y salio de la casa, no sin antes mandarme un beso.
- ¿Eh? ¿Qué pasa Naru ? Te quedaste mirando hacia la puerta.
- Es que crei haber escuchado algo.
Asi se pasaron al menos dos horas, el señor Uchiha me hizo conversación y no me dejo aburrirme, pero siempre tuve en la cabeza esa palabra.
“yo te quiero como un hijo”
El solo hecho que alguien me dijera eso me hacia sentir bien, además de eso que viniera a visitarme a mi, solo porque soy su asistente y el no era cualquier jefe, era lo que se llama “el dueño del aviso” me hizo sentir querido, mas de lo que mis padres o mis hermanos me habían querido nunca, sonreí durante todo ese tiempo, no nombre a Sasuke, no quería llenarme de cucarachas la cabeza, quería estar tranquilo, por eso cuando el señor Uchiha se fue volvi a mi cama a dormir, no la tendí, no arreglé nada, pero podía sentir la tranquilidad.
- Hey Naru .
Iruka había llegado a casa. No tenia la mas remota idea de cuanto había dormido pero había sido un sueño reparador, abri los ojos con pereza y Sali a saludarlo, me acomodo unos cuantos mechones mientras él desenvuelve la comida, mientras le ayudo el suelta una risilla.
- Ya ¿me vas a decir que es lo que pasa?
- Me invitaron a salir mañana.
- ¿huh?¿quien?
- Kakashi.
Su rostro demostraba una felicidad autentica, sonreía y tareaba, yo solo pude abrazarle y desearle lo mejor,” probablemente ese chico Kakashi sea un buen muchacho” me dije , fui a tender la cama cuando apareció corriendo a abrazarme.
- Que sucede? – dije
- No me dijiste que tenias una cita con Sasuke.
- No la tengo.
- ¿o sea que me estoy imaginando este papel? Aunque debo decir que no entiendo ni la mitad de lo que dice.
“hey naru, ¿mi escape fue como el de un ninja verdad? Jajajaja, espero que podamos vernos antes que me vaya, ¿sabes? Veámonos en el hotel Hilton del centro el miércoles en la noche… ¿a las siete tal vez? No puedo pasar por ti asi que agradezco que seas puntual.
No quiero que pienses que habrá acostón seguro pero tal vez si, mejor dejo esto antes que de plano no vengas.
Cuídate.
Att: el duende del armario alias Sasuke, el grande.
PD: no veas más a Sai, tocarlo te da alergia.”
No sabia si botarme por la ventana, reir o enternecerme por su inmadurez, opte por la segunda opción y también por esperar al miércoles en la tarde, esperando por supuesto que no hubiera “acostón”.
Miercoles 2:00 pm
- Ahhhh!! - dije corriendo por toda la casa, parecía una adolescente enamorada.
Estan equivocados o equivocadas si creen que soy un puberto en sus primeros amores, el asunto era que el restaurante era muy elegante y sentía que cualquier cosa que me pusiera se veía mal con el yeso asi que cambiaba de opinión, cai bajo, señoras y señores, cai bajo cuando llame a Deidara para que me diera consejos. asi termine a las dos y media de la tarde listo para una cita que era cinco horas antes, no estaba conforme de ninguna manera, al parecer después de todo el sexo salvaje y sin compromiso esta era nuestra primera cita, aunque no sonaba como tal, sonaba como protocolo, ya saben, como si lo hiciera para que no me molestara, para que me despidiera como su amor de verano y ya. El señor Uchiha me había dicho que debía acompañar a Sasuke al aeropuerto, confiaba en mi y me dijo literalmente:
“vigila que suba al avión hacia Canadá, cuando tenia 14 años se fue a Ibiza cuando le dije que fuera a new york, no se que esperar de el”.
Recordando esto solte una carcajada al aire, me sentía algo solo, siempre estuve acostumbrado a tener a Iruka revoloteándome alrededor, sonreí y me acosté en el sofá, el celular, la estúpida cancioncita siempre evita que descance, contesté con cuidado y “su majestad” Uchiha Itachi inicio de nuevo sin permiso.
- Naru - chan – dijo sorprendiéndome. Carraspeó – lamento mucho mi comportamiento pasado, si hubiera sabido que es la persona que es no hubiera hecho esas barbaridades, mis mas sinceras disculpas, mas aun si el dia de hoy va a verse con mi precioso dulce y adorable hermano menor, les deseo mucha suerte en su vida.
Y colgó dejándome con las palabras atravesadas, pero lo que mas me sorprendio además de su actitud tan tranquila y sobre todo muy respetuosa, fue el “¿Cómo diablos consiguió mi numero?”ahora que lo pensaba Sai solo había llamado un par de veces, no es como si esperara que viniera y me llenara de su dulzura, ese Uchiha era un buen Uchiha, si saben a lo que me refiero, suspire pesadamente y me deje llevar un poco por el sueño.
6: 55 PM
Abri mis ojos con tranquilidad, volvi a mi realidad cuando vi el cielo oscuro, mire el reloj, iba realmente tarde, corri a tomar un taxi, pero el hotel estaba realmente lejos, por lo que llame a Sasuke, empece a desesperarme cuando no me contestaba.
8:20 pm
Faltaban dos calles, dos malditas calles y ya no podia mas. El taxi se había descompuesto algunas cuadras atrás, no pude tomar otro transporte asi que corrí, lo que no sabia era que correr con un yeso y algunas heridas por aquí y por allá no era algo divertido, dolia, si, pero había una fuerza especial que me gritaba que corriera, no era el protocolo de cumplir a una cita, no, era mas un deseo de no dejar las cosas asi con Sasuke, de no dejar que todo se enfriara lentamente, quería que lo nuestro – si se podia llamar asi – continuara, tal vez, para siempre. Me carcajee por eso ultimo y vi el edificio ya realmente cerca.
Ahí estaba yo, algo sudado , despeinado, ajitado y vuelto una porquería cuya cereza en el pastel era el yeso, todo el mundo me veía extraño, me asome por la ventana del restaurante, ahí estaba, con su traje prolijo, tomando una copa de vino, probablemente no era la primera, le daba vueltas y miraba a los lados, de repente mira el relog, suspira y se levanta, ahí me doy cuenta que no debi haberme quedado afuera, corri adentro, el camarero no me dejaba entrar, ahí cuando ya estaba a punto de llamar a seguridad apareció él, que salía, su rostro solo pudo traducirse en una palabra : “alivio”.
- Este señor aquí es mi invitado – dijo seco.
El camarero me miro y miro a Sasuke, tenia miedo, al parecer el joven Uchiha tenia influencias serias en todos lados, me dejo pasar y todo el mundo se quedo viéndonos volver a la mesa.
- Pensé que no vendrías.
- Se me hizo tarde, lo siento.
Me sonrio y pidió una copa de mas y sirvió, era un vino dulce. Choco su copa conmigo, entonces lo supe, si era una cita, el porque no lo sabia pero no quería quemarme la cabeza pensando en eso, sonreí y el me acomodo el cabello.
- Entiendo porque no te quería dejar entrar ¿Qué te paso?
- Corrí.
Me sonrio y tomo mi mano, un pequeño escalofrio me corrió desde la mano hasta al pecho, estreché su mano y sonreí también, la música ambiental hacia que la atmosfera fuera perfecta, bebimos un poco y pedimos la comida, no hablamos mucho durante la cena, aunque si hicimos algo que nunca pensé hacer con nadie: nos dabamos comida como un par de tortolos, no importaba si nos estaban viendo, o bueno a él no le importaba, a mi si, pero me hacia feliz, Kiba jamas hizo eso conmigo, me rencontruia de a pocos pero estaba feliz. Duramos horas ahí sentados hablando y jugueteando un poco, salimos a las 12 y media del restaurante, aun cuando habían cerrado a las once.
- Gracias por esto – dijo – déjame llevarte a casa.
Me empujo dentro del auto, las luces de la ciudad hacían que el paisaje nocturno fuera aun mas hermoso. No dijimos nada, repasaba la hermosa cena, note que tenia una mano sobre mi muslo, no sabia que hacer, pero cada vez nos acercábamos mas a la casa.
- Bien - dijo – tengo que irme, debo dormir algo, nos vemos mañana.
- Quédate – dije casi sin pensar. Sus ojos se abrieron y sonrio.
- Bueno señor , eso si fue inesperado.
Estaciono el auto y se bajo conmigo, subimos y recordé algo… no algo, alguien.
- Iruka – dije y el sonrio.
- Seamos silenciosos entonces – me susurro en el oído antes de besarme.
Abri la puerta con cuidado, con “el duende del armario” pegado a mi cuello repartiendo besos por todo lo que el traje no cubria, avanzamos a mi habitación casi corriendo.
- Espera – susurre y abri la puerta de Iruka, dormia profundamente.
Asentí con la cabeza y entramos dando tumbos a la habitación, me besaba fuertemente y me quito la ropa como si yo no estuviera enyesado y me boto a la cama.
- Ah, ¿sabes que es lo malo?
- No.
- Que no voy a poder escucharte.
Cuanto pude haberme contendio para no soltar ni un solo sonido, me hizo el amor, lo sentí, sentí que me quería, no sabia si era el alcohol o el ambiente que había quedado de la cena, pero no solo lo disfruté sino que lo sentí, cada fibra, cada poro, cada gota de sudor, todo lo sentí, cada aliento de Sasuke que era solo para mi, todas estas cosas que atiborraron sobre mi me deje ir sin remordimientos, con cuidado de no despertar a Iruka que dormia en la otra habitación.
5:30 am
- ¿señor uzumaki? Despierte.
Escuche a lo lejos que Sasuke me llamaba, me besaba en las mejillas y me movia suavemente, abri mis ojos y lo vi ahí, encima mio me sonreía, el también estaba feliz, había disfrutado de anoche tanto o tal vez mas que yo.
- Se me hace tarde.
- Es cierto, tu papá me conto de tu pequeña aventura en Ibiza.
Carcajeo lo mas bajo que pudo y me besó. Me levante de la cama y mientras él se bañaba yo hacia el desayuno, tenia que hacer todo muy rápido, si Iruka despertaba y veía al “joven uchiha” aquí armaria un gran alboroto, hice panqueques rápidamente y cuando el salio comimos juntos, su traje negro le quedaba de maravilla, pero lo que mas le quedaba era ese pequeño chupon de mi cortesía en su cuello, sonreí de lado y levante los platos, recibi una nalgada como agradecimiento.
- Deja de hacer eso.
- No, te gusta, lo sé.
Le golpee en el brazo y me entre a bañar, lo hice rápido, terriblemente rápido, no porque quería que el chico en mi sala perdiera su vuelo, temia por lo que podía hacer el en mi casa, con mis fotos, con mi ropa interior… lo se, sé que es demasiado pervertido pero no sabia que esperar de Sasuke. Sali de allí y corrimos al areopuerto, íbamos muy tarde, según tres yo minutos era algo bestialmente tarde.
- Bien – dije – supongo que esto es todo, ten un buen viaje.
“la zona de descargos es para los veiculos autorizados, por favor, siga hacia la zona permitida”
Me sonrio y me abrazo.
- Espero que sigamos en contacto, ya sabes, sigamos siendo amigos.
Me sonreí un poco por la manera en la que dijo amigos, me sentí en la tan conocida “friendzone” cuando no sentía algo muy especial por el.
“la zona de amigos es para las personas patéticas, por favor, deje a su amigo y siga con su vida”
Escuche, movi mi cabeza y me rei, estaba alucinando, me soltó y lo vi alejarse, pensé que ahí había terminado todo, lo que no sabia es que hasta ahora estaba empezando.
******************Continuará... algun día *******************