Una semana, una maldita semana sin saber nada de su hijo, esto era de seguro un castigo divino por haber sido tan rebelde en su adolescencia; amargas lágrimas cayeron por su rostro, mientras abrazaba el pequeño peluche en forma de oso, el favorito de su hijo “Como deseo que estuvieras aquí” – pensando en Kyo.
Shinobu en la entrada en la habitación observando como se mortificaba su hijo, esto era su culpa y de nadie mas, a pesar de tener a la policía buscando al pequeño, nadie… nadie sabia nada, suspiro y comenzó a caminar por el pasillo, pediría ayuda a ellos, ellos tenia dinero y contactos además era su nieto también.
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Kyo en verdad estaba fastidiado, estúpida escuela, el era un genio, porque debía asistir; “Igual harían que un profesor llegara a casa” – pensó y lo que menos quería era sentirse un niño rico de mama y papa; menos cuando miraba Yusuke, en lo que lo habia convertido el dinero, teniendo siempre elo que quiso, todo los que sus padres podían ofrecerles y mas.
El chofer estaciono el auto; sabia que estaba en casa por fin- Ya extrañaba al pequeño Mamoru
Entro a la casa y como siempre su madre estaba hay para recibirlo, no es que no lo apreciara, pero en ese instante solo quería ver a su pequeño “su pequeño” – sonrio en verdad se habia encariñado con el niño, y si lo habia decidido el seria el nuevo papa de Mamoru y no dejaría nunca que nadie se lo quitara, hablaría con sus padres y le daría el apellido Takano
Papa – vio al pequeño niño correr torpemente hacia el, por inercia se agacho y tomo al bebe en brazos.
¡Mamo! ¿Cómo se portó mi niño hoy? – pregunto mientras se levantaba con el niño en brazos
Ritsu sonrio con pesar, pues no desconfiaba de las palabras de su hijo, pero ese pequeño, como decían la sangre llama – se portó uy bien es un niño tan dulce – “se parece a ti cuando bebe”
El pequeño instante familiar se vio interrumpido por el sonar del teléfono.
Ritsu rápidamente se acerco al aparato y contesto.
Buenas tarde residencia Takano – Saludo cordialmente el peli castaño
Ritsu. Hola soy Shinobu el esposo del profesor Miyagi, me recuerdas- hablo el rubio
Shinobu claro tanto tiempo sin saber de ustedes – respondio
Si mucho en verdad, yo lo lamento quería saber si pudiéramos hablar, pero esta Kyo en casa – hablo sin tapujos
Si esta en casa, pero, que tiene que ver el que este, con que venga a hablar conmigo hoy – respondio Ritsu confundido
Se que es confuso pero no es algo que se pueda hablar por teléfono, llegare a tu casa en una hora y por favor el debe estar presente… Dile que es sobre Cari – corto la llamada
Ritsu se volteo a ver a su hijo y rápidamente le explico la extraña llamada.
“Cari-que pasaba con Cari” – preocupado- Yo estare presente en la conversación
No. a menos que me digas que tienes con Cari – dio determinante
Fuimos amantes… Y yo lo amo todavía – sentencio mientras se internaba dentro de la casa con el bebe en brazos.
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Maldicion; maldita la hora en que habia nacido dentro del apellido Usami. Perfecto. Donde todo debía ser según su abuelo todo Perfecto
De quien debía ser amigo, donde estudiar, la persona que debía ser su esposo, todo, todo era por miedo, miedo… como era posible que fuera tan estúpido, esperaba que su tio pudiera ayudarle, pues tanto su padre, como s api lo odiaban, incluso aquel hombre que quería como un segundo padre Kirishima Zen en estos momentos solo quería golpearlo en estos momentos, y con mucha razón, acelero el auto y condujo hacia aquel lugar donde supuestamente habia muerto…
Yususke se acerco a ese previo lleno de flores, era ironico como su abuelo mandaba a florar siempre ese lugar, se acerco mas y diviso el fino mármol y el nombre escrito Haruhiko Usami
Tanto tiempo sin verte Yusu- sonrio al reconocer la voz de ese hombre. Se volteo y vio fio a lo que alguna vez fue su tio. Ahora estaba en sillas de ruedas, el cabello cano, arrugas en su rostro y la clara tristeza en su mirar.
Suspiro profundo, siempre le removia ver a su tio, pero en estos momentos era el único que podía ayudarle .Camino con el porte que lo caracterizaba y una luz roja se pegó en su pecho – Dile al tio que no me apunte con eso
Haruhiko sonrio, no es el, hoy vino Satoshi y ya sabes como es de desconfiado, yo mismos lo soy – respondió
Lo se, lo se
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Se podía observar dos cuerpos cubiertos de sudor un castaño de cabello largo, gemia de placer incontroladamente, y justo antes de llegar al climax, el otro castaño detuvo al penetración y eyaculo fuera del otro mas delgado.
Porque te detuviste - replico con enojo el de abajo
Sebes que no me gusta – contesto los ojos azules
Lo haces po el – molesto
No reclames Yuu, no hables asi de Nozomi, es mi esposo- aclaroKeiji
Pero te acuestas conmigo- contradijo triunfante
El siempre sera mi esposo, entiéndelo Yuu, ni por mil amantes lo dearia
Ni por un hijo – dijo molesto el castaño
Keiji lo miro divertido y comenzó a reir – No digas tonterías Yanase, ya no eres un niño asi que dudo mucho que todavía puedas concebir
Yuu se levantó molesto de la cama “maldito mocoso” no hallaba la hora que Hattori se diera cuenta de la relación con su hijo, tomo sus ropas y salio del cuarto de motel, a como fuera el iba a destruir ese matrimonio.