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Hasta que digas que me amas por LunaPieces

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Notas del capitulo:

Hasta que digas que me amas: Capítulo 2

 

Pareja Principal: KidLaw

Género: Romance/ Drama

Rating: T

Autor Original: Ginshirou pixiv

Traductora Japonés: Amaitsumi

Traductora Inglés: LunaPieces

 

Siento la demora con el segundo capítulo D: iré actualizando poco a poco :3

 

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Capítulo 2

 

La mañana llegó sin nubes a la vista. Además de eso, todavía hacía un frío glacial, así que había sido una molestia vestirse y salir a la calle.

 

Se le hacía tarde a Law. Avanzando a zancadas, se dirigió hacia la estatua enfrente de la estación de tren. El área estaba infestada de gente como se esperaba de un sábado por la mañana con hombres de traje dirigiéndose a sus trabajos, trabajadores dispersando volantes y jóvenes pululando por todos lados.

Revisando entre la gente, Law localizó al pelirrojo detrás de la estatua al lado de un grupo de chicas. A pesar de ser invierno, todas estaban vestidas escasamente, con faltas y tops reveladores. Kid estaba inconsciente del grupo de féminas mientras miraba su celular, sin darse cuenta de que Law se acercaba.

—¡¡Eustass-ya!!

Kid subió la mirada de su Smartphone a Law: —Hey, Trafalgar.

Las chicas también habían visto a Law y charlaban animadamente entre ellas, sin duda alguna, emocionadas al ver a ese hombre tan apuesto caminar hacia ellas. Kid las fulminó con una mirada antes de chasquear la lengua con molestia y tomar la mano de Law.

—Alejémonos de estas molestas chicas—gruñó.

La mano de Kid era grande y cálida, lo apretó fuertemente arrastrándolo con él prácticamente.

—Eustass-ya...

"Déjame" Quería decir, pero las palabras murieron en su garganta.

No quería dejar ir a Kid, especialmente cuando el pequeño gesto del pelirrojo lo hizo sentir alegre. Sin embargo, la gente comenzaba a mirar.

En ese momento, Kid se dio la vuelta y le dedicó una mirada significativa, como si dijera: "Sólo sostenla, no quiero perderte en medio de la multitud".

Law apretó gentilmente la mano de Kid mientras jalaba su bufanda para ocultar su rostro con la otra mano y mientras caminaban, la mirada de Law nunca se apartó del hombre que tenía delante.

 

La campana sobre la entrada de la tienda tintineó cuando entraron. La empleada de  ventas vestida en un traje negro llegó inmediatamente para saludarlos.

Law miró a su alrededor viendo vitrinas donde, anillos, collares y otros accesorios—probablemente cada uno con un costo de un millón de yenes—, eran expuestos en extravagantes exhibidores.

—Muy caro... —murmuró para sí mismo.

Kid ya se había acercado a los anillos y estaba escrutando cada uno. A veces, una sonrisa iluminaba su rostro. Otras veces, inclinaba su cabeza de lado como si pensara algo. Law sabía que estaba pensando en ella. Lo dejó solo para que examinara aquellos brillantes anillos y se sentó en uno de los sofás colocados convenientemente a lo largo de una de las paredes de la tienda.

—¿Estás buscando un anillo? —La empleada le preguntó con una sonrisa mientras se le acercaba.

—Bueno, sí... —Un leve rubor cruzó las mejillas de Kid mientras asentía.

Pronto, los dos entablaron una animada conversación. Law apartó la mirada.

Desde la última semana, había pensado mucho sobre su relación con Kid, pero todavía no podía llegar a una conclusión satisfactoria.

Cuando finalmente se le había confesado, el hombre simplemente respondió con una sonrisa. —¿Qué hay con eso...? ¡Hey! No soy un idiota.

Para Kid, El "amor" de Law por él, era platónico. ¿Cómo hubiera reaccionado si hubiera sabido que Law lo decía de manera romántica?

Podía imaginar el disgusto en los ojos de Kid.

Por un lado, Law estaba contento al escoger no aclarárselo. No quería que lo odiara. Pero por otro lado, también sabía que si decidía permanecer en silencio, seguramente lo perdería.

¿Cómo podía tomar una decisión, cuando él sabía que no sería capaz de vivir con alguna de esas opciones?

 

Law miró hacia arriba cuando sintió una mano en su cabeza.

—¿Estás bien? ¿Te molestó el gentío de hace un rato? — Le preguntó Kid con un tono de preocupación. Law sacudió la cabeza.

—Estoy bien... ¿te has decidido?

Kid sonrió mientras tomaba a Law por la muñeca y se lo llevaba al mostrador, donde la empleada estaba esperando con un pequeño cojín en sus manos. Los ojos de Law se posaron en el anillo incrustado en el agujero del cojín.

—Necesito tu mano.

Antes de que se diera cuenta de lo que estaba sucediendo, Kid tomó el anilló y lo deslizó en el dedo anular de su mano izquierda.

Sus tatuados dedos eran delgados, pero angulares; la mano de un hombre. Por un breve instante, Law se preguntó si el anillo se engancharía en su nudillo.

Sin embargo, el anillo se deslizó suavemente y se acomodó en la base de su dedo. Sintió que sus ojos ardían y su visión se ponía borrosa.

En ese momento, quería lanzarse a los brazos de Kid y gritar su amor para que todo el mundo lo escuchara.

Tan sólo el anillo había significado mucho para él. No le hubiera importado si Kid le hubiera comprado uno de plástico barato de un puesto cualquiera. Habría estado igual de feliz.

—Sí, lo he decidido. Me llevaré éste.

—Está bien, ¿La medida está bien?

—Tomaré uno más pequeño si lo tienes. Los dedos de mi novia son delgados como los de él, así que una medida más pequeña sería mejor para ella, ¿cierto...?

—Por favor, espere un momento.

Kid sonreía al lado de él, pero se sentía tan lejano. La distancia entre ellos parecía oscura e inmensa.

Cruzando el vacío, Kid estaba sonriendo. No podía escuchar lo que estaba diciendo, no sabía por qué se estaba riendo.

Su pecho dolía. Le era difícil respirar. Apretó el dobladillo de los puños de su camisa.

Le quitaron el anillo y miró cómo era colocado en otra pequeña caja y era envuelta en una pequeña bolsa.

Miró cómo la bolsa era sellada con una cinta con las palabras "Para ti" impresas en letras doradas por toda la extensión.

Miró cómo Kid tomó la bolsa con una sonrisa y entregaba el dinero que había estado ahorrando desde años de sus trabajos ocasionales.

El anillo había costado más o menos 100,000 yenes, pero él sonreía diciendo que era "perfecto" para ella.

—Éste es sólo un anillo de compromiso. Le daré otro para la boda, así que es perfecto.

 

La temperatura del día se elevó considerablemente en el tiempo que ellos dejaron la tienda. La multitud era abrumadora a medida que más personas llegaban.

—Por aquí, Trafalgar— lo guío Kid mientras caminaban hacia su siguiente destino.

Cuando se dio cuenta de que Law no lo estaba siguiendo, se volvió de nuevo hacia él.

—No te retrases. Vamos, sujeta mi camisa.

Esta vez, Kid no había ofrecido su mano.

Law sabía que él quería mantener sus manos libres, pero se sentía distanciado del pelirrojo. Lo que lo hizo sentir peor fue saber que si Kid hubiera estado con ella, él habría tomado su mano sin importar qué.

Justo ahora, Law sólo podía envidiar la pequeña bolsa que Kid sostenía fuertemente en sus manos mientras tímidamente se aferraba a una pequeña porción de la camisa de Kid.

Sintiendo el gesto titubeante de Law, Kid detuvo su andar y lo agarró por la muñeca, jalándolo. Usando su mano libre, empuñó una cantidad de tela de su camisa considerable y la colocó en la palma abierta de Law. —Sostenla apropiadamente— lo reprendió.

 

Después de asegurarse de que lo sujetara con fuerza, Kid comenzó a caminar de nuevo. Esta vez redujo el paso para que coincidiera con el de Law. Mientras caminaban, se giraba ocasionalmente, para asegurarse de que Law todavía estuviese ahí.

Cuán fáciles serían las cosas si Kid no tuviera tanto cuidado. Si Law sólo pudiera sentir enojo por la manera en cómo trataba, como un niño...

El ruido de la ciudad no llegó a sus oídos, no veía los rostros de la incontable gente que pasaba a su lado.

Descendieron un tramo de escaleras y entraron a un centro comercial. Estaba igual de abarrotado como las calles sobre ellos, así que Law no tenía excusa para soltar la camisa de Kid.

Así es cómo habían sido las cosas siempre entre ellos.

Cada vez que ellos salían, Kid solía olvidarse de sí mismo para cuidar a Law. Eso siempre lo hacía sentir un poco victorioso, como si estuviera al nivel de ella de alguna manera.

Mostrándole que no era la única persona por la que Kid se preocupaba. Que Kid cuidaba de él también.

Ese era el porqué siempre tomaba ventaja de esa situación, aferrándose casualmente al brazo de Kid, conversando cosas mientras caminaban, bromeando entre sí mientras compraban o iban a algún lugar por comida, justo como una verdadera pareja.

Pero las cosas se sentían distintas ese día.

Al final, ella había ganado. El hecho de que fuera la persona más importante para Kid era dolorosamente obvio.

Por primera vez, Law no podía entablar una conversación, continuaron caminando en silencio.

—Estamos aquí, Trafalgar. Este lugar es realmente bueno, ¿lo sabías?

Después de haber caminado, Kid se detuvo y se giró hacia él mostrándole la sonrisa de siempre.

El restaurante al que lo había llevado era un restaurante tradicional Japonés llamado "País de Wano". Viendo eso, Law recordó que Kid había dicho algo sobre comer en ese pequeño restaurante la semana anterior.

El olor de la comida cocinada llegó hasta ellos y el estómago de Law gruñó. —No, nunca he estado aquí antes.

—Bueno, esa no es una sorpresa. Sólo sales de casa cuando te invito a salir. Como sea, ¿tienes hambre? Te recomiendo mucho este lugar.

Diciendo eso, Kid abrió la puerta. Un coro de voces dando la bienvenida los saludó y los llevaron a una mesa en la parte trasera del restaurante.

—Dame dos de lo de siempre— le dijo Kid al mesero una vez se sentaron.

—¿Vienes seguido aquí?

Kid asintió en respuesta a la pregunta de Law. —Bueno, vengo aquí dos o tres veces al mes. El personal de aquí me conoce ya que no hay mucha gente con mi color de cabello, facciones y complexión. La gente siempre me dice que soy un tipo inolvidable...

—Ya veo... —Law murmuró y descansó el mentón en su mano.

Los dos comenzaron a hablar. Sin embargo, el tono de la conversación se tornó serio, dominado por temas como la graduación y la escuela. Era un cambio enorme en comparación a sus chistes de siempre.

—Gracias por esperar.

La comida había llegado finalmente, llevada por un mesero alegre con una voz cálida. Kid había ordenado platos combinados para ambos que consistían en puerco, chuleta, sopa de miso, verduras encurtidas y el arroz blanco favorito de Law, todo muy bien acomodado en una bandeja.

—Itadakimasu—Dijo Kid felizmente tomando la comida. Por otro lado, Law estaba titubeante. Mientras la comida lucía deliciosa, los artículos que la acompañaban no eran nada especiales.

Esperaba que la comida no fuera muy cara.

—... ¿No vas a comer? Está muy buena. ¿O no te gusta? Lo siento, debí haberte preguntado antes de que ordenara... —se disculpó Kid.

—No...Está bien...Es sólo que esta comida luce realmente cara...

—¿Qué? ¡¿Por eso estás preocupado?! Está bien, la comida cuesta sólo 500 yenes—Lo tranquilizó Kid.

—¿En serio...?

—Sí, sólo come.

Con la insistencia de Kid, Law murmuró un suave: "Itadakimasu" antes de dar un bocado.

—...Es delicioso.

—¡¡Lo sé!! —El rostro de Kid se iluminó por completo con las palabras de Law.

En ese momento, estaba muy feliz. Kid estaba ahí, sonriéndole. Era todo lo que necesitaba.

—Trafalgar, no te comas sólo el arroz, prueba el puerco también.

—Cállate, no me des órdenes.

—¿Qué? Lo tomaré si no lo quieres.

—¡Hey, regrésalo!

Regresaban a ser como siempre solían ser, bromeando entre sí y divirtiéndose. Sí, eso era todo lo que Law necesitaba.

Pero en lo profundo de su corazón sabía, que eso no era suficiente. Nunca había sido suficiente.

Sabía que no podía amar a Kid de esa manera nunca más. Que tenía que dejarlo ir algún día.

Y aun así había escogido ocultarse en esos pequeños momentos "victoriosos", diciéndose a sí mismo que todo estaría bien al final.

Porque no podía enfrentar la idea de llegar a perder a Kid.

Regresó a la realidad cuando Kid dejó escapar un suave suspiro.

—...Esto es genial—admitió el pelirrojo con una pequeña sonrisa.

—... ¿Qué es genial? —Preguntó Law apretando fuertemente los palillos y el tazón en sus manos.

Kid aclaró su garganta embarazosamente y bajó sus palillos. —Bueno, has estado muy sombrío desde la semana pasada, desde que te dije que estoy planeando casarme, tú no sonríes más, y te sientes tan frío y distante hoy...

El dolor floreció en corazón de Law mientras Kid continuaba.

—Sé que puedo ser un poco insensible a veces, así que me estaba preguntando si te he ofendido de alguna manera. Pero ver tu sonrisa justo ahora ha sido un alivio. Así que no te cierres así nunca más. Realmente me preocupas.

Kid estiró el brazo y onduló el cabello de Law. Sintió que las lágrimas llenaban sus ojos y rápidamente giró su cabeza hacia otro lado, justo a tiempo para ocultar una lágrima que se deslizaba por su mejilla.

—...Eres un idiota— susurró.

—Pero tú me dijiste que amabas eso de mí, ¿no? —Kid sonrió. Law sintió su interior desmoronarse.

Quería devolverle la sonrisa, pero el deseo en su corazón crecía cada vez más. Demandando por más de lo que nunca tendría. El dolor era inmenso. Como si estuviera sumergido en el profundo océano, hundiéndose lentamente.

—Sí...me alegra que lo entiendas idiota-stass-ya.

Si sólo él entendiera la clase de "amor" que Law sentía.

Pero el "amor" que Kid tenía por él no era el mismo.

Nunca podría ser el mismo...

 

 

 

...

 

Notas finales:

¿Y bien? ¿Qué les está pareciendo esta historia? Esperamos sus reviews ^w^ recuerden que se les traducirán a las autoras originales :3

 


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