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En el amor no se manda por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Holitas queridos niños!! ojojo ya estoy nuevamente subiendo un nuevo capi!! yey! pff, la inspiracion tardo en llegar pero bueno, es mejor tarde que nunca! wii!!

quiero mandar saludines especiales a kaorugloomy, cris, marshalperroyaoista, erenxxrivaille, Alexandra, enamorada del yaoi, Nataly, Aoixreita, nio1991, Nekita_U, Megasikent y alba040389!! gracias por comentar!! 

Ahora, a leer se ha dicho +w+

Con paso sigiloso Pansy seguía a su presa, quien parecía no haber notado que le seguía. Tomó con fuerza la mano de Hermione y esta a su vez, procuró no hacer ruido alguno, pues sabía que se lo reprocharía si lo hiciera.

-La sala de los menesteres…- susurró la castaña al momento que Pansy le tapó la boca con su mano. No dejaría que cerebrito andante estropeara su oportunidad de descubrir de una vez por todas quien era el león de Theo.

Ambas se escondieron tras una columna, esperando no ser descubiertas y observaron atentas al chico Slytherin dar varios pasos frente a la entrada antes de que se materializara frente a sus ojos. Guardándose todas las ganas de saltar y echarle un vistazo; la morena se mordió el labio y esperó que su amigo entrara y se perdiera tras la puerta cerrada.

-¡Maldición! ¡Así que aquí viene! ¿Ahora como entraremos?- dijo recargándose en Hermione quien con todo su nerviosismo acarició su corto cabello negro, se sentía tan suave que tuvo ganas de enterrar sus dedos en él, pero ya lo dejaría para después. Negó con efusividad sacudiendo sus alborotados rizos y se trató de concentrar; Pansy la llevó por una razón y levantándose decidida analizó las posibilidades.

-Tenemos que pensar lo que Theo estaba pensando…- murmuró poniendo apretando su mandíbula, estaba casi segura de conseguir resolver ese asunto.

-Que bien, seguro estaba pensando en su amor, genio. ¡Si es lo que queremos descubrir! la puerta no nos lo va a revelar así como así- dijo molesta pues su expedición había resultado infructuosa otra vez.

-Mmm… tal vez la puerta no necesite ser tan especifica… he leído que en ocasiones no es necesario un nombre como tal, si no las características de lo que necesitamos…- Pansy no le seguía el flujo de sus ideas y solo alzó la ceja. La castaña rodó los ojos, era como hablar con una pared, aunque una muy bonita debía de admitir y con paso seguro comenzó a caminar de ida y regreso frente a la puerta al igual que previamente hizo Theo. Como por arte de magía comenzó a dibujarse frente a sus narices.

-¡Eres en verdad una sabionda, ardillita mía!-chilló Pansy estrechándola con fuerza antes de soltarla con la misma rapidez para entrar.

Ingresaron sigilosas esperando no hacer tanto ruido. El lugar estaba bellamente decorado con tonos blancos y grises, su media luz le daba una apariencia íntima y sensual que Hermione tuvo que recordarse como inhalar y exhalar pues su mente comenzó a volar y mucho más allá al tener a Pansy Parkinson a su lado. La mirada verde centellaba con la iluminación de las velas, dándole una apariencia de un gato escondido en la oscuridad, asechando, esperando su oportunidad.

-Jodido Merlín me lleva al carajo... sabía que Theo tiene malos gustos pero… ¿Longbottom?- dejó escapar antes de que la castaña le tapara la boca.

-¡Shh! nos van a cachar- susurró aterrada, no soportaba la idea de romper las reglas y ser atrapadas; pero  estaba ahí, a media noche, fuera de la cama, espiando a dos alumnos de la mano de su querida Pansy... "¿qué? ¿Querida? ¡No!" Negó con la cabeza.

-¿Pero no te das cuenta de quién es?-dijo con una expresión de asco -como si que ande con un león no fuera lo suficientemente bajo pero ¿Longbottom? ¿Enserio? Si hay tíos mucho mejor que ese choncho…- Hermione frunció el ceño.

-No seas cruel Parkinson, Neville es un gran chico, muy tierno y dulce que supongo que Nott es bastante afortunado de salir con él pues con sus ideas retrogradas y cerradas de la pureza de la sangre es totalmente erróneo… si lo que sienten es amor y se corresponden, no tiene absolutamente nada de malo- dijo aireada sintiendo sus mejillas arder.

-Nunca lo entenderías Granger...- murmuró haciéndola callar con su mano cuando estuvo a punto de volver a hablar, Theo se movía y ninguna de las dos se quería perder que haría después.

-¿Qué estás haciendo pequeño?- preguntó Theo con su picara mirada examinando de arriba a abajo el tenso cuerpo de su leoncito.

-E-E-Escribía una carta a mi abuela... está enojada porque no le he mandado ni una desde esa vez...- dijo nervioso abriendo de par en par sus ojos castaños, sabía que si de algo se podía confiar era de esa expresión cargada de ironía y pasión que se cargaba su Slytherin y apretó los ojos cuando sintió como su cuerpo se erizaba ante la nula distancia entre ellos.

-Entonces, mándale saludos de mi parte...- murmuró coqueto dándole una mordida en su mandíbula, Hermione tuvo que contener un chillido al ver eso; pues, aunque su conocimiento sobre el amor y las relaciones del mismo sexo en el mundo mágico era basta como la mayoría de las cosas, jamás lo había visto en vivo y a todo color.

Sin saber quehacer, se aferró de la mano de Pansy quien sonreía triunfal y parecía ni querer parpadear; ya sabía de quien era el amor de Theo y ya se daba por bien servida, aunque la pregunta era como saldrían de ahí sin ser vistas.

-No... Theo... mmm...- gimoteó al sentir la traviesa lengua del ojigris en su oído. Ninguna de las dos podía apartar la vista de ese espectáculo, era como si se hubiera adherido su vista a ello, era tan romántico y sincero que Pansy le regresó el apretón de manos.

Los labios de los chicos se unieron y comenzaron a besarse ferozmente como si quisieran darse todo de sí en ese beso. Las manos de ambos se entremezclaron con el cuerpo ajeno viajando de arriba abajo como queriendo memorizar la forma y textura del otro.

-Mmm… sabes a miel…- dijo el ojigris dándole pequeñas mordidas a los labios enrojecidos de Neville mientras bajaba con lentitud por su cuello. El otro gimoteaba como respuesta tensando sus manos en la túnica de su amor.

-Ahh Theo… no seas cruel…- chilló cuando sintió las manos frías del Slytherin dentro de su camisa  tocando sin recato su lampiño pecho.

-Creo, que es hora de irnos, ardillita- dijo hablándole muy bajo en la oreja a la Ravenclaw que se erizó por su cálido aliento tan cerca.

-Si…- expresó en un suspiro siguiéndola con su cuerpo pero aun sus ojos se negaban a perderse una parte de lo que sucedía.

Con sumo cuidado salieron del lugar y Pansy dio una gran bocanada de aire; su boca estaba seca y seguía sin creer lo que habían presenciado -Wow de que cosas se entera la gente…- dijo con su irónica sonrisa, sonrisa que se amplió más cuando vio la expresión aun turbada de la castaña.

Sus rizos espesos estaban aun más alborotados por la huida que emprendieron, sus ojos castaños brillaban extrañamente con algo que no identificó la morena pero le intrigó y mucho más por el profundo sonrojo que invadía sus mejillas.

Tomando su rostro con ambas manos besó lentamente su boca sorprendiendo a la chica que al instante abrió de par en par sus ojos como no creyendo lo que pasaba; pero ni tardada ni lenta le correspondió la unión con gusto. Pansy eso tampoco lo vio venir, pero se separó antes de indagar que significó para su compañera, pues, ella había pensado en ese beso como agradecimiento.

–Bueno, gracias Granger, no creo que yo sola hubiera conseguido esta información en tan corto tiempo- chasqueó la lengua peinando su corto cabello con sus dedos –nos vemos por ahí, ardillita- dijo comenzando a alejarse no sin antes lanzarle un beso con la punta de sus dedos.

A la de ojos cafés le temblaron las piernas hasta terminar en el suelo por no poder mantenerse en pie y tocó con temor sus labios pensando que tal vez de un sueño se trató; pero al sentirlo aun cálidos y el sabor a frambuesa presente en ella le hizo suspirar.

*..ººoºº..*..ººoºº..*..ººoºº..*..ººoºº..*..ººoºº..*..ººoºº..*

Ron respiraba entrecortadamente; sentía bastante calor en el sofocante abrazo de boa constrictora de George.  Su corazón latía presurosamente amenazando que de un momento a otro saltaría fuera de pecho y huiría a esconderse en el bosque prohibido; aunque no estaba completamente seguro si era por el pavor que le ocasionaba las viles mentecillas de sus hermanos o la cercanía del menor de los gemelos.

-Suéltame… G-George… que no… huiré…- le costaba admitir que no lo haría pero era consciente de lo infructuoso que sería pues esos endemoniados leones si se lo proponían, podrían seguirle el rastro como si de animales salvajes se trataran.

-Es mejor prevenir que lamentar, dulce Won-Won- exclamó con jovialidad, apretando su agarre, deleitándose con el estado saltarín en que ponía el pequeño corazón de la serpiente.

Siguieron caminando por un par de minutos en silencio, pero parecía que la comunicación de los ojicafe iba más allá de las palabras, pues con simples miradas y asentimientos se entendía. De una cosa estaba seguro Ron, no sería nada divertido lo que le harían.

Conocía la dirección en la que le llevaban, era bastante obvio, pero no entendía porque ese lugar en particular.

-¿La- La torre de Gryffindor?- preguntó al momento que subía las escaleras procurando no trastabillar o tropezar por los calambres recorriendo sus piernas.

-Claro, conejito, pues la sala multipropositos parece ocupada…-dijo algo molesto, pues ya tenían un gran plan para ese lugar, pero parecía que alguien se les adelantó -pero descuida, mandamos a Lee Jordan junto con Oliver a otro cuarto y no nos molestarán- Fred le guiñó el ojo tan sugestivamente que lo erizó por completo.

Antes de llegar al retrato de la dama gorda, George el arrojó un polvo purpuraque le hizo estornudar al instante.

-¡Oye..!- quiso protestar, pero le cubrió la boca en el acto; el aroma sutil a regaliz y madera del menor de los gemelos le intoxicó haciéndole jadear; esa reacción en definitiva no era normal “es mi hermano, por Merlín… creo que soy alérgico a ellos…” prefirió engañarse e ignorar ese enervante olor tan agradable.

-¡Calla Ronnie! Que este polvo te hará invisible por pocos instantes, lo inventamos nosotros, así que no tienes nada que temer- “claro… nada que temer” estaba seguro que ni él se la creía.

Entraron sin problemas una vez que dijeron la contraseña. Jamás había estado en otra sala común y debía de admitir que la suya era diez veces mejor pues, aunque la calidez del lugar no estaba mal con esos tonos rojos y dorados; los detalles de la sala de Slytherin, en palabras de Draco eran “sublimes”.

Al llegar a la habitación, comprobó que, en definitiva estaba desierta. Con un movimiento de varita movieron las camas y transformaron las suyas en una matrimonial “no sabía que pudieran hacer eso” pensaba tembloroso apretando sus manos; sabía que por muy perversos que fueran no le harían daño “¿o sí?” tragó saliva con dificultad.

-Muy bien, toma asiento, Won-won, que vamos a discutir un poco sobre las reglas del juego- dijo sonriente Fred colocándose en la acolchada alfombra color ladrillo y le señaló su lugar al menor de los Weasley.

-¿Reglas? Creí que no les gustaban…- los dos se miraron complacientemente y asintieron; Ronald estaba muy dispuesto, o tal vez fingía estarlo y eso les encantaba.

-Así es Ronnie, así que, como primera regla: tienes la obligación de dejarnos esto en total y absoluta libertad a nuestro criterio- amplió su sonrisa por la mueca que hizo el ojiazul; no le parecía aquello, pero era claro que no esperaban más de él que una afirmación.

-Regla numero 2: durante el juego no puedes decir “no” pase lo que pasé- abrió la boca desmesuradamente, pero después calló; en definitiva sus hermanos estaban dementes.

-¿En qué consiste lo-lo que van a pedirme de favor…?- trató de formulare la pregunta sin que le temblara la voz, pero sin éxito.

-Harás absolutamente todo lo que digamos-

Ron protestó -¡¿Qué?! ¿Están locos? Pero…- el mayor le cubrió la boca con su dedo índice, provocando que un traicionero sonrojo aumentara el rojo de sus mejillas.

-Nada de arrepentirse a la mera hora, porque si no…-

-Te irá peor- completó Gerore acariciando la aterciopelada mejilla sonrojada -tercera regla, no puedes decirle a nadie-

-Ni aun alma- completó.

-Es absolutamente confidencial y confiamos en ti porque realmente no queremos usar un “juramento inquebrantable”- canturreó para su satisfacción esas últimas palabras que hicieron Ron lo mirara absorto.

-No, claro que no- negó efusivamente la cabeza Fred. La maliciosa sonrisa provocó que un escalofrío trepara por su espalda y asintió.

-Nuestros juegos se realizaran cada mes…- el menor arqueó una ceja –ya sabes, por las tareas, los ensayos, las clases y los entrenamientos de quiddich…. Y por su puesto para que descanses- Ron no entendió eso último y se alzó de hombros. “no es como si me van a pedir que corra la maratón… aunque tal vez por ahí vaya el asunto” pensó dando un suspiro.

-Ok… pero que no sea doloroso… o que tenga que ver con arañas…- pidió firmemente pues siendo así, no dudaría en acusarlos con su madre.

-Perfecto. Trato hecho- dijeron los dos al unisonó alargando sus manos para cerrar el acuerdo.

El pelirrojo menor seguía sintiendo que había firmado con sangre un trato con los peores demonios del infierno; maldito su encono infernal y retorcido forma de ser, pero si eso le conseguía libarse del castigo monumental de su madre y las palabrotas de Charlie por romper su varita, valía la pena esforzarse.

-Muy bien, Ronnie, para comenzar a jugar, ahí tienes tu uniforme- dijo señalando una bolsa azul en se suelo junto al baño –tienes 3 minutos para ponértelo- sonrió con esa divertida mirada, esa malnacida burla en su semblante, que no le quedó de otra que obedecer.

Cuando entró y vio el contenido no pudo creerlo.

-¿¡Están zafados!? ¡Esto es para chicas, o pervertidos!- exclamó horrorizado por aquel atuendo que le decir que tenía que ponerse.

-Aceptaste no llevarnos la contraria Won-Won, te queda 2 minutos y veinticinco segundos- el menor chilló y se volvió a encerrar. Era increíble que le hicieran eso, sus disque hermanos. Con razón sus alarmas se encendieron y el pavor que tenía era justificado; al parecer solamente lo querían para burlarse de él.

Con sumo trabajo y haciendo tripas corazón, sacó el esponjoso atuendo de la bolsa “un conejo” pensó humillado, eso era brutal; lo peor que se les pudo ocurrir y solamente lo contempló con desgano.

-Te restan 90 segundos- dijo con voz cantarina Fred haciéndole rabiar.

Desprendiéndose de su ropa se colocó ese extraño short blanco afelpado “como si se le pudiera decir short” pensó rodando los ojos dando una fuerte inhalación y prosiguió a colocarse la diminuta playera a juego; horrorizado vio en el espejo que tenía una pequeña y esponjada borla unida a su trasero.

“¡Salazar! ¡Es una cola!” chilló para sus adentros casi sintiendo que se desmayaba, era lo peor que le hubiera pasado, lo sabía y con un suspiro que se robó parte de su alma salió del baño. Los gemelos se quedaron boquiabiertos con lo que veían sus ojos.

-Son unos malditos…-dijo en queda voz bajando la mirada avergonzada; sentía la expectación del público, como lo traspasaban con sus miradas profundas y lo cohibían más.

-Te dije que se le vería bien…- murmuró triunfal George yendo al baño por la diadema con orejas apagadas que faltaba sobre el alborotado cabello rojo de su hermano y se lo colocó en la cabeza.

-Ahora Ronnie…- dijo Fred ya recostado en la cama cuan largo era, vistiendo solamente un delgado pantalón azul con rayas, su torso descubierto dejando ver su tonificado torso con diminutas pecas espolvoreadas y con su clásica sonrisa ladina que le hizo suspirar casi imperceptiblemente -¿comenzamos?-

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En otra parte del castillo, cierto pocionista no podía dormir; observaba su reloj de pared y marcaba la 1 de la mañana. Sabía que si no se dormía pronto tendría que recurrir a una de sus pócimas, pero no quería, ya durante las semanas pasadas recurrió a ellas por inercia, pero quería intentarlo por sí mismo… pues temía hacerse adicto a ellas, aunque tal vez ya lo era porque parecía que el sueño seguía reacio a complacerle.

Aunque por otra parte estaba casi seguro que era porque seguía bastante aturdido y meditabundo con la misma cantaleta de las vacaciones. Eso lo hastiaba, le molestaba y en qué manera “seguro es por ello que no he podido dormir…” pensó frotando sus ojos agotados; estaba harto de todo mundo y en especial consigo mismo.

-Estúpido Potter... casi pude sentirme tres metros bajo el suelo si el pulgoso no se hubiera aparecido... pero ni sueñe que se lo agradeceré...- seguía refunfuñando entre dientes sin dejar de repasar sus ojos negros por las hojas de su programa de pociones. Con una mueca acomodó sus papeles en su mesita de noche y acomodándose de lado en su mullida cama, volvió a arroparse.

No podía evitar rememorar una y otra vez esa escena, tener a su pequeño Harry tan receptivo, ardiendo por su roce, aunque no de una manera sumisa como hubiera esperado.

-Este pequeño tonto...- esbozó una pequeña sonrisa, realmente se estaba arriesgando bastante por un chiquillo, como un imbécil Griffindor que se avienta esperando lo mejor o un sentimental Hufflepuff impulsado por sus cursis y no por menos prohibidos sentimientos.

-Tal vez ya va siendo tiempo que le vuelva a hablar...- dijo recargándose con pesadez en el respaldo de su sillón, había estado ignorando al pobre Harry durante el resto de las vacaciones, dejando de contestar sus cartas, evadiendo sus preciosos ojos esmeralda que se le clavaban en su cuerpo esperando una mirada y escondiéndose en sus aposentos; ok, eso era comportamiento muy infantil pero, tener la tentativa de que aquel encuentro carnal en el que estuvo a punto de abusar de un menor encendía todas sus alarmas imposibilitando otra exposición de esa magnitud, poner una barrera siempre funcionaba, pero tal vez ya se estaba pasando.

Tocaron la puerta y sonrió con suficiencia, estaba seguro que sería Harry  exigiendo su atención como solamente él puede hacerlo.

Pasó con descuido sus largos dedos por su largo cabello para acomodarlo y se colocó una bata; la noche era fría y abrió la puerta con una mueca de suficiencia.

"Joder que no puede ser" pensó sintiendo que el aire se le escapaba de los pulmones y su media sonrisa se desvaneció.

-Buenas noches Severus...- dijo esa voz tan malditamente conocida que durante sus años de escuela le calaba hondo en su alma.

-Buenas noches... Lily...-

 

Notas finales:

Wii! esto es algo nuevo!! este capi va a ser de tres partes!! pff! solo spero no tardar horrores para publicar jeje!

espero que les haya gustado!! :D

Y por cierto! ¿que pareja les gustaria que comenzar con el lindo lemonn? esque aun no me decido jeje! yo estaba pensando que el Snarry hiciera los honores! xD pero estoy abierta a sus disposiciones! recuerden que aqui es una democracia! wii!!

Les mando muchos besitos! nos leemos prontito~


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