Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un comienzo para dos por Yang

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Siento haber tardado tanto, como de costumbre, pero las vacaciones y el inicio de las clases, me ha tenido un tanto ocupada. Añadiendo además, unos cuantos problemas de inspiración. Bueno, aquí os dejo otro capítulo, espero que os guste y comenteís. 

Y ahí seguíamos después de alrededor unos diez minutos, sin decir nada, parados uno enfrente del otro, tan quietos, que casi parecíamos unas estatuas mal colocadas en un despacho. Por eso, cuando los dos decidimos romper el silencio, lo hicimos a la vez y lo único que conseguimos, fue interrumpirnos:

-Esto…-Kyora estaba sonrojado y miraba hacia una esquina de mi despacho, con el fin de evitar mi mirada-Te veo bien…

Me sonrojé tanto o más como él y acabé  remangándome la camisa, mientras me cruzaba de brazos, éramos unos idiotas:

-Tan poco creo que fuera a morirme, además, ha sido una semana sin vernos, creo que puedo apañármelas solo, como he hecho hasta ahora-carraspeo y le miro enarcando una ceja-No soy un adolescente al que le dejas solo por primera vez.

Kyora soltó una gran risotada y no pude evitar pensar que había caído en la felicidad de nuevo, era un idiota, y mientras pensaba esto, Kyora dejaba de reírse y volvía a mirarme preocupado y callado, para acabar con una frase que me hizo sonrojar:

-En serio, he estado muy preocupado por ti los últimos días-se acerca a mí y me rodea con sus brazos, abrazándome fuerte, aunque yo me mantenga de brazos cruzados-¿De verdad estás bien?-y me sonrojé.

Enterré mi cabeza en el arco de su clavícula y cerré los ojos durante un segundo, en el que pensé que podría entregarle todo de nuevo a otra persona, pero como siempre me pasaba después de pensar esto, durante esta semana, volvía la cruda realidad, que me atormentaba, y un ataque de nervios acudió desde lo dentro de mi corazón para cargar contra mí.

Me separé de Kyora y le di la espalda, él sólo se preocupaba por mí, y parecía tan bueno, que casi me tentaba a caer de nuevo, pero no, no debía volver a enamorarme, no tenía sentido y encima, me haría daño, como Jack…

Y sin querer, lo comenté en voz alta:

-¿Y si no fuera cómo Jack…?-mis palabras, que para mí fueron poco más que un susurro, para Kyora fueron un grito de mis pensamientos, que sólo le ayudó para preocuparse más.

Así que con la misma rapidez con la que había dicho eso, él me contestó:

-¿Quién es ese tal Jack?-me gire, sorprendido porque conociera ese nombre y me topé con su rostro preocupado y su ceño fruncido-Acabas de decir su nombre, así que no me digas que no sabes quién es, porque parece un tema tabú, por tu tono de voz.

Lo primero que hago es enfurecerme conmigo mismo, y luego, desvío la mirada, pensando que todo da igual y que no tengo por qué explicarle lo de Jack, por lo que me quedo callado:

-Contesta-el tono de Kyora es un poco más duro y yo le miro, asustado, retrocedo, recordando una escena.

Kyora reacciona y suaviza su expresión, para acercarse y e intentar abrazarme de nuevo, pero yo ya no puedo calmarme y el aire que hay en el despacho, me parece insuficiente, por lo que me ahogo. Ante mis ojos, ya no veo mi dulce despacho ni a Kyora, sino a Jack, que está gritando y gritando y que va a engañarme de nuevo en cuanto empieza a llorar, para abrazarme y decirme que me quiere y volver a su juego de sexo duro.

Kyora me mira de nuevo y entonces, antes de que llegue a tocarme, me doy la vuelta y echo a correr, mientras mis compañeros de trabajo se me quedan mirando, pero en ese momento no soy capaz de detenerme para pensar en lo que estoy haciendo, sólo puedo seguir corriendo, aún incluso cuando estoy saliendo del edificio, aún incluso cuando llego más lejos de mi trabajo y llego hasta una callejuela. No consigo detenerme, hasta que una voz me grita a mis espaldas, jadeante:

-¡ELLIS!-su grito me devuelve a la realidad y consigo volverme.

Y entonces, me doy cuenta de quién es, no sería capaz de olvidar esos ojos ambarinos y su pelo granate. Estoy cansado y no quiero correr otra vez, por lo que solo me mantengo quieto, jadeando en silencio y de los nervios. Kyora llega hasta mí y se dobla por la cintura, jadeando y extendiendo un brazo hasta mí, como diciendo que me quede quieto:

-No huyas, por favor, no estoy para tantos trotes-se recompone y vuelve a mirarme, sonriendo, y yo vuelvo a desesperarme.

Le grito en un momento dado, y de mi boca empiezan a salir palabras, que no puedo detener, sonrojado y exaltado no soy buena compañía, he de reconocerlo. Kyora tan sólo se queda callado, esperando que acabe y con un rostro un poco sorprendido, pero que empieza a cambiar a serio y luego enfadado con mis palabras, y es que se lo cuento todo:

-Ya está, ¿vale? Para con esa maldita sonrisa-muevo los brazos, sin detenerme ni a respirar-Esa sonrisa de no ha pasado nada, no he salido corriendo como un poseso por las calles de Nueva York en un ataque de nervios y de miedo, y no he montado ninguna escena en el trabajo o delante de ti-¿Qué estoy haciendo? Pero aun así no me detengo y sigo con otra pregunta, dicha en voz alta-¡¿Quieres saber lo que me pasó con Jack?! Bien, pues me destrozó, sí, acabó conmigo sólo por un puto te quiero. Y no me vengas con la típica frase de yo no soy como Jack, porque eso no me vale, ¿entendido?-mis voces tienen que escucharse por toda la Gran Avenida, pero eso parece importarme más bien poco-Por un puto te quiero, llegó a meterme en un mundo horrible y lleno de maltratos y vejaciones, así que no me vengas con que con un puto te quiero tuyo, tu amor, tus abrazos y todo eso, va a ayudarme a olvidarme de todos esos malos momentos, porque eso no es verdad, enamorarme, no me ayudará en ningún momento-me acerco a él y tiro de su camiseta-¿Por qué de qué sirve que yo te diga que te quiero? ¿Eh? Dime, porque si sirve de algo, te lo diré, te diré que te quiero, y que me estoy enamorando de ti, maldita sea-le grité por último.

Y no dijo nada, no me dio tiempo si quiera a echarme a llorar, ni a volver a hablar, porque cuando quise darme cuenta estaba pegado a la pared y me estaba besando, sujetando mis mejillas y metiendo su lengua con rapidez. Sólo pude abrir un ojo, y vi una mirada seria y oscura, llena de excitación, que sólo provocó que me sonrojara y me agarrara a su espalda, clavando las uñas, y eso le excitó, porque soltó un suave gemido, pegado a mi boca. Me abrazó y me miró:

-Te quiero, Ellis-juntó su frente con la mía y me miró-Y nada de lo que yo haga podrá borrar esa vida que tenías antes-mis lágrimas comenzaron a salir-Pero si puedo mostrarte la vida que puedes llevar conmigo, si dejas que entré-sujetó mi rostro, mirándome fijamente-Te quiero Ellis, y si no crees en mis palabras, y tienes miedo a intentarlo, entonces, puedes empezar a detenerme ahora-me besa de nuevo, pero esta vez, sus besos van acompañados de sus rápidas manos que desabrochan mi cinturón, para bajar mis pantalones.

Yo agarro fuerte su espalda y cuando consigo parar el beso para respirar, miro hacia la boca de la calle, asustado porque vayan a vernos, pero me doy cuenta de que estoy oculto tras unas cajas, y que estamos casi a oscuras, debido a que nos encontramos al fondo del callejón. Kyora se detiene y me mira:
-¿Vas a detenerme?-le miro y sus ojos, dentro de esa oscuridad placer, está un punto que me mira asustado y preocupado.

¿Por qué no le he conocido antes? Le pego a la pared y desabrocho sus pantalones, al igual que bajo sus boxers negros y tomo su erección, para lamer su punta. Kyora suelta un gemido y sujeta mi pelo, mirándome sorprendido:

-No alces mucho la voz, no quiero que nos detengan-y comienzo a lamer lentamente.

Llego a recorrer desde la punta hasta la base y así seguidamente, hasta que noto un líquido salir de su punta, está muy excitado y yo he de admitir, que también lo estoy, por lo que meto todo su miembro en mi boca y empiezo a chuparlo, disfrutando de las reacciones de Kyora, ya que cuando levanto la cabeza, Kyora está sonrojado y agarrando fuerte mi pelo, mientras me mira excitado y otra vez con esa mirada de seme, que tanto me pone. Me vengo, lamiendo alrededor mientras chupo y en un momento, clavo un poco mis dientes, creo que le gusta un poco el dolor, y estoy en lo correcto, porque echa la cabeza hacia atrás, y tiene que controlarse para no gemir, por lo que mueve sus caderas, al ritmo al que va mi lengua y el placer recorre su cuerpo. Yo aumento la velocidad, y en un momento, noto como me tira un poco del pelo y entre jadeos me dice:

-Joder… Ellis… lo chupas de maravilla-mi cuerpo se tensa y me excito más-Siento…que voy a correrme… sólo con tu lengua-y sigo al escucharlo y notar que está llegando al límite.

Y entonces, se muerde los labios, tan fuerte que puedo ver un hilillo de sangre cruzando uno de sus piercings y ahí, siento cómo se corre en mi boca. Sin problemas consigo tragármelo, recordando que en algún tiempo me dio hasta asco el sólo pensamiento de que se vinieran en mi boca. Me detengo y le miro, con la boca un poco abierta, respirando:

-¿Te lo has…?-está sonrojado y sorprendido.

Me echo a reír y me levanto para subirle los boxers y los pantalones y sin abrocharle estos, paso mis manos por sus caderas, arañando un poco su pelvis. Jadea sonriendo y mi lengua lame el hilillo de sangre, me mira y suelta:

-Te quiero-sus manos están pegadas a la pared y yo tengo mis caderas y mi erección pegada a las suyas.

Vuelvo a sonreír pensando, en cómo ha conseguido que en unos cinco minutos, me encuentre bien de nuevo, y llegue a decirle esto:

-Y yo a ti, Kyora-y siento como una barrera se disuelve.

Cuando Kyora vuelve a besarme le muerdo los labios y le miro:
-Vamos a casa, anda-lo pienso un momento-El estudio queda más cerca-miro su erección-Y así seguiremos donde lo hemos dejado.

Kyora se echa a reír y siento que mi cuerpo parece rejuvenecerse con esa carcajada tan infantil y tan alta:

-Eres muy activo, Ellis-me rodea las caderas, pegándome más a él-Eso me gusta mucho-me besa-Pero antes, ¿puedo hacerte una pregunta?-serio, excitado muchísimo.

Yo asiento, pasando mis brazos por sus hombros y luego acariciando su cuello, creo que me voy a enamorar mucho de este maldito idiota:

-¿Dónde está Jack?-me sorprendo y me asusto, la paz parece terminarse.

Me tenso al escuchar su nombre y sólo consigo tartamudear:

-¿P..po..r qué?-estoy temblando de miedo.

Kyora me abraza más fuerte y me muestra una pequeña media sonrisa:

-Porque pienso matarle, por hacer daño a mí novio-y esas palabras, lejos de enfadarme o asustarme, sólo hacen que le bese muy fuerte y feliz.

Le tomo de la mano y le llevo lejos del callejón, mientras la luz del día empieza a alumbrarnos y a darme más fuerza y alegría, así que de repente, vuelvo a sonreír lleno de felicidad, como cuando era pequeño. Me di la vuelta y le mostré esta sonrisa a Kyora, mientras que él, devolviéndomela, me empezaba a mostrar, que decía la verdad:

-Vamos al estudio, anda, no pienso dejarte salir de esa cama, durante unas horas-y entonces, paré un taxi y le metí a bocajarro dentro de este, mientras el conductor nos miraba sorprendido.

Me daba igual todo en ese momento, tenía a Kyora, su te quiero, nuestras erecciones, un precioso sol y una felicidad que empezaba a descubrir de nuevo.

Notas finales:

Y fin del capítulo, como dato nuevo, espero que comenteís, y seguiré subiendo, espero dentro de poco y no tardar tanto, jeje


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).