La noche se desliza deprisa cómo si se tratase de una enorme ola de frío, cubriendo las calles y a las personas que se encuentran en ellas. La noche provoca temores en muchos, al igual que pasiones y movimientos ajetreados en las personas.
Me muevo con pesadez, no tengo muchas ganas de llegar al Ask Burdel, aunque me haya invitado mi amigo Alan y su esposa Elise. Suspiro y comento:
-¿Por qué tengo que ir a ese sitio?-levanto los hombros de nuevo, con pesadez; y noto como el ligero peso de mi ropa me toca.
No debería volver a trabajar hasta tan tarde, debo dejar de ser tan amable en el Estudio, o sino, todos mis compañeros van a dejar de tomarme en serio. Suspiro y mis pasos tropiezan con las miradas de la gente y en especial, la de una niña pequeña que está observando todos mis piercings.
Sonrió y levanto una mano, en señal de amabilidad, pero su madre agarra la mano de la pequeña y la aparta, horrorizada, pensando que voy a ser algo malo para ella. Mi mirada no se detiene un segundo más y continúo, siendo el centro de miradas de todas las edades y opiniones sobre mi aspecto.
He de admitir, que un hombre de pelo rojo granate, de un 1 metro ochenta y de complexión delgada y espalda ancha, lleno de piercings en la boca, los labios, las cejas y las orejas, no es muy gratificante. Añadiendo además los tatuajes que tengo, aunque sólo se vea el del cuello, ya basta para echar atrás a cualquiera.
Normal que la gente me vaya observando, pero es algo muy común cuando eres un artista de la piel y un ilustrador, y es que tu estilo, poco a poco, empieza a cambiar a una forma un poco estrambótica.
Camino durante quince minutos más, esquivando miradas como si se tratasen de moscas que quisieran llegar hasta mi mente, para acobardarme; y sonrió a la gente que decide mirarme más de lo normal. Por fin, llego a mi estudio, un edificio de paredes de piedra gris, de dos plantas con cortinas rojas y de ladrillo por dentro, lleno de dibujos colgados, algunos en marcos, otros en la pared o simplemente por los suelos. Dejo mi maleta y me preparo un poco, para salir disparado y tomar un taxi, hacia el Ask Burdel. Hoy la noche tiene que ser divertida.
-Hoy la noche tiene que ser una mierda-comento, sentado en un taburete, frente a la barra y rodeado de gente.
Mi hermana, está delante, sirviendo copas a ton ni son a todo el mundo y los amigos de mi hermana, se dedican a rodearme y a comentarme cosas, y yo, viendo cómo me mira mi hermana, me rio y ella parece pasarme, como si estuviera vigilándome cada movimiento.
Los amigos de mi hermana, me caen bien, e incluso son mis amigos. Dave, un chico alto se ha sentado a mi lado y comienza a coquetear conmigo, yo sin embargo, esta noche sólo vengo para un polvo rápido de un si te he visto no me acuerdo. Le observo.