Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un comienzo para dos por Yang

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Llevo media hora intentando subir el capítulo, por estos problemas técnicos y de examenes, he estado sin poder tomar un momento para esto, siento haber tenido que haceros esperar, pero bueno, por la espera, aquí teneis, el nuevo personaje, aunque vais a querer matarme de nuevo.

Acabo de llegar al Ask Burdel y observo cómo ese típico bar americano me saluda con un cartel de neón de abierto, en la entrada y con la música a todo volumen, que crea un ambiente fiestero y ajetreado, que hace calentar la sangre y otras cosas a más de uno. Miro alrededor, observando los edificios pegados a esta pequeña plaza, territorio del Ask Burdel, y compadeciéndome por ellos y su triste destino de tener que pasarse una gran parte de la noche en vela por culpa de los ruidos del local y los que sonaran a su alrededor, no muy adecuados para un horario infantil.

Sonrió y me dispongo a sumergirme de nuevo en el local, donde recibo más de una mirada caliente y una agradable sonrisa, aunque no llego a fijarme mucho en ellos. Me acerco a la barra y espero hasta que Elise, se acerca y me saluda con una agradable:

-Hola, Kyora, bonita noche para pasarte por mi local a ver cómo va la ronda ¿eh?-mira a todos lados-Hoy hay un buen ambiente para ligar-se ríe audiblemente, mientras abre y sirve dos cervezas con la rapidez de una veterana, antes de que los dos clientes piden la susodicha copa.

Yo levanto un dedo y con la misma rapidez me sirve lo mismo, pero antes de entregármela bebe un poco y besa la botella, después, me la da y hago lo mismo; en un extraño ritual que tenemos ella y yo y algunos de los tatuadores más conocidos de la ciudad y los más clandestinos también.

Me doy cuenta de que Elise, se está fijando mucho en mí y yo me miro en el espejo que se esconde detrás de las baldas de bebida, para observarme atentamente. Soy un chico de unos 27 años, con el pelo rojo granate, que cae corto por mis orejas y en picos, desordenado. Mis ojos son de un color ambarino, por lo que llaman la atención a muchas personas cuando los miran. Soy delgado pero de una espalda ancha. Tengo dos piercings bajo el labio inferior, en pinchos, y las orejas perforadas. Con un tatuaje en el cuello y dos más en la espalda y en la pierna, he de decir, que mi trabajo como tatuador, se ve más que a la vista en mi apariencia. Añadiendo además, mis pantalones grises y mis zapatos negros de salir, con mi jersey rojo granate, con un enorme ruiseñor y una calavera.

Elise vuelve a sonreír más y me señala entero:

-Tú sí que eres un buen partido, joder-sonríe-Y no el triste marido que me he sacado-miramos a Alan, que lucha por trabajar con igual rapidez.

Nos reímos al ver cómo se estresa y ella corre en su ayuda, depositando un beso en su mejilla. Antes de que me dé cuenta, estoy sumergido de nuevo en la escena, sin quitar los ojos de ella y añorando tiempos mejores, en los que no era un triste y solitario bebedor. 

Mi mirada cae unos centímetros a la derecha, para encontrarme con una mirada roja, como rubís que me miran, sonrojados, pero cómo si estuvieran empañados de polvo, ya que se ven sucios y no parecen brillar. Me gusta hacer brillar las cosas. Miro más profundo en sus ojos, y parece reaccionar, para sonrojarse aún más, y relucir con su antiguo esplendor, pero cuando voy a mirarle completamente, para fijarme en su cara, vuelve la cabeza y sólo alcanzo a ver su pelo rubio, echado hacia atrás, como un compositor famoso. Pide una cerveza y bebe, pero se atraganta y una enorme y fuerte mano le golpea en la espalda, para intentar ayudarle, cuando lo único que consigue es que este acaba aguantando las ganas de vomitar.

El tío que está a su lado, le agarra del brazo y lo saca afuera mientras el chico intenta respirar, más que otra cosa, y yo decido salir, por si acaso, pero antes, miro a Elise y le pregunto:

-¿Tu hermano es tu gemelo verdad?-luzco preocupado e intrigado.

Elise asiente, y yo sujeto su mano, indicándole que salga por la puerta de atrás, mientras le digo que algo malo puede pasar con él, si no actuamos. Ella me obedece y sale por detrás, acercándose a la plaza, mientras yo lo hago por delante, y observando la escena, me encuentro con un momento desagradable, el chico rubio está siendo besado a la fuerza por el otro tipo y está cómo intentando escaparse con sus uñas, las cuales no llegan a penetrar en la ropa y no le sirven para nada. Necesita ayuda, pero antes de hacer algo, miro a Elise, que está más cerca que yo del coche y tiene mayor fuerza de los dos. 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).