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Deseos ocultos por Salem Michaelis

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Notas del capitulo:

Por fin otra actualización T^T)

Entran a escena nuevos personajes... espero les guste xD

 

 

Después de la actividad pasional, un joven maltrecho yacía recostado en la enorme cama de su alcoba personal, con sábanas blancas cubriendo su cuerpo tratando de recuperar las fuerzas pérdidas con anterioridad. Estaba sólo descansando en esos momentos, no quería saber nada acerca de ese demonio pervertido que casi hace que alguien los vea en esa “posición” tan indecorosa, pero por alguna razón quien estaba en la mansión decidió no entrar. Comenzaba a plantearse varias posibilidades de quien seria y el porqué no entró, pero eso lo dejó para después, ahora sentía que quería seguir en esa cama, al parecer la ociosidad le estaba gustando.

- *Ese pervertido casi hace que alguien nos vea y no le importó… pero él no se arriesgaría a que algo como eso suceda...Creo… Ahora que lo pienso, ¿por qué fui yo el que empezó todo? Sólo sentí deseo por el cuerpo de Sebastian y entonces todo lo demás pasó… No fue nada desagradable hasta se sintió bien el tomar la iniciativa, ha! Eso demuestra que estoy mejorando y que me estoy adaptando a estas situaciones. Prepárate demonio porque ya no serás el único que podrá hacer lo que le plazca en la cama.*

Todo eso es lo que pasaba por la mente de ese muchacho mientras iba a tomar un baño, le pareció extraño que ese demonio tardara en regresar, pero ya le preguntará cuando llegue todo lo que sucedió, por el momento estaba en una encrucijada…

-*¿Dónde está el agua caliente?... * - Sí, aquel chiquillo criado como noble y sirvientes que hacían todo por él, estaba intentando prepara un baño, a pesar que le dijo anteriormente a Sebastian que él no haría ni un esfuerzo más, pero movido por la curiosidad, se aventuró por sí mismo  a entrar en el mundo de “hágalo usted mismo”.- Tch… al parecer esto es más complicado, pero me siento algo sucio… quiero un baño, todo por la culpa de ese tipo que se vació en mí interior como si no hubiera mañana, si esto sigue así podría terminar embarazado *Como si eso fuera posible.* Parece ser que será con agua fría, supongo que no está mal tomar uno de vez en cuando…

Y así el joven menor, decidió entrar a la bañera con un poco de agua fría para lavarse bien ese cuerpo, pero algo comenzaba a intrigarle se supone que siempre sale escurriendo esa cosa blanca de Sebastian, pero ahora no ha sentido ni siquiera un ligero goteo. -*Tal vez si lo hago como él… con mis dedos…*- Ciel estaba dispuesto a terminar limpio, por lo que no dejaría que su sacrificio de bañarse fuera en vano. Introdujo un dedo, lentamente, y luego el segundo, por lo que parecía ser no estaba tan mal, recordó que Sebastian movía sus dedos en el interior para abrir de nuevo la entrada y por fin sintió “eso” salir. -*Esto es algo vergonzoso…*-.

Terminado una limpieza exhaustiva por todo su cuerpo, tomo la toalla y fue directo a su guarda ropa, buscaba algo ligero para usar, pero se dio cuenta que no sabía en dónde estaba guardada esa clase de ropa, abrió cajones y encontró listones ordenados por color y perfectamente acomodados, después en otro cajón encontró solamente medias que de igual manera estaban acomodadas en orden y por tamaño. Comenzaba a desesperarse, abrió otro y lo único que vio eran los broches que pocas veces llegaba a usar a menos de ser una ocasión especial. Otro cajón más grande y vio que era ropa intima, otro cajón y por fin pareció encontrar la ropa de dormir. -*Aquí debe haber algo que pueda usar para el día, algo como lo que traía Sebastian*- Y comenzó a revolotear todo lo que había adentro, se dijo a si mismo que dejarlo todo en desorden era su venganza para ese mayordomo que complicaba todo su guardarropa.

-Por fin lo encontré. –Se cambio de inmediato, pero notó algo. -¿Cuánto tiempo lleva esto aquí guardado? Maldición encuentro algo para usar y resulta que ya no es mi talla, Tch. *Bueno por lo menos no se nota tanto, solo están las mangas cortas y el pantalón un poco ajustado puede usarse.* -La vista era así: el mismo tipo de comisión para dormir pero de manga a tres cuartos y un pantaloncillo corto que dejaba ver un poco y era más corto de lo usual. -*Si no lo supiera tal parece que he crecido… Espera podría ser eso…* - Este pensamiento lo emocionó un poco por fin crecía un poco desde hace dos años. -*Tengo que decirle*- Mientras se aventuraba a salir de la habitación se topó con un cuerpo más grande que él.

-¡Sebastian! –Se sorprendió por encontrarlo tan pronto, pero dejó su sorpresa de lado y tomo una postura de “todopoderoso”- Dime mayordomo pervertido ¿Notas algún cambio en el cuerpo de tu amo? –Esta pregunta y actitud tomó por sorpresa al mayor pelinegro que después de hacer un escaneo rápido sobre el cuerpo de su amo, le brotó un chispazo de incredulidad. El cuerpo del conde era un poco más grande, pareciera que incluso más definido, pero…- *¿Cómo es posible?*-

 - Vaya, vaya Bocchan parece ser que está orgulloso por haber crecido unos centímetros. Es algo bastante curioso el que usted se sienta tan feliz por haber crecido, quien iba a pensar que tenía un complejo por su altura. – Ataques leves para incrementar la sensación del momento, algo que le parecía adecuado a Sebastian.

- Yo no tengo complejo de mi estatura, es sólo… que me tardé en crecer… -Sonrojado por decir aquello, era verdad lo que decía Sebastian. Desde que regreso a la mansión, había notado que su crecimiento era demasiado lento en comparación con los otros jóvenes de su edad y eso de alguna manera le creaba un deje de molestia, ver incluso a Elizabeth, su prima ser más alta que él era algo que le ería el orgullo varonil. Pero ahora ya no más, ahora se veía mucho más alto que antes, no muy notorio pero a él le agradaba bastante la idea de serlo. - *Es como él dice esto en verdad… me emociona, sólo un poco…*

Sebastian al ver el intento de puchero en la cara de su joven amo, le hizo olvidar de momento todo lo que había dicho el Shinigami en el bosque de la mansión. Le gustaba ver esas expresiones tan humanas en ese joven que no resistió más y lo tomó por la cintura para levantarlo un momento.

-¡Bocchan, felicidades por crecer! – La sonrisa en el rostro de Sebastian era tan sincera que Ciel sólo atinó a sonrojarse aún más y recordó por un instante cuando su padre lo cargaba de la misma manera.- *¿Por qué estás tan feliz? No pongas esa cara… pareces un idiota* - Pero esto era completamente diferente.

-… Maldición, la idiotez es contagiosa… - Fue lo que el menor susurró. –Bocchan ¿porqué ha dicho eso? – Pero no escuchó palabra alguna, lo que recibió a cambio fue un beso, sintió las pequeñas manos de Ciel tomando su mentón para profundizar el contacto, todos sus sentimientos inmersos en ese instante, ambos se dejaron llevar, ambos compartían los mismos sentimientos ya sólo hacía falta decirlos en voz alta, y ese instante se estaba tornando perfecto.

-Sebastian –susurró por lo bajo- Y-yo te…

-Bocchan tengo algo que decirle…-De repente la puerta de la recamara fue abierta súbitamente.

-¡Bocchan! ¡Hemos regresado! –Los tres sirvientes regresaban del viaje a la India, y por supuesto el Príncipe Soma llegaba con ellos, podría decirse que quería ser el primero en llegar con Ciel pero el cariño y el sentimiento de querer regresar con su amo eran más fuertes, por ende subieron tan rápido justo después de poner un pie fuera del carruaje en el que llegaban.

Llantos y mocos escurriendo era lo que acompañaba los abrazos de sus sirvientes. Ciel ya estaba en el suelo su mayordomo lo colocó de inmediato en su sitio, pero algo hubo algo que no pasó desapercibido por Bard, el chef de la mansión.

-¿Qué pasa aquí? Y Sebastian es la primera vez que te veo vestido así… -Bard fue el único que no se abalanzo para abrazar al pequeño conde, más que nada le sorprendió la vestimenta de ambos -*Si no los conociera diría que estaban pasando el tiempo juntos… Pero eso no puede ser… ¿o sí? * - pensaba Bard mientras se rascaba la cabeza y veía a Sebastian pero la sonrisa que le dedicó al rubio fue -*Arruinaron el momento…*  -¿S-Sebastian?

-¡Ciel! ¡Ciel! ¡Cieeel! – Apenas se libraba de los brazos de sus sirvientes y llega el asfixiante abrazo del inútil hindú…  -*Esto lo arruinó* - Ciel lanzaba una mirada de fastidio para el demonio, pero se dio cuenta que ahora ya no estarían solos. - *Sirvientes más un hindú entrometido y su mayordomo… Esto será complicado* ¡Suéltame ya! Rayos en serio pensé que se quedarían más tiempo, ¿       que los hizo regresar?

-B-bocchan –Finny tenía los ojos apunto de derramar lágrimas –¿Es que acaso no nos extrañaba? Nosotros regresamos antes porque, nosotros… n-nosotros…

-Bocchan lo que Finny intenta decir es que regresamos antes porque extrañábamos la mansión y por supuesto servirle. Pero lo sentimos, al parecer era un tiempo de descanso para usted *Por eso viste así* pero nosotros no debimos decidir por nuestra cuenta, lo lamentamos mucho.

Los tres sirvientes más Tanaka-san inclinaron sus cabezas con un pequeño sonrojo y lagrimillas en los ojos, querían ver a su amo de nuevo, después de todo más que deberle el que les diera trabajo a pesar de sus respectivas situaciones, para ellos ese pequeño niño representaba su libertad, querían protegerlo en un principio pero después del tiempo más que sólo cumplir el rol de sirvientes querían ser sus guardianes y pondrían todo de su parte para que así fuera. Pero pareciera que el joven amo no los veía de la misma manera.

-Suspiro- Levanten sus cabezas, si bien son molestos, rompen más de una cosa al día y empeoran otras dos… Eso no quita el hecho de que sean los sirvientes elegidos para cuidar de la mansión Phantomhive y a la cabeza de la familia. Yo Ciel Phantomhive les doy la bienvenida… me alegro que regresaran por favor sigan cuidando de mi.

Todos quedaron en un estado de shock, era la primera vez que Ciel les dedicaba palabras acompañadas de una sincera sonrisa en su  rostro, tal pareciera que era otra persona. Los sirvientes se llenaron de fuerza al instante por las palabras de aliento de  su amo, y procedieron a hacer eso que tanto habían esperado.

-¡Yes my lord! – Se escuchó al unisonó, junto a la reverencia sincronizada, Sebastian sólo se quedaba viendo la escena –Ellos en verdad lo aprecian ¿no es así Sebastian-dono? – Agni estaba del lado del mayordomo contemplando la escena junto a él – Sí y por lo visto son correspondidos, aunque sea un poco terco en admitirlo, aunque parece ser que esa terquedad se irá dentro de poco.  

Después que se retiraran contentos y brillantes y haber sacado por la fuerza casi al príncipe hindú, Sebastian y Ciel se quedaron solos en la alcoba con el pretexto de que tenía que arreglar a su joven amo.

-Suspiro- Parece que  ya no lo tendré sólo para mi Bocchan, eso me da un poco de nostalgia… -El mayor de los dos abrazó por la espalda al pequeño joven… mordió un poco su oreja, no iba a desaprovechar la oportunidad de hacerlo, quien sabe cuándo se presentaría de nuevo un momento a solas antes que los gritos de los sirvientes los interrumpieran- Lo único que te da nostalgia es que no podrás hacer lo que te venga en gana siempre que lo desees…

-Es usted muy cruel Bocchan, ¿no recuerda que hace sólo unas horas fue usted quien me sedujo? – Lamía el cuello de del joven mientras decía esto, Ciel empezaba a sentirlo y a retorcerse. –B-asta, o todo el esfuerzo que hice por limpiarme se irá al carajo… Ah! Mmmm… - Lo perdimos.

Sebastian bajó su mano por las piernas del menor, que sólo trayendo ese camisón que le quedaba algo más corto -*Tendré que volver a tomar medidas de su cuerpo, ya que hay una pequeña diferencia, los trajes serán confeccionados de nuevo también…* - Ya había llegado a su entre pierna, masajeaba las partes del menor que solo jadeaba en voz baja sostenido de la pared- *Maldición de nuevo esta sensación quiero ya tenerlo… ¡Sebastian apúrate!*

-Sonrisa- Yes my lord… -Sebastian bajo entre las piernas del menor para quedar arrodillado, y lo que hizo después le dio escalofríos al joven… - Ah… mmm… *S-su- lengua está…* E-espera eso es… -El menor estaba recargado con las manos a la pared –Bocchan aunque apenas lo hayamos hecho, si no lo hago con cuidado le dolerá ¿no quiere que lo escuchen cierto? – Sebastian dilataba con dos dedos ya, después de humedecer bien la entrada del menor con su saliva… -Ahora… Bocchan no haga ruido… -Entró todo de golpe, lo que le causó un gran espasmo a Ciel, se quedó quieto por un momento en lo que se acostumbraba. –Bocchan estar dentro de usted es definitivamente lo mejor – Sebastian tomó la cara del menor para besarlo al mismo tiempo que se empezaba a mover- *Aunque sea poca la diferencia, la altura de ahora me ayuda a moverme más fácil, que bien que haya crecido joven amo…* -Sonreía mientras besaba a Ciel, quien por cierto ya estaba envuelto en placer. Lo que Sebastian hizo con su cuerpo, definitivamente lo embriagaba a la hora de estar juntos.

-Bocchan quisiera estar todo el tiempo así pero desafortunadamente no podemos… - Sebastian tomó una de las manos del menor y entrelazó la suya, la posó en la pared para darle con un poco de más fuerza a ese joven que apaciguaba sus sonidos, Sebastian sentía que ya era momento de terminar, y por supuesto lo haría dentro de su joven amo.

-Ah! Mmm… Yo ya voy a Sebastian… Mmm –El pelinegro entendió esto perfectamente, puso su mano en la punta del menor para masturbarlo al tiempo que evitaba que lo que saliera salpicara. –Bocchan yo también… - Juntos terminaron esa pequeña ronda de placer, Sebastian dentro y Ciel en la mano de este, pero oh sorpresa, escucharon pasos torpes acercarse a la puerta, deberían ser los sirvientes trayendo el agua caliente para el joven amo.

-*Maldición son capaces de entrar así, y yo… * Sebastian… - El mayordomo entendió perfectamente, pero él también tenía un leve problema con lo que había en su mano. Salió de la recamara cerrando a puerta tras de él y vio a Meyrin que venía caminando rápido con un balde de agua caliente, casi tropieza pero no pasó nada. El demonio sólo se limito a suspirar y la detuvo. –A partir de aquí yo lo llevo, continua con tus labores. – Meyrin se sonrojo y se fue del lugar, Sebastian mantenía la mano a su espalda hasta que la perdió de vista, suspiro, será duro evitar momentos como ese. –Es hora de su baño ¿Bocchan?- El menor no estaba por los alrededores del cuarto, al parecer había ido al baño luego que Sebastian salió, pero no era así. -¿Dónde estará? Bocchan su baño… - Pero no hubo respuesta -*Extraño su presencia ha desaparecido…* Bocchan…

Administración de Shinigamis…

-¡William! Tiene tiempo que no te veía por aquí – Era el Shinigami pelirojo quien lo saludaba pero fue ignorado por completo, porque lo  que estaba en su mente no le dejaba prestar mucha atención a su alrededor. -*No entiendo la decisión del Jefe de los Cielos, ellos no tendrían por qué entrometerse en esto, creí que sería llamado para reprenderme por revelar información pero no fue así* -El Shinigami iba en camino a su oficina.

“- William T. Spears, Shinigami activo, área principal: Administración pero en ocasiones es un excelente auxiliar en el campo, ¿me equivoco?

-Le agradezco sus palabras señor. – Will mantenía todo el tiempo la cabeza agachada en posición de reverencia, pero no era porque no quisiera levantarla, era porque en realidad no podía hacerlo, lo único que alcanzaba a ver era la parte baja de lo que pareciera ser una sala enorme con un estrado y detrás de este una silueta sentada.

-… Pero por otro lado has revelado información muy importante a un ser de oscuridad, a un caído, ¿Puedo saber el porqué de su  decisión Sr. William? –Era una voz calmada pero tan imponente que William quedó sorprendido cada vez que le dirigía la  palabra.

-S-señor, consideré prudente revelarle la información porque de lo contrario tendríamos a un demonio más del que preocuparnos, recolectar almas es el trabajo de todo Shinigami, pero en ocasiones los seres de la oscuridad entorpecen nuestro trabajo, pero solo son aquellos que no tienen “dueño ocasional” y el caído en el tiempo que llevan juntos, no ha devorado ni una sola alma, su interés por servir a ese Conde como usted ha de saber, va más allá de lo que se esperaría de cualquier otro demonio. Si el Conde no estuviera creo que de esa manera solo una cosa puede pasar, que el demonio caído quien ha estado sin alimento durante mucho tiempo enloquezca y devoré más almas de las que podemos imaginar, después de todo no es un simple demonio… Esa es mi razón señor.

-… ¿Y qué le hace pensar que ese demonio no devorará más almas viendo cumplido su propósito?

-Podría decir que es una intuición.

-… Este mundo no se rige por intuiciones, dígame Sr. William “ese caso especial” del que fue espectador en sus inicios como Shinigami ¿podría ser acaso que su decisión esté basada en aquel suceso?

-E-eso podría ser así Señor, en ese entonces cometí un grave error…

-No le estoy culpando, su elección fue la correcta, aun ahora puede darse cuenta que lo fue, pero eso no es suficiente cierto, usted piensa que pudo haber hecho más en esa ocasión…

-Así es Señor…

-… Bien Sr. William, puede retirarse. Una cosa más siga con su trabajo como hasta ahora por favor.

-S-sí señor.

Las puertas que se cerraron detrás del Shinigami, le dieron la oportunidad por fin de poder levantar la cabeza, fue directo a las oficinas para que le fuera entregado el siguiente reporte, pero el Shinigami que atendía le dio un libro extra.

-Esto es por parte del Jefe de los Cielos.

-… Entendido. Gracias por su trabajo.

Caminando por las afueras de la zona de Administración decidió abrir aquel libro que le fue entregado, lo que vio en él lo sorprendió demasiado. Los nombres en ese libro los conocía muy bien.

-¿Qué está planeando el Jefe de los Cielos?... ”

Pasó de largo por los pasillos intentando saber qué sería lo que sucedería a partir de ahora. Porque los nombres que vio eran los mismos que vio en el pasado, en sus inicios como Shinigami, y la persona por la que iban era…

En la mansión…

-Buenas tardes… Mayordomo o debería decir ¿Sebastian? Es lo único que pronunció este pequeño… que por cierto huele mucho a ti… No creía que tuvieras estos gustos… -Una sonrisa con dientes afilados y el cuerpo de Ciel que yacía en sus brazos inconsciente fue lo que vio Sebastian.

- Tú… ¿Qué haces aquí? Samael…

 

Notas finales:

Ahora viene lo bueno ñacañaca... Espero que les siga gustando la historia y no se olviden de comentar TuT)


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