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Resurrección por Cinnamon

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! Estoy aquí algo tarde aunque son recien las 10pm. Pero es culpa del vecino que no se pone una conexión más rápida de internet u.u

En fin~

Este capitulo fue beteado por: Lilith Lawless. Gracias por tomarte la molestia de corregir mis deslices de dedo y otros n.ñ

Ahora, muchos que me siguen sabrán de mi CONCURSO, pero los que no sepan, pueden participar conociendo esto: bases del concurso :D

Pueden participar si desean, ¡hay premios! x3

 

En estos momentos me encuentro siendo votada de la laptop por mi hermano, así que si no he respondido un review culpenlo a él. Eso no quiere decir que no lo haré, porque esos preciosos alumbran mi día y me animan a seguir escribiendo >w< ¡Sigan haciendolo!

Gracias por leerme, en serio *3*

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Capítulo 8: El Plan

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—¡¿En qué rayos estabas pensando?!—gritó un furioso Sasuke, mientras golpeaba la pared que estaba a su derecha con fuerza contenida. Naruto estaba a unos pasos de él, intentando calmar a su novio y a todo el resto de voces a su alrededor. Algo difícil cuando todos querían su atención al mismo tiempo.

—¡Eso es lo que quiero explicar! —exclamó, sus manos en el aire y su expresión con una clara frustración. Su atención plena en su novio, el resto era ruido de fondo.

—¡No veo cómo! ¡Tú me dices que algo así es una tontería y ahora tú-!

Sasuke no terminó de hablar, cerrando los ojos con fuerza, sus puños a sus lados, sus hombros tensos y una expresión que hizo que todos cortaran lo que estaban diciendo a la mitad. Naruto suspiró, triste porque estaba causándole un gran pesar a una persona tan amada para él.

—Sasuke—dijo en voz baja, algo que ahora podía ser escuchado considerando que todos al fin se habían callado—, debes confiar en mí. Solo escucha lo que diré, ¿sí? —Se acercó a Sasuke y colocó sus manos en los brazos de este, subiendo y bajando en una caricia que poco a poco logró calmarlo. Sus cuerpos fueron perdiendo espacio y el rostro de Sasuke se hundió en uno de sus hombros, Naruto podía sentir la preocupación y la desesperación brotar de su novio.

Después del ¨okey¨ que dio a la petición de una de las hijas de los ancianos, los gritos y exigencias se hicieron presentes. El único que logró callar a todos fue Shikamaru, que sabiamente pidió un tiempo para que cada grupo conversara al respecto. Los ancianos aceptaron y se quedaron en la sala de conferencias, mientras Sasuke lo tomó del brazo y lo sacó de ahí, todos, incluyendo Shikamaru, que llevaba una expresión indescifrable, detrás de ambos.

Al llegar a otro de los cuartos de la Torre Hokage que estaba vacío y que parecía lo suficiente lejano a la sala donde el otro grupo estaba; Shikamaru, el último en entrar, cerró la puerta y el griterío y las demandas de explicaciones se hicieron escuchar. Naruto no pudo decir nada para defender su decisión.

Habían pasado ya cinco minutos. Sai, Gaara, Sakura y Sasuke siendo los más exigentes y con rostros furioso. Shikamaru en silencio pensando en todo lo que había pasado, pero mirándolo serio. Ino callada, aún en trance.

—Bien—escuchó la afirmación contra su hombro—, escucharé la razón de por qué hiciste eso.

Naruto sonrió y dejó a Sasuke alejarse un paso para que esta vez pudiera ver a todos y explicarles lo que pasó.

—Escuchen, por cómo estaban las cosas, realmente dudo que ellos hubieran aceptado. —Alzó su mano indicando que no dijeran nada cuando vio a Sasuke querer hablar—. No es por eso que acepté. Esta fue idea de Ino, después de todo. A mí me pareció un buen plan—. Detuvo a Sasuke, cuando todos giraron a ver a su amiga y este parecía querer hacer algo—. ¡No! ¡Demonios, Sasuke, escucha! —gritó frustrado por la forma en que todos se estaban comportando, especialmente su novio.

Es decir, entendía que estuviera molesto, pero esto era demasiado. Tendría que hablar seriamente con él después.

—¿Qué plan? —preguntó Shikamaru. Naruto aliviado de que alguien estuviera interesado en escuchar lo que quería decir vio a su amigo con aprecio.

—Tiene que ver con las condiciones que nos dieron—dijo mientras sacaba el pergamino que trajo consigo y se los mostraba—. Aquí mencionan los requerimientos que cada uno de los pretendientes deben cumplir. De lo contrario todo el contrato queda anulado—dijo buscando la parte que Ino le mostró, antes de que ella sonriera y decidiera crear un plan de improviso.

—Déjame verlo—le pidió Shikamaru que se había acercado. Todos rodeándolo veían el pergamino mientras Naruto se lo pasaba y le mostraba donde quería que él viera.

Mientras el grupo revisaba el pergamino y la sección donde estaba lo importante, Naruto giró a ver a Ino que aún parecía en trance. Su amiga siempre había sido de las personas que les gusta hacer todo lo posible por ayudarlo. Él podía recordar que pese a que de niños no se llevaban bien, o que de adolescentes no eran muy unidos, en algún punto eso cambio y ella estaba en todas partes con él. Fue una agradable sorpresa y a él le resultó agradable la presencia de la rubia día tras día; al igual que el club que tenían y toda la diversión que con esto venía.

Pero no todo era diversión y pijamada con helado y ramen. Cuando entrenaban, Naruto tenía la oportunidad de conocer las técnicas de la familia Yamanaka y con esto, entender un poco más el estilo de batalla del equipo Ino-Shika-Chou. Era por eso que cuando la muchacha gritó de improviso, lo señaló y lo pidió como si fuera un plato de ramen en oferta junto a un guiño. Naruto sabía que Ino estaba dentro.

—No entiendo cómo-

—Esta parte—dijo interrumpiendo a Sasuke y avanzando, señalándoles con el dedo justo esa oración que podía anular la unión por completo—. El pretendiente no tendrá hijos o alguno en camino con otro hombre. Claro que en este caso hablan de ella, pero yo ya tengo a un hijo en camino con otro hombre—dijo con la sonrisa más grande que podía mostrar. El grupo frente a él lo miraron con ojos que con cada palabra que decía iban abriéndose más y más, para luego ver al pergamino donde la oración estaba clara.

Después de que cada uno comprobara las palabras escritas giraron a verlo. Sakura y Sai comenzaron a reír felices y llenos de alegría. Gaara cubrió la sonrisa que tenía en su rostro, no dejando que su risa saliera. Shikamaru solo negaba con la cabeza y una sonrisa en el rostro. Sasuke suspiró y caminó hasta él, sus brazos listos para abrazarlo. Naruto ni siquiera lo pensó y se hundió en el cuerpo de su novio, sintiendo los brazos rodearlo y la felicidad que aumentaba en su interior.

—Eres un tonto que solo sabe preocuparme.

—No es cierto, también traigo emoción a tu aburrida vida.

—Hmm, porque ser un ninja es aburrido.

—Sin mí lo sería. —Naruto sintió los brazos de su novio acercarlo con mayor fuerza, pudo sentir la desesperación en el agarre. Naruto se preguntó si quizá no debió decir eso, simplemente se le había escapado, relajado en la familiaridad que era hablar o discutir con Sasuke, como todas esas veces que antes.

—Tienes mucha razón—susurró en su oído—. Sin ti este mundo sería aburrido.

Naruto podía sentir la verdad en esas palabras, una verdad dolorosa que había obligado a su novio a vivir.

Nunca más.

Nunca más. Se prometió.

 

-

 

—¡No puedo creer que hayan pensado que Naruto sería capaz de casarse con alguien que no ama! —gritó indignada cuando salió del trance en el que estaba mientras su mente estaba dentro de la muchachita que pretendía atar a un pobre ninja de Konoha con ella, felizmente este plan podría evitarlo.

—Ya lo sabemos—suspiró nuevamente Shikamaru. Ino comenzaba a pensar que su presencia iba a dejar a su amigo sin felicidad alguna si seguía suspirando así—. Ahora, ¿puedes decirnos lo que escuchaste?

Ino miró a los presentes con una sonrisa. Podía ver a Sasuke y Naruto hechos una masa de brazos y piernas a un lado, seguro era un beso muy apasionado que Ino se estaba perdiendo por culpa de la cabellera de Shikamaru. Pero ahora lo importante era el plan, el plan de improviso que armó y que estaba saliendo a la perfección.

—Logré convencer a papi que ese chico impresionante y rubio de Konoha era un héroe reconocido. Mi hermana me apoyó con la decisión, al parecer ella solo quiere lo mejor para mí y el rubio le pareció lindo—dijo con algo de humor en su voz, ya quería contarle a Naruto todo lo que hablaba de él la hermana de su ¨prometida¨—. Así que papi y el resto aceptaron que firmarían la unión si Konoha estaba de acuerdo.

—Pero ahora que estas aquí, ¿no será un problema? —preguntó Sakura con el ceño fruncido.

—Alma de poca fe. ¿Con quién crees que hablas?—dijo orgullosa por su habilidad e ignoró el movimiento de ojos de su amiga—. Ya me encargué de la hija de papi, algo de toques en partes de su mente y listo. Ella cree que ella tomó la decisión por su cuenta.

—No está mal—respondió Sakura, Ino sabía que ella lo hacía por molestar, la miró retadoramente.

—Bien, en ese caso procederemos de este modo—dejó de competir con Sakura para ver a Shikamaru que había usado la voz seria y que significaba que esto era importante—. Naruto, Sasuke—dijo girando a ver al par que parecía seguir en su mundo—Sasuke—repitió. El nombrado giró a ver a Shikamaru, eso atrajo la mirada de Naruto y sonrió. Se soltó del agarre de su novio y vino corriendo hasta donde ella estaba.

—¡Eso fue genial, Ino! —exclamó con esa típica felicidad y sinceridad que Ino adoraba.

—Solo lo mejor para ti—le respondió con un guiño. Ino le debía mucho a este rubio impulsivo y optimista, no tendría nunca medios para pagarle todo lo que él hizo por ella en el pasado, cuando se sentía en lo más bajo. Pero esto parecía ser un buen comienzo, ahora que podía.

Shikamaru carraspeó llamando la atención de todos. Ino comenzaba a sentir algo de pena por él, hasta ahora todos parecían ignorarlo o hacerle la vida más problemática.

—Aceptaremos la unión de su hija con Naruto—dijo mirando e intercambiando miradas con cada uno. Todos asentían, Naruto y Sasuke también—. Cuando sea el tiempo revelaremos el embarazo de Naruto y si es necesario con pruebas—para esto miró a Sakura, ella asintió—. De ese modo anularemos la unión y volveremos a estar como antes. Pero para ese entonces la AF habrá sido destruida y no necesitaremos de una unión con la AG.

—¿No crees que esto nos traiga problemas con la AG? —preguntó Gaara. Todos asintieron, ella realmente esperaba que no.

—Es una posibilidad, pero por el bien de no volver a tener problemas con una alianza fuera de la nuestra creo que podemos modificar algunos puntos sobre el embarazo—dijo con una expresión seria, al parecer Shikamaru había pensado en esto bastante.

—¿Modificar? —preguntó Sakura.

—Mencionaste que al ser un embarazo masculino y gracias a la participación de Kurama, este duraba más que uno normal, femenino.

—Sí, para la formación de órganos y estabilidad del feto.

—Bueno, podemos defender nuestro punto diciendo que no estábamos convencidos que algo así pasaría…

—Quieres decir—Sakura non terminó la frase.

—Decirles que no sabíamos. Que fue inesperado y que solo pasó—terminó Gaara.

—Exacto.

Todos intercambiaron miradas, ninguno parecía oponerse a la idea.

—No es como si necesitáramos de ellos, son una alianza externa y somos lo suficientemente fuertes para defendernos de ellos—comentó Sasuke.

—Creo que esta es una emergencia, no necesitamos lidiar con un grupo de ancianos que nos obliguen a algo cuando estamos al borde de desatarse una guerra. Mientras ellos no se metan ni intenten unirse a la AF todo está bien—habló Gaara. El resto apoyaron sus palabras.

—Cuando llegue el momento de encargarnos de ellos, estaremos libres de una amenaza como la AF, todo será más sencillo—terminó Sai. Shikamaru asintió. Ino sentía que todo saldría bien.

—Está bien. Entonces regresemos y firmemos esa unión—dijo Sakura, ambas intercambiaron miradas. Ino sabía que después de esto el asunto de cómo lidiar con la AF sería el principal problema y preocupación de todos. Aún así no dudaba que con el regreso de Naruto muchas cosas estaban mejorando.

—Luego nos deshacemos del grupo de ancianos y al fin podremos decidir algo en contra de la AF—comentó Gaara, su rostro agotado y con clara preocupación—. Estoy inquieto, en estos días han estado bastante callados—dijo mirando a Shikamaru.

—¿Crees que estén planeando algo? —preguntó este.

—Es imposible que no sea así.

—Cuando llegue la hora estaremos listos. Todo saldrá bien—interrumpió Naruto. Ino no evitó la sonrisa que floreció en su rostro. Sí, todo estaría bien con el regreso de Naruto.

Ahh… aún no podía creerlo y todos estos problemas estaban arruinándole la emoción y fiestas que podría armar solo con ver a su amigo frente a ella, necesitaba que todo acabara de una buena vez y que toda la aldea festejara el regreso del ninja que lo mejor que hace es sorprender a la gente.

Todos después de asentir a la idea, salieron del cuarto en el que habían estado teniendo su reunión.

Ino no podía esperar a que esta estúpida guerra acabara antes de empezar y que todos pudieran regresar a lo más importante que estaba en camino.

 

-

 

Shikamaru suspiró en alivio cuando todo finalizó. La firma de la unión fue rápida después de que todos estuvieron de acuerdo con la unión. La tensión que rodeaba al par de pretendientes era enorme, pero Naruto solo sonrió y le dio la mano a la muchacha. Esta correspondió a la sonrisa y al saludo de Naruto. Todo bastante metódico y como si fuera un traro comercial en lugar de pensar en dos personas que estaban siendo comprometidas.

Gaara se encargó de mantener al margen a Sasuke en todo momento. Aunque este parecía estar conteniendo todo en sus puños y en la mirada asesina que le mandaba a la muchacha. La pobre se veía nerviosa y lo evitaba lo más que podía antes de soltar la mano de Naruto y salir casi corriendo y esconderse a espaldas de su padre.

Luego de eso, encargó a un par de ambus que escoltaran al grupo hasta donde estuvieran alojados. Claro que los ancianos no se fueron antes de dejar en claro que el día de mañana estarían anunciando el compromiso en toda Konoha y que debería haber una fiesta, que como Hokage debía auspiciar y más cosas que Shikamaru ignoró y pidió a una de las secretaras que estaban por ahí que apuntara.

Cuando la hora de retirarse llegó, tuvo que detener a Sasuke para que no desapareciera porque aún debían comunicar las noticias al resto y coordinar cómo harían con la nueva unión y la amenaza que era la AF. Naruto había mencionado que tenía una idea, Sasuke parecía dudoso y Shikamaru creyó que esa conversación sería otra clase de guerra para convencer al sobre protector novio en dejar a Naruto a hacer lo que creía necesario.

Ahora, siendo casi las siete de la noche, ya todos estaban de regreso al departamento de Sasuke, que al parecer se convirtió en la base de las personas que conocían y sabían de Naruto. Tsunade, Kakashi, Iruka, Shizune, Chouji y Hinata estaban ahí, conversando y tomando café. Al principio pensó que sea la conversación que estaban teniendo era algo que no le importaba, considerando lo que hablaron en la mañana. Pero después, cuando notó la tensión lúgubre, el silencio fatalista al saber que algo inminente estaba por ocurrir y ver esas expresiones de pesimismo, le dio una idea de que estaban conversando sobre la Alianza Feng.

Al parecer, Kakashi y Tsunade habían recolectado todos los informes con respecto a los ataques causados por la Alianza Feng, los habían leído, conversado al respecto, sacado sus conclusiones y habían señalado en un mapa la ruta de sus ataques. Un trabajo que seguro les tomó toda la tarde.

Cuando todos habían tomado asiento en alguna parte de la sala y estaban listos para escuchar lo que Tsunade y Kakashi irían a decir, estos soltaron los fólderes y pergaminos que hasta esta mañana habían llegado de los grupos de exploración que habían sido enviados desde que se descubrió de aquel ataque. Kakashi llamó la atención de todos y comenzó.

—Esta es toda la información recolectada, hasta la última actualización de nuestros grupos de reconocimiento. Hemos revisado todo—Kakashi dijo intercambiando miradas con Tsunade que estaba a su lado, parados frente a todos—. Según parece la destrucción de aquella aldea no fue el único ataque que la Alianza Feng, ha cometido—él comenzó, sus palabras dejando a todos preocupados por lo que iría a venir—. Lo único que salió a la luz fue la destrucción de la aldea, mientras que todos los demás ataques quedaron sin rastros obvios y que nosotros fácilmente ignoramos como un problema no relacionado.

—Esta vez lo que hicieron llamó la atención de todos y recién hemos descubierto que una serie de asesinatos y secuestros también fueron causados por ellos.

—Todo es porque en ese entonces no tenían en su poder el control de un bijuu—continuó Kakashi. Tanto él y Tsunade poniéndolos a todos en conocimiento de los datos que tenían—, suponemos que esos asesinatos y secuestros son a causa de su búsqueda del bijuu o de algún jinchuriki.

—Esto nos trae a la pregunta de ¿dónde encontraron al bijuu o de quién lo obtuvieron?—Todos en silencio escuchando las palabras de la anterior Hokage. Ella suspiró y continuó—. El que hayan buscado al bijuu en humanos desvalida la idea de que al que están controlando sea uno que hubiera estado libre.

—Lo que nos queda con una posibilidad mucho más grande. Puede ser cualquiera—Kakashi giró a ver a Naruto—la única excepción sería Kurama y Gyuki.

—El de ocho colas—dijo alguien, Shikamaru no identificó quién.

—Bee—suspiró Naruto, como recién acordándose de su amigo y antiguo maestro. Su expresión daba a entender sus ansias de reencontrarse con él.

—Exacto—Tsunade continuó—. Eso quiere decir que no sabemos contra qué nos enfrentamos.

—No solo eso, tomando en cuenta todo el tiempo de la búsqueda y los asesinatos que hubo, nada nos indica que estén controlando solo uno de los bijuus y que la destrucción de esa aldea solo haya sido su forma de probar si su método de control funcionaba.

—Entonces—interrumpió Shikamaru antes de que ellos siguieran—, lo que quieren decir es que ellos podrían estar en control de cualquier de los siete bijuus restantes, además de que puede ser más de uno, ¿con el objetivo de atacarnos?

Todos se quedaron en silencio, esto no era un buen pronóstico. Solo pensar en el ataque del kyubi hace tantos años y cuando Gaara liberó al ichibi, lo único que podía traer un ataque de alguno de los demonios con cola era destrucción y muerte.

—No, no dejaremos que eso pase—interrumpió Naruto, que había estado en silencio en todo momento al igual que el resto; pero a diferencia de todos, que parecían haber estado escuchando las noticias como si estas fueran definitivas, como si fueran una predicción de caos y destrucción, Shikamaru sabía que Naruto había estado plenamente pensando en la forma de evitarlo y que encontrarían una solución.

—No vas a participar, no puedes—interrumpió Sasuke. Conociendo a Naruto más que nadie, Sasuke sabía al igual que todos que con el camino de ninja que seguía Naruto le era imposible quedarse sin hacer nada. Shikamaru pudo notar cómo se formaba el ceño de molestia en el rubio.

—Sasuke, sé que no puedo luchar. Es algo que- —Naruto tomo aire, no se había dado cuenta de todos los problemas que esto le estado causando a Naruto. Shikamaru ni siquiera se había dado cuenta que Naruto no  había estado usando su chakra hace diez años. Es decir, él creía que Naruto entrenaba con Sasuke como siempre y que cada vez que se reunían con ellos, Naruto ya estaba muy cansado para entrenar con Ino, como solían hacerlo. Ahora recién comenzaba a entender que las veces que veía a Naruto exhausto o adormilado era por su embarazo y no por su duro entrenamiento con Sasuke.

—Por favor, entiende que no queremos que te pase nada—la voz de Sakura era tranquilizadora y logró que Naruto le sonriera.

—Lo sé, créanme. Pero pese a que no pueda usar chakra no significa que no pueda luchar. —Mientras decía eso, era obvia la mirada penetrante que le daba a Sasuke. Este, por su parte, volvía a apretar los puños con fuerza.

—No—dijo entre dientes—. No, Naruto. Esto no será algo que puedas obtener con solo pedirlo o insistiendo—. Shikamaru, al igual que todos, pudo ver cómo Naruto se alejaba de Sasuke. Ambos habían estado sentados juntos en un sillón para dos; pegándose más a su lado derecho, su espalda contra el brazo del sofá.

—Sasuke, Konoha es mi aldea, mi hogar. Nunca me he quedado sentado sin hacer nada para protegerla, no comenzaré ahora.

—Naruto. No. Puedes—Sasuke siguió repitiendo.

—¡Ni si quiera me estas dejando explicarte lo que quiero hacer! —exclamó con fuerza y determinación, sus brazos explayando su indignación.

—Una cosa es el plan que hicieron de improviso con Ino, esto es diferente—su voz era acusadora—. Es luchar con enemigos, Naruto. Ninguno tendrá piedad, mucho menos al saber quién eres—su voz seria, infligida de impotencia y dolor—, están en busca de los bijuus, Naruto. Has vuelto a ser un objetivo. No voy a dejar que te pongas en medio de esto.

—Sí. Y cuando fui el objetivo de Akatsuki no me quedé encerrado en una jaula esperando que no me encuentren. Salí a defenderme y a mi aldea, seguiré haciéndolo. No soy un inválido, Sasuke.

La tensión solo aumentaba, Shikamaru sentía que esta discusión era íntima y no debía estar escuchando. Pero todos estaban ahí, atentos a cada palabra, a cada movimiento a cada tono de voz. Esto era algo más que el hecho de que  Naruto iría a luchar o no, este era Naruto dejando en claro que no quería ser tratado como si no pudiera defenderse, pese a que era así técnicamente; un Naruto que quería demostrar su fuerza y su independencia. Pero al mismo tiempo, este era un Sasuke desesperado, desesperado en aferrarse a algo que le había sido devuelto y podría volver a perder. Un amor que había recuperado y que Naruto estaba poniendo en peligro. O al menos así era como lo veía, Sasuke.

Porque todo lo que Naruto defendía en hacer era por el bien de su aldea, pero especialmente por Sasuke. Y toda la oposición que ponía Sasuke era por el único bien de Naruto.

Shikamaru quería gritarles. Quería gritarles y decirles que ambos eran unos idiotas.

Gritarle a Naruto que por favor entendiera a Sasuke, había perdido todo, lo había perdido a él y a su hijo. Y Naruto no fue quien lo vio destrozado derrumbando todo en su camino, atacando a quien se le acercaba y simplemente haciendo daño así mismo. Era prácticamente una autodestrucción, lenta y dolorosa. Naruto no vio las veces que Sakura corría en busca de Sai para que la ayudara a inyectar un calmante a un Sasuke que parecía al borde de la locura. Naruto no estuvo ahí cuando Sasuke encontró su cuerpo. Aquel trance como en coma en el que entró y nadie podía hacerlo comer o tomar gota alguna.

Pero también quería gritarle a Sasuke, porque este era Naruto. Esta era su esencia. Era su forma de ser, su lucha constante con sus deseos, sueños y determinación. Esto era Naruto en su forma más pura.

Y era por eso que nadie le diría, nadie le diría a Naruto lo que pasó con Sasuke, lo que sufrió. Porque pese a que quizá tenía una idea, sabían que si Naruto lo supiera él no podría perdonarse el hecho. Siempre condenándose el haber cometido algo que puso a su ser más amado en una posición como esa.

No, Naruto permanecería ignorante. Y era por eso que no diría nada. No les gritaría diciéndoles sus verdades, simplemente esperaría a que ambos pudieran comprenderse. Tenían un lazo inquebrantable después de todo, la muerte… Shikamaru dudaba que incluso la muerte lo hubiera afectado.

 

-

 

Gaara escuchaba cada palabra con inquietud, preparado a actuar si era necesario, a silenciar si parecía que alguno diría algo que pudiera lamentar.

Naruto fue su gran amigo, su mejor amigo y alguien que amó como un hermano. Cuando murió fue peor que perder alguna parte de su cuerpo; no quería imaginarse cómo habría sido para Sasuke. Aunque no tuvo que imaginarlo, porque lo vio. Lo vio y no pudo soportarlo, teniendo que olvidar su dolor y su duelo, todo para proteger lo más preciado que Naruto amó. Fueron diez años, diez años que estuvo de niñera de un Uchiha orgulloso y desesperante. Pero decir que era su niñera era algo que solo lo decía frente a Sasuke, porque lo hacía gruñir y bufar y rodar los ojos en molestia, porque sabía que en esos diez años habían creado un lazo, una amistad que se creó del dolor mutuo.

Era por eso que ahora se encontraba sin saber a quién apoyar, porque en algún momento tendrían que tomar una decisión. Tendrían que votar o opinar y decir a quién apoyaban. Entendía a los dos, entendía a Naruto, él era así y nunca quiso detener la determinación de luchar de Naruto. Pero también entendía a Sasuke.

—No serás inválido, pero el no poder usar tu chakra no-

—¡Es por eso que te digo que no la necesito para luchar! —Naruto se paró del sillón. Gaara estaba por pararse pero una mano en su hombro lo detuvo. Kakashi le negó con la cabeza, un no interrumpas.

—Naruto. —Sasuke se paró frente a un Naruto que parecía a la defensiva y que en cualquier momento podría saltar—. No quiero perderte de nuevo. —Y como si fuera una marioneta a la que le soltaron las cuerdas, el cuerpo de Naruto perdió toda tensión y rigidez, toda forma de lucha, toda acusación. Su expresión también cambió, una sombra de la determinación que hace segundos había poseído.

—Y no lo harás—dijo avanzado y acercándose a Sasuke—. Sé que no puedo luchar con fuerza o chakra. Conozco mi debilidad y sé que todo es diferente a la última vez que fui el objetivo de alguien y…—suspiró—Son los bijuus, Sasuke. Sé que aún no podemos contactar con Kurama, no por ahora. Pero tengo una conexión con los bijuus. En la Cuarta Guerra se creó una conexión con la cual puedo contactarme con ellos. Ellos no son bestias desalmadas como muchos creen. Tú conoces a Kurama y sabes que es así. Ellos me apoyaron esa vez, son mis amigos. No dejaré que alguien los esté controlando y obligándoles a hacer lo que no quieren.

Sasuke perdió también la furia en algún momento mientras Naruto hablaba, el resto, al igual que Gaara seguro también estaban pensando en lo que había dicho. ¿Una conexión? ¿Una forma de comunicarse con ellos?

—Aún así sería peligroso—su voz era mucho más calmada, la resignación clara en su tono. Pero Gaara podía notar que Sasuke tenía mayor disposición a aceptar lo que pidiera Naruto. Naruto parecía saber eso, su sonrisa lo decía todo.

—Sí, lo sé. Tendría que intentar comunicarme con un bijuu que está fuera de control—Sasuke estaba por interrumpir— ¡Pero! Pero si logro hablar con él y regresarlo a la normalidad tendríamos su apoyo y un aliado más.

—¿Crees que funcionará? —preguntó Kakashi. Naruto y Sasuke dieron un pequeño salto en sorpresa como si se hubieran olvidado que habían estado en medio de una reunión y que todos habían sido testigos de su discusión.

—Oh—Naruto se recuperó y giró a verlos a todos—. No es algo seguro, pero voy a intentarlo. Tengo que hacerlo.

—Na-

Sasuke estaba por hablar cuando de repente el suelo tembló, las ventanas explotaron, los cuadros cayeron y el tiempo se detuvo.

Sin pensarlo, giró a buscar la mirada de Sai que también giró hacia él, intercambiaron una conversación que pareció larga pero que habría durado milisegundos. Segundos después todos estaban fuera del departamento y lo único que quedaba de este era fuego y escombros.

Gaara pudo escuchar los gritos de las personas en la aldea, giró hacia esta y vio el resultado que había dejado una lluvia de explosiones al caer sobre esta.

—¡Tenemos que evacuar a todos! ¡Kakashi, Iruka,Sai, Chouji! —gritó Shikamaru.

—¡Sí! —gritó el grupo antes de desaparecer.

—Sakura, Shizune, Hinata, Ino. Conmigo.—Las cuatro nombradas solo asintieron y siguieron a Tsunade.

—Sasuke, tenemos que ir—dijo Shikamaru a un Sasuke que no había soltado a Naruto desde que lo sacó del departamento. Gaara suponía que habían sido los primero en salir, considerando que sintió a Sasuke pasar frente a él antes de que él si quiera recuperara el balance.

—No voy a-

—Sasuke, tu eres el líder del escua-

—No voy a dejar a Naruto.

—No, debes ir—interrumpió Naruto para luego girar a verlo—, me quedaré con Gaara. —Al ser nombrado solo pudo asentir.

—Acaba con los atacantes rápido y lo tendrás de regreso—dijo acercándose a ellos y alzando la mano para que Naruto la tomara.

—Estaré bien—susurró un Naruto que pegó su frente con la de Sasuke—. Tienes que ir.

Aún inseguro y jalado por un impaciente Shikamaru, Sasuke finalmente dejó ir a Naruto. Gaara pudo ver el rostro serio de Naruto mientras veía a su par de amigos irse. Gaara sabía lo que este estaba pensando.

—Si han traído a uno de los bijuus tenemos que ir y encontrarlo.

Gaara pensó en la promesa con Sasuke y en el peligro en el que estaba por meterse su carga. Miró a Naruto a los ojos, ese fuego determinado y esa expresión le decían que diga lo que diga Naruto no sería detenido. Lo haría con ayuda de Gaara o sin él. Sasuke lo iba a matar.

—Quédate siempre a mi lado—fue lo único que dijo. Naruto sonrió y asintió.

Segundos después ambos estaban yendo hacia el lugar desde donde provino el ataque. Presentía que en cualquier momento ocurriría otro parecido. Estaban llegando ya a los límites de la aldea, cuando un rugido a sus espaldas los hizo girar. Gaara de inmediato alzó una pared de arena. Bloqueó el ataque y lo único que le quedó en frente era la gran bestia de una cola. Su antiguo bijuu.

Estaba congelado en sorpresa que Gaara pudo sentir la explosión mucho antes de que ocurriera y aún así no pudo bloquearla.

Siempre el mapache causándonos problemas, ¿no es cierto, Naruto?

 

Notas finales:

Mi hermano dice "oli"

Cuidense~ Los quiero ♥


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