Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Resurrección por Cinnamon

[Reviews - 199]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

*Cortina de Humo: es un evento usado para que este cubra un acto de mayor importancia. 

Lamento la demora, Diciembre está que resulta más pesado de lo que pensé u.u

Los quiero a todos los que me leen y apoyan :)

-

Capítulo 9: La Cortina de Humo

-

Naruto acomodó su mochila y siguió su camino de salida de aquella aldea. Aún aburrido porque la misión que esperaba fuera emocionante y quizá algo peligrosa en realidad no lo fue. Al contrario, había sido simple y fácil de realizar. El modo con la que Kakashi se la había comentado hizo que quisiera aceptarla de inmediato, mucho más cuando le dijeron que era una misión para solo un ninja. No es como si no le gustara pasar el tiempo con sus compañeros de equipo o con Sasuke. Los amaba, amaba a Sasuke. Pero necesitaba el tiempo a solas.

Llegó a una intersección en donde el camino se dividía en dos. Miró hacia ambos caminos y escogió el que iba hacia la derecha.

Así que aún no quieres regresar. Comentó Kurama con clara diversión. ¿Evitando a alguien? ¿O algo?

—Sabes que no es eso—bufó con molestia. Luego suspiró—. Solo necesito pensar un poco.

El camino era montañoso y el más largo para regresar a Konoha. Pero había terminado la misión de espionaje bastante rápido y no había tenido el tiempo para pensar lo que quería.

Cuando te comenté la idea parecías feliz.

—¡Y lo estoy! Es- es una buena noticia…

Pero…

—Pero…—se detuvo. Pero todas esas condiciones me dejaran vulnerable.

Ambos se quedaron en silencio. Cansado mentalmente por todo lo que había estado dando vueltas al asunto, Naruto se sentó sobre una de las rocas y apoyó sus codos sobre sus rodillas, sus puños sosteniendo su frente.

No quiero perder toda mi fuerza.

Todo tiene un precio. Este es no es un simple jutsu, esta es la creación de órganos que no tienes, la modificación de tu cuerpo, la-

—¡Lo sé! —exclamó levantando la cabeza y alzando los brazos. Había estado escuchando a Kurama explicarle varias veces todo lo que tendría que sacrificar para que esto sea posible— Ya me lo explicaste varias veces.

Naruto. Kurama suspiró. Te lo repito porque quiero que estés seguro de que quieres hacerlo.

—¡Quiero hacerlo!

Lo sé. Pero aún así tienes miedo.

—¡Claro que tengo miedo! Yo…— No podré defenderme, no podre luchar, no tendré chakra, todo lo que me había esforzado por ganar… lo perderé.

Y lo recuperarás.

Después de varios meses, tengo miedo de que algo suceda en la aldea y no pueda estar ahí para defenderla.

Naruto. Tú no eres el único que defiende Konoha. Deberías confiar más en tus amigos, en tus compañeros. No es solo tu aldea, es de todos. Estoy seguro que si no estás capacitado por unos meses para luchar, el resto lo hará muy bien. Serás el héroe de Konoha pero no eres el único que tiene. Sé egoísta esta vez y haz lo que quieres sin tener que estar pensando en lo que puede pasar con el resto. Ellos estarán bien.

Naruto escuchó a su amigo mientras cerraba los ojos. Él realmente estaba emocionado por la idea, era algo que él quería y quería para Sasuke. Era un hijo. Era un hijo para ambos, era la formación de una familia. Algo que ambos anhelaban tener y que se habían resignado a que quizá sería imposible. Porque Naruto sabía que Sasuke quería un descendiente Uchiha y pese a que a Naruto no le molestaba que fueran a adoptar, él quería un hijo que se pareciera a él o a Sasuke. Quizá era ridículo porque habían muchos huérfanos por la guerra y la idea de adoptar era magnifica… Aún así no podía evitar soñar.

Y cuando Kurama le dijo que sí era posible que ambos pudieran tener un hijo de ellos dos. Él se emocionó tanto que aceptó de inmediato. Emoción que comenzó a disminuir mientras Kurama le comentaba todo lo que necesitaría hacer para lograr que pasara.

Se levantó de donde estaba y volvió a seguir su camino, si no paraba llegaría en la madrugada. Aunque podría detenerse por ahí. Quizá podría ir a visitar a Gaara antes de regresar a Konoha. No, no debía perder más tiempo. Él quería hacerlo, en serio.

—Quiero hacerlo—dijo con un tono serio. Lo quería bastante y quizá Kurama tenía razón y estos meses que no podría usar su chakra la aldea estaría bien.

Entonces hazlo. Kurama sonaba cansado de sus dudas. Naruto sabía que había estado con esto por más de tres semanas, cuando que se enteró. Incluso Sasuke parecía querer decir algo sobre sus sospechas de que Naruto le ocultaba algo, cosa que no le era difícil darse cuenta ya que vivían juntos; pero usualmente Sasuke esperaba a que Naruto fuera quien le dijera lo que pasaba. No te he visto dudar en hacer algo antes. Estas tomándote tu tiempo en hacerlo.

—Iruka-san dice que es porque estoy madurando—dijo con algo de orgullo en su voz. No podía evitarlo. Después de ser siempre tomado como alguien infantil y despreocupado, después de varias reuniones y lecciones para poder tomar el puesto de Hokage Naruto al fin había aprendido que había cosas que tenían que ser pensadas más seriamente que otras. Como el si aceptar el formar parte de una guerra (Iruka-san), o cual de los libros Icha Icha era el mejor (Kakashi), o a quién apostar (Tsunade-baachan), o cuál ingrediente era mejor en el ramen (Naruto).

Ha. Como digas, mocoso. Pero te recomiendo que decidas de una vez. Cuando lleguemos a Konoha podemos conversarlo con Tsunade y otra médico ninja en la que confíes para que te ayuden.

Sakura. Estaba seguro de eso, ella era como una hermana para él.

Ella será. Aceptó.

Kurama.

¿Hmm?

¿Todo saldrá bien? Es decir… Naruto frunció el ceño y mordió su labio inferior con inquietud. Soy un hombre y esto- esto no se supone que sea posible.

Na-

Sí, sí sé que ya me explicaste todo el proceso. Pero aún así, ¿no hay algo que pueda salir mal?

Kurama se quedó en silencio, algo que a él solo podía darle un mal presagio. No quería que nada saliera mal, era algo que requería bastantes sacrificios y poder y chakra y cambios en su cuerpo, si salía mal no estaba seguro que pudiera ponerse en esa situación de nuevo, no podría. Perder a un hijo en mitad de camino, perderlo cuando estaba tan cerca, cuando lo estaba esperando… un aborto. No, él no lo iría a soportar. No sería capaz de soportar una pérdida así. Por eso necesitaba estar seguro de que nada saldría mal, de que su hijo no tendría problemas y que pese a lo imposible de toda esta situación y lo que planeaban hacer era, él quería hacerlo posible y seguro para su futuro hijo.

El silencio se alargó y se ponía más inquieto. Estaba por decirle que no importaba si tuviera que dar algo más de lo que estaba por dar, mientras todo saliera bien él y su hijo naciera saludable; pero no tuvo que decir más cuando Kurama habló.

Yo me encargaré de eso.

¿Kurama?

Yo me encargaré de que pase lo que pase este bebé nazca.

Naruto tragó saliva ante la voz seria y firme de Kurama. Era una promesa. Una promesa. Algo que no creía Kurama fuera capaz de hacer y lo hacía por él. Sentía su pecho estremecerse en cariño a su amigo. Pero no dijo nada al respecto, solo aceptó en silencio la promesa. Porque Kurama era un zorro tímido y renegón. En eso se parecía bastante a Sasuke. Por eso lo único que se atrevió a decir fue un.

Cuento contigo.

-

 

Años después se daría cuenta que la promesa del zorro de nueve colas no era algo simple o como cualquier promesa de algún mortal, porque Kurama lo prometió y él hizo hasta lo imposible para lograr que ese bebé nazca.

Naruto no podía estar más agradecido.

 

-

 

Gaara se había quedado en shock al reconocer al ichibi. Así que cuando Naruto percibió el nuevo ataque sobre ellos, sintió su cuerpo estremecerse en terror. Él no podía usar su chakra y parecía muy tarde para salir del rango de la explosión. Por lo que solo cerró los ojos con fuerza y llevó sus manos a su vientre, pidiendo que algo pasara, cualquier cosa, que si no era por él, que fuera por su hijo.

Siempre el mapache causándonos problemas, ¿no es cierto, Naruto?

—¡Kurama! —gritó emocionado mientras sentía cómo el chakra de su amigo zorruno lo envolvía tanto a él como a un Gaara que había girado asombrado. Felizmente evitando de ese modo el impacto de la explosión que había causado un Shukaku fuera de control. —¡¿Cómo-

Deja las preguntas para después. Tú y el viejo kazekage deben salir de aquí.

—¡Gaara, vámonos! —gritó tomándolo de la mano y jalándolo. Su amigo aún parecía sorprendido, segundos después, cuando volvió en sí y giró nuevamente a ver a Shukaku distraído atacando otros lugares. Recuperando velocidad y superando a Naruto.

—Lo siento—dijo con claro remordimiento—, me sorprendió y no actué a tiempo. Yo—cerró los ojos con fuerza. Naruto sintió la mano de Gaara apretando la suya con demasiada fuerza.

—Está bien. Lo importante es que escapamos y que estamos a salvo—trató de razonar con él y hacerlo olvidar su descuido. Cualquiera se hubiese sorprendido al ver a su bijuu frente a ellos. Aunque no es algo que se ve todos los días.

—Sí, es cierto. Aún así lo siento. —Naruto solo asintió, si Gaara necesitaba disculparse, él lo aceptaría.

Ambos corrieron en busca de un lugar seguro desde donde pudieran observar los movimientos de Shukaku. Por lo que terminaron en el monte de los hokages, desde donde podían observar prácticamente todo lo que estaba sucediendo. Naruto sintió rabia y frustración al no poder estar ahí porque no tenía…

¡¿Kurama, no se suponía que no podías salir por unos meses más?!

¿Antes podrías explicarme qué está pasando? ¿Por qué Shukaku está siendo controlado? Naruto notó el tono de desprecio ante la última palabra. Kurama estaba furioso y lo podía sentir.

Es algo que pasó mientras no estábamos. Han pasado diez años, Kurama. El zorro se quedó en silencio, Naruto quería actuar de una vez, pero no podría hacer nada sin que él le diera el visto bueno.

Eso explica el porqué el Kazekage luce mayor.

¡Eso es lo de menos! Gritó exasperado. ¡Tenemos que hacer algo! Pero… ¿Puedo pelear? ¿Puedo usar-

No. No es recomendable. No por ahora. Naruto quería llorar de impotencia; pero, así como antes, el no poder usar chakra no lo desalentaría. Antes de que hagas cualquier cosa dame un resumen de la situación. Dijo el zorro, seguro sintiendo su determinación a actuar y esperando una explicación antes que nada.

¡Te lo explicaré en el camino!

—Gaara, debo acercarme a Shukaku—dijo firme. Gaara solo giró mirándolo con ojos diciendo un ¡ni lo pienses! Pero Naruto no se detendría por eso—. Tengo que intentar comunicarme con él y sacarlo de ese control mental.

—Naruto, es peligroso. Acabamos de alejarnos porque no po-

—¡Pero ahora tengo a Kurama!

—Eso no me convence, se supone que él no podía ser molestado o algo así, ¿cierto? —frunció el ceño en preocupación—¿está todo bien con el bebé?

Todo está bien.

—Sí. Según Kurama, sí. Pero aún así no puedo usar ni mi chakra ni el suyo.

—Entonces espera aquí, no hay na-

—Gaara—interrumpió con firmeza—. Mira la aldea—alzó su brazo hacia la destrucción frente a él—, Shukaku está fuera de control y además de él no hay ningún ninja enemigo. El enemigo solo lo libero y se fue—explicó algo que había notado después de revisar todo desde ahí arriba. El único punto de desastre era en donde estaba el ichibi.

—Es cierto—dijo Gaara habiendo volteado a verificar lo dicho por Naruto—. Eso solo puede significar que esto es solo una distracción.

—Exacto. Y si es una distracción, ellos deben estar buscando otra cosa en Konoha.

—¿Pero qué?

—¡No lo sé! Pero en estos momentos todos los ambus y shinobis están evacuando a todos y tratando de controlar a una simple distracción. ¡Algo que yo puedo hacer! Shikamaru ya debe haberse dado cuenta, pero él no va a poder derrotar a uno de los demonios con cola cuando esta fuera de control.

Ambos se quedaron en silencio por un par de segundos antes de que Gaara asintiera.

—Yo te cubro. —Naruto sonrió agradecido por su amigo y comenzó su bajada en dirección a Shukaku, Gaara unos pasos tras él. Era algo bueno que al menos le quedara el taijutsu.

Ok. Comenzó a explicarle a Kurama. Han pasado diez años y al parecer los que nos atacan tienen en control a Shukaku y buscan algo que no sabemos qué es. Estos enemigos son una alianza que ha declarado la guerra a la nuestra.

¿Nuestra alianza?

Sí… al parecer las cinco grandes aldeas se unieron en una alianza. Se llama Daigo. ¡Y adivina!

¿Qué?

¡Hay una aldea en mi nombre!

Ya había un puente en tu nombre, ¿ahora una aldea?

¿No es genial?

La verdad no.

Bueno, es algo triste la razón detrás de eso… pero no es el punto. Ahora lo que queremos es llegar a Shukaku y conectarnos con él para poder ayudarlo a vencer el control que tienen sobre él.

Algo que suena más fácil de lo que es.

Lo lograremos.

De eso no lo dudo. Dijo en un suspiro que sonaba resignado. Pero a Naruto eso significaba mucho, ya tenía el apoyo de Kurama y con eso la aprobación de continuar con su plan. Gira aquí, iremos por detrás, no creo que el Kazekage pueda con él frente a frente.

Naruto hizo lo que le dijo. En el camino viendo cómo shinobis desviaban los ataques del ichibi para evitar daños a la mayor cantidad de propiedades posibles. Ya se estaba acercando y podía ver cómo un grupo de los que luchaban frente a frente con el ichibi estaba siendo comandado por Sasuke. No pudo evitar sonreír ante la idea de su bastante gruñón y típico, ¨Yo trabajo mejor solo Naruto, no voy a tener otro equipo, Naruto. Solo estoy bien.¨ ahora tenía un aura de buen líder y movilizaba a sus hombres con seguridad y firmeza.

Avanzó con mayor rapidez para no ser descubierto, sabía que si se quedaba observando lo grandioso que era Sasuke, este se daría cuenta y terminaría siendo encerrado en una de las impenetrables prisiones hasta que todo acabara. Al menos si Sasuke lo encontraba cuando ya estaba sobre Shukaku e intentando entrar en la conexión mental, él ya no tendría opción más que apoyarlo y cubrirle la espalda.

A unos paso detrás de él podía escuchar a Gaara farfullar un ¨me va a matar, me revivirá y matará de nuevo. No utilizará ni siquiera un gentjutsu, lo hará todo real y con sus manos.¨ Naruto sabía que su amigo estaba exagerando. Al menos eso esperaba.

 

-

 

—¡Gaara! —gritó cuando fue empujado hacia un montículo de arena y su amigo fue golpeado por una de las garras de Shukaku cuando este se dio cuenta de sus presencias.

—¡¿Qué rayos haces aquí?! —En un segundo Sasuke estaba a su lado, tomándolo de la cintura y levantándolo para sacarlo del rango de ataque del ichibi.

—¡Gaara está- —se detuvo al ver a Sai aparecer sobre un gran cuervo negro, Gaara en sus brazos. Naruto suspiró.

—Se suponía que se iban a quedar fuera de esto—dijo sin alzar la voz, pero era claro su enojo.

—Sasuke, Kurama está intentando entrar en conexión con Shukaku.

—¿Kurama? —Sasuke frunció el ceño—. Él no debería poder comunicarse contigo aún.

—Lo sé, pero dice que todo está bien—trato de tranquilizarlo, algo que no parecía tener mucho éxito al ver el rostro aún serio de Sasuke—. Debemos detener a Shukaku, pero cada vez que estoy por acercarme él puede sentir mi presencia y nos ataca—vio que Sasuke estaba por interrumpir, así que explicó rápidamente— Gaara ha estado protegiéndome todo el tiempo, pero ya debe estar agotado.

Miró hacia la dirección donde Sai había aterrizado, Gaara veía aún a Shukaku con determinación en sus ojos; pese a que se veía agitado por haber bloqueado ataque tras ataque tanto defendiéndose como defendiéndolo. No solo era eso, Naruto podía notar que Gaara no quería lastimar gravemente al ichibi, porque él sabía que era un amigo y que solo estaba siendo controlado. Naruto se sentía agradecido con Gaara.

Escuchó a Sasuke suspirar.

—¿Kurama puede usar su chakra? —Naruto parpadeó ante la pregunta, pero respondió.

—Parece que sí, pero dice que hasta que Tsunade me dé una revisión es mejor que no lo use, solo si es necesario—explicó lo que Kurama le había dicho.

—Bien. ¿Solo necesitas acercarte a él? —Naruto de inmediato sonrió ante las palabras que significaban que Sasuke lo ayudaría.

—¡Sí! Como alguien lo está controlando y no sabemos quién o cómo lo único que podemos hacer es tratar de forzar la conexión—dijo mientras giraba a ver cómo un grupo de shinobis usaba jutsus para tratar de incapacitarlo o mantenerlo quieto.

—Usando el Sharigan podría-

—No. Si fuerzas otro poder de control sobre él solo lo enfurecerás más—aclaró. Vio a Sasuke recorrer con la mirada al ichibi antes de asentir.

—Todos te cubrirán, yo iré contigo—afirmó serio. Naruto no iría a quejarse por eso, había logrado bastante con solo saber que Sasuke aceptaba que fuera hasta allá.

—Sasuke, Naruto—Sai se había acercado junto con Gaara—. Todo el perímetro ya ha sido evacuado y el resto de shinobis ha ido a investigar los alrededores. El único ataque es del ichibi. Kakashi y Shikamaru dicen que pueden mantenerlo quieto por unos minutos, máximo. Para que puedas hacer lo tuyo—dijo lo último mirándolo fijo.

—Sí. —Avanzó hasta quedar a unos metros del ichibi que rugía ferozmente. Su cola azotándola contra el lugar donde había segundos atrás una casa—. Hagámoslo.

Con esa simple palabra todos saltaron, Sasuke a su lado, Sai y Gaara tras él y podía ver al frente a Kakashi y Sakura. Shikamaru e Ino varios pasos atrás. Shikamaru lo vio a los ojos y asintió en señal a que comenzarían con el plan. Naruto sonrió, hace mucho que sentía tanta emoción de estar luchando codo a codo con sus amigos. Asintió determinado a que lo lograrían y saltó hacia el ichibi.

 

-

 

El plan funcionó. El plan había funcionado demasiado bien para sentirse satisfecho. Naruto había logrado reconectar la conexión que tenía con el Ichibi y junto a Kurama destruyeron el lazo que lo unía a quien lo controlaba. De inmediato, la destrucción paró y Shukaku se detuvo completamente. Lanzó un rugido en enojo que resonó en la aldea pero no causó mayor destrucción. Segundos después la gran forma del ichibi desapareció como si nunca hubiera estado ahí.

Shikamaru corrió hacia el lugar vacío pensando que de nuevo habían perdido control sobre el demonio de una cola, hasta que vio en el mismo lugar a Naruto con una sonrisa en el rostro y en sus brazos un mapache. Un. Mapache. Sasuke a su costado con notorio cansancio mental, seguro por el constante peligro en el que su novio se metía. Shikamaru no quería estar en sus zapatos.

—¿Ese es…?

—Shukaku—respondió Naruto con naturalidad, el mapache dormido en sus brazos. Shikamaru quería entender cómo el gran y destructivo demonio de una cola podía estar en ese pequeño animal. Suspiró. Estos días estaban resultando cada vez más agotadores.

—Bien. —Decidió que primero era revisar los daños en aldea y la posibilidad de que hubiera pérdidas humanas, algo que según Tsunade no había encontrado en el rápido reconocimiento que dio segundos después del primer ataque. Pero debía asegurarse—. Sakura, Ino—dijo a penas sintió que llegaron a su lado—, Tsunade-sama. ¿Podrían chequear toda la zona de daño?

—Deja a nuestros equipos encargarse de eso—afirmó Ino, mientras Sakura y Tsunade asintieron, desapareciendo de inmediato después de la orden. Al menos podía estar tranquilo sobre la salud de los habitantes de Konoha mientras ellas estuvieran a cargo. Ahora debía de asegurarse de la seguridad—. Sai—llamó al ambu que estaba conversando con Gaara, este le dijo una última cosa y caminó hacia Shikamaru.

—Los escuadrones ambu que mandé no encontraron a nadie cerca. Shino y Hinata hicieron un reconocimiento en toda la aldea para asegurarse que ningún enemigo hubiera ingresado o salido. No se encontró rastros de ningún extraño entrando o saliendo, tampoco nada fuera de lo ordinario. Claro, exceptuando al mapache gigante que nos atacó—explicó con su típico sarcasmo. Shikamaru acostumbrado a eso solo asintió.

Así que el ichibi era solo una distracción como supuso. Se rascó la nuca con molestia, tratando de pensar qué podría ser lo que querían de ellos esa Alianza. Si no habían ingresado a la aldea entonces ¿para qué una distracción? Suspiró y miró a su alrededor. Bastantes pérdidas materiales pero esto tendría solución, ya había enviado a que regresen a los habitantes y que a los que no tuvieran donde pasar la noche fueran con Sakura e Ino a los centros especiales para estos casos.

El otro asunto era… Miró a Naruto que estaba apoyado contra Sasuke, el mapache dormido aún en sus brazos y él cabeceando mientras Sasuke lo abrazaba protectoramente. No quería estar molestando a un Naruto agotado pero necesitaba respuestas, necesitaba que le explicara cómo detuvo al ichibi y por qué tenía esa forma, quién lo estaba controlando, o qué.

Kakashi llegó a su lado y lo detuvo poniendo una de sus manos sobre su hombro.

—Necesito respuestas—dijo de inmediato sabiendo lo que Kakashi estaba por decir.

—Él no está en condiciones, deja que descanse. —Shikamaru suspiró.

—Quiero hacerlo, pero tengo un muy mal presentimiento. Acabamos de estar entretenidos con una distracción, esto-

—Kurama puede ayudar—intervino Sai, que había estado en silencio. Shikamaru giró asombrado, Kakashi tenía el mismo semblante, al menos de lo que se veía de su rostro.

—¿Kurama? ¿No se suponía que él no podía se despertado porque estaba en una especie de hibernación? —al menos era lo que había entendido de la explicación de Sakura.

—Sí, pero despertó protegiendo a Naruto. Si hablamos con él podría también explicarnos eso—habló Gaara que también se acercó a ellos. Segundos atrás parecía en trance mirando de reojo al mapache en los brazos de Naruto. Shikamaru no sabía lo que él podría estar sintiendo Gaara sobre el ichibi que había regresado y estaba en una forma tan pequeña y vulnerable.

—No podemos hablar con él sin Naruto—recalcó. Gaara sonrió como sabiendo la solución a eso.

—Sí podemos. Yo serviré de canal.

Tanto él como el resto miraron a Gaara con confusión no entendiendo lo que eso significaba, así que solo asintió confiando en el kazekage. Gritó ordenes al resto de shinobis para que ayudaran a los habitantes que regresaban de donde habían sido evacuados y a otros escuadrones a que se encargaran de los daños. Eran las tres y algo de la madrugada, pero estaban en un tiempo de alerta, no podrían dormir. Menos él.

 

-

 

Sasuke suspiró aliviado cuando al fin Naruto se dejó vencer por el cansancio, el muy tonto no quería dormirse hasta que pudiera hacer algo. ¿Qué? Ni él tenía idea, pero no sería Naruto si no quisiera saber todo lo que pasaba con su aldea y siempre querer ayudar de alguna forma a defenderla. Pero su condición no lo iba a dejar estar despierto por mucho tiempo y Sasuke estaba esperando que su mismo cuerpo lo admitiera, porque Naruto no lo haría.

Cargó a Naruto en sus brazos, su cuerpo no tan firme como lo recordaba, algo más suave y delicado seguro por los cambios por los que su cuerpo estaba pasando. Evitando que el pequeño mapache que Naruto sostenía con bastante firmeza, como si fuera uno de sus peluches, no resbalara mientras Sasuke lo movilizaba. ¿A dónde? Su departamento había quedado en ruinas y quizá tendría que irse al centro junto al resto de afectados por el ataque.

Suspiró.

No iría a un lugar así con Naruto, se armaría el caos. Pensando en dónde podría ir sin llamar la atención vio al grupo de Shikamaru, Kakashi, Gaara y Sai acercarse a él. No se había dado cuenta que todos ya habían evacuado esta área y solo quedaban ellos. Frunció el ceño pensando en lo que querían. Ni que piensen que despertaran a Naruto, él merecía descansar y recuperar fuerzas.

—Sasuke-

—No—dijo de inmediato. Shikamaru sería el Hokage pero no dejaría que afectara la salud de Naruto.

—Sasuke—esta vez habló Gaara y estaba por decir algo, pero era Gaara, él no haría nada que si pudiera afectar a un agotado Naruto. Sasuke solo suspiró y lo dejó continuar—. Necesitamos hablar con Kurama.

—Gaa-

—Termina de escuchar—interrumpió—. Queremos hablar con él, pero no necesitamos despertar a Naruto para eso—explicó. Sasuke aún lo veía incrédulo, pese a la seguridad de sus palabras.

—¿Cómo harás eso? —preguntó alzando una ceja inquisitiva.

—Primero vayamos a un lugar cómodo para que él descanse.— Aún no estaba convencido de sus palabras, pero sí necesitaba ir a un lugar donde acomodar a Naruto.

—¿A dónde sugieres? —preguntó. Gaara solo giró hacia Shikamaru, este se frotó las sienes.

—Mi casa no fue afectada—comentó resignado a lo que pasara—. Shikadai sigue con Konohamaru.

Todos asintieron y fueron en marcha a la residencia Nara.

 

-

 

Ya en su casa, Sasuke acostó a Naruto en el sillón largo y él se sentó en el suelo al lado de su cabeza. Vio cómo el  pelinegro acariciaba sus cabellos rubios mientras Naruto dormía, no pudo evitar sentir alivio y felicidad por Sasuke.

—¿Ahora puedes explicarnos lo que planeas, Gaara? —interrumpió sus pensamientos Kakashi. Giró a ver al mayor que se había sentado en uno de los sillones, seguro también cansado de todo lo que pasaba en tan poco tiempo. Es decir, el cansancio era más que todo mental, la declaración de guerra, la unión con la otra alianza, el regreso de Naruto y ahora el ataque. Todo en un par de días.

—No estoy completamente seguro cómo, pero tengo una conexión con Kurama y supongo el resto de bijuus.

—¿Estás seguro? —preguntó Sasuke.

—Al menos cuando Kurama habló pude escucharlo. Pero debió ser porque él quería que lo escuche, porque después de eso no lo volví a oír.

—Quizá es porque fuiste un jinchuriki—comentó Kakashi—, la complejidad de los jutsus de sellado y la naturaleza de los demonios con cola aún tienen muchos misterios, no me sorprendería si ellos pudieran comunicarse mentalmente contigo si quieren solo porque una vez fuiste un jinchuriki.

—Es posible—accedió Gaara—. De todas formas me gustaría intentarlo. No quisiera levantar a Naruto cuando necesita bastante el reposo—. Gaara giró a ver a Sasuke que seguía sentado al lado de Naruto. Para cualquier persona su postura era adoradora y relajada. Pero para entrenados ninjas como eran ellos, podían notar la postura de alguien que sintiera un ataque o movimiento indeseado podría saltar al ataque.

Ante la expresión de petición en el rostro de Gaara, Sasuke suspiró y accedió a que el pelirrojo se acercara. Todos observaron cómo el kazekage colocaba una de sus manos sobre la frente de Naruto y cerró los ojos.

Pasaron minutos y no pasaba nada. Shikamaru podía sentirse cansado y decepcionado de que no funcionara, faltaba poco para que amaneciera y estaban aún en alerta. Así que tomando la difícil decisión que era tener que despertar a Naruto, Shikamaru estaba por hablar, cuando…

—No es mi culpa, sabes cómo es él—dijo Gaara en un tono de fastidio. Este luego suspiró, abrió los ojos y miró al resto—. Kurama está molesto.

 

-

 

Al principio pensó que no estaba funcionando, pensó que quizá cuando escuchó la voz de Kurama en su cabeza había sido algo que se imaginó o quizá coincidencia. Pero justo cuando estaba por rendirse con un murmullo de: Estúpido zorro. Pudo oír la respuesta del indignado zorro.

Estúpido serás tú mapache desagradecido. Te salvé la vida y lo que haces es que este idiota termine casi inconsciente por todo el estrés y energía usada.

Él, pese a la molestia por la acusación, pudo sentirse aliviado de que sí pudiera comunicarse con el zorro.

—No es mi culpa, sabes cómo es él—dijo en un tono de fastidio. Kurama conocía a Naruto mejor que nadie, o empate con Sasuke, así que él debía entender al terco rubio. Luego solo suspiró, abrió los ojos y miró al resto para decir—. Kurama está molesto.

Molesto está Shukaku por haber sido tan débil y haberse dejado controlar. Yo estoy furioso, poner en riesgo a Naruto de este modo.

Gaara no pudo estremecerse en culpabilidad. Él debió insistir a Naruto en tomarlo con más calma. Una culpa que no duró mucho porque sabía que el zorro solo lo decía para hacerlo sentir fatal, el mismo Kurama sabía cómo podía ser de terco Naruto, así que no podía hablar, él seguro también había sido manipulado por esa determinación de Naruto a no rendirse y lo había apoyado en contra de lo que alguien racional hubiera hecho.

—Pregúntale por qué está aquí antes de tiempo—habló Sasuke, seguro lo que quería saber con ansias. Gaara también estaba preocupado por ese detalle, pero antes de que pudiera decir algo, Kurama respondió.

Deben ser los diez años. Lo escuchó suspirar. Lo último que recuerdo fue que Naruto caía y él no podía hacer nada para evitarlo, su chakra inútil y sus reflejos aún hechos un desastre por el influjo de hormonas y cambios en su cuerpo. Pero yo había hecho una promesa con Naruto, así que no podía permitir que terminara ahí.

Kurama se detuvo. Gaara esperó a que siguiera, pero podía sentir la resistencia del zorro a continuar con su historia.

—¿Qué hiciste? —preguntó directamente, no estaba para escuchar la historia a medias. Todos querían respuestas de lo que realmente pasó. Era un alivio que nadie le preguntara lo que conversaba con Kurama, porque no podría responderle con la tensión y exasperación que le causaba el maldito zorro.

Tuve que usar un jutsu. Admitió finalmente.

—¿Cuál? —preguntó.

Uno ancestral y que fue olvidado y borrado de la Tierra, ningún humano tiene acceso a él. Quería saber más al respecto, pero Kurama parecía que no diría más. Uno de los pasos consiste en gran concentración de chakra, algo que también es requerido para la formación del núcleo en donde se forma el feto. Gaara no sabía mucho sobre el embarazo de Naruto, era algo que tendría que consultarlo después con Tsunade o Sakura. Pero dejó que el zorro siguiera. Así que después de haber estado tanto tiempo concentrando chakra es normal que el tiempo necesario se haya adelantado.

—Pero todo está bien con el núcleo y el bebé. —Tenía que asegurarse de eso.

Sí, no siento que haya ningún problema. Lo que si me gustaría es que Tsunade revisara el núcleo porque es seguro que el tiempo de embarazo ha disminuido.

Gaara asintió y comenzó a decirles todo lo que les dijo Kurama al resto. Todos escucharon atentos, Sasuke mostró un gran alivio en su rostro y siguió acariciando el rostro de Naruto son ternura. Cuando acabó con ese punto pasó a la siguiente pregunta.

—El ichi- Shukaku—se corrigió—¿sabe quién lo controlaba?

Pueden ver que Shukaku ha sido sellado en un animal, un mapache. Kurama se detuvo un momento. Gaara vio de reojo al mapache sostenido en los brazos de Naruto, bastante manso para haber estado momentos atrás destruyendo Konoha. Cuando Naruto y yo intentamos romper la conexión que lo controlaba nos dimos cuenta que era diferente.

—¿Diferente? —preguntó prestando gran atención.

No como con el sharingan, no era un control sobre Shukaku en sí. Gaara frunció el ceño. Era control sobre el animal en el que estaba sellado. Lo que me hace suponer que la persona no tiene el poder de controlar el poder de un bijuu sino a un ente, un animal, una persona. No conozco la clase de poder capaz de eso, pero puedo decir que no es como Madara.

Tomó aire, esperando que fuera lo que fuera ese nuevo poder no fuera peor que el de Madara, si era así, y era algo nuevo y temible, tendrían una guerra delante de ellos. Algo nada favorable y que nadie deseaba.

Además, puedo sentir las conexiones con el resto. Débiles pero presentes, gracias a Naruto y su conexión con ellos. Pero si esta fuerza ha estado controlando a Shukaku y es posible que tenga a otros más, entonces no quiero arriesgar a que controle a Naruto y por consiguiente a mí.

Gaara se detuvo a pensar en esa posibilidad, era algo que no podía dejar que pase. Si esta persona podía controlar a personas o animales como Kurama creía entonces dejar que Naruto este a su alcance sería peligroso.

—¿Será como la técnica Yamanaka? —preguntó, esperando que de ese modo pudieran encontrar una forma de contrarrestar lo que fuera.

No he estado en suficiente contacto como para confirmarlo. Explicó el zorro.

—No lo intentes, no queremos arriesgarnos hasta que sepamos más de él—sintió a Kurama afirmar y volver a quedarse en silencio. Gaara giró a ver los rostros expectantes del resto. Supuso que su rostro no mostraba nada bueno al notar la seriedad con la que todos lo vieron—. Tenemos un problema—dijo con gravedad, algo que resultaba ridículo decir cuando era tan obvio. Y estaba por seguir hablando cuando la puerta de entrada de Shikamaru se abrió de golpe.

Todos se levantaron en sorpresa, con excepción de Sasuke que no se movió en ningún momento de al lado de Naruto.

—¿Kiba? —preguntó Shikamaru a penas escuchó el ladrido de Akamaru. Todos escucharon los pasos apresurados del domador de perros y a su gran amigo.

—Aquí estaban—dijo en tono agitado, al parecer había llegado corriendo. Si mal no olvidaba la última vez que vio a Kiba fue en el campamento que dejaron atrás. Antes de que continuara, escucharon a Akamaru gemir y que daba pasos hacia Naruto que seguía durmiendo—. ¿Es ese- —Vieron a Kiba olfatear el lugar y abrir los ojos con alarmante amplitud—. Es imposible, si- si-

—¡Kiba! —gritó Shikamaru, seguro ansioso por saber la razón por la que estaba aquí.

—Yo- Pero-

—Esto tiene explicación—aclaró Gaara antes de que Kiba se inquietara más—, pero antes dinos lo que ibas a decir.

—Es que- —Antes de que continuara, aún con ojos abiertos como platos y en shock, alguien más entró.

—¡Shikamaru la princesa no aparece! —gritó una Ino agitada. Princesa refiriéndose a la hija de uno de los ancianos—¿Kiba? —Kiba giró a ver a la rubia, luego a Naruto, luego al resto. Para luego recuperar poco a poco la calma y decir con seriedad.

—Shikamaru, hubo una alerta en Uzugakure, alguien ha entrado al santuario de Naruto Uzumaki y se han robado el cuerpo.

 

Notas finales:

Ahh~ hasta el viernes~

¿Qué les pareció? owo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).