Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Resurrección por Cinnamon

[Reviews - 199]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! Como sabrán actualizo en las noches, por mis tareas matutinas y eso así que me demoro un poco owo

¡Pero aquí está el siguiente capítulo! Espero les guste :3

Gracias a todos por sus comentarios y Olá J.MOliver bem vindo! 

NOTA:

Para que tengan en cuenta; exiten tres alianzas:

1) La Alianza Daigo (AD) o la de las grandes aldeas, siendo la principal Konoha porque fue la que inició todo. (más información durante el fic)

2) La Alianza Feng (AF) o la fuerza que quiere comenzar una guerra.

3) La Alianza Gia (AG) o los que quieren formar una unión con la AD.

Más sobre estas alianzas y sus propositos en el avance del fic :D

-

Capítulo 4: La Intercepción

-

Naruto le había contado todo lo que había pasado desde que despertó. Al parecer el ¨viajero¨ que había escuchado de Shikamaru y Sarumi había sido él. Sasuke no pudo evitar la sorpresa, y miedo si era sincero, por lo cerca que habían estado y cómo si se hubiera desviado solo unos minutos antes o después quizá no se hubieran encontrado. Y quizá Sasuke hubiera cometido un horrendo error, un error que decidió Naruto no necesitaba saber por ahora.

Al terminar de escuchar la historia, Sasuke hizo su principal objetivo el vigilar que Naruto comiera apropiadamente. Una tarea que no le iba a ser complicada considerando que no pensaba dejar a Naruto ni un segundo solo. Después de almorzar, Sasuke hizo que Naruto se cambiara de ropa por algo suyo, ya que la ropa que llevaba aún estaba mojada y se le pegaba tentadoramente sobre su piel. Algo que Sasuke evitaba ver fijamente. Naruto necesitaba un lugar cómodo y caliente para descansar; además, si pensaba hacer algo más que besos y caricias necesitaba que fuera en otro sitio que en medio del bosque. Naruto merecía más que eso, al menos mientras estuviera en ese estado.

—Entonces, ¿A dónde vamos? —escuchó que dijo Naruto al terminar de arreglar sus zapatos y erguirse para verlo con esa sonrisa que extrañó tanto. Esa sonrisa que siempre estaba en su rostro cuando veía a Sasuke.

—¿Dónde? Hmm—Sasuke no lo había pensado. Konoha era la primera opción… pero con todo lo que estaba pasando. No sabía si era una buena idea. Sasuke observó a Naruto, aunque, él necesitaba a Tsunade y Sakura, ellas; además de Kakashi y Sai; eran las únicas que sabían sobre el embarazo de Naruto y la forma que le afectaba. Además, ellas eran las únicas capacitadas de atender un parto así.

Otro problema era el hecho de que Naruto estaba vivo, algo que aún no tiene explicación lógica. Y si bien Sasuke no estaba pensando en razones, quizá el resto sí quiera razones y  ponga en duda el regreso de Naruto y posiblemente al mismo Naruto. Más cuando estaban, probablemente,  a inicios de una guerra.

—¿Quieres ir a Konoha? —preguntó, decidió que lo que quiera Naruto era lo que harían. Después de todo al que le afectaría mucho más sería a él.

—No estoy seguro—sonaba entre nervioso e inseguro, Sasuke solo quería abrazarlo y protegerlo de cualquier cosa que hiciera que él colocara esa expresión—estaba yendo hacia allá, pero no tenía idea de lo que haría después de llegar—Sasuke asintió, era típico de Naruto hacer una cosa a la vez y de ahí idear el plan de acción.

—Podemos ir ahí si quieres, o podemos regresar a Uzugakure—le sugirió, sonriendo ante la expresión de confusión en el rostro de Naruto.

—¿Uzugakure?

—Sí—Sasuke caminó hasta llegar al frente de Naru, a un par de pasos. Sus cosas ya listas y empacadas para ir a donde Naruto decidiera—, es la aldea de dónde vienes.

—¿Se llama Uzu-gakure? —al parecer Naruto comenzaba a darse cuenta del porqué del nombre de esa aldea.

—Exacto—le dijo abrazándolo. Nunca se cansaría de hacerlo.

—Y se llama así por…

—Sabes el porqué—Naruto solo movió la cabeza en negación.

—No puedo creerlo. En serio, Sasuke, uno usualmente hace una misa y pone una lápida. Solo tú dejarías que construyeran una aldea en mi nombre.

—¡Hey! El nombre fue idea de Sakura—pese a las quejas de Naruto, Sasuke podía decir que estaba feliz y se sentía halagado.

—Entonces es cierto la historia que me contaron.

—¿Te contaron?

—Haru y Sarumi, los vigías. Son muy amables, por cierto-

—Sí, ya me lo dijiste—Sasuke soltó a Naruto para tomarlo de la mano y avanzar. No estaba celoso, para nada.

—Bueno, ellos me contaron sobre el mito de la cascada—Naruto frunció el ceño—. ¿En serio hubo gente que intentó cruzarla? —Sasuke reflejó su preocupación y molestia.

—Sí, lamentablemente. Los rumores comenzaron mientras la aldea estaba en construcción—. Naruto lo vio con una expresión de pregunta, Sasuke sabía qué quería saber antes de que si quiera dijera palabra, así que habló—. Suna y Konoha estaban solas al comienzo, pero luego, llamados por la curiosidad, las otras tres grandes aldeas vinieron a ayudar. Fue así como en la entrada puedes ver los símbolos de las cinco aldeas.

—También está el símbolo de los Uzumaki.

—Sí, bueno, fue por ti que se tuvo la idea. Además, el resto de aldeas estuvo de acuerdo.

—Hmm.

—Aunque aún no lo creas, todos te amaban Naruto y si no era así, al menos te tenían respeto—Sasuke no podía creer que Naruto aún fuera ignorante del cariño de su aldea y del resto de personas. Sasuke lo podía ver cuando viajaban, cómo todos reconocían a Naruto y lo saludaban, agradeciéndole por todo lo que hizo. Quizá era humildad o simple despistes, porque mientras Naruto aceptaba que sus amigos cercanos se preocuparan por él, aún le costaba aceptar la idea de que era considerado un héroe por personas que años atrás lo habían rechazado.

Naruto sabía perdonar, una característica que ponía a Sasuke nervioso, porque perdonaba hasta las peores personas mientras él creyera que eran honestos. Pero nunca olvidaba.

—Aún así, no sé si sentirme avergonzado por todo esto o halagado—Sasuke le dio fuerzas presionando levente su mano, Naruto le respondió con una sonrisa.

—Cuando la aldea estaba lista para ser habitada, habían pasado tres años y medio, era aún pequeña pero tenía lo necesario y sorprendentemente muchas personas de distintas aldeas querían venir a vivir aquí—Sasuke recordaba con claridad cómo grupo de gente, familias enteras y ninjas recién salidos de la academia dejaban todo en sus aldeas para venir a este nuevo y desconocido lugar—. Quizá era porque todos querían un nuevo comienzo. La guerra había terminado, sí. Pero las perdidas habían sido grandes y ninguno pudo aclimatarse a los cambios. Así que después de años sin tener resultados decidieron probar comenzar de nuevo.

—Así que se mudaron aquí.

—Sí. Por eso la mayoría de gente que vive ahí, son huérfanos o gente que perdió a su familia en la guerra. Es común, en el caso de algunos huérfanos que entrenan para ser shinobis, de que al terminar su formación decidan venir aquí. La población es en su mayoría gente joven. Y por muchas costumbres que hayan traído desde sus aldeas de origen, en ese lugar se aprendió a convivir y a aceptar las diferencias del otro. Por eso puedes encontrar trajes de las diversas tierras, la diversidad cultural es algo que me asombra cada día.

—Eres feliz ahí—escuchó el susurro de Naruto, un tono de pregunta y miedo por saber la respuesta. Sasuke frunció el ceño.

—No vivo ahí.

—¿No?

—No. Vivo en Konoha, en nuestro departamento—sintió a Naruto detenerse y mirarlo fijamente.

—¿Aún conservas nuestro departamento? —Sasuke le respondió con una sonrisa, hace mucho que no sonreía tanto en un día—. Eso es bueno—. Por la expresión en el rostro de Naruto, Sasuke podía decir que para él era mucho más que solo bueno.

—¿Quieres que vayamos a Konoha, entonces? —Sasuke esperó a que Naruto lo pensara cuidadosamente. Después de unos minutos recién respondió.

—Sí. Sí, me gustaría ver de nuevo nuestro hogar—Sasuke solo pudo sonreír. Nuestro hogar, cómo extrañaba ese sentimiento de calidez al pensar en ir a casa junto a su amado.

—Ok—respondió, sujetando con fuerza la mano de Naruto y dirigiéndolo de regreso al camino por el cual irían a Konoha.

Era cierto que quería esconder a Naruto solo para él y protegerlo de la vista de todos, pero no podía ser egoísta. Tenía un hijo en camino y las únicas personas que sabían cómo poner en marcha el plan de Kurama eran Sakura y Tsunade. Pese a eso, no iba a arriesgarse en poner en riesgo a su amado. Lo tenía de regreso, no iba a hacer nada que si quiera amenazara con llevárselo. Eso podía jurarlo.

 

_____

 

Sakura estaba saliendo de Uzugakure cuando sintió que alguien la seguía. Considerando todas las personas que podían ser, ella decidió seguir avanzando. No era ninguna de las chicas, Ino no haría nada, bastante perseverante en su decisión, y por otro lado, había encargado a Hinata el vigilar a Shikamaru y si podía interrumpiera cualquier barbaridad que hiciera. Hinata había aceptado la misión con tal vigor que Sakura creía que si fuera posible ella capturaría y encerraría a Shikamaru en su armario. Tampoco era Temari ni Kankuro, ambos en camino a Suna. ¿Kakashi? ¿Iruka? No, el par de esposos estaban pegados a Shikamaru ideando planes y sugiriendo estrategias. Tsunade igual.

Solo quedaba… Oh, al parecer no era solo una persona quienes la seguían. Y un presentimiento le decía que ninguno de ellos sabía de la existencia del otro. Vaya par de idiotas.

Sakura llegó a un punto donde el camino se partía, uno se dirigía al río y el otro a Konoha. Esperaría ahí a sus persecutores. Si querían formar parte del plan ¨detengamos a Sasuke y sus berrinches antes de que cometa el más grande error de su vida¨ -Sakura no había tenido tiempo en pensar un mejor nombre para el plan- tenían que estar presentes, Sakura era lo suficientemente neurótica como para destruir todo el bosque si no supiera que eran ellos siguiéndola.

En silencio e inmóvil, esperó. Y esperó. Y esperó.

—Ok, ya basta. Salgan de una vez—exclamó frustrada. Sus manos en su cintura y su ceño fruncido—. Estamos cortos de tiempo, ¡salgan! —gritó estresada. Quizá recién el par de idioras se había dado cuenta de la presencia del otro y no querían delatarse—¡Ok par de imbéciles, ya me cansé! ¡Salen o los saco a patadas! —Nada. Estaba rodeada de hombres tercos, orgullosos y estresantes. ¡Perecían niños! —¡Sai! ¡Gaara! ¡Sé que son ustedes, así que si no salen gritaré a los cuatro vientos lo que dijeron en la fiesta de año-

Ni siquiera había terminado de decir su amenaza cuando un pelinegro y un pelirrojo estaban parados frente a ella. Sakura solo pudo sonreír victoriosa. El par con cara de estreñidos, en silencio y mirándola amenazantes. Ella rodó los ojos, parecían unos niños berrinchudos. Al parecer ninguno iba a decir palabra, ni entre ellos, ni a ella.

Por mi bien. Pensó entre molesta y asombrada por la terquedad de ambos.

—Calculando el tiempo de salida aproximado de Sasuke han pasado cuatro o cinco horas, si ha seguido sus costumbres habrá tomado un desvío para ir a visitar la cascada—ella se detuvo, Sasuke siempre tomaba el tempo para ir a visitar aquel lugar, por mucho que él no se diera cuenta, el resto lo veía venir. Según él era decisión del momento, pero ella sabía más que eso. Nadie lo seguía, era un momento de intimidad, pero siempre se demoraba una hora o dos, máximo hasta darles el alcance de nuevo en el camino hacia Konoha—. Si nos apuramos, podemos alcanzarlo en mitad del camino. Él ya debe estar regresando de la cascada. Tenía muchas cosas que pensar, así que esperemos que se haya tomado su tiempo—. Miró al par por si tenían algo que decir al respecto. No. Aparentemente el gato les comió la lengua.

Sakura solo suspiró, iba a ser un viaje largo y no era exactamente por la distancia del camino. Ella avanzó, saltando a un árbol para tomar velocidad. El par de sus estresantes amigos detrás de ella.

Al menos ahora tenía refuerzos, Gaara y Sai eran unas de las pocas personas que estuvieron al lado de Sasuke después de su pérdida, así que el azabache estaba más dispuesto a escucharlos. No es como si ella no hubiera querido estar para él, solo que Sasuke tendía a atacar a quién se le acercase y Sakura no era rival contra él. En cambio Sai, Kakashi o Gaara, incluso Tsunade, no lo pensaron y aceptaron los ataques de Sasuke y su dolor, su sufrimiento de la única forma que él sabía hacerlo.

Estaban llegando al punto donde usualmente Sasuke les daba el alcance, así que Sakura aceleró el paso. Normalmente, en años pasados, todos viajaban caminando y en calma, todo porque no había apuro y si tenía suerte, Sasuke haría lo mismo, dándoles a ellos una ventaja.

Pasaron minutos cuando sintió que Gaara aceleró, ganando distancia y sobrepasando a Sakura y Sai, al parecer había sentido a Sasuke cerca.

Sakura sonrió. Gaara era bueno en encontrar personas, dejaba libre partículas de arena que se movían con el viento a varios metros de radio, y  hasta kilómetros, buscando usualmente enemigos cerca que no podían ser detectados con la vista o algún ninja enemigo que se estuviera escondiendo. Así que ella podía confiar en su habilidad. Además, era el Kazekage.

—No está solo—Sakura escuchó a lo lejos, varios metros delante de ella. Frunció el ceño.

—¿Cómo que no está solo? —Sakura comenzaba a ponerse nerviosa, aceleró el paso hasta sus límites, logrando alcanzar a Gaara, notó que Sai hacía lo mismo—¿algún enemigo?

—No. Si fuera así no sería solo uno.

—¿Seguro que es solo uno? —Gaara la miró con molestia, claro, cómo se atrevía a dudar de su información.

—Si dice que es uno, es uno—interrumpió Sai—. Pero si no es enemigo, ¿entonces?

—Quizá solo un viajero—comentó, tratando de sonar convencida. Pero aquella molestia de que Sasuke pudiera estar en apuros comenzaba a aumentar.

—Quizá—dijo Gaara, mirando al frente. Al parecer escuchar a Sai lo había regresado a un humor tranquilo.

Ella decidió no decir más, sus teorías de lo que podía estar con Sasuke solo harían que no solo Gaara la mirara mal, si no que posiblemente Sai también. Ambos eran peores que un mujer en sus días. Todo era culpa de su tensión sexual.

 

_____

 

—Alguien se acerca—comentó deteniéndose. Sasuke se detuvo con él.

Ambos habían caminado hasta llegar a un camino formado entre los árboles. Al parecer, como era bastante conocida y popular, los viajeros solían tomar esta ruta para ir de la aldea Uzugakure –no se acostumbraría fácilmente a tener una aldea, ¡una aldea!, en su nombre- hacia otras aldeas, especialmente Konoha, y al revés. El único problema era que la gente tenía que acampar en mitad del camino hacia Konoha porque duraba de dos a tres días llegar a pie, algo que Sarumi no consideró adecuado para ¨Nami¨, por eso lo había enviado por la ruta en la cual se podría quedar en una posada.

Después de pasar la intersección y entrar en ruta, Sasuke le dio una capa para que se protegiera del sol, Naruto tenía ganas de decirle que no era necesario, pero la insistencia de su novio fue tal que aceptó colocarse la capucha. Ni que el sol fuera demasiado, era a penas soleado. Pero no armaría escándalo, Sasuke parecía querer cuidarlo y protegerlo hasta de la brisa, algo desesperante, pero que trataba de comprender. Después de todo, había desaparecido –muerto- por diez años, no podía esperar menos de su amado.

—¿Desde dónde? —preguntó Sasuke. Naruto no pudo evitar sentirse feliz al saber que Sasuke aún confiaba plenamente en lo que le dijera y en sus habilidades, o las que le quedaban. Naruto giró a ver el camino desde donde vinieron.

—Por allá. Son tres, vienen a toda velocidad—si bien no podía usar su chakra para pelear y técnicas jutsu, no significaba que no pudiera usarlo para esto. Ser uno con la naturaleza fue una de las primeras cosas que tuvo que dominar para no volverse loco durante el embarazo, después de todo, muchas cosas estaban en riesgo si él no lograba equilibrio y unidad con su entorno. Si antes de la guerra había pensado que dominaba eso, Kurama le creó un régimen tal que ahora con la mente libre y estomago lleno, podía sentir los árboles a metros de distancia y su localización con los ojos cerrados, el caer de las hojas y más.

 —Entonces son ninjas—Sasuke lo puso detrás suyo. Naruto aceptó ser movido, pero no dejó de sentir a las personas que se acercaban, necesitaba saber si eran enemigas o no.

Cerró los ojos en concentración, quizá si estos habían estado siguiendo a Sasuke, seguro usaban alguna clase de técnica. Si era así, él podría detectarla y tener idea de sus intenciones.

Oculto y protegido por la ancha espalda de Sasuke, Naruto cogió la tela del polo que su novio tenía y se relajó. Técnica. Técnica. Los shinobis se acercaban. Técnica. Podía sentir con claridad todo lo que lo rodeaba, la brisa, las hojas de los árboles, el pasto, los insectos, el cuerpo de Sasuke, su respiración, sus hombros tensos, la ligera liberación de chakra y- Oh.

—Arena…—susurró, causando que Sasuke suspirara. Naruto dejó de concentrarse y abrió los ojos. Sasuke parecía haber dejado de estar a la defensiva—. ¿Sabes quiénes son? —preguntó más tranquilo, si Sasuke creía que no estaban en peligro, entonces no lo estaban. Sasuke solo pasó una de sus manos por sus cabellos. El cabello de Sasuke estaba largo, más largo de lo que recordaba, atado en una coleta y Naruto tenía tantas ganas de pasar sus dedos por esos cabellos negros y- Concéntrate, Naruto.

—¿A quién conoces que controle arena? —Naruto se tomó su tiempo para poder entender el significado de las palabras de Sasuke, aún algo embobado por sus sucias fantasías. ¿Arena? ¿Qué contro-?

No estaba listo. Aún no estaba listo para-

—Yo-

—Ya están cerca—escuchó a Sasuke decir, él aún frente a Naruto, cubriéndolo—, crees que puedas…

Sasuke le estaba dando la oportunidad de escapar, de huir de este encuentro, de no ver a su gran amigo, de escapar de Gaara. No. No estaba listo para verlo, pero tampoco podía huir. Naruto Uzumaki no huía.

—Está bien, puedo verlo. Creo que-

—No tienes por qué forzarte a hacerlo. Sé que es difícil, puedo interceptarlos y-

—No, está bien—trató de sonreír inútilmente—. Solo me pregunto quién estará con él—. Sasuke no estaba convencido, podía verlo en su rostro, pero Naruto no se retractaría. Su novio suspiró.

—Seguro Sai, ese par no puede estar solo—Naruto se moría por saber qué significaba eso, pero no tenía la cabeza en esos momentos para preguntar—y si tengo que adivinar, diría que Sakura. Ella es la única capaz de soportar toda esa tensión entre los dos—Naruto no preguntaría, al menos por ahora. Aunque la expresión divertida de Sasuke le decía que fuera lo que fuera él disfrutaría en poner su granito de arena.

—Gaara, Sai y Sakura—repitió los nombres—, sí, puedo verlos. Creo que puedo—trató de ser fuerte y no pensar en lo que ellos pudieran decir, o al menos no en las malas cosas que ellos pudieran opinar sobre el regreso de Naruto.

En el pasado ha habido muchas formas en que gente regresaba de los muertos, Naruto lo sabe bien, estuvo en una guerra que parecía un apocalipsis zombi, así que sabía las dudas que su presencia levantaría. Pero Naruto estaba muy seguro que él no había sido traído a la vida de esa manera, no se sentía controlado, no sentía ningún chakra maligno o amenazante, nada. Solo él, el de su hijo y si se concentraba bastante, aún podía sentir a Kurama.

Solo dos meses más, pensó al recordar a su zorruno amigo, solo dos meses más.

—Ya los puedo ver, aún podemos-

—No, está bien. Yo- —se movió ligeramente a la derecha, su cuerpo aún oculto detrás de Sasuke pero viendo con cuidado hacia las tres figuras que se acercaban.

Oh, Dios. Ahí están.

Podía ver el flamante color rojo del cabello de Gaara, el sobresaliente cabello rosa de Sakura y el punto negro que era Sai entre colores tan brillantes. Su pecho se estremeció al ver la postura de los tres, sus cuerpos más altos, al menos de los chicos, su fuerza mayor, los saltos y rapidez con la que avanzaban era mejor a como la recordaba. Habían crecido, simplemente viendo sus siluetas y sus movimientos, podía sentirlo. El orgullo y la tristeza de saberlo lo inundó. Orgullo por ver que han crecido en admirables hombres y mujer. Y tristeza por no haber sido testigo de su maduración.

Estaban a unos metros, treinta, veinte, quince, diez… el trío se detuvo. Los tres viéndolo extrañados, seguro preguntándose quién estaba con Sasuke.

—¿Sasuke? —Sakura tenía una voz algo más seria, más madura. No pudo evitar apretar con fuerza el agarre que tenía en la tela del polo de Sasuke, el dueño no parecía tener alguna queja.

—¿Qué hacen aquí? Había dejado claro que quería un tiempo a solas —Naruto alzó el rostro levemente para verlo, estaba confundido. Pero Sasuke seguía viendo firmemente a sus amigos.

Naruto sabía que ninguno podía verle el rostro, todo gracias a la capucha que Sasuke le había obligado a ponerse, ahora pensaba que quizá no fue solo por el sol que lo hizo.

—Sabes que tu decisión es estu-

—Sobre eso —interrumpió Sasuke a Gaara, su amigo tenía una voz más grave, al igual que Sasuke había madurado y el tiempo les había bendecido con una voz sexy y Naruto se iba a asegurar de no comentarle eso a su novio —, cambié de opinión. Busquen a otro.

Ante las palabras de Sasuke, el trío pareció quedar sorprendido, como si hubieran esperado que él pusiera más resistencia o se tirara en el suelo a hacer una pataleta. Podía ver el rostro de asombro de Gaara y la cara de incredulidad de Sakura. Sai era el único que seguía en silencio, y Naruto sabía que Sai lo miraba fijamente a él, seguro preguntándose quién era y suponiendo que él era el culpable de lo que pasaba con Sasuke.

Si solo Naruto pudiera saber de qué estaban hablando.

—¿Cambiaste de opinión? —Sakura dijo en un chillido —¡¿Así nomás?!

—Sí.

—¿No vas a gritar y tirarte al suelo, o destruir un par de aldeas en el proceso?

Naruto alzó la mirada a ver a Sasuke en asombro, para mayor sorpresa Sasuke parecía levemente sonrojado, no pudo evitar escapar una risa y decirle.

—¿En serio, Sasuke? ¿Destruir aldeas?

—Cállate —Sasuke solo se ponía más rojo, ni siquiera lo miraba.

—Y yo pensando que tu estilo de berrinche era irte en busca de reptiles y simular ser un renegado con tu pequeña banda de delincuentes.

—No simulaba ser un renegado —Sasuke masculló girando a verlo —tenía una misión, quería ven-

—Vengar a tu familia y recuperar el nombre Uchiha. Sí, lo he escuchado muchas veces.

—Y aún así-

—¿Sasuke? —Naruto y Sasuke giraron a ver al trío de los cuales se habían olvidado completamente porque al parecer discutir seguía siendo algo que los metía en una burbuja de dos, haciendo que el resto no importara.

—Oh, sí. Como dije, busquen a otro. Yo no quiero la responsabilidad —les dijo, el sonrojo desvanecido y la seriedad de regreso en su voz. El trío ya no parecía interesado en Sasuke, los tres fijándose en Naruto. Él solo se sentía nervioso ante la mirada de sus amigos, ¿ex-amigos? No, seguían siendo sus amigos, no es como si el contrato de amistad se rompiera por haber muerto.

—¿Quién es él? —Ok, Sasuke y Gaara no eran los únicos que les fue dado una voz así al crecer. Naruto comenzaba a sentirse dejado de lado, él seguía con su misma voz y eso que ya había pasado por la pubertad y todo. Quizá en unos diez años… Cierto, se está distrayendo. Demonios. Ahora Sasuke también lo miraba. ¿Acaso le preguntaron algo?

Sasuke suspiró.

—Te pregunté si estás seguro —Oh, si quería revelar su identidad.

—Supongo, mientras sean solo ellos. Al menos por ahora —Sasuke lo tomo de la mano y lo sujetó con fuerza, dándole valor, Naruto le sonrió.

Giró a ver a sus amigos que parecían sorprendidos por la acción de Sasuke y por alguna razón Naruto no podía evitar sentirse delirante de alegría al saber que para Sasuke ser cariñoso con alguien era una ocurrencia rara. Por más que quisiera aún se sentía celoso por las personas que habían tenido la suerte de haber estado con Sasuke, su novio le había dicho que no había habido nadie serio, pero eso no significaba que no lo intentó. Y pensar en eso lo llenaba de furia y de dolor, pero no tenía derecho a reclamarle o sentirse celoso, después de todo era su culpa el no haber estado por todo este tiempo.

—Ok —Sasuke les hizo una seña para que se acercaran, sus amigos lo hicieron, con algo de sospecha —. Más les vale guardar la compostura, si hacen algo ligeramente amenazante les juro que-

—Sasuke —suspiró Naruto —, deja de amenazarlos. No me van a atacar, ¿verdad? —preguntó con una sonrisa, segundos antes de dejar caer la capucha y sin dejar que ninguno respondiera —. Hola, han pasado años, ¿cierto?

Sabía que su sonrisa era nerviosa y algo tensa, pero no podía evitarlo mientras veía los rostros de horror y shock que sus tan preciados amigos pusieron.

A su costado Sasuke estaba listo para tomar medidas si alguno si quiera se atrevía a mirarlo mal. Realmente debió pensar mejor en cómo se presentaría, como sea, Naruto no era conocido por pensar las cosas antes de hacerlas.

—Y, ¿qué hay de nuevo? —Fue una sorpresa cuando Sakura se desmayó. Naruto solo pudo mirarla asombrado —. ¿Upss?

—Sasuke, ¿qué has hecho?

—¿Naruto?

Gaara lo veía con los ojos bien abiertos, dudando si avanzar hacia él o no. Naruto le sonrió animándolo a que lo hiciera. No quería tomar en cuenta el tono amenazante que escuchó de Sai mientras veía a Sasuke. No estaba listo para la reacción de su amigo, que parecía que no sería buena.

—Hola, Gaara.

—¿Cómo es posible? —En un segundo, Gaara estaba frente a él, recorriéndolo con la mirada. Sus manos recorriendo el aire que estaba a milímetros de Naruto, pero en ningún momento atreviéndose a tocarlo.

—La verdad, no tengo la menor idea —sabía que sonaba algo alterado por ese tema, Gaara parecía no notarlo.

—¿Eres realmente tú? —Naruto estaba por responder, pero el grito de Sai lo hizo estremecerse.

—¡Sasuke! ¡¿Qué has hecho?!

—¡Cálmate! ¡No he hecho nada!

—¡Esto no es nada! —Naruto miró hacia otro lado ante la discusión entre su novio y su amigo, Sai señalándolo como si fuera algo en lugar de alguien. Gaara pareció darse cuenta y frunció el seño mirando hacia Sai.

—Cálmate, Sai. Si dice que no ha hecho nada es porque no lo ha hecho.

—¡Pero esto es imposible! ¡Nadie puede regresar a la vida sin que otra persona haya hecho alguna clase de jutsu negro! —Naruto sabía eso, Sasuke sabía eso, todos los que estuvieron en la guerra sabían de la posibilidad y de los riesgos que esa acción traía. Aún así, no podía evitar sentir enojo por la forma en que Sai acusaba a Sasuke de cometer algo así.

—Eso es cierto, pero no crees que si él hubiera planeado hacer algo así ¡¿lo hubiera hecho años atrás?! —Gaara, para alivio de Naruto, se había puesto frente a él evitándolo de la vista confundida y furiosa de Sai.

—¡No lo sé! ¡Pero lo ha hecho! —le gritó a Gaara —¡Tú! ¡Naruto no se merece un trato así! ¡Pensé que lo habíamos conversado! —Sai se había acercado peligrosamente a Sasuke —. Te lo había advertido y tú me juraste que nunca harías algo como esto —Sai y Sasuke estaban a centímetros de distancia, Naruto podía notar la furia emanando de Sasuke, este controlándose con todo lo que tenía.

—No. Hice. Nada.

—¡Entonces explica esto! —Naruto pudo sentir en sus venas el disgusto en la voz de Sai y eso en lugar de hacerlo sentir deprimido, lo hizo furioso.

—¡Cállate! —sin escuchar a Sasuke o Gaara, Naruto se puso al frente de Sai, empujándolo con uno de sus brazos. Sai parecía sorprendido. Bien—. Hablas como si supieras todo. Y Sai, déjame recordarte que no todas las respuestas están en los libros. Hay cosas que no tienen razón de ser. En este momento que yo esté aquí es una de esas. Bien, tú puedes ser un amigo y apoyarme o sino largarte de aquí y dejarme en paz. Pero no voy a dejar que le hables así a mi novio y me trates como si fuera una cosa y no estuviera aquí. Te amo, y lo sabes —Naruto ignoró el sonido de queja de su novio —eres uno de mis amigos más preciados, pero si no te comportas como se debe no dudaré en darte lo que mereces.

—Naruto, no-

—¡Bien! —gritó en frustración ante la queja de Sasuke —. Mandaré a Sasuke o a Sakura, si se despierta, a que te de lo que mereces, al menos hasta que esto acabe —dijo señalando la zona de su vientre. De repente una sensación de tristeza lo invadió, Sai era una de las personas que sabían. ¿Por qué lo estaba rechazando? ¿Por qué no le creía? ¿Por qué lo odiaba?

—Tch —escuchó la molestia de Sasuke, al mismo tiempo de sentir los brazos de este rodearlo. Pasó saliva, rayos, estaba llorando de nuevo. Malditas y odiosas hormonas —. Hey, tranquilo. Todo está bien.

—¡Pero él-

—Ya, ya. Yo le voy a dar un buen golpe.

—Es que- es que- —No podía pronunciar oraciones completas entre las lagrimas y la forma en que se sonaba la nariz.  Esto era ridículo, no sabía si sentirse avergonzado o bien al sentir que la molestia era liberada por sus ojos. Sasuke suspiró y lo giró para hundirlo en su pecho.

—Shh, shhh —las manos de Sasuke recorrían su cabellera — ¿Estás feliz? —pudo escuchar que siseaba amenazante a alguien, seguro Sai.

—Yo, no-

—Solo cállate y como te dijo puedes irte. No necesito a alguien que lo estrese, menos en su estado.

—¿Estado? —Ese era Gaara, él no sabía nada de eso, Tsunade había dicho que lo mejor era que supiera la menor cantidad de gente posible.

—Sai sabe a lo que me refiero —Sasuke sonaba entre decepcionado y furioso.

—Él está-

—Tal como el día que lo vimos por última vez. Es como si para su cuerpo no hubiera pasado nada después de la persecución —Sasuke suspiró. Naruto se estaba calmando, pero al parecer Sai también, así que dejó que Sasuke se encargara —, ni Naruto ni yo sabemos la razón, y es algo que me gustaría saber —Naruto se estremeció, Sasuke quiere saber las razones —. Hey, solo es porque no quiero que estés en peligro, sabes que no dejaré que nada te pase —Naruto solo asintió, tratando de no pensar en la razón por la que estaba aquí, con vida—. Pero por ahora hay cosas más importantes —volvió a dirigirse a Sai —y si ninguno piensa apoyarnos entonces no los necesito —su tono era firme y decidido.

Naruto pudo escuchar suspiros y movimiento, quizá era hora de dejar de ignorar su alrededor. Ya había dejado de llorar pero volvía a sentirse cansado, agotado.

—Lo- lo siento —la voz sonaba suave y afligida. Naruto dejó de apoyarse en Sasuke para mirar a quién le hablaba —, yo- —Sai tenía una expresión completamente diferente a la que tenía hace unos segundos —. Perdóname —de un segundo al otro Naruto se vio envuelto en un abrazo repentino —es que tenía miedo, tenía miedo de que fueras como esos cuerpos que se mueven y son controlados por otros. No podría soportar que alguien hiciera eso contigo, no a ti —Sai sonaba desesperado y tan destruido por dentro que Naruto se dio cuenta que Sasuke no fue la única persona que abandonó.

—Lo siento, yo no quise-

—No es tu culpa, tonto —Sai susurró en su oído. Se alejó ligeramente. Su rostro volvía a tener esa semblanza impasible de siempre. Naruto no pudo evitar sonreír, solo él era capaz de romper las máscaras de Sai, romperlas y llenar sus expresiones con furia, con tristeza, con odio, con alegría, con decisión, con cariño…

—Hey —, Naruto alzó el rostro para ver a Gaara cerca, sus ojos con lágrimas pero su expresión llena de vida y alegría. Sai giró a verlo y Naruto comprendió en ese instante a lo que se refería Sasuke.

Al parecer en estos diez años muchas cosas habían cambiado y él ya no era el único en ser capaz de romper las barreras de Sai; además, él nunca había sido capaz de obtener esa expresión. Gaara podía llenar ese rostro con amor.

Después de Sai fue Gaara quien lloró su regreso, su sonrisa permanente. Sasuke ya cansado de que lo estuvieran manoseando lo jaló para tenerlo en sus brazos causando que Sai y Gaara rieran. Naruto estaba sorprendido, sorprendido pero feliz de la interacción que esos tres llevaban. Al parecer nunca iba a dejar de arrepentirse el haber perdido esos diez años y todo lo que sucedió en estos. Pero viendo a sus amigos reír y escuchar su historia de su visita a Uzugakure y su opinión sobre el nombre, pensó que aunque no recuperaría el tiempo perdido, aún podía crear muchas experiencias nuevas y llegar a conocer a las nuevas personas que estaban rodeándolo.

Eso sería una gran aventura y oportunidad.

Pasaron minutos, cuando ya todos estaban sentados en un círculo y Sasuke sentado detrás de él rodeándolo, cuando Naruto escuchó un quejido y giró a ver de dónde provenía.

Tragó saliva al ver cómo Sakura se levantaba, su mirada jade fija en él.

—Na.Ru.To.

Quizá regresar de entre los muertos era una habilidad que tendría que poner en uso más seguido de lo que esperaba.

—Hola Sakura —su risa nerviosa no hizo nada en apaciguar a la furia rosa que corrió hacia él. Gaara ni Sai fueron rivales, Sasuke solo logró ser lanzado a un árbol. Naruto un segundo después, se veía en suelo, rodeado de cabellera rosa y unos brazos tan fuertes que sentía que no podía respirar.

—¡Eres un idiota! ¡Un gran idiota! ¡¿Cómo nos haces esto?! ¡Siempre lo mismo! ¡Vas y vienes sin pensar en las consecuencias!

—Lo siento, de veras. No fue mi intención —Sakura seguía llorando sobre él, abrazándolo como si su vida dependiera de ello. La mujer que había visto hace minutos atrás volvía a ser aquella niña que conoció hace tantos años —, ¿no lo volveré a hacer?

—¡Más te vale, idiota! —Naruto sonrió. Sabía que Sakura sería la más fácil de convencer y de tener a su lado. Ella creía en que todo era posible y solo aceptaba las cosas buenas que le lanzaba la vida.

—Sakura, detente lo vas a lastimar —gruñó Sasuke y pese a su tono amenazante no se acercaba. Al parecer el tiempo no había cambiado el hecho de que Sakura infundía terror en la población masculina.

—Oh, Naruto es fuerte, puede soportar uno que otro músculo sin circulación —, Naruto no sabía si reír o llorar ante las palabras de confianza de Sakura sobre su estado físico. Pero no, en el estado en el que estaba necesitaba todo el oxigeno posible.

—Hmm, sé que crees eso, querida y amorosa amiga —Sasuke y Sai bufaron en algún lugar detrás de él —, pero recuerdas que Kurama había mencionado que en mi estado tendría necesi-

Antes de si quiera terminar Sakura había saltado de sobre él para quedar a varios pasos de donde Naruto aún seguía tirado.

—dades extras —terminó, su sonrisa firme ante el asombro en su amiga.

—Sigues- tú estás- aún- Oh, por Dios. Necesito revisarte. ¡¿Por qué no me dijiste antes?! —Naruto veía cómo su rostro cambiaba de sorpresa, a incredulidad, a horror, a molestia, para finalizar con su cara que ponía frente a pacientes especiales y difíciles de tratar —. ¡Y tú! —. Gritó apuntando a Sasuke —¡A penas lo encontraste debiste traerlo a mí! ¡Sabes que su condición es delicada!

—Lo sé, pero-

—¡]Nada de peros! —gritó mientras caminaba por su mochila —. ¡Estoy rodeada de hombres tercos e incompetentes! — Gritó al cielo, sus manos en el aire.

—No creo que sea buena idea decir algo —dijo interrumpiendo a Sasuke y Sai que iban a responder a eso. Gaara sonrió.

—Creo que faltabas tú para que detuvieras a este par, de ser así se hubiesen salvado de tantas golpizas —comentó riéndose de las caras de molestia en Sasuke y el movimiento de ojos de Sai. Naruto sonrió, quizá debía investigar ese asunto.

—Y díganme, ¿desde cuándo están juntos? —preguntó inocentemente a ambos.

Al fondo escuchó la explosión de risa de su novio, a Sakura aguantándose la risa porque estaba tratando de ser profesional mientras traía sus instrumentos. Mientras que Sai y Gaara lo veían avergonzados y sin atreverse a mirarse entre ellos.

—¡No estamos juntos! —gritaron al mismo tiempo. Giraron a verse a los ojos, para un segundo después ver a otro lado.

—Oh. Entonces tuve la vibra incorrecta —, el par parecía aliviado, Naruto volvió a sonreír inocentemente — ¿entonces cuando planean hacer algo al respecto? —Gaara y Sai comenzaron a balbucear avergonzados, al parecer Sasuke estaba disfrutando del espectáculo. Sakura había decidido reírse de una vez, mientras se sentaba al lado de Naruto —, porque quiero estar listo para la boda y eso —comentó en burla. Pero en ese momento la tensión cambió por completo. Naruto miró a cada uno de sus amigos y a su novio, había algo que ninguno le había dicho.

—Oh, no. ¡Sasuke! —gritó Sakura como recordando algo y mirando a Sasuke en terror.

Definitivamente había algo que no le habían contado.

—¿Sasuke? —preguntó a su novio. Para que no lo esté mirando a los ojos era algo serio.

—Ha pasado algo —no era un pregunta, Sasuke al parecer se dio cuenta de que algo estaba peor. ¿Pero qué?

—Sí, la Alianza Gia está en Konoha y exigen que les demos una respuesta o sino ellos van a ir a la Alianza Feng a realizar una unión con ellos —Sakura sonaba desesperada y Sasuke murmuró insultos por lo bajo. Naruto no entendía nada y comenzaba a hartarle el estar en nada.

—¿Qué ha dicho Shikamaru? ¿Qué van a hacer?

¿Shikamaru?

—Quieren aceptar —Gaara dijo serio —, Shikamaru piensa tomar en cuenta tu voluntariado.

—No puede hacerlo, ya dije que no lo haré.

—Te ofreciste, Sasuke. ¿Qué crees que iba hacer?

—¡Pero la situación es distinta! —Sasuke gritó. El trío bajó la cabeza en un suspiro. Naruto ya tenía suficiente de esto.

—¿Qué está pasando? ¿Qué alianzas? ¿Qué no quieres hacer? —Naruto esperó a que Sasuke lo mirara a los ojos — ¿A qué te ofreciste Sasuke?

Naruto no tuvo un buen presentimiento al notar que Sasuke miró hacia otro lado, al ver al resto de sus amigos estos hicieron lo mismo. El rubio se levantó de donde estaba sentado. Se sentía en minoría, vulnerable y solo, nuevamente. El no saber nada era malo, pero que ellos estén ocultándole cosas era peor y dolía mucho más.

—¿No van a decirme? ¿Prefieres que me entere de otra manera? —comenzaba a sentirse furioso. Kurama le había dicho que ero no era bueno. Tenía que calmarse.

—No. Te lo voy a contar, créeme que lo haré. Solo —Sasuke tomó aire —, solo escucha con calma y no actúes sin pensarlo, ¿ok? Aún estamos ideando un plan. Y-

—Sasuke, no entenderé nada de lo que me pides mientras no me digas lo que pasa — esto se estaba volviendo frustrante.

—¿Siéntate?

—¡Acabo de pararme! Solo dilo de una buena vez.

—El idiota de Sasuke planeaba casarse por obligación.

—¡Sai! —el grito furioso de Sakura y Gaara no hicieron nada para evitar que viera a Sasuke en horror.

¿Casarse por obligación?

—¡Pero ya no lo voy a hacer! Naruto, no es-

—Cómo- —Naruto no pudo decir más, sus rodillas débiles hicieron que perdiera el equilibrio y Sakura corrió a ayudarlo a sentarse. Sentía el regreso de las lágrimas y la frustración e impotencia de no haber podido estar cuando Sasuke había tomado esa decisión.

¿Por qué Sasuke se casaría con alguien que no ama? Sintió las lágrimas recorrer sus mejillas. Podía escuchar la voz de sus amigos a su alrededor, la de su novio suplicante en algún punto frente a él. Nadie debía casarse por otra razón que no fuera amor, mucho menos Sasuke. Su Sasuke. Su amado y preciado Sasuke que merece lo mejor y una vida llena de amor.

Naruto se sentía agotado. Había sido un día con muchas emociones, había encontrado a Sasuke, a Sakura, a Sai, a Gaara, había descubierto tantas cosas nuevas y caminado un largo camino. Había revivido el sentimiento de caída y desolación. Había descubierto cosas que se perdió y una nueva esperanza en esta nueva oportunidad. Y ahora esto. Era demasiado.

Sintió su cuerpo apoyándose contra el de Sakura, sintiendo su cariño y preocupación, sus manos recorriendo sus cabellos. Abrió los ojos, no recordando cuándo los cerró, para ver arrodillado frente a él, a Sasuke, una expresión de culpa y sufrimiento. Naruto no entendía por qué dudaba en tocarlo, como si si lo hiciera fuera a romperlo, o como si Naruto fuera a atacarlo.

—Eres un idiota —susurró antes de volver a cerrar los ojos y sentir que su cuerpo se apagaba.

Solo necesitaba dormir unas horas, su cuerpo necesitaba recuperar fuerzas. Luego tendría tiempo de gritarle a Sasuke como se debe. El mayor idiota. Solo él se castigaría de ese modo, un matrimonio sin amor. Qué estúpido.

 

 

Notas finales:

Cuando despierte, y después de que vaya a votar, responderé a sus hermosos comentarios que me animan bastante :)

El capitulo oficialmente está programado para el próximo jueves, pero como ya tenemos costumbre, espero poder publicarlo antes.

Besos y abrazos a todos :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).