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Resurrección por Cinnamon

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Notas del capitulo:

¡Lamento la demora! El mundo real tiene la culpa. Pero a cambio por mi demora les he hecho un regalito, espero lo puedan leer y me den su opinión.

SP9: Centinela


Aquí les dejo el nuevo capitulo. Gracias por su apoyo a todos :) contestaré sus comentarios tan pronto como recupere horas de sueño =3=

Besos~

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Capítulo 5: Las Alianzas

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—Eres un idiota—bufó Sakura mirando hacia atrás donde estaba un muy abatido Sai. El nombrado no dijo nada, pero su postura indicaba culpa y preocupación. Sakura suspiró. Naruto aún es sus brazos—. Tenemos que encontrar un sitio más confortable—le comentó a un Sasuke que parecía a punto de perder el poco control que tenía. Arrodillado frente al cuerpo de un inconsciente Naruto, sus manos queriendo tocar el cuerpo pero sin realmente hacerlo. Sakura no podía evitar sentir dolor por su amigo, Sasuke tenía miedo de tocar a Naruto, solo porque el idiota se sentía culpable y sin el derecho de siquiera tocarlo.

—¿Está bien? —escuchó la voz de Gaara sacándola de su contrita pena, ella parpadeó y alzó el rostro para ver al pelirrojo. Su rostro serio y preocupado, pero aparte de su preocupación por el rubio, Sakura podía notar que Gaara veía de reojo a Sasuke, como midiendo hasta qué punto sería su quiebre. Sakura de inmediato se dio cuenta que Sasuke necesitaba que le aseguren que Naruto estaba bien. Tonta. Estúpida. Se recriminó.

—Sí, solo necesita descanso. Sasuke, Sasuke—llamó la atención de su amigo, el pelinegro alzó el rostro—, Naruto está bien. Solo está dormido. Estoy segura que ha sido un día muy largo para él—le brindó a Sasuke su mejor sonrisa y por el ligero cese en la tensión sobre sus hombros pudo darse cuenta que la noticia le era un alivio.

—Bien, bien—Sasuke repetía queriendo convencerse, Sakura sabía lo que hacía pero no se lo hizo notar.

—Es por su situación, lo sabes. Lo discutimos—Sakura le recordó, Sasuke pareció recordar de pronto ese detalle y pese a que pareció entender mejor la situación, una nueva preocupación pareció apoderarse de su cuerpo. Antes de que dijera algo, Sakura sonrió y dijo—, y todo está bien. Si algo estuviera mal me hubiera dado cuenta—, Sasuke parecía dudar y Sakura entendía su preocupación pero no dejaría que nadie dudara de su habilidad médica—. ¿Acaso estas cuestionándome, Sasuke? —dijo en tono de broma. El pelinegro tuvo la delicadeza de negar con la cabeza antes de rodar los ojos.

—Cómo me atrevería—respondió. Su tono y postura más calmada. Sakura sonrió.

—La posada aún están lejos, lo mejor es buscar un lugar donde acomodarnos—la voz de Sai hizo que Sasuke volteara a verlo fijamente. Sakura realmente no estaba con ánimos de hacer de árbitro.

—Es cierto, Sai, acompáñame. Sakura y Sasuke pueden quedarse vigilando a Naruto—Sakura sonrió divertida ante el ligero estremecimiento de Sai, pero este solo asintió y siguió a Gaara hacia otra dirección. Sin esperar que estuvieran muy lejos Sakura soltó una pequeña risa.

—Alguien va a ser resondrado—dijo cantando divertida. Sasuke ya no parecía molesto, su sonrisa victoriosa en su rostro. Sakura rodó los ojos, Sasuke era el que más disfrutaba cuando Gaara resondraba a Sai por algún desliz de lengua.

—Lo merece—gruñó olvidándose del par y centrándose nuevamente en Naruto.

—Sí, fue desconsiderado de su parte. Aunque ni idea cómo se enteró, no lo vi desde que se fue a hacer su berrinche después de la reunión.

—Él tiene sus métodos.

—Supongo. No es líder ambu por su gran franqueza y consideración—comentó en sarcasmo. Ella suspiró y volvió a ver a Naruto, su cabellera rubia apoyada sobre sus piernas, al parecer inconscientemente ella lo había acomodado para tenerlo echado y cómodo en su regazo. Naruto se veía exhausto, dormir le iba a hacer maravillas.

Parpadeó cuando vio los dedos de Sasuke recorrer los mechones rubios y alzó la cabeza para ver al azabache con una expresión que hizo que su pecho se oprimiera. No había visto esa expresión en Sasuke hace tanto tiempo que se había olvidado que existía, ¿cómo había estado tan ciega al creer que cualquier otra mujer, sea simpática o hermosa o hábil o inteligente, pudiera traer de vuelta al Sasuke que conocía cuando ninguna había conseguido siquiera una mueca de la expresión que veía ahora?

 

Quizá Ino tenía razón, Sasuke no iba a encontrar a nadie más, él no iba a poder encontrar a alguien en comparación. Porque no había nadie en el mundo que hubiera pasado por todo lo que pasaron Naruto y Sasuke, por todo ese remolino de emociones, por la amistad, por la traición, por la decepción, por la competencia, la comprensión, venganza, perdón; tantas situaciones que ambos combatieron para llegar al punto de quiebre en el cual todo se revolvió en el amor puro que ellos compartía.

Kakashi una vez había dicho que era una dependencia mutua y ella podía recordar lo mucho que se rió de la teoría, porque el punto que detallaba Kakashi era demasiado, era según sus libros enfermizo y peligroso, Kakashi solo se rió ante sus palabras. Quizá ella había tenido unas copas demás. Su ex-maestro solo volvió a tomar un sorbo de sake y susurró, ¨Puede llegar a ser peligroso, incluso enfermizo en cierto punto si quieres ser técnica… pero después de todo lo que han pasado es lo único que tienen: el uno al otro. Y sí, puedes ser su amiga, su hermana, pueden socializar con el resto, pero nadie va a entenderlos como ellos dos se comprenden el uno al otro. No es algo que midas solo con amor o cariño, es algo más, es un lazo que ellos crearon no en un día o mes o años, fue un lazo que crearon no con tiempo sino con experiencia y sufrimiento.¨

Sakura solo se quedó en silencio viendo a su maestro, porque siempre continuaba enseñándole, mientras él terminaba de golpe su sake y le sonreía entre triste pero resignado. En ese momento Sakura no dijo más y no comprendió ni las palabras ni la expresión. Pero quedó grabado en su memoria. Y en algún momento en algún punto días después del encuentro del cuerpo de Naruto, cuando Sasuke la había atacado y ella había quedado llorando en el suelo rogándole que la escuche y él ni la miro y solo siguió su camino, ella entendió. Ella entendió las palabras y la expresión de Kakashi, porque sí era peligroso y era enfermizo, y era triste porque a nadie más se le permitía entrar, y era solitario y aterrador, y pese a eso nadie tenía el derecho a criticarlos, porque también había sido hermoso y perfecto. Y se había acabado con la muerte de uno de ellos.

Sakura había logrado entender, sí, lo había hecho pero eso no le evitó mandar a Gaara y Sai y quién se ofreciera a sujetar a Sasuke e inyectarlo con un sedante. Porque por muy egoísta que fuera ella no lo iba a dejar acabar con su vida; porque por muy cruel que fuera ella lo iba a obligar a vivir; porque por muy desalmada y fría que fuera ella lo iba a seguir intentando y él también.

 

—Entonces ¿cuál es el plan? —preguntó cuando los cuatro estaban acomodados en una cueva que Gaara y Sai habían encontrado. No era el lugar más cómodo, pero les cubría de los rayos del sol que pese a la hora seguía fuerte, además, todos había juntado las prendas que tenían y habían formado una especie de cama, colchón, ¿nido? Claramente parecía un nido con Naruto enrollado y descansando tranquilamente mientras Sasuke acariciaba su cabeza. Sakura solo podía sentir regocijo ante la escena.

—Pues, Shikamaru ya debe haber salido con rumbo a Konoha—comentó Sai, al parecer ya había sido resondrado lo suficiente y Sasuke estaba en paz con él. Sakura no quería saber qué le dijo Gaara que hizo, pero Sasuke parecía contento.

—Seguramente molesto por la desaparición del Kazekage y sus dos fuerzas al mando—Sakura rió ante el obvio estremecimiento en culpa del trío de hombres, Shikamaru podía ser un flojo cuando estaba en Konoha y solo se quejaba de todo el papeleo, pero era un buen líder y estratega. Si planeaba el sufrimiento de estos tres como planeaba una estrategia de combate, estaban en problemas. Sakura se sentía satisfecha con solo pensarlo.

—Yo avisé con anticipación. ¡Dejé una nota!

—Sí, Sasuke, que considerado de tu parte—bufó Gaara en sarcasmo.

—Ok, basta niños. Seamos serios—interrumpió antes de que regresaran a los cinco años que tenían mentalmente.

—Solo tenemos que decirle a Shikamaru que no voy a continuar con eso antes de que confirme la unión.

—¿Y después? Recuerda que si no eres tú, entonces…—Sakura no quería ver a Gaara pero era obvio a qué se refería. Más aún con el suspiro que lanzó el pelirrojo.

—Tendré que hacerlo.

—No tienes que hacer nada que no quieres—interrumpió Sai. Sakura y Sasuke intercambiaron una sonrisa. Tanto Gaara como Sai giraron a verse fijamente a los ojos. El tiempo pasó en silencio.

—Exacto—interrumpió Sasuke antes de que comenzaran a desvestirse en medio de la cueva olvidándose por completo de que tenían compañía. Bien, no lo harían pero con toda la tensión sexual en el aire Sakura sentía que se ahogaba. Ella lanzó una mirada de agradecimiento hacia su amigo, él solo rodó y negó con la cabeza en exasperación—. Por lo que tenemos que pensar en otra cosa—continuó.

—¿Pero qué? Sakura estuvo buscando a otro candidato toda la noche—dijo Gaara y tanto Sasuke como Sai la miraron esperanzados.

—Lo siento—suspiró—pero hasta ahora Lee parece el más cercano. El resto está en una relación, comprometido o felizmente casado.

—Creo que podemos-

—No vamos a arruinar relaciones Sasuke.

—¿Qué problema tiene Lee? Si está disponible, sé que podemos convencerlo a hacerlo—con el tono de voz de Sai parecía que ya había pensado en métodos bastante convincente. Sakura no quería saber, la última vez que lo junto con alguien la pobre chica terminó en su sala hablando de cadenas, arañas y acciones que Sakura decidió omitir en su informe cuando tuvo que internarla.

—No es sencillo—murmuró Sakura—hay posibilidades de que su prometida no sea su tipo.

—¿Lee tiene un tipo?

—¿Qué- oh. ¿Acaso todos en Konoha son gays? —preguntó Gaara, el más hipócrita con ese rostro de inocencia que Sakura no se tragaba.

—Exacto—respondió Sakura ignorando la pregunta del pelirrojo y enfocándose solo en la parte gay del asunto.

—¿Pero cómo lo sabes? —preguntó frunciendo el ceño Sasuke.

—Es Sakura—dio como respuesta Sai. Ella se regocijó en orgullo por eso.

—¿Pero acaso a él no le gustabas tú? —preguntó Gaara. Ella se quedó en silencio, quizá era bi.

—Es Sakura—volvió a dar como respuesta Sai, esta vez con una sonrisa burlona. Ella solo quería asesinarlo muy lentamente.

—Ah, claro—dijeron al unísono Sasuke y Gaara.

—¡¿Cómo que ¨ah, claro¨?!—Antes de levantarse a golpear al trío, respiró profundamente y trató de guardar la compostura. Había cosas más importantes que darles su merecido a estos ingratos—. Vale, el plan sigue estando en nada. No hay nadie que podamos convocar de un día para otro.

—Si la ¨princesa¨ o lo que sea quiere a alguien, ¿por qué no tú? Eres una heroína, ¿cierto?

—Quiere un hombre y no estoy disponible para nenitas caprichosas e hijitas de papa.

—Oh, ¿entonces para otras mujeres sí?

—Sabía que Konoha era toda gay.

—¡Basta! ¡Mi sexualidad no les incumbe y tenemos cosas importantes de qué hablar! —Sakura sentía ganas de llorar, ¡Eran imposibles! —Ni siquiera sabemos cómo vamos a dar la noticia de Naruto—dijo seria, felizmente retomando la seriedad en el ambiente.

—Sobre eso, no quiero que sea público.

—¿Sasuke? No podemos esconder a Naruto en una cueva—le comentó seriamente Gaara.

—Lo sé. Quiero que vaya a Konoha, él quiere ir a Konoha—Sasuke miró a su amado durmiente—pero estamos en plena confrontación y no quiero que-

Todos sabían lo que quería y no quería Sasuke. Así que no era necesario que acabe la oración.

—Lo haré—dijo finalmente Gaara después de minutos en silencio—. No importa lo que yo quiera, esto es política y una estrategia de guerra, no es hora de ponerme sentimental, nada de lo que sienta importa. Si no lo hago la AG formara una unión con la AF. Ellos tienen el control de un bijuu, esto va más de lo que podemos combatir y  proteger.

Esta vez ni Sai, ni nadie lo interrumpió. Pero Sakura podía ver la expresión de Sai, su postura y la tensión en su cuerpo. Ella también se sentía impotente, pero Gaara tenía razón. Cerró los ojos, tenía que haber una solución. Al abrir los ojos vio a sus alrededores, a sus amigos, los tres con la cabeza baja en concentración, para finalmente parar y ver con cariño a Naruto. Naruto estaba aquí, durmiendo, tranquilo y sin saber lo que pasaba a su alrededor. No sabiendo lo que sus amigos sacrificarían por él. No sabiendo- Naruto no querría esto. Naruto no-

Sakura rió llamado la atención de los otros.

—¿Estás bien? —Sai parecía acusarla de reírse en un momento así. Ella negó con la cabeza tratando de decirles que no era eso.

—¡Naruto está aquí! —Exclamó feliz, el trío parecía no entender—¡Vamos, chicos! ¡¿Creen que él dejara que Gaara haga algo cómo eso?!

—Sakura, sé que se molestó por lo de Sasuke y es porque es Sasuke. Además, esto es algo más complicado que-

—¡No! No entiendes, Naruto no se molestaría por algo tan tonto como ¡celos! —gritó indignada y por la expresión de Sasuke, él lo sabía también—. Naruto ama a Sasuke, sí. Pero también nos ama a nosotros, él no dejaría que sus queridos amigos se ¨sacrificaran¨ en un compromiso sin amor. ¡Saben cómo es él!

Sakura sentía mareada en felicidad y emoción. ¡Naruto estaba de regreso! El inesperado y decidido torbellino de fuerza imparable que era Naruto. Si bien no tenía todas las respuestas, Naruto nunca fallaba pensando en un plan y una determinación que era beneficiosa para quienes amaba.

—Pero eso significa hacer que forme parte de todo esto—murmuró Sasuke, poniendo en claro su opinión de no queriendo que Naruto participe, pero al mismo tiempo demostrando que no se opondría si Naruto decide hacerlo.

—Naruto todavía debe tener a Kurama—susurró Gaara como si recién se le hubiera ocurrido, en un suspiro que denotaba esperanza. Sakura frunció el ceño. Intercambió miradas con Sasuke y Sai. Sí, Naruto aún debía tener a Kurama, pero-

—No podemos contar con él—dijo firme Sasuke.

—¿A qué te refieres? Con Kurama estamos pares.

—No—Sasuke evitaba la mirada de Gaara que comenzaba a perder la paciencia.

—¿Por qué?

Nadie respondió. Sakura no tenía problema con decirle, en serio, pero era algo que habían decidido no hacer por la seguridad de Naruto hace mucho tiempo. No sabía si eso todavía podía ser tomado en cuenta.

—Creo que él debería decírtelo, es su secreto, su seguridad—dijo finalmente Sai. Gaara parecía querer seguir preguntando, pero solo suspiró y asintió. Sai le brindó esas sonrisas tan raras en él. Sakura giró el rostro avergonzada, era algo privado entre los dos.

—Eso quiere decir que tenemos que contarle todo lo que pasa. Sobre la alianzas y los problemas que estamos teniendo.

—Sí, de todas formas era algo que le iba a decir—comentó Sasuke en un tono de resignación. Él sabía que no era buena idea ocultarle cosas a su novio, por más que fuera por su seguridad el rubio era una fuerza imparable.

 

Pasaron horas mientras Gaara se había puesto a calentar comida y Sasuke le contaba todo lo que había pasado mientras ella estaba inconsciente. Ella tuvo que apoyar lo que dijo Sai, era comprensible y ella sabía que Sai era lo suficientemente valiente y estúpido como para decir lo que nadie diría por miedo de lastimar alguna sensibilidad. Sasuke se molestó un poco por eso, pero también había entendido la acusación de Sai, él también lo había pensado y Sakura también lo pensó. Pero para ella eso era algo secundario, lo importante era que tenía a su preciado amigo de regreso y con su retoño aún en su vien…tre.

—¡¿Y si fue Kurama?! —gritó de emoción llamando la atención del resto. Gaara apagó el fuego y la miró interrogante, Sai también desde donde estaba.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Sasuke lentamente, su expresión reprendiéndola por el grito, pero al parecer también considerando lo que dijo.

—El que trajo a Naruto de regreso, ¿si fue él? —Sakura estaba emocionada por el prospecto.

—¿Es posible? —preguntó Gaara acercándose al par, Sai hizo lo mismo. Naruto seguía durmiendo, esta vez apoyado en el regazo de Sasuke, se había movido ligeramente así que ella intento contenerse.

—Bueno, la última vez que hablé con él por lo- —se detuvo, era una molestia estar ocultándole esto a Gaara, miró a Sasuke pidiéndole permiso, él parecía inseguro mirando a Naru de reojo. Ella suspiró, quizá podía evitar lo principal hasta que Naru se despertara—, Naruto quería tener un hijo, ¿ok? — o quizá no.

—¿Qué?

—Sí, eso no importa ahora—Sakura ignoró por completo el rostro de sorpresa y shock de Gaara y los suspiros de Sai y Sasuke—, el asunto es que Kurama tenía un método y funcionó. Pero para eso tenía que hacer un sacrificio, me refiero a Naruto, aunque Kurama también se veía involucrado. Para que el bebé—Sakura ignoró el grito agudo de Gaara que repitió la palabra bebé, como si fuera nada y continuó—sobreviva a un ambiente al cual naturalmente no corresponde y crear lo necesario para su seguridad y protección Kurama debía usar un jutsu que consistía en usar todo su poder, como un—no sabía qué término usar para que sea más entendible— ¿útero mágico? Digámosle útero mágico—ella también ignoró el comentario sarcástico de Sasuke, ¨vaya terminología médica¨—, por lo tanto Kurama no iba a estar disponible para Naruto, tampoco nada de su chakra. Iba a ser como si todo el ser de Kurama se convirtiera en el contendor ¡para asegurar que el bebe nazca! —exclamó emocionada.

—¿Quieres decir que Kurama iba a hacer lo que sea con la condición de que el bebé naciera?

—¡Exacto!

—¿Incluso traer a Naruto de la muerte?

—¡Quizá! —Nada dejaría que negara su teoría, estaba orgullosa de ella—¡Es posible! ¡Kurama puede hacerlo!

—Suenas como Naruto—suspiró Sasuke, pero Sakura podía ver las ganas de creer en eso, su expresión dirigida completamente en el rostro que se hundía en su vientre mientras Naruto se ocultaba de lo ruidosa que era ella. Sasuke creería en su teoría y la apoyaría.

—Es posible—murmuró Sai—, Kurama es el bijuu de nueve colas y nadie sabe cuánto poder realmente tiene y de lo que es capaz. Revivir a alguien es posible—aclaró—, no debería sorprendernos que el zorro de nueve colas pueda hacerlo usando todo su poder—Sakura le sonrió, sí, sí, era posible. Si tenían una teoría firme entonces nadie podría dudar de la existencia de Naruto, nadie podía verlo con desconfianza o miedo.

—Ok. No voy a comentar sobre lo del bebé hasta que me lo expliquen pero—Gaara suspiró, su rostro aun pálido por la noticia—algo que sí sé es lo poderosos que son lo bijuus, y si alguien puede traer a alguien de regreso de la muerte es uno de ellos. Sin un jutsu maligno, sin ser controlado o un tercero.

Sakura no pudo evitar el chillido de felicidad que salió de sus labios.

—¡Sakura! —gritó en un susurro Sasuke, Sakura era una experta ignorando a los hombres así que se lanzó al durmiente de Naruto, tres horas eran suficientes, Naruto era fuerte y era su amigo ¡y estaba de regreso! —¡Sakura!

—Basta… fuera… Sakura—los murmullos de Naruto queriendo escapar de su abrazo eran adormilados y algo incoherentes por estar contra el vientre de Sasuke, pero a Sakura no le importaba.

—Despierta dormilón, debes comer algo—le dijo susurrándole en el oído, la felicidad aún en su tono. Sasuke solo suspiró resignado a la actitud de su amiga.

—Sasuke, haz que se vaya—volvió a murmurar contra Sasuke, este sonrió al sentir los brazos de Naruto alrededor de su vientre. Sakura se sintió dejada de lado.

—¡Hey! ¿Acaso vas a dejar que la comida que tanto me-

—Yo la hice.

—que tanto Gaara de esforzó en hacer se enfríe? —dijo simulando indignación.

—¿Gaara la hizo? —preguntó abriendo uno de sus ojos y mirando hacia atrás donde estaba Gaara, el muy traidor sonrió.

—Sí, no dejaría que Sakura nos envenenara a todos—ella solo gruñó y se alejó de sus crueles amigos.

—Bien—dijo en tono burlón sentándose. Sasuke no dejó de aferrarse a él y Naruto lo dejó. Sakura vio cómo él todavía bostezaba y parpadeaba tratando de quitarse el sueño. Fueron segundos en los cuales Sakura vio el cambio en las expresiones de Naruto, entre sorpresa, confusión, shock, tristeza y enojo antes de que girara y viera a Sasuke con esa expresión que significaba gritos y reproches.

—¡¿Cómo se te ocurre Sasuke?! ¡¿Casarte por obligación?! ¡¿En serio?!

—Naru—dijo dulcemente y atrayéndolo hacia sí, Naruto no iba a ser ganado así de fácil, así que Sakura vio cómo el rubio se alejaba de él y se paraba. Todos se pararon junto a él, Sakura no lo detendría pero estaría al tanto, era su paciente después de todo.

—¡No Sasuke Uchiha! ¡¿Cómo se te ocurre ofrecerte a hacer algo así de estúpido?!

—Déjame explicarte—pedía Sasuke sus brazos en la clásica expresión de hacer que alguien se calmara—solo siéntate y come algo—Naruto había cruzado los brazos y lo miraba con molestia—. Por favor, sabes que debes cuidarte más que antes—Naruto bufó en molestia hacia otro lado. Sakura sabía que ya estaba pasándosele la cólera, Naruto no solía estar molesto por mucho tiempo, mucho menos si Sasuke le pedía con esos ojos que lo escuchara. Ella sonrió ante la expresión victoriosa de Sasuke cuando Naruto dejó su posición defensiva y caminó hasta donde Gaara había acomodado la comida.

—Explícate—dijo, su tono aún serio y bañado en enojo pero sus hombros ya no estaban tensos y sus ojos ya no brillaban con esa furia característica en su determinación al querer ser escuchado.

Gaara, Sai y ella intercambiaron miradas antes de caminar hacia el rubio y junto a Sasuke formar un circulo mientras ella servía y le daba a cada uno su porción. Sin dejar que Naruto se diera cuenta sirviéndole un poco más a él.

—Solo escucha y luego haces preguntas, no- no te exasperes demasiado ¿ok? —Naruto tenía esa expresión de duda.

—Naruto—reprimió Sakura.

—Ok, ok. Escucharé y luego preguntaré si tengo dudas—dijo mientras tomaba su cubierto y revisaba lo que le habían dado. Claramente evitando ver a Sasuke a los ojos, sabía que si lo hacía su enojo se esfumaría.

 

Sakura escuchó cómo Sasuke con la ayuda de Gaara le explicaban lo de las alianzas, su formación y lo que había sucedido días atrás, junto con los tratados y la posible guerra. Cuando llegaron a la parte del compromiso que querían forzar a Gaara, Naruto miró con preocupación a sus amigos con claras ganas de interrumpir, pero se contuvo. Y al igual que Gaara y Sai, ella se sorprendió de escuchar la razón por la que Sasuke se había ofrecido, claro, ellos lo presentían, lo sabían. Sabían que era por el bien de Gaara y Sai, aunque no mencionó al último, pero Sasuke no es de los que dan razones a sus acciones. Aunque quizá lo hizo porque necesitaba convencer a Naruto, necesitaba una excusa para la decisión que había tomado y esa excusa necesitaba ser una que complaciera a Naruto, ¿y cuál otra que el amor que tiene por sus amigos y bienestar?

Astuto bastardo.

Sakura solo rodó los ojos cuando Naruto le sonrió y el par entró en su mundo rosa rodeados de corazones, florecitas y hadas del bosque. Sakura sabía que iba a volver a presenciar la fase de lunademiel en la cual el par no se separaba ni para ir al baño de cuando comenzaron a salir como pareja años atrás.

Quizá debía sentirse más empalagada por tanto dulce en el aire, pero solo podía sentirse feliz por ambos.

—Ok, entonces vayamos a Konoha y arreglemos esto—dijo finalmente Naruto sorprendiendo al resto.

—Y eso lo hacemos, ¿cómo exactamente? —preguntó Gaara. Sasuke parecía no importarle nada más que continuar abrazando a Naruto por detrás y hundir su rostro en su cuello. Sí, lo habían perdido.

—Pues no vamos a firmar ninguna unión, obviamente. No pueden obligar a alguien a hacer algo así.

—Naruto, tengo que-

—No, Gaara. Tú no amas a esa chica, si el caso fuera al contrario o si no tuvieras a nadie que amaras, quizá hubiera una oportunidad. Pero no es así. Así que eso está fuera de discusión—ni Gaara pudo contradecir a Naruto, pese a que nunca admitiría frente a ellos que amaba a alguien, alguien que estaba presente vale recalcar, él sabía aceptar la verdad cuando era dicha en su cara por su mejor amigo.

—¿En qué estas pensando?

—Pues primero ir a Konoha.

—Ok, ¿entonces?

—Se nos ocurrirá algo—Sakura quería reír por la simpleza del plan, no para ridiculizarla, sino en felicidad porque quizá era así de simple. Al menos así siempre era de simple con Naruto.

—Bien, de todas maneras pensábamos hacer eso.

—De ahí conversaremos con Tsunade, Kakashi y—Naruto frunció el ceño—no me han dicho quién es el nuevo Hokage.

Cierto que habían mencionado a Shikamaru varias veces, pero nunca especificaron que era él el nuevo Hokage, con ayuda de Tsunade y Kakashi como consejeros y Sasuke y Sai como sus jefes de seguridad y ¨acompañantes reales¨ en la cabeza de Sakura.

—Saben que pueden decirme, ¿cierto? Sé que iba a ser mi posición hace diez años, pero eso fue hace. Diez. Años. No me voy a romper por algo así, solo seguiré intentándolo, es mi sueño. ¿Cuándo han visto que me rinda por conseguir lo que quiero?

Y cómo no amar el regreso de Naruto y a Naruto mismo cuando solo sonreía y los llenaba de esperanza y una calidez que se habían olvidado que existía. Oh, que ciegos e insensibilizados habían estado y ni se habían dado cuenta. Todo esto era como un sueño y Sasuke parecía estar en el cielo disfrutando de cada segundo hundido en el cuerpo de Naruto. Oh. Hundido en Naruto, aún no estaba, pero Sakura no dudaba que una noche juntos arreglaba eso.

Sakura sonrió.

—¡A Konoha! — y gritó emocionada.

—Sakura, ¿el Hokage?

—Es Shika, lo conoces, es un buen estratega y líder. Descuida—ella sonrió—lo está haciendo bien. Además, cuenta con Tsunade y Kakashi—le comentó tratando todo con tranquilidad, pero viendo la reacción de Naruto. Él se detuvo a pensarlo para luego asentir con la cabeza.

—Sí, tiene sentido—dijo volviéndose a apoyar relajado en el pecho firme de su novio. ¿Seguían comprometidos? Sakura debía preguntarles— Espero que no se haya opuesto mucho—comentó luego.

—Oh, no te imaginas cómo lo hizo.

 

_____

 

Naruto estaba tratando bastante de mantenerse tranquilo. Cierto que eran muchas emociones para tan pocas horas, aun le costaba aceptar todas las cosas que habían pasado en diez años pero estaba haciendo lo mejor posible por asimilar la información que se había perdido. Felizmente tenía a Sasuke sujetándolo y siendo su pilar, su ancla a la realidad, sintiéndose seguro mientras él lo abrazaba. Quizá el acto era tanto un alivio para él como para Sasuke. Siempre dependiendo del otro como una fuerza mutua que necesitaban para seguir.

Y si era honesto no sabía qué hacer con todo el influjo de información, más que aferrarse a Sasuke y tratar de aceptarla, asimilarla y seguir con su vida. Esto era una nueva oportunidad, una oportunidad para que todo salga bien, mejor y de estar de nuevo con Sasuke, así que la iba a tomar sin pensarlo. Solo necesitaba adaptarse a los cambios y a la, al parecer, nueva confrontación que estaban por enfrentar.

Tsunade y Kakashi le ayudarían a pensar en algo y si no estaban listos, él- él no podía ayudar porque era inútil peleando. Si solo pudieran esperan dos meses más como máximo, quizá menos. Él ya tenía tres meses y según Kurama solo necesitaba cinco para que todo este estable; de ahí él podía salir y apoyarlo, el chakra y poder acumulados sería suficiente para mantener al bebé.

¿Pero cómo convencer a que esperen dos meses?

Dijeron algo de un bijuu siendo controlado… Quizá si lograba comunicarse con el bijuu, Naruto conocía a todos y- Y si no eran grandes amigos, sabía que ellos lo respetaban y lo apreciaban de cierta forma, además ninguno dudaría en dejar endeudado a Kurama por ayudarlo. Aunque si está siendo controlado… Sasuke podría hacer algo mientras Naruto intentaba llegar al bijuu, ¿cierto?

¿Es un plan?

¡Claro que es un plan!

Solo tenía que convencer a todos, especialmente a Sasuke.

—¿Estás bien?

—Sí, solo son los zapatos, no son mi talla—respondió cuando casi se tropezó nuevamente y Sasuke lo sujeto. Habían estado caminando por media hora, era atardecer y en camino hacia el claro donde usualmente el grupo de retorno solía acampar para pasar la noche, estaban seguros que podían esperar ahí a Shikamaru y el resto.

Sasuke frunció el ceño mirándolo fijamente. Naruto se acordó de las vendas por la caminata descalzo del día anterior, algo que se había olvidado de comentarle a Sakura pero que Sasuke seguro estaba recordando porque de golpe Naruto fue alzado en brazos.

—¡Sasuke!

—Eren un terco descuidado.

—¡Se me olvido!

—¿Sasuke?

—El tonto este pasó la noche en Uzugakure—vio cómo el resto asentía, recordando lo que les contó—aunque no mencionó que cuando llegó fue descalzo y que tenía las plantas de los pies llenas de heridas—dijo en molestia sentando a Naruto y agachándose para sacarle los zapatos.

—¡Naruto! ¡Eso se puede infectar! —le gritó Sakura mientras se acercaba y empujaba a Sasuke de su camino. Naruto hizo lo posible por evitar las miradas reprobatorias de Gaara y Sai, Sasuke ni siquiera lo miraba, concentrado en el trabajo de Sakura.

—Me olvidé—masculló—no es tan grave.

—Oh, ¡¿cómo querías caminar así?! ¡¿Acaso no piensas en tu salud?!—ella exclamó haciéndolo sentir culpable cada vez, ella siempre tenía el efecto de hacerlo sentirse culpable cuando lo resondraba así.

—Son pequeños cortes y estaban vendados.

—Aún así, idiota. Las vendas tienen que ser cambiadas seguido para evitar una infección—ella revisaba cada una de sus heridas haciéndolo estremecer por lo frías de sus manos y algo de ardor cuando sus dedos cubiertos en chakra pasaban por ellas—. Al menos dime que te lo trató un médico—murmuró, Naruto lo tomó como algo retorico y no dijo nada, aunque segundos después cuando sintió la mirada intensa de Sakura supo que fue una mala idea—. ¡¿No fuiste tratado?! ¡¿Acaso desinfectaron las heridas o solo te lavaste los pies con agua y jabón?!

—No, yo-

—¡Eres un idiota!

—¡Me trataron! Quizá no un doctor, pero no era algo grave y estaba siendo sutil—dijo enfatizando la última palabra—, ¡no necesitaba alertar toda una aldea de un zombi caminando libremente para ir al hospital! —gritó exasperado. Todos eran unos exagerados.

Sakura suspiró y solo siguió tratando sus heridas.

—Bien, al menos pensaste en eso—Naruto solo quería gritarle que no era un insensato y que al menos sabía lo básico, después de tantos gritos de ella sobre su salud había aprendido la lección—no hay infección—felizmente, la noticia calmo a todos. Él seguía sintiéndose como un niño de tres años siendo resondrado por mamá y los tíos sobre protectores. Ni los ojitos que le hacía a Sasuke parecían funcionar—solo necesito vendarlos de nuevo. No te puedo dar nada para el dolor, pero tengo una crema que adormecerá esta zona, es de acción localizada así que no tenemos que temer porque entre al torrente sanguíneo.

El asintió y volvió a hacerle ojitos a Sasuke para que se acercara y le diera cariñitos, fueron veinte segundos de espera pero sirvieron, cuando Sasuke suspiró y volvió a envolverlo entre sus brazos. Sakura ya de regreso con vendaje limpio solo los vio, suspiró en frustración y comenzó con el trabajo.

—¿Te duele mucho? —preguntó Sasuke cerca a su oído.

—No, tonto. Si te digo que ni me había acordado. Es una pequeña molestia.

—Hmm—Sasuke volvió a darle besos en su mejilla y cuello, Naruto solo pudo regocijarse en el acto.

—Además con la crema de Sakura ya ni siento mis pies—dijo intentando bromear. Sasuke solo seguía en su mundo de caricias, Naruto no se quejaba, estaba bastante relajado de ese modo.

—Saben que aún así te llevaré cargado hasta llegar al claro—eso lo hizo despertar del ensueño en el que había estado entrando.

—¿Cómo que cargarme? —era algo ridículo. ¡Indignante! ¡Poco masculino!

—Solo ¿déjame? ¿Consiénteme sí? —Naruto nunca creyó que Sasuke se pondría así de sobre protector, pero quizá debía darle un respiro considerando todo lo que había pasado.

—Solo esta vez—susurró, aún algo inseguro.

Sí, quizá tendría problemas convenciendo a Sasuke para que lo deje acercarse a un posible demonio salvaje para ¨conversar¨.

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado y vuelvo a disculparme por la demora, pero les dejé algo a cambio así que espero que haya valid la pena esperar :)

No olviden de darme sus opiniones en el one.shot: SP9:Centinela.

 


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