Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Resurrección por Cinnamon

[Reviews - 199]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! Antes que nada agradecer a todos los que leen y mucho más a los que me comentan, en serio me hace muy feliz, es por eso que ya comencé mi plan Navideño para agradecerles por su preferencia (xD al estilo televisivo)

(modificado 23/11) ¡Ya tengo sus parejas favoritas! El mes de diciembre sera una abalancha de fics >w<

Espero les guste :D

 -

Capítulo 7: La Unión

Parte I

-

Shikamaru aún no sabía cómo había ocurrido esto.

—¡NaruIno, suena mejor! — Gritó Naruto emocionado.

—¿Acaso esa no es una clase de mono?

—¡Esa es babuino, idiota! —Chouji recibió un golpe de parte de Ino—. Uzumanaka, no suena mal, ¿qué opinas Shika?

—Yo… Ambos suenan bien—respondió sin saber qué otra cosa decir. Recibió la sonrisa de dos rubios así que supuso estaba en lo correcto. Mientras el par de rubios seguía en la misión de buscar un nombre para la unión de los suyos, Shikamaru suspiró y giró a ver hacia arriba, donde en una de las ramas del árbol que les estaba dando sombra, estaba Sasuke, tomando una siesta.

Volvió a suspirar, viendo cómo Ino golpeaba de nuevo a Chouji y Naruto reía.

Aún no entendía cómo su entrenamiento secreto Ino-Shika-Chou se convirtió en la quinta reunión de ¨los rubios más sexys y bulliciosos de toda Konoha¨, el nombre fue creado por Naruto e Ino, Sasuke aportó lo de bulliciosos, por no decir desesperantes. En esta reunión aparentemente seguían buscando un mejor nombre.

—¿Al fin decidiste que lo mejor era alejarte? Te tomaste tu tiempo—susurró cuando sintió a su amigo sentarse a su lado, lejos del par de rubios.

—Ambos están demasiado animados, si sigo diciendo lo que no debo terminaré como el dedal de Ino—suspiró, mientras sacaba de alguno de sus bolsillos una bolsa de uno de sus bocadillos.

—Oh—Shikamaru se estremeció—¿sacó los kunais? — Chouji solo asintió—. Suele ser muy extrema en estas reuniones—suspiró.

De cierto modo era relajante después de un día largo de entrenamiento solo sentarse en el pasto y pasarla con sus amigos. El sol se estaba escondiendo; las voces de Ino y Naruto en el fondo, felices y discutiendo sobre el impacto de su nuevo nombre; la respiración relajada de Sasuke sobre ellos; los ruidos de la bolsa de Chouji antes de meterse un puñado de papas en la boca. Shikamaru encontraba todo pacifico.

Según Ino, que había convencido a Naruto en esta locura, decía que por ser los únicos rubios en su conjunto de amigos, tenían que unirse y formar un club ¨de rubios sexys¨; por la igualdad de los rubios entre la mayoría de pelinegros y castaños. Shikamaru solo lo soportó mientras Ino ponía sus ojos en estrellitas esperanzadas, Naruto se emocionaba por la idea, Sakura se molestaba por ser excluida, Sasuke y Sai aceptando todo como buen novio -en ese entonces, ahora prometido- y amigo de Naruto.

Después de eso, comenzaron a formar reuniones en las cuales Ino y Naruto –y Sakura, porque la peli rosa dio un discurso sobre minorías y Naruto terminó convenciendo a Ino de que no había gente con cabello rosa, que Gaara no contaba- solo comían, conversaban de todo y más que todo eran como pijamadas y entrenamientos absurdos. Pero Naruto era feliz, Ino se sentía incluida y Sakura disfrutaba de pasar tiempo con su amiga y su hermano.

 

Shikamaru sintió a Sasuke bajar del árbol y alzó el rostro para verlo.

—¿Se decidieron? —preguntó mientras ocultaba un bostezo. Sasuke y Naruto solían entrenar juntos los fines de semana, era eso o tuvieron una noche larga… esperaba que fuera lo primero, no quería escuchar a Naruto hablar sobre lo maravilloso de su noche, las quince veces anteriores fueron demasiado descriptivas, no estaba listo para otra sesión de eso.

—No creo, lo que dijo Chouji desanimó a Ino, Naruto aún cree que suena genial— Shikamaru vio a Sasuke sonreír.

Aún le resultaba un alivio ver a Sasuke sonreír de ese modo después de tantos años después de la guerra y su retorno. Pensar que hace más de cinco años él seguía luchando en decidir si regresar era algo bueno o no. Shikamaru aún podía recordar las palabras de Naruto años atrás, que le decía a Sasuke cuando lo veía pensativo y confundido, como arrepintiéndose de su regreso.

—Si Naruto ya escogió un nombre dudo que Ino lo convenza de lo contrario— Shikamaru se sorprendería del tono de orgullo con el que decía eso, pero ya no era algo nuevo, Sasuke admiraba la terquedad de Naruto, su determinación; después de todo, eso fue lo que lo mantuvo aquí.

—Ino tampoco es de rendirse fácilmente—él comentó. Naruto tendía a contagiar su determinación a todo quien le rodeaba. Además, Ino necesitó de eso después de lo que pasó con Sai… Pensando en ese entonces, Ino quizá creo este club con el solo objetivo de pasar más tiempo con Naruto y su espíritu brillante y contagioso.

—Ya veremos quién resulta vencedor—dijo en tono de burla Sasuke—, pero eso será después, es hora de que nos vayamos.

—¿Misión? —preguntó, pese a lo que dijo Sasuke, este tomó asiento a su lado.

—Sí—dijo serio.

—No pareces feliz—comentó—, tomando en cuenta que hace meses que no tienen una, Naruto estaría emocionado.

—Y lo está—suspiró, Shikamaru alzó una ceja confundido. Habían pasado casi tres meses sin que ni Sasuke, ni Naruto salieran a alguna misión; tomando en cuenta que hablaban de Naruto, creía que sería el primero en objetar por eso—. Solo que…

—¿Es por el entrenamiento de Tsunade?

—No, está yéndole bien—respondió con una sonrisa.

Todos sabían que Naruto sería el nuevo Hokage. No era un misterio después de todo lo que había hecho y lo que estaba dispuesto a hacer por su aldea, así que cuando Tsunade, Kakashi y el resto de consejeros decidió que Naruto ya estaba listo; estos decidieron entrenarlo para que cuando su turno de tomar el puesto llegara, él estuviera preparado. El más feliz y orgulloso por esto era Sasuke definitivamente.

—¿Quieres hablar de ello? — Preguntó con cautela, Sasuke no era de los que hablaban libremente, solía solo hacerlo con Naruto. Pero con el tiempo, Shikamaru había logrado ganar su confianza, así que si Sasuke estaba dispuesto a contarle algo, él escucharía.

Sasuke suspiró.

—No es nada, solo es un mal presentimiento.

—Hm, entonces no es que no sea nada—pensó bien en sus palabras, sintiendo la mirada de su amigo sobre él—, recuerda que un ninja no solo cuenta con sus habilidades físicas, también depende mucho de su instinto. Si sientes que algo va a pasar, solo debes estar más alerta de lo usual. Al menos hasta que ese sentimiento desaparezca—Shikamaru vio a Sasuke a los ojos, tratando de borrar la preocupación en su amigo. Sasuke calmó su expresión.

—Tienes razón, como siempre—Shikamaru rió.

—No es cierto, yo había apostado que este club sería de solo un par de semanas. Creo que ya pasó medio año.

—Cuando regresemos de la misión lo celebraran. Por cierto, estás invitado. Tú también Chouji—habló mirando al nombrado, Chouji solo asintió, su boca llena—. Es a las cinco, nuestro departamento, traigan algo para comer—. Chouji alzó su pulgar, su expresión feliz. Shikamaru rió.

—¿Una fiesta? ¿No estamos muy viejos para una matiné?

—Es más algo como una reunión—. Aclaró divertido—. Aunque no habrá alcohol— agregó serio.

—Una reunión sana, entre amigos completamente locos; me parece perfecto. Hace mucho que no nos reunimos todos. La celebración del medio año de la creación del Club de rubios sexys-

—y bulliciosos.

—de toda Konoha, será un buen motivo—Shikamaru sonrió feliz por el prospecto. Sai e Ino ya se llevaban mejor y Kiba había solucionado todo con la acosadora que le había encontrado Sakura.

Permanecieron en silencio unos minutos mientras veían al par de rubios reír. Era como en los viejos tiempos, como si tuvieran quince o trece años de nuevo. Se podía decir que Naruto los había mantenido jóvenes a todos, pese a todo lo que había pasado y la rapidez con la que todos debieron madurar para sobrevivir; Naruto permanecía teniendo esa chispa que mantenía el espíritu juvenil de todos y no sabía cómo agradecer tanto. Quizá seguir siendo su amigo era el primer paso.

—Ya está oscureciendo—vio a Sasuke levantarse y sacudir su ropa.

—Estarán bien, solo mantente alerta. No desconfíes de tus instintos—le dijo antes de que este llamara a Naruto.

—Gracias—sonrió viéndolo, antes de girar hacia Naruto— ¡Naru, es hora de irnos!

—¡Ok! ¡Un minuto! —respondió el rubio antes de levantarse pero sin dejar de hablar con Ino.

Sasuke negó con la cabeza en frustración, pero tenía una sonrisa en el rostro.

—Me mantendré alerta, además es una misión simple. Es solo entregar una reliquia a un templo. Nada complicado—, Sasuke suspiró, Shikamaru aún podía notar la tensión en sus hombros.

Minutos después los despidió, deseándoles un buen viaje para el día siguiente. Ino seguía refunfuñando que Uzumanaka sonaba mejor, pero se veía feliz. Shikamaru esperaba con ansias que regresaran de esa misión, la fiesta sería grandiosa.

 

Nunca esperó que la fiesta tuviera que ser cancelada, ahora en lugar de risas hubo lágrimas. Ino gritó y gritó que ella había ganado la discusión porque Naruto era un idiota que no cumple sus promesas.

 

-

 

Shikamaru había estado molesto por todas las paradas que tuvieron que dar. Shikamaru había estado incómodo mientras explicaba a los guardias quién era el de la capucha. Shikamaru se sorprendió cuando aquel extraño corrió hacia la aldea y Sasuke gritó un nombre que no esperaba escuchar. Shikamaru se quedó en shock cuando la capucha cayó y Sasuke fue en su búsqueda, Sakura y Sai detrás de ellos.

—¡No, esperen! ¡Esto tiene una explicación! — Escuchó detrás de él, era Gaara.

—Sal de en medio, Gaara—Tsunade no gritó, pero podía sentirse la frialdad en su tono.

—¡¿Qué significa esto?! — La voz de Iruka se escuchaba quebrada. Podía escuchar sollozos de Hinata, susurros de ¨lo sabía, lo sabía¨.

—Gaara, quién es esa persona. ¿Qué ha hecho Sasuke? — Kakashi sonaba serio y amenazante. Shikamaru parpadeó dejando de ver hacia donde el extraño, Sasuke y los otros se fueron, y girar a ver a su grupo. El par de vigías seguía en el mismo sitio, viendo hacia donde una cabellera rubia desapareció.

—No es lo que parece, él—Gaara se veía nervioso, pese a que tenía una barrera de arena evitando que Tsunade o Iruka pasasen—, él no hizo nada. Puedo asegurarles que Sasuke no tiene nada que ver en esto—su voz pese al nerviosismo y preocupación que cargaba, era calmada, intentando ser razonable con personas que parecían querer moverlo con garras y colmillos de su camino.

—¡Es Naruto-kun, ¿cierto?! ¡Es realmente él! — Gritó Hinata, haciendo que el resto se tensara más de lo que estaba.

—Eso es imposible—escupió Tsunade, furia y dolor en su expresión—, Naruto está muerto—sus dientes oprimidos, sus puños fuertemente apretados—. Si fuera él eso significaría que alguien hizo algo para traerlo—, se notaba el dolor en su voz. Shikamaru no se había dado cuenta de que sí podía ser Naruto, pero solo si Tsunade tenía razón y alguien lo había traído de entre los muertos. Y eso, eso no era buena señal.

—No es así, créanme. Solo vayamos a la Torre y discutamos esto en privado, ¿sí? — Sus manos alzadas, mostrando sus palmas, apareciendo no amenazante, como si el grupo de gente frente a él fuera a atacarlo en cualquier momento. Quizá tenía razón.

—Es cierto, Tsunade, Kakashi, es mejor que nos vayamos a la Torre.

—¡No! ¡Tenemos que ir por ellos! ¡Por Na-

Iruka no se atrevió a terminar el nombre, no porque no estuviera seguro, porque no había persona que lo conociera que no pudiera identificar a Naruto, sea de espaldas o de lado; sino porque no estaban seguros de que esto era bueno, de si se atrevían a tener esperanza de que era real, si decían su nombre era como aceptar que era Naruto… Pero si no era así, si era un muerto regresado de la tumba como muchas veces antes.

Tendría que irse de nuevo. Tendría que regresar a la tumba, tendría que volver a morir, volver a perderlo, volver a sentir todo aquel dolor.

Ninguno estaba dispuesto a eso.

—Sakura y Sai se encargaran de eso, por favor, vayamos a otro sitio—rogó el Kazekage.

Todos intercambiaron miradas, expresiones claramente denotando el deseo de ir a ver con sus propios ojos a ese ser que podía ser su preciado amigo. Ellos asintieron, resignados a que era lo mejor, a que debían pensar en las consecuencias y que la mejor decisión era llevar esto a un lugar privado.

—Sí, vamos a la Torre—dijo en tono de orden a todos.

Gaara suspiró ante sus palabras. Dejó de formar una barrera de arena y se acercó al par de vigías pidiéndoles su silencio. El par aún estaba en desconcierto, pero solo asintieron.

—Adelante—dijo Gaara, que parecía ser el único capaz de pensar racionalmente entre todos los presentes. Shikamaru, junto al resto, lo siguieron en silencio.

 

-

 

Sakura suspiró agotada, Sai estaba a su lado haciendo lo mismo. Había sido realmente complicado mantener a todos dentro del local para poder pedirles que por favor guardaran esto en secreto, que era peligroso si esto salía a la luz. Al final aceptaron, pero si no hubieran sido interrumpidos por los dieciséis comensales, cada dos minutos para preguntar si era cierto, si realmente era Naruto, quizá terminaban antes.

Al principio no sabían qué responder, así que evitaban la pregunta, hasta que el dueño del Ichiraku salió y guardo la calma en su local, pidió explicaciones y la verdad. Sakura y Sai intercambiaron una mirada y les dijeron la verdad: Que no estaban seguros totalmente, pero que ellos creían que era el verdadero Naruto. La razón, el cómo, no sabían, pero tenían fe y eso era lo único que necesitaban.

El dueño del local asintió con una sonrisa y lágrimas en los ojos, diciendo que esperaría el anuncio oficial y que por favor le dijeran que cuando quiera venga, porque todo el Ramen que quisiera iba a su cuenta. Luego, con cuidado y calma el anciano dueño volvió a sus aposentos.

El resto, ante las palabras del dueño, asintieron y acordaron a hacer lo mismo. La mayoría eran simples aldeanos, un par de ninjas que con la mirada de Sai se quedaron con la boca cerrada. Sakura y Sai salieron del lugar satisfechos y con un establecimiento lleno de murmullos alegres, incrédulos y hasta algunos al borde de las lágrimas. Todos aún desconcertados.

 

—¿La Torre? —preguntó a su amigo.

—Es lo más seguro, Gaara seguro los llevará allá— él se irguió de donde estaba apoyado y avanzó, Sakura lo siguió.

—¿Dónde crees que estén Sasuke y Naruto? —preguntó a mitad de camino.

Ambos sabían que Sasuke se lo había llevado para tranquilizarlo, pero no estaban seguros si irían a la Torre o no.

—Deberíamos ir por ellos—dijo serio—, debe haberlo llevado a su departamento. Naruto estaba confundido y le chocó bastante ver todo el cambio.

—Sí—ella lamentaba, pero comprendía el dolor de su amigo. Sakura no podría imaginarse lo que era perderse diez años de su vida—. Debe ser demasiado para tan poco tiempo y… ¡Rayos!

—¿Qué pasa? —dijo en alerta.

—Tengo que revisar su presión y su estado. Ya sabes-

—Cierto—Sai suspiró—, entonces primero hay que buscarlos. De todas formas Shikamaru o Tsunade no nos iban a dejar regresar sin alguno de ellos.

—Bien, pero mejor uno de nosotros va a la Torre y el otro a buscarlos, Gaara está solo con las bestias.

—Tienes razón—Sai giró a verla—. Tú ve con ellos, explícales tu teoría y trata de calmarlos hasta que lleguemos. Yo voy a buscarlos antes de que comiencen algo que no podrán terminar. No extraño los golpes de Sasuke cuando lo interrumpía en medio de sus sesiones amorosas.

—Oh, toda la aldea disfrutaba de esos—fingió un puchero, antes de sonreír divertida.

—Ja, ja—dijo sarcástico—. Andando—ella asintió. La seriedad en su tono se le contagió.

Sakura lo vio saltar hacia la dirección opuesta.

Sabía que esto no estaba saliendo como lo esperaba. Sonrió. Pero era Naruto y sus seres queridos, después del drama, las lágrimas y negación sabía que todo terminaría con risas y abrazos. El problema llegaba después.

Suspiró.

No pensaría en eso por ahora. Ahora debía pensar en cómo calmar a su maestra y explicarles su teoría, entre todos, estaba segura que al menos podría convencer a Tsunade. Ella sabía lo mismo que ella y hasta más, seguro entre las dos podrían resolver esto sin necesidad de despertar a Kurama.

 

-

 

Sasuke estaba refunfuñando. Naruto estaba nervioso. Y Sai estaba con un pañuelo cubriendo su nariz mientras los tres salían del departamento. Ni idea por qué me ofrecí a hacer esto. Pensó, mientras alejaba el pañuelo para fijarse si seguía sangrando.

Cuando llegó al lugar no lo pensó mucho, porque sabía que escuchara lo que escuchara igual tendría que entrar. Así que rompió la puerta e ingresó. El grito de Naruto y el golpe de Sasuke, lo esperaba. Naruto sin camiseta y Sasuke con ansias asesinas era algo que esperaba no ver. Tomó cinco minutos de Naruto hablando con Sasuke para que este fuera convencido de que matar a Sai era algo malo, que uno no mataba a sus compañeros, aunque fueran Sai.

Sai hizo oídos sordos cuando Naruto mencionó a Gaara y tonterías tonterías tonterías, al menos eso fue lo que oyó Sai, puras tonterías.

 —¿Qué voy a decir?

—Lo que recuerdes, no te van a obligar a nada.

Sai escuchó al par de sus amigos hablar bajo. Ambos estaban yendo por las zonas oscuras de Konoha hacia la Torre para que nadie reconociera a Naruto. Sin decir nada Sai y Sasuke decidieron ir con calma para no extenuar a un de por sí cansado Naruto. Él solo esperaba que el tiempo que le estaba dando a Sakura fuera el suficiente para que explicara todo y al menos hubiera logrado que el resto estuviera abierto a recibir a Naruto, si no con sonrisas y abrazos, al menos no con duda y desconfianza.

Algo que sería difícil considerando todo.

—Descuida, no dejaremos que te hagan nada—le dijo a su amigo con una expresión que esperaba irradiara calma.

—¿Pueden hacerme algo? — Quizá no era muy bueno en esto, Sai frunció el ceño.

—Lo que el idiota que llamas amigo quiere decir—dijo con rabia a Sai, Sai bufó ofendido— es que no tienes por qué estar nervioso, son tus amigos, es Tsunade, Kakashi, Iruka. Confía en ellos, pese a que estarán algo desconfiados de ti al comienzo, aceptaran que has vuelto. Recuerda que esto es algo difícil de creer—Naruto asintió.

—Sí, es cierto. Solo que—suspiró— aún me cuesta un poco aceptar esto, para mí el tiempo no ha pasado. En cambio, para todos-

—Debe ser difícil, pero haré lo posible para que te sientas a gusto—dijo Sasuke, Sai miró a Naruto.

—Haremos, todos queremos que te sientas bienvenido Naruto—Naruto les sonrió a ambos.

Los tres continuaron el camino hasta la Torre.

Sai sabía que sus amigos tendrían dudas al comienzo, pero confiaba con que todo saldría bien al final.

 

-

 

Sakura, después de diez minutos discutiendo con todos para que la dejaran hablar y dejaran de una vez de gritar preguntando dónde estaba Sasuke y ¨el otro¨, logró que se sentaran y se callaran.

—Ahora sí, por favor, solo escuchen—pidió de pie mientras veía a todos asentir. Tsunade, Kakashi e Iruka, seguían con esas caras de estreñidos de antes. Shikamaru y Hinata, parecían más calmados aunque Hinata era la que guardó silencio más rápido y solo se sentó con una gran sonrisa en el rostro y lágrimas en los ojos. Al parecer ella era la que les creía con mayor ahínco, el byakugan debió tener mucho que ver en eso.

—Adelante, Sakura—dijo Gaara, que estaba al lado suyo. Ella tomó asiento.

Todos fueron hasta una de las salas de juntas.

Al llegar encontró a todos en la oficina de Shikamaru gritando peticiones de explicación a Gaara que parecía querer huir de ahí. Así que apenas entró todos la atacaron. Sakura, usando toda la fuerza militar que había ganado como doctora de ninjas testarudos, logró llevar a todos a una sala de juntas y decirle a un podre secretario que estaba por ahí que cuando Sai llegara le dijera dónde estaban.

Dentro de la sala todos volvieron a gritar y el caos se desató de nuevo. Era un alivio que al fin la escucharían.

—Esa persona que estuvo con nosotros todo el tiempo sí era Naruto Uzumaki—recalcó en primer lugar. Antes de que alguien hablara lanzó una mirada amenazante a cada uno, no importaba si eran sus superiores o mayores que ella. Esta vez era ella la líder de esta discusión—. Hinata, tú lo sospechaste cuando usaste el byakugan, ¿cierto? —preguntó, usando a su amiga como una prueba de que no mentía.

—¡Sí! Al principio—ella tomó aire—, pensé que era un error. Pero puedo reconocer el flujo de chakra de Naruto-kun cuando sea, donde sea—Hinata sonaba encantada con la idea y realmente feliz por el hecho.

Todos se quedaron en silencio.

Sakura sabía que era Naruto, ella había sentido el ¨útero¨ constituido de chakra que había ayudado a formar hace diez años y siempre lo podría reconocer, no importaba el tiempo que pasara. Pero escuchar a alguien más poder identificar a Naruto con algo tan propio de una persona que era el chakra, era prueba suficiente para que otros lo pudieran aceptar al igual que ella.

—¿Estás seguro que era él? — Tsunade sonaba insegura. Sakura entendía ese sentimiento. Después de haber aceptado la muerte de alguien tan preciado para ella, le iba a costar aceptar algo como esto.

—Sí, definitivamente. Pude sentir la combinación de chakras de Naruto y el Kyubi, pude ver el chakra de Kurama—ella sonaba emocionada, la tensión en la sala parecía levantarse, Sakura podía ver cómo cada uno estaba intentando procesar esto en sus cabezas—. Ayer pensé que quizá era alguien que era un jiinchuriki, por la combinación de chakras, pero ahora no me queda duda—Hinata sonreía de oreja a oreja, sus mejillas sonrosadas y sus ojos brillosos por las lagrimas acumuladas.

—¿Sakura? — El tono suplicante de Iruka la hizo tragar duro, era doloroso ver cómo querían que ella negara lo que decía Hinata. Esto debía ser difícil para ellos, especialmente para Iruka y Tsunade.

—No puedo confirmarlo de la misma forma de Hinata—tomó aire, miró a Tsunade a los ojos, la rubia parpadeó sorprendida—, pero pude confirmarlo de otra forma—, intentó pasarle la información con solo la mirada. Tsunade se levantó de golpe.

 —¡Eso es imposible! El núcleo no puede haber permanecido tanto tiempo sin-

—Kurama es el bijuu de nueve colas, estoy segura que si necesitaba chakra lo hubiera podido generar.

—¡Aún así! ¡El cuerpo estaba sin vida!, no encontramos rastro de Kurama en ningún…lado…

—Exacto, al principio creímos que el kyubi había escapado y estaba suelto en la naturaleza, pero nosotras formamos el núcleo estable, él prometió mantener el núcleo con vida, lo que significa que cuando cayó en la cascada si Naruto no estaba consciente, Kurama pudo sentir el peligro y hacer algo. ¡¿Qué cosa?! ¡No sé! Tendríamos que preguntarle al mismo Kurama, pero él sigue en estado de estasis.

Todos se quedaron silencio, Tsunade seguramente procesando toda la información y Sakura haciendo lo mismo, porque conversando con su maestra estaba resultando bastante informativo, se iba acordando de cosas ¡y su hipótesis parecía más válida! ¡Kurama pudo haber hecho algo antes de que Naruto muriera, Kurama pudo haberlo hecho!

—Esperen, esperen. ¿Núcleo? ¿De qué están hablando?

Ambas giraron a ver a Shikamaru que al igual que el resto las veía en confusión. Tsunade suspiró y se sentó de golpe.

—Dios mío, esto… puede ser cierto—sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y Sakura sintió el mismo hormigueo en sus ojos. Tsunade comenzaba a aceptarlo y esto estaba causándole problemas para mantener la calma, Sakura podía notar cómo sus hombros temblaban y cómo ella llevó su mano para cubrir los gemidos que querían salir.

—Sí, puede serlo—susurró, mirando a su maestra tratando de no desmoronarse. A su alrededor todos las veían en confusión, menos Hinata que lloraba con una sonrisa en el rostro.

—Sakura, puedes explicarnos ¿qué es lo que saben?

—Están hablando de ese núcleo, ¿cierto? Del mismo que formaron para-

—Sí—interrumpió Sakura, viendo a Kakashi con una sonrisa, al parecer su ex-maestro había estado siguiendo la conversación y se percató de lo que hablaban, vio cómo Kakashi tomó aire y lo soltó con calma, apoyó sus codos en la mesa y llevó sus manos a su sien.

—Demonios…—lanzó en un suspiro. Sakura le sonrió.

Iruka estaba por decir algo cuando tocaron la puerta, todos se quedaron en silencio. Sakura se levantó y caminó hasta la puerta.

 

-

Los tres estaban a unos pasos de la Torre. Naruto podía notar lo parecida que era a su tiempo, parecía que la habían vuelto a pintar y algunas zonas se veían agrandadas o mejoradas, pero seguía siendo la misma Torre. No pudo evitar sonreír, antes de que su sonrisa se desvaneciera por lo que vio frente a él, evitándole la vista a su amada Torre.

—Hola capucha—dijo con desgano mirando la capa que le daba Sasuke—, ¿en serio debo ponérmela?

—Sí, vamos a entrar. Los guardias no te deben reconocer.

—No lo a harán—sabía que sonaba a quejido de un niño engreído, pero no quería ponerse de nuevo la capucha.

—Naruto—Sasuke suspiró. A penas pasemos los guardias te la podrás sacar—, él sabía que estaba actuando de forma inmadura, pero estaba nervioso, algo asustado y muy inquieto. Así que era comprensible.

—Ok, ok, dame eso—refunfuñó poniéndose la horrenda capa. Pudo ver a Sai sonriendo burlón a un lado. Maldito Sai.

Cuando ya tenía la capucha puesta, los tres caminaron hasta la entrada. Todos saludaban a Sasuke y Sai con respeto. Naruto pudo notar cómo ambos cambiaron su aura a penas pusieron un pie en la Torre, su aura amigable y alegre que tenían alrededor suyo desapareció; ahora poseían un aura impotente y amenazante para quien se les acercara. Se notaba que ambos poseían un alto puesto en Konoha, Naruto solo pudo sonreír y sentirse orgulloso por ambos.

Pudieron notar a un grupo de gente congregada cuando llegaron a la oficina del Hokage, que al parecer era Shikamaru. Naruto estaba de acuerdo con la idea, claro, al principio le dolió. Cómo no, considerando que era su puesto, pero ahora lo podía aceptar con tranquilidad, aún había tiempo para que él pudiera serlo después, ¿cierto?

Sasuke lo colocó detrás de él. Sai avanzó.

—Disculpe, ¿ustedes son? —el grupo giró al mismo tiempo a ver a Sai. Sai tenía esa sonrisa de fingido respeto que ponía en estas situaciones.

—Somos los representantes de la Alianza Gia, estamos esperando a su Hokage a que se presente—ante lo escuchado Naruto alzó el rostro par ver con mejor claridad al grupo que estaba atormentando a sus amigos. No prestó mucha atención a cómo Sasuke tomó su mano con fuerza, él necesitaba la seguridad de sentirlo cerca.

—Ya veo. El Hokage acaba de regresar de Uzugakure. Como usted sabrá, esta semana es especial para nosotros en Konoha.

—Lo sabemos a la perfección. Pero estamos en tiempos de emergencia. Nada puede ser más importante que esto—Naruto entendía, pero al parecer ni Sasuke, ni Sai estaban de acuerdo. Naruto colocó una mano sobre el hombro de Sasuke, mientras con la otra acariciaba el dorso de la mano que lo tomaba con fuerza.

—Por ahora dudo que el Hokage pueda darles una audiencia, por la hora y las circunstancias. Pero no duden que mañana la tendrán—. Naruto estaba asombrado por la facilidad por la que se desenvolvía su amigo, se notaba que había tenido experiencia tratando con jefes de otras aldeas y sabía guardar la compostura en todo momento, pese a que su espalda y postura dijera lo contrario.

—De todas formas, enviamos a uno de sus secretarios en su búsqueda. Tendremos una respuesta más clara de él.

—No lo dudo—Naruto notaba cómo las palabras le salían de entre dientes—. De todas formas, ¿podría decirme por dónde se fue?

—Por ese pasillo.

—Gracias.

Sin decir más, Sai avanzó. Sasuke y Naruto lo siguieron. Naruto no perdió la oportunidad de observar al grupo de cinco hombres serios y mayores, que se pusieron a murmurar apenas Sai se alejó.

Ya a varios metros de ellos, Sai suspiró.

—¿Así que ellos son a quienes debemos convencer? —preguntó algo frustrado Sasuke.

—Al parecer—gruñó entre dientes Sai—, será más difícil de lo que pensamos.

—Solo te parecieron irritantes porque los ves con ojos llenos de furia por lo que nos están haciendo. Tienes que calmarte y pensarlo de otra manera—dijo recordando las lecciones de Iruka. Su ex-maestro le había hecho tomar clases para poder dirigirse a diferente tipo de personas y cómo no dejarse llevar por sus emociones. Era difícil pero entendía la razón detrás de ello.

Sasuke y Sai lo quedaron mirando sorprendidos.

—En serio prestabas atención a todas esas clases…

—¿Por qué suenas sorprendido? — Bufó ofendido por la suposición. Claro que tenía que prestar atención, estaba por convertirse en Hokage, tenía que aceptar todos los consejos que le daban.

—No, nada.

—¡Sasuke!

Sasuke y Sai rieron. Él solo bufó con molestia. Los tres siguieron caminando hacia donde Sai los guiaba. Sí, se comenzaba a acostumbrar a estar de regreso. Solo esperaba que con el resto fuera igual de fácil que con Sasuke, Sai, Sakura y Gaara.

 

-

 

Sakura abrió la puerta. Era el mismo secretario de antes.

—¿Sí? —preguntó extrañada por el rostro pálido del sujeto.

—Son los representantes de la Alianza Gia, saben que el Hokage llegó y quieren saber cuándo tendrán su audiencia con nuestro consejo para hablar sobre la unión.

—Mierda—escuchó Sakura detrás de ella.

—Son más de las ocho de la noche, no creo que esperen que nos reunamos a esta hora—dijo seria, escuchó el movimiento de sillas. En unos segundos Shikamaru apareció a su lado.

—Dígales que mañana a las cuatro tendremos la audiencia, acabo de regresar de un largo viaje y necesito reagrupar a mis hombres y conversar cobre lo que se hará con respecto a la unión.

—De acuerdo, pero si siguen insistiendo le pido que usted vaya a hablar con ellos Hokage—pidió el pobre joven, al parecer él había tenido que lidiar con el grupo de ancianos desesperantes.

—Sí, no te preocupes. Si tanto desean hablar conmigo les concederé unos minutos pero no daré respuesta alguna— respondió Shikamaru respetuosamente, Sakura se mordió el labio intentando no decir nada, comenzaba a odiar a estos viejos irritantes.

—Gracias, con permiso—dio una pequeña reverencia y se fue.

—Si llega Sai le dices dónde estamos—le dijo en voz alta antes de que desapareciera por el pasillo, el secretario asintió.

Después de un suspiro de cansancio y frustración Shikamaru y ella volvieron a la sala.

—No podemos aplazar más esto, los representantes se molestaran y resultará más difícil convencerlos o peor, se irán y se unirán con la Alianza Feng—informó Shikamaru sus ojos cerrados y sobándose la sien con pesadez.

—Sí, pero esto cambia las cosas—comentó Tsunade.

—¡Sí! Lo mismo pensamos-

—¡Esperen! ¡Yo no tengo idea de lo que hablan! — Gritó un frustrado Iruka de pie, Kakashi alzó la mirada a verlo y apoyó su mano en su brazo, tratando de calmarlo.

—Sakura, es mejor que expliques todo a Shikamaru e Iruka también. Creo que la razón por la cual lo mantenían en absoluto secreto en ese entonces no vale ahora, no durante lo que está pasando. Además seguirá siendo un círculo cerrado—comentó Gaara con tranquilidad, entre todos el único que había mantenido la calma y en silencio.

—Sí, creo- Sí. ¿Le parece bien? —preguntó a su maestra que alzó el rostro levemente para asentir y seguir ocultando su mirada en sus manos. Seguía inquieta, Sakura podía notarlo—. Bien, antes que nada quiero que tengan en claro que es algo que por la seguridad de Naruto lo guardamos en secreto, además era algo privado y solo de Naruto y Sasuke. Tsunade y yo ayudamos, Kakashi y Sai tenían que saber porque ellos estaban siempre en nuestro equipo—Sakura tomó aire.

Alguien tocó la puerta, antes de que ella hiciera algo, Tsunade estaba de pie y corrió para abrirla.

Ahí, entre Sasuke y Sai, estaba Naruto. Sus ojos bien abiertos, su cabellera desordenada por la capucha que seguro había usado y sus labios congelados en alguna palabra.

—Tsu-

Naruto no pudo continuar porque se vio envuelto en un par de fuertes brazos. Sakura no pudo evitar sonreír y sentir que estos días no iba a hacer otra cosa más que llorar.

 

 

Notas finales:

Entren: Cinnamon 

(modificado 23/11) ¡Ya tengo sus parejas favoritas! El mes de diciembre sera una abalancha de fics >w<

Gracias por leer, tuve que dividir este capitulo para mantener mis capitulos de un tamaño aproximado, además para pulir toda la emoción que sera el proximo.

Besos~ Los veo el Lunes o Martes  con un One-shot y el Viernes con el otro capi :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).