Había iniciado un nuevo año, había logrado entrar en la preparatoria privada de nuestra pequeña ciudad, ya me había acostumbrado a los horarios, a las clases, a mis amigos, pero cada día se volvía igual, poco después de empezar las clases llego la hora de escoger un club, yo me dirigí a uno que me había llamado la atención desde el principio, el club de lectura, que recién se había inaugurado y buscaban más miembros, mientras me paseaba a ver los diferentes clubs un chico llamo mi atención, se encontraba en los clubes deportivos realizando un pequeño examen físico para entrar al club deportivo de tenis, era de cabello plateado, alto y de buen cuerpo, no exagerado sino perfecto, en ese momento no pude evitar mirarle, se veía tan guapo, pese a su sudor, se veía fresco y seguro de sí mismo, me quede a observarlo un buen rato, contemplándolo, fue creo la primera vez que me gusto, que me robo el corazón, lo aceptaron claro está, en el equipo y lo fui a ver innumerables veces.
Ao, su nombre resuena en su cabeza, se retuerce en la cama sin despertar mientras sus recuerdos y aquel nombre lo atormentan, hasta que finalmente despierta con la respiración un poco entrecortada, y agitado por los recuerdos, se sienta y toma el reloj, anoche se había quedado hasta tarde, para terminar una tarea, esperaba poder descansar un poco más.
- 9:30 – dice un poco adormilado y molesto, regresa el reloj a su lugar, y se levanta, camina hacia la ducha dejando salir uno que otro bostezo y estirándose para despertar por completo.
Entra al baño y abre la llave dejando que el vapor inunde toda la habitación, recarga su cabeza en la pared con la mirada hacia abajo, dejando que el agua le escurra en la espalda, aquel nombre le vuelve a invadir.
- ¿Porque? – golpea la pared con su puño, frustrado, vuelve a relajarse colocando aquel puño ahora en una palma en la pared recargándose – ¿será por lo de hoy?- suspira- tiene que serlo-
Alza la cabeza y deja que el agua le escurra por la cara, cierra los ojos permitiendo que el agua lave también aquellos recuerdos, el sonido del agua cayendo lo rodea siendo lo único sonido que escucha, vuelve a abrir los ojos y cierra la llave dirigiéndose a la tina, se zambulle hasta que el agua le llega a la barbilla, deja salir otro largo suspiro y niega con la cabeza para si
- Aun así ya lo he decidido y no volveré a cambiar de opinión, es un nuevo comienzo, creo que…-
Se deja que el agua le llegue hasta la nariz dejando salir algunas burbujas, se alza y respira dejando salir el aire pesadamente, se abraza las rodillas con los brazos haciéndose bolita y cierra los ojos, se queda metido en el agua para dejar que su mente se clame, había quedado de verse con Mia y con Hide en la tarde, le presentarían a….alguien, no le habían querido decir nada de él solo que es exactamente lo que le hacía falta, se queda un rato más en la tina disfrutando de aquella paz.
Finalmente sale cuando el vapor de la habitación casi se había esfumado por completo, se envuelve en una toalla y sale de la habitación, se dirige a su armario y toma un par de pantalones que Mia había escogido especialmente para ese día, era parecido al cuero, no mucho y le quedaban ajustados más de lo que le gustaban a él, pero Mia había insistido en que eso eran los correctos.
-Son estos- había exclamado triunfante después de haberlo obligado a ponerse más de cien prendas distintas y visitar más de 20 tiendas diferentes en tan solo dos horas, a Kai no le parecían los correctos y Mia viendo que iba a protestar lo silencio- hazme caso estos son los que te quedan dejan ver… tus atributos- le contesto con una mirada picara y guiñándole un ojo- además te ves muy lindo.
Kai termino llevándoselos y también un par de camisetas más, tomo una playera y camisa a juego y se las coloco, se sorprendió que al mirarse al espejo no se reconociera, nunca se había considerado muy guapo pero ahí viéndose en ese momento logro ver al nuevo Kai, siempre había sido un chico promedio, no muy alto no muy flaco no muy gordo, tenía la tez blanca y un adorable cabello pelirrojo que hacia juego con sus hermosos ojos verdes con tonos amarillos, y ahora finalmente podía ver que los esfuerzos de Mia habían resultado. Termino de peinarse, tenía el pelo hasta los hombros pero tenía dos coletas justo debajo de la nuca que le llegaba un poco más abajo del pecho, satisfecho con su imagen se dirigió a la cocina decidido a probar bocado, se hizo de desayunar algo rápido no tenía ganas de comer mucho se sentía un poco nervioso, desde su mala experiencia no había querido salir con nadie y ahora se encontraba a un par de horas de salir con un completo desconocido, suspira y comienza a hacer un poco de quehaceres por su pequeño departamento, al acabar aún quedan dos horas para que se vaya, toma su libro clásico preferido y se acomoda en el sillón a leerlo, esperando que este le calme un poco los nervios.
Mia y Hide iban llegando a la plaza, faltaba menos de 15 minutos para la cita, probablemente Yusei ya había llegado como siempre, llegaron al punto de reunión una pequeña cafetería donde Yusei resaltaba sobre todos los demás, Mia lo saluda con bastante entusiasmo lo que a Hide no le agrada mucho, Mia se percata y le da un tierno beso en la mejilla.
-No tienes por que preocuparte vale, él es de Kai y yo soy tuya, le da otro beso esta vez en los labios y alcanza Yusei. Se sientan con él a esperar a Kai.
Kai por su parte se ha quedado leyendo en su sofá, metido plácidamente en su lectura, cuando se da cuenta de la hora ya se le ha hecho tarde, toma un poco de dinero, y se dirige a la parada, tomo el primer autobús que pasa hacia la plaza y espera llegar lo antes posible, poco después de subirse empieza a llover fuertemente, Kai se empieza a deprimir.