Capítulo 23
Jonghyun estaba en el comedor con una inmensa taza de café negro cargado y medicina para la resaca. Estaba cabizbajo su cabeza le dolía irritantemente, retumbando como si tuviera una cuerda de tambores tocando con entusiasmo. Aún así, ni siquiera era ni la mitad que lo que su corazón padecía. Por otra parte Minho estaba sentado al frente con el ceño fruncido tomando una taza de café, mientras veía al mayor de reojo. Jinki le había apartado de Kibum para intentar razonar con él y que hablará de forma madura con el moreno.
Poco después llegó el pelirrojo acompañado de Jong In, quien se quedó en el comedor junto a los mayores. Taemin fue primero por su habitación y en un bolso colocó algunas de sus pertenencias y ropa.
Taemin nunca tuvo la intención de oír las razones de su hyung. Su casa quedaba cerca de ahí. No compartiría techo con Kim Jonghyun ni estando loco. No podía invadir el hogar de su amigo por mucho tiempo. Jong In está en este momento en una de las etapas decisivas, por esto ni él ni sus compañeros se merecían tales molestias.
El joven bailarín no planeaba irse solo, se llevaría a su querido Kibum hyung consigo. No podía evitar el hecho de tener que trabajar juntos. Pero si podía reducir el tiempo que les tocaba verse. Así el mayor sanaría las heridas más pronto y no le recordaría constantemente el engaño del más bajo.
Para cuando el menor salió con un bolso para Key y para sí mismo los demás estaban todos en la cocina esperándolo. El rubio se mostraba digno, no pretendía darle lástima a la basura que le engañó. Se sentó junto a Minho, con el ceño fruncido. Sus ojos no podían mentir, había llorado desde la tarde anterior hasta que quedó dormido ya siendo muy noche. Pero como el glorioso fénix, Kim Kibum no se dejaría destruir y desde las cenizas se levantaría orgulloso y glorioso.
La fría mirada que le dedicaba al mayor le hizo encogerse en su lugar. Onew se paró a un lado como moderador, esperando al menor. Temía que alguno saliera herido físicamente. Ya que emocionalmente eran todos un desastre. Cuando ingresó con un par de bolsos el faltante a esa conversación todos pusieron su atención en el.
-Kibum hyung ya he llamado a un taxi nos vamos a mi casa. He traído algunas cosas para ti y para mi. Luego pediremos que nos traigan lo demás- concluyó el menor sorprendiendo a todos
-Taemin de que hablas- replicó el mayor de la casa -Estamos aquí para hablar. Nadie saldrá de aquí hasta entonces.
-Lo siento hyung. Por esta vez deberé llevarte la contraria. No tengo intenciones de escuchar a este mentiroso- la mirada de desprecio que le arrojó al más bajo podría congelar la sangre a cualquiera.
-Por favor Taemin- susurró Jonghyun en forma de súplica
-Tú cállate y ni te atrevas a dirigirme la palabra amenos que sea enfrente a las cámaras. No quiero a volver a saber de ti- el odio y desprecio que Taemin exteriorizó hacía el mayor tomó a todos por sorpresa.
Jong In quien se había mantenido callado desde que llegó iba a reclamarle al pelirrojo que no fuera así, que debía escuchar a su hyung. Pero la bocina del taxi avisando que ya estaba afuera comenzó a sonar interrumpiendo. Taemin tomó a Kibum de la muñeca y lo llevo tan rápido consigo a fuera que no le dio el tiempo a nadie a reaccionar. Sólo se oyeron las órdenes del menor al conductor y las chirriantes llantas contra el pavimento al arrancar.
-Por qué este niño nunca escucha- se quejó Jinki frotándose el caballete de la nariz entre cansado y frustrado. -Sólo hace cosas innecesarias- agregó el líder tomando una cerveza de la nevera.
Ya no le importaba que fueran apenas las nueve de la mañana, estaba cansado y frustrado. Se sentó en la mesa escuchando los sollozos del más bajo.
-Jonghyun- llamó -No importa si no estamos todos. Empieza a arreglar esto al menos con los que aquí están. Diles la verdad antes de que me vuelva loco.- El mayor se recostado en la silla mientras un ahogado chico en lágrimas explicaba al par de morenos la situación. La mente del mayor estaba pensado en que quizás serían convenientes esos dos próximos días de descanso. Quizás con las cabezas frías podrían hablar mejor luego. Aunque a estas alturas dudaba bastante de poder arreglar todo ese conflicto.
Ya era en la tarde para cuando todos estaban en la agencia practicando. Aunque a diferencia de otros días Jong In llegó aún en la mañana debido a que por acompañar a Taemin no había asistido a clases. Tao no dejaba de divertirse, Lu Han intentaba entablar una conversación con el makane, pero éste siempre conseguía huir. Sehun tenía la mirada gacha y claramente sonrojado al solo oír de cerca la voz del mayor. Al parecer lo de esta mañana aún atormentaba la inocente mente del joven y Tao, ni tan santo, ni tan tonto, no podía dejar de reírse acostas de su dongsaeng.
El panda estaba hablando con Baekhyun y Minseok acerca de artes marciales en un receso, cuando hizo conexión visual con el alto líder de M. Se perdió un momento en las oscuras y frías orbes del mayor antes de apartar la mirada apenado. Los mayores que estaban a su lado notaron como por un momento perdieron al chico en su conversación y siguieron su mirada hacia el rubio.
-Tao ¿ha pasado algo?- preguntó Minseok un tanto preocupado
-Nada, ¿porque la pregunta ge?- recuperó la compostura y obviando la existencia del líder quien no le apartaba la mirada de encima
-Tu y Yi Fan estan raros desde nuestro viaje en China. ¿Han peleado? ¿Yi Fan ha sido muy duro contigo por algo?- Minseok estaba preocupado, a pesar de estar muy ocupado en su nuevo novio le llamó la atención la reciente distancia entre el pequeño y su inseparable gege
-Es cierto- agregó Baekhyun -Ustedes no pasan tanto tiempo juntos, siempre parecías su sombra o algo así. ¿Qué ocurre?- Minseok reprendió al más bajo con un codazo en las costillas a lo que el otro se quejo y las froto, no era necesario hacer comentarios como los de recién considero el mayor de todos.
-No… No ha pasado nada- titubeo el más alto -Solo creí que como los veré menos cuando nos vayamos a China, lo mejor sería pasar más tiempo con ustedes- la mentira no fue convincente con Xiumin, pero si con Baekhyun quien arrastró al menor consigo junto a Yeol y tras decirle que Tao los extrañaría le abrazaron en conjunto, claro, a su manera un tanto brusca y empalagosa.
Las manos de Jong Dae se colaron lentamente por debajo de la camiseta del mayor, abrazándolo por la espalda. Fue algo de un instante, suficiente para dejar un pequeño beso en la nuca del mayor. Se soltó y se paró a un lado de Minseok sonriendo con picardía. El mayor quería responder al beso, pero le era imposible, todos estaban ahí observando. Se moría por besarlo, pero no había forma de hacerlo sin delatarse. El menor lo había provocado toda la mañana, pequeños besos fugaces y caricias sugerentes. Por suerte para Xiumin nadie parecía notarlo, estaba que se moría de la pena, así que no sabía qué hacer para tomar venganza por el seductor juego.
La noche ya había caído, no eran más de las diecinueve horas, pero a mediados de marzo aún eran acechados por el frío invierno y sus cortos días. Doce chicos estaban cansados, habían acabado de ensayar la primera parte de la primera coreografía oficial que tendrían como grupo. Como aún estaban aprendiendo los pasos básicos, lo hacían todos en simultáneo, pero luego deberían aprenderla por subunidad. Tras que el instructor de baile les diera el permiso de irse los chicos tomaron sus bolsos y abrigos para poder retirarse, menos Jong In y Yixing que decidieron quedarse un poco más.
Como los bailarines principales sentían que era su responsabilidad aprenderla primero para luego poder ayudar a sus compañeros. Cómo Lay ya era mayor de edad no hubo problema de dejar que ambos se quedaran en la sala de prácticas hasta más tarde. Con el video que el instructor les había dejado ambos chicos prosiguieron con sus prácticas mientras que los restantes diez jóvenes se retiraron agotados y sorprendidos por la fuerza de voluntad de ese par.
Ya estando en la casa Lu Han se apresuró a la ducha tenía un objetivo y era poder invitar al menor a tomar un Bubble Tea antes de la cena. Desesperado por algo de atención de Sehun, la cual se le había sido negado desde el día anterior, recordó la promesa que le había hecho a éste aquella tarde que recibió un mensaje.
Poco después estaba el pequeño ciervo abajo esperando al makane. Unos jeans negros ajustados y una camiseta del mismo color, había elegido las prendas que mejor le sentaban. No había tomado a ciencia cierta una decisión con que hacer respecto a sus sentimientos, pero por un “por si acaso”, pensó que verse bien no tendría nada de malo.
Sehun bajó poco después, como Kyungsoo siempre se adelantaba a preparar la cena, y el moreno no estaba pudo bañarse de buenas a primeras, al menos no había sido como la noche anterior, cuando el menor vivió toda una odisea para tomar un maldito baño.
Al llegar a la sala se encontró con el mayor recostado sobre el sofá. Al parecer viendo una película. El no pudo evitar no quitarle los ojos de encima. Esas prendas oscuras y justas resaltan en la blanca piel del mayor. Rápidamente la mente de Sehun viajó al incidente de la mañana y sonrojándose. Se dio la media vuelta hacia la escalera cuando el mayor lo llamó y trago duro de repente.
-Oye Hun-nie ¿porque no damos una vuelta?- se puso de pie acercándose al pequeño quien aún seguía sin voltearse a verlo.
-¡¿Vu… vuelta?! ¿A donde?- el rostro de Sehun era completamente roja, las manos le sudaban y la voz le tembló
-¿No quieres? Y yo que iba a cumplir mi promesa de invitarte un Bubble Tea- respondió fingiendo poco interés, pero terminando con un adorable mohín
-Oh me encantaría- la mirada del más alto se iluminó y voltio a ver al chico que ya estaba parado a su lado, sintiéndose intimidado por la deslumbrante belleza del mayor -Eto… Suho hyung- trago nervioso apartando la mirada -no creo el piense sea una buena idea salir tan noche.- se retracto muy a su pesar -Ayer me regaño por llegar muy noche.- se excuso, la verdad es que se sintió tan obvio como Tao con Kris, que decidió no exponerse más al mayor, ademas no supera lo de la mañana
-No te preocupes, eso fue porque tanto Tao como tu son muy jóvenes, pero yo soy el segundo mayor en esta casa además mi coreano no es tan malo como el del panda- le dedicó una cálida sonrisa que aunque el más alto no viera de frente le derretía de solo saber que allí estaba, porque si, el menor sin verlo sabía que el mayor sonreía en ese momento
-Entonces iré por mi abrigo- el menor corrió escalera arriba robandole una pequeña sonrisa al mayor.
-Oye Soo- llamó el castaño acercándose a la cocina donde el más bajo preparaba la cena -Saldremos un rato con Sehun, si JoonMyeon pregunta dile que fuimos por un Bubble Tea pero que volvemos para la cena.
-Esta bien hyung, le diré en cuanto baje- respondió el de melena azabache sin dejar de prestar atención al sazón de su comida. -Por cierto, ¿Sabes si Lay hyung y Kai vienen a cenar o pedirán algo a la sala de prácticas? Es… es solo que necesito saber para no preparar de más
-No tengo ni idea, Yixing no hablo nada conmigo. Pregúntale a Yi Fan, quizas el si tenga alguna idea al respecto.- el menor asintió desde su lugar junto a la hornalla.
-Hyung ya estoy listo- anunció Sehun.
Al voltearse el joven siervo se encontró con que el más joven se había cambiado a unos jeans más ajustados de color gris y una chaqueta que según recordaba era de Jong In, una de jean de color gris haciendo juego con sus pantalones. Luego de verlo de arriba a abajo centró su atención en las sonrojadas mejillas del pequeño, que al sentirse observado apartó la mirada rápidamente.
-Hyung ¿estás listo para salir?- cuestionó el menor tomando un mechón de su flequillo y jugando con éste algo nervioso.
-Claro, vamos- respondió LuHan.
Tras despedirse de Kyungsoo, tomó del sofá una chaqueta de cuero negro y se fue con el menor que ya estaba en la puerta con los zapatos puestos para salir. A Lu Han lo tenia curioso el tímido actuar del menor, desde esa mañana estaba más penoso que nunca. así que el mayor se encontraba decidido de averiguar el porqué de ello antes de su regreso a casa.
Mientras tanto en dos de las cuatro habitaciones de la casa ocurren cosas, en una de ellas una pareja jugaba de forma ardiente, mientras en la otra los celos provocan un incendio. JoonMyeon se unió a Kyungsoo para preparar la cena, mientras sin saberlo dejó a la dupla dinamita número tres apunto de hacer de las suyas.