Capítulo 2
El resto de la noche el más joven lo evitaba, nuevamente se la pasaba hablando con el moreno aunque esta vez al parecer era de un tema más accesible para él, no tuvo el valor de meterse porque no quería poner aún más incómodo al makane.
Finalmente decidió recostarse en el sofá a ver a Chan y Baek jugar en el play, no podía unirseles por la mano, pero ver a esos dos sería seguramente bastante divertido y no prestaría atención a los otros dos y su charla. Por su parte, del resto, Tao estaba con Yi Fan jugueteando con la tablet hablando en chino sobre ir al día siguiente de compras. Kyungsoo, Minseok y Jong Dae se encontraban arreglando el caos de la cocina. Los restantes estaban cada uno en su mundo escuchando música o leyendo algún manhwa o libro.
Luhan empezaba a sentirse agotado, había sido un día realmente largo y complicado. Así que sin decir nada a nadie subió a su habitación que compartía con Yi Fan y Tao y se fue directo a la cama. No necesitó mucho para quedarse dormido, pensando en todo lo que habia pasado ese día.
Para cuando despertó ya era de día, parecía ser bastante tarde ya que la luz del sol amenazaba con pasar a través de las persianas de la ventana y llegar al adormilado ciervo. Este se resistía a la idea de levantarse, pero sabía que ya era bastante tarde y no quería mal acostumbrarse.
Al empezar a levantarse olvidó por completo su mano herida, así que al apoyarla recibió una punzada de dolor que le recorrió el brazo. Maldijo su torpeza de la noche anterior y prosiguió con la dura faena de deshacerse de las sabanas.
El dormitorio estaba vacío, pensó en lo difícil que debió ser para Tao entrar y salir del dormitorio en silencio para dejarlo descansar. El panda debía estar bastante preocupado por él para estar calmado y no despertarlo, este suele ser bastante ruidoso, más cuando se encuentra alrededor de Yi Fan, pero fue lo bastante silencioso esta vez por el.
Lentamente fue moviendo su perezoso cuerpo hasta el baño a asearse para más tarde bajar por el desayuno. Cuando bajaba por las escaleras escuchó un ruido proveniente de la cocina, esto lo puso en alerta los chicos debían estar todos en la agencia menos Sehun y Jong In que están en el colegio. Así que bajó silenciosamente y tomó un bate de baseball que estaba junto a la escalera.
Se acercó lentamente, se imaginó que alguien podría estar vigilando la casa y saber que normalmente la gran cantidad de gente que vive allí se van temprano en la mañana y difícilmente llega antes de la noche. Estaba preparado para encestar un golpe al entrar a la cocina cuando vio al niño de cara risueña caminando de un lado al otro de la cocina haciendo que sabe que cosa.
Todo el cuerpo de Luhan se relajó, por un momento realmente se creyó en peligro, y el único peligro real en el que estaba era que volaran la cocina o en su defecto a un Kyungsoo enfadado por el estado de la cocina, la cual ya era un desastre.
-Sehun, ¿que haces tú aquí? ¿No deberías estar en el colegio? -preguntó el mayor
El joven se sorprendió y casi deja caer lo que llevaba en las manos.
-Hyung ya despertaste -dijo con sonora alegría- estoy preparándonos algo para desayunar, los chicos se devoraron todo y Kyungsoo hyung no tuvo tiempo de preparar más antes de marchar.
-Eso no responde a mi pregunta de ¿por que no estas en el colegio?
-Mentí que me ha caído mal algo que de la cena para poder hacerte compañía hyung - culminó con una gran sonrisa de niño travieso -no te preocupes quede con Jong In para que consiguiera los apuntes del día de hoy, no tengo muchas inasistencias así que esta bien. Solo no le digas a Jun Myeon hyung
Luhan pensó para sí mismo que seguramente el líder supiera que el menor mentía pero lo dejó pasar, conoce muy bien a este pequeño como para no darse cuenta.
-Bueno q tienes para mi, muero de hambre- dijo con una sonrisa.
Por alguna razón esto lo hacía muy feliz, quizás sea porque creyó anoche que el menor se habría enojado con él, pero con este gesto tiene total certeza de que no fué así.
-Hyung he hecho panqueques y estoy terminando de hacer jugó. Espero te guste- dijo poniendo en frente del mayor un plato esbozando una gran sonrisa triunfal en sus labios.
Esa sonrisa le resultaba adorable, le devolvió la sonrisa y se aventuró a su plato. Habían unos cuantos panqueques con miel, parecían algo chamuscados, pero no podía juzgarlos sin haberlos probado. Sehun le dio un bocado y descubrió que tenían un buen sabor. Cuando levanto la mirada había un niño expectante a recibir un eligió por su gran trabajo. Luhan no pudo resistirse a darle pelea al más joven.
-Urgente le diré a Kyungsoo que te de clases de cocina -dijo evitando reír al ver el puchero que se dibujaba en el rostro del menor.
El puchero de Sehun estaba alcanzando su máxima expresión cuando Luhan agregó
-Para que te perdone por el caos que has hecho, aunque sí ordenadas un poco y le guardas alguno puede que hasta te pida la receta.
El rostro del menor de iluminó y una hermosa sonrisa se postró en el. Luhan sintió su corazón temblar. Al terminar de desayunar Sehun empezó a limpiar antes de que a la noche un pequeño hyung demoníaco acabé con su vida de forma dolorosa, Luhan se ofreció a ayudar pero el más joven se negó. Así que Lulu se le quedó ahí viéndolo mientras este hacía su mayor esfuerzo para que la cocina se viera como la encontró en la mañana.
Ambos fueron luego hacia el sofá sin ningún plan específico y el más alto se dispuso a buscar alguna película de acción para ver. Luhan solo lo miraba silenciosamente, desde que se conocieron no habían tenido tiempo libre y mucho menos estando solos, de alguna forma no sabía siquiera que hacer o hablar con él, y sentía que la diferencia de edad podría ser un problema.
-Hey hyung- llamaba el menor agitando las manos frente a su rostro- Hey- insistía
Luhan se sobresaltó al sentir la presencia del makane acorralandolo en el sofá. No es que fuera así literalmente pero asi se sintio. Se encontraba sentado en un extremo con las piernas sobre el sofá. Sehun se encontraba agitando sus manos ensimismado sobre él con su rostro a solo centímetros. Una de las largas piernas del menor se encontraba entre la suyas y la otra estaba en el suelo.
Sin ser su rostro, el resto del cuerpo del alto joven se encontraba bastante lejos de su hyung, pero por alguna razón Luhan sentía que le faltaba el aire y comenzaba a sonrojarse, no sabía el por que pero lo hizo, el menor al notarlo se apartó rápidamente con el mismo sonrojo que su hyung. Generando un incómodo silencio entre ambos.
-Disculpa Sehun-na ¿que me decías?- dijo claramente alterado
-Yo... Yo solo decía que ya hemos visto todas estas películas. Y... Y te sugerí rentar unas, de paso podemos hacer las compras y les avisamos a los chicos que no se preocupen por ello y vengan directamente a casa-dijo el más alto torpemente.
Efectivamente eso hicieron, alquilaron unas nuevas películas y otras según Luhan unos clásicos chinos pero Sehun no las conocía. Tras hacer las compras se detuvieron a ver unas tiendas. Pasaron por la tienda de discos, mientras veían los trabajos de algunos de sus sunbaes se imaginaban cómo sería el día en que sus discos estuvieran en una tienda como esa, esperaban tanto ese día, que se prometieron entre sí comprar uno cada uno y regalarselos el uno al otro. Sehun le regalaría la versión coreana autografiada, y el le regalaría la versión china de la misma forma.
Para sorpresa del ciervo, el dia fue estupendo, y luego del incidente en el sofa no hubieron más silencios incómodos. Hablaron y hablaron, compartieron anécdotas de su pasado y como se dieron cuenta que esto era lo que querían para su vida. Almorzaron afuera y fueron a comprar algo de ropa y accesorios.
Estaban algo agotados así que decidieron ir a tomar algo frío. Una tienda llamó la atención de Luhan, y arrastró al menor consigo, pareciendo por un momento que el menor era el. Simplemente ésa reacción por su parte en conjunto a su estatura y rostro en comparación al de Sehun no lo favorecian en absoluto.
Al llegar a la tienda Sehun no se daba cuenta a donde lo había arrastrado su hyung con tanta desesperación, hasta levantar la vista que se encontró con su lugar favorito en el mundo, (claro luego de la casa que compartía con sus hyungs), las tiendas de Bubble Tea.
-Sehun-na ¿has estado en estas tiendas antes? Yo nunca e probado, ¿como es? ¿Es sabroso?
Sehun no pudo evitar sonrojarse, la vista del mayor con expresión de niño pequeño preguntando tal cual fuera uno, le resultaba demasiado adorable. Desvío la mirada de esos brillosos ojos rascándose la nuca.
-Si he estado en ellas hyung, de hecho es mi tienda favorita. Vamos entremos yo invito -dijo con la voz más firme que pudo
Luhan se quejó era el mayor, le correspondía invitar, pero Sehun solo le dijo que como el mejor cliente era su responsabilidad dar una buena imagen a los nuevos.
Luhan no sabía de que sabor elegir así que fue Sehun quién eligió para los dos uno de sus favoritos, sabor taro.
Salieron de la tienda camino a una plaza cercana a beber su bebida mientras apreciaban la hermosa tarde. Luhan lucía como un niño pequeño y no le importaba, la bebida era deliciosa y estaba completamente feliz. Mientras el más joven caminaba a su lado un tanto sonrojado rascándose la nuca y saboreando su bebida, aunque parecía atragantarse de cuanto en cuanto.
Apenas llegaron a una banca, dejaron en ella su pesada carga, aunque era Sehun quien mas cargaba, no permitió que su hyung cargará muchas bolsas, se supone que no debe forzar los puntos en su mano después de todo. El más alto se había recostado hacia atrás sentado en la banca, mientras bebía su bebida favorita y veía al cielo.
Luhan por su parte no dejaba de observar al pequeño, se veía hermoso, no tenía nada de malo pensar eso sobre tu dongsaeng ¿cierto?, se decía a sí mismo sin poder sacar sus ojos de encima del menor. Sería por su pacífico rostro en ese momento, o por esa pose naturalmente seductora, el niño se estaba convirtiendo en hombre, y sería por imitación de estar con tantos chicos mayores que él, o quien sabe, el niño quizás estaba creciendo muy rápido.
Inconscientemente Luhan distrajo el agarre de su bebida y esta se volcó sobre él, dando un gran chillido al contacto con el frío líquido cayendo en su pierna. Sehun se sobresaltó encontrándose a un Luhan hecho un desastre.
Sus ajustados pantalones estaban cubiertos del pegajoso líquido, mientras la expresión de Luhan era una combinación de un berrinche con vergüenza.
Luhan se sentía pegajoso y torpe, en 24 horas ya había sufrido dos incidentes por distraído y lo peor, ya no tenía más bubble tea y este era delicioso. De momento a otro sintió una sonora risa, Sehun se descostillo de tanto reír. Mientras el mayor empezaba a decir por lo bajo muchas barbaridades en chino.
Para cuando se calmó vino junto a Lulu trayendo un pañuelo y como si fuera lo más normal del mundo empezó a limpiar el desastre sobre las piernas del ciervo. Luhan quedó en completo silencio de un momento al otro, no se esperaba algo si del makane. El calor rápidamente subía desde su entrepierna a su rostro tornándose de un intenso color rojo. Para cuando Sehun se dio cuenta del silencio del mayor levantó la mirada, encontrándose con la sorprendida y avergonzada mirada de su hyung.
Sus miradas conectaron segundos que parecieron años, la mano de Sehun había quedado petrificada sobre su muslo durante ese corto pero eterno momento. El menor se volteo rascándose la nuca y le dio al mayor el pañuelo para que siguiera limpiándose.
Cuando este término de limpiarse lo mejor q pudo, el más joven yacía sentado en la banca nuevamente, a lo lejos se notaba aún avergonzado al igual que él lo estaba.
Luhan era el mayor, y por una irrazonable razón hizo ponerse incómodo al más joven, cuando este solo intentaba ayudar. Así que debía ser él quien rompiera con el momento incómodo esta vez.
Pero mientras más avanzaba hacia Sehun, más avergonzado se sentía. Para cuando llegó a su lado no sabía exactamente que hacer.
-Toma- dijo Sehun extendiendo su propia bebida- estabas a punto de llorar por derramar el tuyo, asi que toma el mío, cortesía por ser tu primer bubble tea
-¿Perdón?- dijo con sorpresa el mayor-¿Que yo que?
-Hyung tenías la cara roja de alguien que está evitando llorar, asi que te deje para ver si traía para otra bebida, pero no. Así que tómala, después de todo mi favorita es la de chocolate.
-Yo no estaba a punto de llorar- reclamo Luhan -soy un hombre, y los hombres de verdad no lloramos-dijo indignado -y mucho menos por una bebida -finalizó con un gran puchero, mientras tomaba la bebida.
La tensión de hace un rato se había ido, él y Sehun reían, aunque aún esté conservaba un adorable color rosa en sus mejillas. Siguieron así bromeando y peleando todo el camino hasta llegar a la casa.