Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Creo que me he enamorado de mi mejor amigo por RooNyan

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! ¿Cómo están? Ya han pasado varios días desde que nos leíamos. 

Nuevo capítulo, muy largo para lo que acostumbro a escribir. 

Espero que hayan pasado un bonito año nuevo. 

Que tengan un bonito día o bonita noche, ¡abrazos!

 

23 de mayo, sábado, 19:51 p.m. 

Al final quedé con Kakashi hoy, a las 20:00 p.m. Estoy a un par de cuadras de su casa, pero desde que salí de la mia no puedo dejar de temblar. Tengo miedo de ver algo que no quiero o descubrir alguna verdad desagradable. Siento curiosidad pero a la vez temor, no puedo comprender totalmente mis emociones. Llueve y hay truenos, ¿será que el clima otra vez se está adaptando a mi estado de ánimo? 

Toco la puerta de su casa y me doy cuenta que ya no hay vuelta atrás. A los pocos segundos él me recibe. 

-Naruto- Dice con una mirada indescifrable. -Te estaba esperando- 

-He llegado algo temprano- Dije mientras miraba mi reloj. Llegué 5 minutos antes. 

-Prefiero que llegues temprano antes que tarde. Puedes pasar- Vi como señalaba su casa, invitándome a entrar. 

Entré y enseguida noté que su casa es muy bonita, con algo de lujo podría decir. Una casa perfectamente ordenada y combinada de colores. Su living tiene paredes blancas y sillones grises, con almohadones blancos a tono con la pared. Hay una gran alfombra en el piso color negro, y encima de ella una mesita de vidrio con un jarrón con rosas. Tiene una televisión gigante colgada en la pared, justo arriba de su estufa a leña. Wow, es una casa hermosa. 

-Tu casa es hermosa- Dije impresionado. 

-Gracias- Contestó con su voz grave. 

Al parecer la casa estaba vacía, creo que eso me daba más miedo. 

-¿No hay nadie?- Pregunté. 

-Por ahora sólo estamos nosotros dos- 

Me limité a sonreírle, supongo que la idea de estar solos los dos me aterra más. Aunque dijo "por ahora", quizás más tarde llegue alguien. 

-¿Quieres comer?- Clavó sus ojos intensos en mí, pude ver como analizaba mi apariencia. 

-Ya comí- Dije retorciéndome de nervios. 

-Está bien- Dijo y pude ver una media sonrisa. Se acercó un poco a mí, nos separaba una distancia reducida. -¿Sabes por qué estás aquí no?- El brillo de sus ojos cambiaron, ardían. 

-S-sí- Balbuceé. 

-Entonces... ¿quieres conocerme?- 

-S-sí- Afirmé sin mirarlo. 

-Bien- Dijo tomándome la mano. -Sígueme- 

Le hice caso y lo seguí. Subimos unas largas escaleras hasta llegar al segundo piso de su casa. El segundo piso era algo así como un pasillo lleno de puertas. Entró en una de esas antas puertas y me hizo entrar, al ver la habitación en la que estabamos imaginé que estabamos exactamente en su habitación. Su cuarto también era bellísimo, tiene una cama de dos plazas, el color del cuarto es de un azul muy claro, y todo está a tono con las paredes. Su habitación está repleta de varios tonos de azul y tiene muchos accesorios en blanco, también tiene una enorme ventana que apunta hacia la calle. Y obviamente que no podía faltar la televisión gigante colgada en la pared. Qué envidia. 

-Wow, tu habitación también es hermosa- Dije impresionado por segunda vez. 

-Gracias, la he diseñado yo- Contestó orgulloso. 

-Se te da muy bien el diseño de espacios- Sonreí. 

-Gracias otra vez- Me devolvió la sonrisa. 

Aún así la belleza de su habitación no lograba distraerme de mi intriga interior. 

-Kaka, ¿ya me dirás?- Pregunté cambiando de tema. 

-Antes necesito que me respondas una pregunta. Me miró fijamente. -¿Confías en mí?- 

-Sí- Contesté con seguridad. -Tú me hiciste feliz en mi peor momento y estoy infinitamente agradecido- 

-Eso quería oír- Contestó con ternura. -Está bien, te contaré sobre mí- Se dirigió al sillón que tiene en su habitación y me senté junto a él, pero teniendo en cuenta la distancia que nos separaba. 

-A ver, por donde empezar...-

-Por donde tú quieras- Dije en tono bajo. 

-Lo sé- Me miró serio. El tono de su voz y su mirada casi me hacen temblar. 

-Bueno, te contaré sobre mi infancia- Dijo mirándome a los ojos. -Primero que nada soy adoptado y no sé nada sobre mis verdaderos padres, lo único que sé es que me han dejado tirado como una basura, pero lo agradezco porque gracias a eso tengo la familia que tengo ahora. Según lo que me ha contado mi padre, me abandonaron cuando tenía 5 años-

-¡Pobrecito!- Pensé. Puedo imaginarlo de pequeño y me da mucha tristeza. 

-También me dijeron que soy igual a mi padre, hasta me podrían confundir con él. No quiero pensar que me parezco a ese pedazo de mierda- Vi su mueca de disgusto. -Bueno, ¿vas entendiendo todo?- 

-Sí- Dije con gran interés en saber cómo seguirá su historia. 

-Por suerte no recuerdo nada de lo vivido con mis padres, aunque fue muy poco tiempo. Luego de que ellos me abandonaran, me adoptaron y he tenido una vida muy buena con mis padres adoptivos, o mejor dicho mis verdaderos padres, no me quejo de nada, siempre me han dado todo el cariño que tienen. Ellos siempre me recordaron que era adoptado, y lo prefiero así porque no soportaría vivir una mentira- Se tomó una pausa y continuó. -Nunca tuve amigos, pero si he tenido novias, muchas- 

-¿Has tenido novias? ¿No eres gay?- Interrumpí. 

-Soy bisexual, me gustan ambos sexos, pero nunca he tenido una relación con un chico. Descubrí que me gustaban los chicos cuando tenía 13 años, pero no dejaban de desagradarme las chicas. Siempre tuve problemas para hacer amigos, mis padres me sobreprotegían mucho, lo siguen haciendo. Piensan que por ser abandonado y todo lo demás, las personas me harán daño. Se los agradezco, pero aunque nunca he tenido amigos, las personas directamente o indirecta, me hacen daño igual- 

-Siento tristeza por él-  

-¿Continúo?- 

-Por favor- 

-Tener amigos no es algo que me haya interesado y tampoco me interesa ahora, es tan difícil eso de hacer amigos. En realidad no es que sea difícil, pero la mayoría son unos falsos. No sé si te lo he dicho pero puedo darme cuenta de muchas cosas en una persona sin haberle hablado. ¿Recuerdas cuando te conocí, verdad? Cuando choqué contigo sentí que estabas preocupado por algo y además escondías una lucha interna contigo mismo, problemas de amor, pensé. Cuando te vi llorando aquella vez... Wow, me sentí destrozado, me pegabas tu dolor. Fue horrible- 

-Sí, me lo has dicho- Contesté mirándolo. Al mirarlo aún podía ver esos ojos que esconden secretos. Tiene mucho que contarme. -Puedes seguir- 

-¿También te he dicho que sufrí mucho? La imagen de mis padres me ha seguido toda la vida. No es que no sepa absolutamente nada sobre ellos, sé muchas cosas, sólo quiero no recordarlo. Recuerdo como se veían y sus personalidades, a pesar de mi poca edad, apenas tenía cinco años pero aún así puedo saber cómo eran. Mi madre era muy inteligente, me acuerdo de que mi padre llegaba a la casa y ella sabía como se sentía y cómo había estado su día. Creo que he heredado eso de ella, saber sobre alguien sólo con observarlo. Creo que tenían muchos problemas económicos y mi padre andaba metido en las drogas, supongo que no me querían mucho. Mi abandono me ha torturado siempre, siempre quise saber porqué hicieron eso. Como verás, no tuve una buena introducción a la vida- 

-Oh...- Suspira mi consciencia. Puedo entender todo mucho mejor, puedo saber porque no quería que yo sufriera. Él ha estado peor que yo. -Lo siento- Limité a decir, arrepentido por hacerlo recordar eso. 

-No te disculpes, el otro día tenías la duda planteada en tu rostro. Querías saberlo, te lo dije. No te preocupes por mí- Dijo manteniendo la misma seriedad. -Continúo. Casi siempre puedo sentir cuando alguien está mal, pero nunca me arrimo a alguien que está mal para ayudarlo, porque además de sentir su dolor sé que son malas personas. Pero cuando te conocí, pude sentir tanta inocencia y tantas ganas de amar, un ser tan puro y sin manchas, fue fantástico. Me impresionaste, no pude evitar acercarme a ti, necesitaba saber sobre ti y conocerte. Obviamente no fue en vano, no dejaste de impresionarme nunca-

-G-gracias- Me sonrojé. 

-De nada- Contestó con una sonrisa. -Bueno, he sufrido mucho, me han abandonado, soy adoptado, nunca tuve amigos, digamos que por ahora sabes sólo eso- 

-¿Sólo eso? Ha sido demasiado- 

-También tuve muchas novias... creo que ya te lo he dicho. He tenido aproximadamente 10 novias, creo. Y con todas mis relaciones han sido distintas. A ver, cómo te lo explico... Distintas en el sentido de que sólo he tenido 1 relación normal con sólo una. ¿Se entiende?- 

-Creo que llegamos a la parte que te daba temor conocer- Me recuerda mi conciencia. 

-¿A qué te refieres con normal?- Sentí un calor en mis mejillas.

-Con normal me refiero a la típica relación hombre, mujer, que hace cosas sencillas como darse besitos, decir cosas tiernas, etcétera. He tenido distintos tipos de relación porque necesitaba conocerme a mí mismo, saber cuales eran mis gustos y mis preferencias. Comencé con 16 años a hacer eso, y lo continué hasta que cumplí los 18 años. Por las dudas, tengo 19 años. Sí, he repetido 5to año de preparatorio porque faltaba muchísimo a clases. Se supone que debería haber terminado ya la secundaria, porque se finaliza con 18. Ya debería estar estudiando algo en una universidad- 

-¿¡19!?- Abrí mis ojos, impactado. -Pensé que tenías 17- 

-¿Me veo de 17?- Preguntó sonriendo. -¿Tú cuantos años tienes?- 

-17, he cumplido el 12 de abril- 

-No eres tan pequeño- Dijo riendo. 

-No...- Reí nervioso. 

-Bueno, el punto de todo esto es que he descubierto que no me gustan las relaciones normales- Su seriedad cambio, sus ojos negros brillaban de intensidad. 

-O-oh... ¿y qué te gusta?- El estómago me temblaba. 

-¿En qué me estoy metiendo?- 

-¿En serio quieres saberlo?-

-Sí- Dije con poca seguridad. 

-Está bien, quédate ahí sentado- Me ordenó mientras se dirigía a un mueble. 

-Bueno- Contesté. 

-No hay vuelta atrás, ya descubrirás este enigma- 

Luego de buscar en el cajón de ese mueble, se da la vuelta y me mira fijo. Sus manos se econdían por detrás de su espalda, ocultaba algo. 

-¿Recuerdas que te dije que tengo gustos raros?- Su mirada se volvió seria otra vez. 

-Sí, lo recuerdo- Dije nervioso. 

-Gracias a que he tenido muchas novias y he explorado qué es lo que me gusta más, ahora lo sé. Siempre tuve mis fantasías y las he cumplido, ahora quiero que tú las sepas, principalmente porque me gustas, y mucho- Sus ojos ardían. 

-Quiero saberlo, pero me das miedo- Confesé sin mirarlo. 

-¿Te doy miedo?- Preguntó con sus ojos muy abiertos por la sorpresa. 

-Tengo miedo de que seas mala persona- Me encogí de hombros. 

-Dijiste que confías en mí. No soy mala persona... sólo soy una buena persona con gustos malos- 

-Dios mio- 

-Ya, dime- 

-¿Seguro?- Me dice frunciendo el ceño. 

-Sí- Contesté con seguridad. 

Sacó sus brazos de atrás de su espalda, en sus manos tenía unas esposas.

-¿Esposas?- Pregunté confundido. 

-Exacto- Vi una media sonrisa. 

-¿Para qué?- 

-Esposarte- Contesta muy serio. 

Se acerca a mí, me pone las esposas en las muñecas, se aleja de mí y se guarda la llave. 

-Estoy esposado- Digo. Puedo sentir como mi corazón se acelera. 

-Estás esposado- Sonríe. -No te imaginas lo que me prende verte así- 

-¡¿Esto es lo que le gusta?!- 

-Creo que ya voy entendiendo... ¡Eres un sádico!- 

-Sádico aún no, no te he golpeado- Ríe. -Pero sí, esto es lo que me gusta. Estás esposado y siento que tengo dominio sobre ti. Me encanta- 

-Ya no hay vuelta atrás Naruto. ¿Y si hace algo contra tu voluntad?- Me regaña mi consciencia. 

-Estoy sorprendido- Digo mirándome las esposas, que me apretaban las muñecas. -¿Por qué te gusta esto?- 

-No lo sé, lo único que sé es que las relaciones normales me aburren y además de eso, me repugnan. Creo que ha influído un poco mi abandono y todo lo que he sufrido. Sufrir me ha hecho querer ver a los demás humillados y rendidos ante mí, no sabes lo que me excita sólo pensarlo- 

-Joder- 

-Ya, entiendo. Pero no me hagas daño- Mi tono de voz sonaba preocupado.

-No haré nada contra tu voluntad, tranquilo- Kakashi se veía más relajado, quizás él también estaba nervioso de confesarlo. -¿Qué piensas de todo esto?-

-Mierda, debo contestar y aún no sé como tomarme esto- 

-No lo sé, nunca me he imaginado a mí involucrado en algo de esto, es raro- 

-¿Y qué piensas de mí?- Preguntó preocupado. 

-Son tus gustos, y creo que entiendo porqué te gusta esto. No puedo juzgarte. Si para ti está bien hacer esto, bueno- 

-Entonces... ¿probarías?- 

-¡¿Ser su sumiso!?- 

-¿Quieres que sea tu sumiso?- Fruncí el ceño. 

-Quiero que lo intentes... Te he confesado esto porque me gustas mucho- Su tono de voz era muy dulce. 

-P-pero...-

-Sasuke, ¿verdad?- 

-Sí...- Oh, Sasuke. ¿Qué podría pensar él de esto? ¿Podría pasar por su mente que, en este mismo momento estoy esposado frente a un sádico? No lo creo. 

-Lo sabía, ya sé que lo quieres, además de que me lo has dicho una vez. Esto no te compromete a nada, sólo quiero que cumplas mis deseos, por favor- 

-¿Con esto recompensaría lo que has hecho por mí?- 

-Alcanza y sobra como recompensa- 

-¿Estoy dispuesto a esto?- 

-Sólo será una vez, ¿verdad?- Lo miré fijamente.

-Sí. A menos que tú quieras que se repita otra vez- Me dice giñándome un ojo. 

-¿Que se repita? No lo creo- 

-Lo pensaré- 

-Gracias- Dijo con alegría. 

Nunca lo había visto tan feliz. Maldito dominador sádico pervertido. 

-Creo que quiero irme- Le dije en tono muy bajo.

-Está bien, te quitaré las esposas- 

Se acercó a mí y comenzó a quitarme las esposas. Yo miraba con mucha atención como lo hacía. Podía sentirlo, estabamos muy cerca. Cuando estoy muy cerca de él siento una electricidad que me recorre el cuerpo... Mi respiración se descontroló, ¿por qué justo ahora? Eso me pasa por pensar cosas sucias cerca de una persona... 

Alzó la mirada hacía mis ojos. -¿Qué sucede?- Pregunta con una sonrisa pícara. 

-Estás muy cerca- Le digo corriendo mi rostro para ocultar mis mejillas rojas que ardían. 

Se acercá más. -¿Y?-

-...Kakashi- Casi escapo un gemido. 

¿Qué me sucede? Su revelación me ha alterado, debe ser eso. No puedo estar tranquilo frente a una persona que me acaba de decir que quiere verme atado. 

-Ya, eres libre- 

Miré mis muñecas y estaban rojas, me dolían un poco. Comencé a sobarlas y a hacerme masajes. 

-¿Te duelen? Tengo crema si quieres- Dijo preocupado. 

-No, tranquilo, estoy bien- Apenas lo miré. -Ya me iré- 

-Te acompaño- 

Bajamos al primer piso, me despedí y comencé a caminar hacia casa. Mi subconciente no dijo ni una palabra. 

24 de mayo, domingo, 1:38 a.m. 

No me podía dormir, imposible. Recordaba las palabras de Kakashi una y otra vez. Decidí mandarle un mensaje a Sasu. Prendo el celular y tengo 3 mensajes de él y una llamada perdida. 

Mensaje uno: 

*Suerte hoy Naru, 

ten cuidado. 

Te quiero.* 

22:14 p.m. 23/05 


Mensaje dos:

*Naru, ¿estás bien? 

Respóndeme.*

23:01 p.m. 23/05 

 

Mensaje tres:

*Maldita sea Naruto.* 

12:47 a.m. 24/05 

 

Creo que se ha enojado... Lo llamo. 

-Naruto, por fin. ¿Estás bien?- 

-Sí, perdón por no escribirte antes. Mi celular estaba apagado-

-Me preocupé mucho por ti-

-Gracias y lo siento- 

-Está bien. ¿Cómo te ha ido?- 

-Bien- Sasu, tengo una cita para que me golpeen, ¿te parece bien? Digo a mis adentros. 

-Me alegro mucho por ti, pensé que te había sucedido algo malo

-Tranquilo, estoy bien- 

-¿Puedo ir a tu casa mañana?- 

-Sí, te esperaré- 

-Nos vemos- 

-Te quiero Sasu-

-Yo a ti, adiós- 

Gracias Sasu, tu voz me tranquiliza por unos momentos, me hace olvidar. Ojalá estuvieras aquí, ahora. 

 

 

Notas finales:

—¿Y cómo me ves tú a mí? 

—Como un misterio. 

—Ése es el cumplido más raro que me han hecho nunca. 

—No es un cumplido. Es una amenaza.

—¿Y eso? 

—Los misterios hay que resolverlos, averiguar qué esconden.

—A lo mejor te decepcionas al ver lo que hay dentro.

—A lo mejor me sorprendo. Y tú también. 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).