7 de agosto, viernes, 7:13 p.m.
Me han tenido 4 días más en el hospital en observación. Ahora, por fin estoy en casa. El chico que conocí en el hospital, el que dice conocerme, ha decidido quedarse a vivir en mi casa temporalmente para poder ayudarme con todo, y además quiere intentar que recupere los recuerdos que me faltan. Siento que todo es como un rompecabezas al cual le faltan partes para ser completado. Tengo recuerdos sueltos pero ninguno forma algo que me dé respuestas. Sasuke está aquí para ayudarme a entender todo. Él me ha ayudado a caminar, es como si hubiera aprendido a hacerlo de nuevo. Cuando me paré de aquella camilla casi caigo al suelo, fue tan extraño sentir las piernas otra vez. Siento como si hubiera vuelto a nacer, y sinceramente, no se siente nada bien. Es como si tuviera que aprender a hacer todo otra vez.
-Sasu- Lo llamo.
-¿Qué sucede?-
Él está acostado a mi lado, tengo de esas camas que son de dos plazas.
-Quiero salir a caminar-
-¿Ahora?- Pregunta con tono suave.
-Sí, contigo-
Me brinda una amplia sonrisa y me ayuda a pararme. Muevo con dificultad las piernas hasta que me acostumbro. Suelto su mano y camino por mi propia cuenta. Me abre la puerta y salimos. Ya está oscuro afuera, supongo que es porque estamos en invierno. Siento el viento chocándome el rostro, miro hacia el cielo y veo las pocas estrellas que van apareciendo. Veo hacia mi lado y veo a Sasuke y agradezco poder estar vivo.
-Quiero sentarme aquí- Señalé un banco que había en el parque.
-Sí-
Para mi suerte, el parque está vacío. Supongo que es algo obvio ya que casi son las ocho de la noche, no creo que ningún niño venga a jugar aquí a estas horas.
-Me gusta la noche- Dije contemplando el cielo. Todo es nuevo para mí.
Sasuke agarró mi mano y se limitó a sonreírme, pero eso me bastaba. Quizás él también esté asustado como yo, quisiera saberlo. Él me ha dicho que éramos casi novios... casi. Me pregunto porqué no me ha besado, él dijo que ya lo ha hecho antes, ¿por qué no ahora? Lo miro. Es atractivo a mi vista, me gusta mirarlo. Su belleza se ve como el arte, mirarlo te hace sentir algo. Algo bonito.
-¿Qué sucede?- Pregunta cuando nota que lo estoy mirando.
-Me alegra que estés aquí-
-Me alegra que te alegres-
Observo sus labios y me doy cuenta de que son... hermosos. Quiero besarlos. Me acerco un poco a él y lo miro fijamente. Luego clavo mi vista en sus labios y otra vez en sus ojos. Él comprende la indirecta y me da la aprobación para poder besarlo. Rozo mis labios con los de él e involuntariamente mis ojos se cierran. Sus labios son suaves, como las nubes, supongo. Él toma mi rostro con delicadeza y empiezo a seguirle el ritmo... Labio superior, labio inferior, mordida, lengua. Wow. Paso mis manos por su cabello y enredo mis dedos en el. Sentir a Sasuke es mágico.
-No llores- Digo aterrado.
-Lo siento-
-¿Qué sucede?-
Se limpia las lágrimas.
-Hace mucho tiempo no sentía tus labios-
-No debes llorar, estoy aquí- Le enjugo las lágrimas que siguen cayendo, él agarra mi mano y la pega contra su rostro, mientras cierra sus ojos.
-Pensé que no volvería a besarte nunca más- Su voz suena como en un susurro.
-Si quieres te beso otra vez para que sientas que estoy aquí-
-Esta vez lo haré yo-
Y lo hizo. Me besó como si yo fuera aire y él no pudiera respirar. Un beso desesperado e intenso. Abrió sus ojos y noté cierta lujuria y deseo en ellos. Me encantan sus ojos.
-Besas bien- Digo mientras le giño un ojo.
-Y tú también- Sonríe y me da un beso en la mejilla.
Me sonrojo y no puedo evitar encogerme de hombros. De pronto, siento cierta curiosidad por él y por nosotros...
-Sasu, quiero que me cuentes todo sobre nosotros-
-¿Todo?- Abre un poco los ojos.
-Todo-
-¿Ahora?-
-Ahora-
-Está bien- Se acomoda un poco en el banco y sigue. -Nos conocemos desde pequeños. Siempre fuimos amigos-
Abro los ojos, sorprendido. ¿Hace tanto nos conocemos? Wow.
-Te conocí en un momento muy difícil de tu vida, estabas muy solo-
-¿En serio?-
-Sí, Naru-
-Entonces... ¿tú eres la persona que me sacó de la soledad hace muchos años?-
No puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas.
-Sí-
Oh... Empiezo a llorar fuerte y lo abrazo.
-Me has salvado dos veces, Sasuke- Digo en sollozos que no paran.
-Tranquilo- Me susurra al oído.
-Ya sé quién eres, ya lo sé. Te quiero, gracias-
-¿En serio me recuerdas?- Noto sorpresa y alegría en su voz.
-Sí, sí, tú eres esa persona. Te ves igual a él. Sasuke Uchiha-
-Oh, Naru, me alegra tanto que me recuerdes- Me abraza con más fuerza.
-Ya recuerdo. Yo me enamoré perdidamente de ti. Y aún sigo igual. Recuerdo que sufrí por ti, y tú también. Recuerdo una azotea. Recuerdo tu dolor, mi dolor. Aún no lo tengo todo claro, pero sí, esto es un gran avance-
Estoy tan feliz.
-¡Sí! Vamos a la escuela juntos, Naru. Siempre nos juntábamos en la azotea, y nos costó aceptar lo que sentíamos el uno por el otro-
-No puedo creer que sigas a mi lado-
Me tapo la boca con una mano por la sorpresa y dejo mis lágrimas caer otra vez. Él me abraza de nuevo. ¿Cómo no querer a Sasuke? Y miento si digo que lo quiero, porque es algo más que eso.
-Siempre estaré a tu lado- Me limpia las lágrimas con delicadeza.
-Y yo a tu lado-
Nos sonreímos mutuamente y los dos sabemos que nos decimos "gracias" sin articular una palabra.
8 de agosto, sábado, 2:09 a.m.
Nos quedamos en el parque hasta las 11 p.m, aproximadamente. Hablamos de tantas cosas... Aunque no recuerde todo con claridad, siento que conozco a Sasu hace mil años. Es hermoso. Me está ayudando a recordar bastante, he avanzado muchísimo.
-Gracias por ayudarme a recordar- Le digo mientras miro como cambia de canal.
Estamos acostados en el sillón, yo entre sus brazos. Estamos mirando televisión.
-Lo hago porque te quiero, Naru- Su voz es suave.
-Yo no te quiero-
-¿No me quieres?- Deja de prestarle atención a la TV.
-No-
-¿Y entonces?-
-Es algo más-
-¿Algo más?-
-Sí, Sasuke. Te amo-
Me quedo paralizado porque no puedo creer que se lo haya dicho.
-Oh, Naru...-
Y para qué explicar lo que pasó luego... Lágrimas, besos, agradecimientos, abrazos. Sencillamente, amo a este chico. Gracias por todo, Sasuke.