05 de septiembre, sábado, 10:14 p.m.
Ya casi 4 meses de aquel accidente... Aún lo recuerdo como si fuera hoy. Recuerdo aquel dolor que sentí en mi cabeza tras los golpes, recuerdo su cabello rosado, recuerdo cuando desperté y lo primero que vi fue a Sasuke esperándome... Creo que a pesar de todo, pudo haber sido peor. Tengo a Sasuke a mi lado, no necesito nada más que eso. Recuerdo lo perdido que estaba, pero él siempre estuvo a mi lado. Gracias a él hoy recuerdo todo con claridad, por fin he recuperado mi memoria. Por fin puedo decir que me va bien en la vida.
-Sasu... por fin somos felices ¿verdad?-
-Sí, Naru. Aunque lo he sido desde que me confesaste tus sentimientos. Jamás lo olvidaré- Sonríe con alegría.
Tiene razón... El día que nos confesamos fue el mejor día de mi vida. En ese momento pensé 'Wow, estoy siendo correspondido por la persona a la que quiero'. Nunca me había sentido tan completo.
-¿Sabes, Sasu? Yo creo que las personas somos como rompecabezas-
-¿Rompecabezas?-
-Sí. Necesitamos a alguien más para estar completos-
-En parte tienes razón. Pero, ¿sabes? Ya venimos completos a este mundo. Sólo que algunas personas van perdiendo "pedazos" de sí mismos por el transcurso de la vida, hasta el punto de sentirse incompletos y vacíos...-
-Nunca lo había pensado así- Miro por la ventana. -A algunas personas la vida les golpea más duro, y luego de eso pierden parte de sí mismos-
-Exacto-
Lo miro a los ojos. -Es por eso que te necesito, Sasuke-
Sujeta mi mano con fuerza. -Naru, yo no me alejaré de tu lado- Me sonríe.
-Gracias- Apoyo mi cabeza en su hombro.
-¿Te sientes bien?-
-Sólo estaba pensando acerca de todo lo que ha sucedido durante estos cuatro meses- Cierro los ojos.
-No recuerdes lo malo que ha sucedido- Me hace caricias.
-Eso intento...-
-Yo prefiero enfocarme en aquello que sí me hace feliz y me importa, por eso estoy aquí-
Me despego de su hombro y me acerco a su boca. Lo beso con ternura.
-Gracias a ti sigo- Digo, y lo abrazo.
06 de septiembre, domingo, 9:35 a.m.
Me desperté primero que Sasuke por eso decidí salir a hacer las compras. Tengo mucho sueño porque nos dormimos muy tarde, pero la verdad es que mi mente no me ha dejado dormir. Pensé toda la noche acerca de nosotros, acerca de mi vida, acerca de la escuela, de todo. Mi vida ha tomado un giro inesperado después de todo. Siento que todo es un caos.
Entro al supermercado y enseguida veo a un hombre mayor de espaldas a mí, con el cabello rubio muy parecido al mío. Mi corazón se detiene por un segundo.
-Tranquilo, sólo es un hombre cualquiera- Un momento muy indicado para que mi voz interior hable.
Paso rápidamente por detrás de él y me dirijo a comprar. Por detrás de los estantes con comestibles, lo observo... Es alto, tiene cabello rubio y ojos claros. Es muy parecido a mí, tanto que me asusta. ¿Será mi...?
Gira la cabeza hacia mí y me mira. Abro los ojos como platos y me quedo paralizado.
-¡Es idéntico a ti!-
Los dos nos quedamos con la boca abierta. Demonios, ¡se dirige hacia mí! Me doy vuelta y comienzo a caminar rápido.
-¡Oye... oye!-
-No lo escuches-
-¡Oye tú, detente, por favor!
Me detengo y comienzo a oírlo.
-Oye...- Oigo su respiración agitada por correr detrás de mí. -¿Puedes voltearte?
Le hago caso y me volteo. Dios, este hombre es como yo pero 30 años más grande.
-¿Q-qué quieres?- Pregunto horrorizado y con los ojos muy abiertos.
Observo como se tapa la boca con una mano y mira hacia otro lado. Creo que comenzará a llorar.
-Oiga, ¿se siente bien?- Me acerco un poco más a él, preocupado.
-Lo siento- Se limpia las lágrimas. -¿Cómo te llamas?-
¿Ni siquiera lo conozco y quiere que le diga mi nombre?
-Lo siento, me han enseñado a no darle mi nombre a desconocidos-
-Tienes razón pero... es que eres igual a alguien que conozco-
-Me llamo Naruto...-
-¡Naruto! ¡Oh, por Dios!- Viene corriendo hacia mí y me abraza. -¡No sabes lo mucho que te he buscado!- Siento sus lágrimas mojándome el hombro.
-Señor, esto es extraño... No sé quien es usted además de que estamos en el medio de un supermercado-
Ignora completamente mis palabras y continúa abrazándome.
-Te he buscado durante años- Dice entre sollozos.
-No sé quien eres, lo siento- Contesto nervioso e intentando respirar, este hombre me está abrazando muy fuerte.
-Naruto, soy tu padre-
-¿¡Qué!?- Grito. Me libero de sus brazos con todas las fuerzas que puedo y me separo de él enseguida.
-Al fin te he encontrado- Dice aún llorando.
-¡No te me vuelvas a acercar!- Grito y salgo corriendo del super.
-¡Naruto! ¡Por favor! ¡Detente!- Sigo oyendo, pero no pienso parar.
Después de correr y correr me detengo en un parque y me meto entre los arbustos. Quiero estar solo. Me acuesto en el pasto y lloro todo lo que puedo. Por suerte los arbustos me tapan, me siento como en una guarida.
¿Por qué viene a buscarme ahora? ¿Por qué tuve que encontrármelo? Dijo que me ha estado buscando y parece ser verdad, pero, ¡maldita sea! ¡¿Por qué me abandonó hace más de 10 años atrás?! No necesito nada de ese tipo... nada de él.
Domingo, 2:11 p.m.
¡Mierda, me he quedado dormido! Miro la hora, ¡2:11 p.m! Me he perdido el almuerzo, Sasuke debe de estar muy preocupado por mí... ¿Y sí llamó a la policía? Debería volver... Pero la verdad es que no quiero, quiero estar solo. Aunque suene increíble, no quiero ver a nadie. No sé qué hacer.
-Quedémonos aquí-
Quizás por hoy deba hacerle caso a mi voz interna...
Me siento tan mal... Se me apetecen cosas extrañas, como por ejemplo, drogarme, o beber, o fumarme un cigarro. Sí, eso haré. Me fumaré un cigarro. Tengo 17 años, no veo razón para no hacerlo. Voy hasta el super más cercano, me compro un paquete de cigarrillos y vuelvo al mismo sitio rodeado de arbustos. Aquí nadie me ve. Prendo el primero... Me marea un poco pero me hace relajar y olvidarme de mis problemas. Encontrarme con ese tipo me hizo recordar aquellos momentos horribles de mi infancia, fueron una mierda. Termino el primero y voy por el segundo, y así paso toda la tarde hasta terminarme los 24 cigarrillos que contiene la caja. Luego de varias horas, ya es noche y ya no me queda ni un cigarro más. Aún no me siento satisfecho, aún no me olvido de mis penas.
-Ahogar penas en alcohol-
Oh, recuerdo ese dicho. Debería irme a un bar o algo... Eso haré.
Voy al primero que encuentro y como aparento ser más grande de lo que soy, me dejan entrar. Pido cervezas, vodka, whisky, tequila, todo lo más fuerte que haya para poder olvidarme de todo. Cada trago que doy al vaso, me quema la garganta un poco más... Me he pedido las bebidas más fuertes. Pero es más soportable el dolor del alcohol que el dolor a ser abandonado, sin dudas. No tardo en emborracharme y ver todo borroso.
Pasa no sé cuanto tiempo e intento mirar el reloj para saber en qué hora vivo, pero los números se mueven. Creo que son las 3:00 a.m, no lo sé, no me importa. No coordino los pies al caminar, no sé ni qué estoy haciendo, no sé a donde estoy yendo. No me importa lo que esté pasando. Creo que quisiera morir. Ese idiota viene a buscarme luego de todo el daño que me ha hecho ¡maldita sea! Comienzo a pegarle a una pared de la calle con fuerza, no sé ni donde estoy... Ahora estoy con vista borrosa y una mano sangrando. Quiero ir a casa pero no sé como ir hasta allá. Sigo caminando sin sentido, sólo sigo la calle y ya. Estoy muy mareado como para encontrar mi casa. Me encuentro en un parque ahora mismo, quiero sentarme así que iré a un banco. Me siento y veo el cielo... Las estrellas se mueven y todo es muy confuso. Hace frío y estoy solo. He perdido la cabeza, no sé en qué parque estoy metido. Comienzo a llorar de nuevo, qué asco de vida.
-¿Quieres morir?-
-¿Morir? Esa pregunta es interesante- Le contesto a mi propia mente.
-¿Y Sasuke?-
Oh, mierda, Sasuke. Me miro las manos y miro hacia todos lados. Sasuke debe estar preocupado por mí. ¿Qué he hecho? Estoy muy ebrio como para buscarlo y no he traído mi celular.
Me agarro la cabeza y me lamento. Él debe estar preocupado por mí.
-Sasuke- Digo llorando. -Lo siento-
-Te dejará solo-
-¿Q-qué dices? Cállate-
Mis pensamientos me están haciendo enloquecer otra vez.
-¡Sasuke! ¡Ven, por favor! ¡No sé dónde estoy!- Digo con dificultad, las palabras se me entreveran.
Creo que al final tendré que quedarme a dormir en este banco, no sé como volver... Lo siento, Sasu.
07 de septiembre, lunes, 3:46 a.m.
-¡Naruto! Demonios, ¡despierta! ¿Qué haces aquí?-
Es la voz de Sasuke, me ha encontrado... Esto se pondrá mal. Abro los ojos y lo noto muy enojado. ¿Qué he hecho?
-¡Te he buscado todo el maldito día! ¿¡En qué estabas pensando!?- Su tono de voz suena muy alto y la cabeza me duele demasiado.
-No me grites, por favor- Digo pasándome la mano por la cabeza. Aún sigo mareado pero veo con un poco más de claridad.
Sasuke se da vuelta y exhala profundamente. Enseguida me mira y me habla con un tono de voz más bajo.
-¿Has visto la hora que es? ¡Te he buscado todo el día!- Me dice aún gritando pero no tan alto.
-No tengo ganas de discutir ahora- Digo mirando el suelo, no me atrevo a mirarlo a los ojos.
-¿Qué te sucede?- Pregunta serio y mirándome fijamente.
-Estoy muy mareado ahora, quiero dormir-
-Y yo quiero que me respondas-
-¡Sasuke, por favor! ¡Llévame a casa!- Grito en tono muy alto y llorando.
-No me vengas con una de tus escenas ahora. Respóndeme-
¿Pero qué demonios...?
-¿Escenas? ¿En serio piensas que lo que estoy haciendo ahora es una escena?- Digo mirándolo a los ojos e intentando mantenerme en pie.
-Naruto, te he buscado por cielo y tierra. Te has ido durante todo el día y no has avisado, ¿cómo crees que me siento?-
-No eres el único que está mal- Frunzo el ceño.
-¡¿Entonces puedes decirme qué te pasa!?- Sus ojos lanzan llamas.
-¡¿Y tú puedes dejar de gritarme!? ¡Maldita sea!- Me doy vuelta y sollozo.
-Naruto, son casi las cuatro de la mañana, estás borracho, hueles a cigarro y estabas tirando en este banco durmiendo-
-¡Ya lo sé! Ya lo sé, Sasuke- Miro hacia el cielo. -¿Puedes llevarme a casa?-
Me agarra del brazo con fuerza y me hace caminar.
-Sasuke, me estás apretando el brazo- Digo.
Me ignora completamente.
-¡Sasuke!-
-¡¿Qué!?- Me grita muy alto y lo miro aterrorizado.
-Suéltame-
-Naruto, basta. No quería contestarte de esa manera-
-¡Suéltame!- Grito enojado.
Me suelta y baja la mirada, arrepentido. Luego se da vuelta y sigue caminando, me limito a seguirlo y no dirigirle la palabra. Aún estoy borracho pero no era razón para tratarme así...
Llegamos a casa y me dirigí hacia el sillón inmediatamente. No quiero dormir en la misma cama que Sasuke.
-¿Dormirás ahí?- Dice.
-Sí-
-Naruto, lo siento- Suena arrepentido.
-Como sea-
Le contesto cortante y cierro los ojos para dormirme. Luego de varios minutos siento que me tapa con una manta. Finjo estar dormido. Oigo que pone una silla al lado mío y se sienta. Siento sus ojos clavados en mí. Me está observando dormir...
Abro los ojos y lo miro.
-¿Qué haces?-
Mira hacia otro lado. -Sólo te observaba dormir-
-¿Qué quieres?- Frunzo el ceño.
-No puedo dormir...-
Me provoca ternura...
-Estaba muy preocupado por ti, Naruto- Dice sin mirarme.
-Lo sé Sasuke, lo sé- Suspiro.
-¿Por qué te fuiste?- Ahora sí me mira.
-Me duele mucho la cabeza y aún no veo con claridad, no me siento bien. Sólo quiero dormir. ¿Podemos hablar de esto luego?-
-Entiendo. Está bien- Se para de la silla, parece que se va a dormir. -Buenas noches-
-Buenas noches-
-¿Dormirás ahí?-
-Ya te he dicho que sí- Alzo una ceja. -¿Por qué?-
-Es que...- Se sonroja.
¡¿Qué!? ¿¡Es real lo que estoy viendo?! ¡Sasuke sonrojado!
-¿Es que qué?- Digo intentando ocultar mi asombro.
-No puedo dormir sin ti-
Sonrío y tiro de su brazo para que caiga encima de mí.
-Pues duerme conmigo-
-Naruto, te amo-
Sus palabras me hacen llorar. Él siempre tiene las palabras adecuadas para el momento adecuado...
-Yo a ti- Digo entre sollozos y abrazándolo con todas mis fuerzas. -Lo siento mucho, mañana te explicaré-
Me besa en los labios y luego la frente.
-Duerme bien- Me dice al oído.
-Gracias- Digo, y me abrazo a él.
Los dos caemos en un profundo sueño...