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Creo que me he enamorado de mi mejor amigo por RooNyan

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Notas del capitulo:

Mañana es casi seguro de que suba otro capítulo. 

¡Abrazos! <3

15 de marzo, sábado, 8:04 p.m. 


Ya han pasado 5 días desde la invitación que me hizo Sasuke. Hoy es el día, ¡hoy iré a la casa! Acordamos que estaría a las 9:00 p.m, no sé si me quedaré a dormir o simplemente estaré un rato en su casa. Estoy nervioso, y me siento estúpido por ello. Es Sasuke, mi amigo, no tendría que estar en este estado...

-No intentes engañar tus sentimientos- Habla mi subconsciente. -Yo no estoy engañandome, solamente somos amigos- Sí, suelo hablar solo. -¿Amigos? No creo que eso sea lo que tú quieres- Otra vez. 

¿Ustedes no hablan solos? Dicen que hablar con uno mismo ayuda a conocernos interiormente. ¿Nunca se hicieron una pregunta a sí mismos y una voz interior les contesta? A mí me sucede a diario, a veces mi lado oscuro me tortura y a veces esa voz interna me ayuda a ser fuerte. Esa voz suele enviarnos mensajes a diario, pero no muchos la escuchan...

Me fui por las ramas.

Sábado, 9:16 p.m.

Sí, aún estoy en mi casa, digamos que estoy llegando tarde a la casa de Sasuke. Tengo un grave problema con la puntualidad, desde pequeño lo he tenido y me molesta mucho hacer esperar a las personas, pero es algo que no puedo cambiar. 

Agarro mi mochila con algo de ropa y comida, y me dirijo a la casa de Sasu. 

Veo la puerta de su casa acercándose a medida que camino, mi corazón comienza a acelerarse. Observo mi reloj y veo que son las 9:30 pm. Al estar afuera de su casa, respiro ondo y toco a su puerta. Atiende casi enseguida.

-¡Naru! Pensé que no vendrías, ¡llegas tarde!- Ríe. 

-E-emm.. Sí, sabes que tengo un problema con la puntualidad. Lo siento. -Dije agitado, caminé muy rápido. 

-No hay problema, te conozco y sabía que llegarías tarde. ¡Entra!- Me sonríe. 

Entro y miro a mi alrededor, su casa sigue igual que siempre, me recuerda a nuestra infancia. La casa estaba muy silenciosa, por lo que pude calcular que estaríamos... solos. Solos, Sasuke y yo. 

-Dime... ¿Hay alguien en casa Sasu?- Pregunto sin mirarlo, aún admirando su casa y recordando tantas cosas que hicimos cuando eramos niños.

-No, mis padres no están. Creo que es mejor, a veces son una molestia.- Me dice riendo. 

-Solos tú y él Naru, piénsalo- Reí al pensar eso, a veces puedo llegar a ser un pervertido.

Sasu me miró extrañado, no entendía el motivo de risa.

-¿En qué piensas Naru?-

-Nada...- Dije aún riendo.

Luego de un rato Sasu comenzó a cocinar algo, se le da muy bien la cocina. Yo por mientras, me senté en el sillón a mirar la televisión. Creo que pasaron treinta minutos, y yo quedé dormido.

-Naru, ¡Naru!- Podía oír la voz de Sasu en mi sueño, era hermoso. 

-Sasu... ¿qué sucede? cuando pronuncias mi nombre yo...-

Desperté. Sasuke  estaba mirándome, la voz que oía no era un sueño, en realidad era él llamándome. 

-Ahh.. E-em... Me dormí...- Dije sonrojado, no recuerdo que fue lo que dije soñando. 

-Estabas hablando solo... Hasta me nombraste. ¿Soñaste algo conmigo?- Sonríe.

-E-emm.. no.. no lo recuerdo- Digo muy nervioso. Creo que he dicho alguna estupidez y él me ha escuchado.

-Bueno no importa, fue gracioso oírte hablando así.- Ríe. -Ven, ya esta pronta la comida.- 

Me senté en la mesa aún avergonzado y sonrojado.

-Naru, ¿sucede algo?- Pregunta Sasu, preocupado.

-N-no... no te preocupes- Digo sin mirarlo. -La comida está deliciosa, me has compensado muy bien- 

-Gracias Naru, me alegra. Igual, aún falta más para compensarte. ¿Quieres quedarte a dormir?-Me dice sonriendo.

-Di que sí, lo deseas-

-Sí, acepto...- Me sonroje aún más. 

-Naru, ¡estás muy rojo! ¿Seguro que estás bien?-

-¡Sí! Deja de mirarme...- Me tapé la cara. 

-Déjame tomarte la temperatura.-

Se acerca a mí y me toca la frente y las mejillas. Yo estaba sentado y él parado. Podría jurar que mis ojos brillaban más que nunca, totalmente ilusionados y maravillados, tenía a Sasu tan cerca, viéndolo de muy cerca, mi rostro sentía sus manos tan heladas. Mi corazón se aceleró, latía tan rápido que pensé que se saldría de mi pecho. Él estaba tan cerca de mí y a la vez tan lejos... 

-Naru, ¿en qué piensas?- 

-Nada... ¿Por qué?-

No contestó. Nos quedamos mirando por segundos a los ojos... Fijamente, sin quitarnos los ojos de encima. Sus ojos como siempre, impenetrables, profundos, misteriosos, tan inexpresivos, provocadores. Él aún tenía sus manos en mis mejillas. Comencé a respirar agitado, y apreté mis manos, intentando contenerme. 

-¿Q-qué hace...?- Hasta mi subconsciente estaba aturdida. 

-S-sasu...-Dije con dificultad, estaba totalmente atonito, manipulado. 

Sacó las manos de mis mejillas, al sacarlas rozó apenas mi mentón. Simplemente sonrío, y se dió vuelta, comenzó a lavar los platos. 

-No Naru, no tienes calentura, tranquilo.- Me dijo de espaldas. 

Aún estaba en la silla, confundido. Sólo miraba el suelo y seguía sonrojado. A mi sorpresa, mi subconsiente no me dijo nada. Mi propia mente se quedó sin palabras, sin pensamientos. 

Dicen que las miradas dicen más que mil palabras, las miradas son el reflejo del alma, sus ojos estaban oscuros como siempre, pero apuesto a que en mis ojos se reflejaba él. Mi cuerpo vibra cuando él lo toca, cuando sus ojos hacen contacto visual con los míos, simplemente pierdo la cabeza. Y sigo sin entender como una persona puede provocar ese efecto en otra... 

Volví a Tierra, dejé de pensar en lo sucedido y le hablé. 

-S-sasu... ¿Te ayudo en algo?- Lo miré, aún seguía de espalda. 

-Ah Naru... No es necesario, recuerda que tú hoy eres mí invitado. Si quieres puedes ir al baño o lo que se te apetezca.- 

-Okey... Entonces me adelantaré, voy a lavarme los dientes- Dije.

Me cepillé los dientes, me lavé un poco la cara y esperé hasta que se me vaya el rojo de mis mejillas. Miré la hora, eran las 10:28 p.m. Apenas habíamos entrado en la noche, podríamos hacer tantas cosas... 

-Y yo sé qué clase de cosas quieres hacer- Reí denuevo. 

Cuando salí del baño, me dirijí a la cocina. Ví que él no estaba, así que fui a su habitación. Su habitación queda en el segundo piso, y la de sus padres en planta baja, al final del largo pasillo que hay en su casa. Subí los escalones, estaba todo oscuro, lo único que iluminaba apenas la escalera era el brillo de la televisión. Al subir todos los escalones, ví luz en el cuarto de Sasu, así que me fui hasta ahí. La puerta estaba entre cerrada. 

-Sasu, terminé de lavar...-No terminé la frase al ver que Sasu estaba sólo envuelto en una toalla, todo su pecho descubierto y con gotas de agua cayendo de sus cabellos... -Ah, e-em.. em ¡perdón, no sabía que estabas bañandote!- Salí de su habitación lo más rápido que pude, cerré la puerta y quedé recostado a ella, respirando muy rápido y más rojo que un tomate. Era la primera vez que lo veía "semi-desnudo" hasta podría decir que era la primera vez que veía su torso y su abdomen. Es... perfecto. Tiene unos abdominales perfectos, y mojado es lo más sensual que mis ojos podrían ver y lo más provocativo que mi mente podría imaginar. 

-No me arrepiento de haber entrado- Pensé y sonreí perversamente. 

-Naru... Ya me cambie, puedes entrar.- Oí. 

No sé como haré para verlo a los ojos. 

-E-em, permiso-

-Tranquilo, no me molesta que hayas entrado, no has visto nada fuera de lo normal.- Ríe. 

Reí con timidez. 

Su cuarto tiene televisión, así que creo que miraremos una película. 

-¿Quieres mirar una película?- Preguntó, y sí, lo sabía.

-Sí- Dije mirando algunos posters que estaban en la pared. 

Su habitación está pintada en azul marino, tiene algunos posters de sus bandas favoritas, algunos cuadros de su familia también... Tiene toda una colección de libros, muchos CD's, un ordenador y en un estante que está arriba de su cama, más libros. Todo está muy organizado. Nada que ver a mi habitación. 

Decidimos mirar una película de terror, se llama Annabelle, que trata sobre una muñeca. 

A la mitad de la película, oímos que alguien toca la puerta. Yo estaba muy asustado.

-Sasu... No vayas, no quiero quedarme solo aquí.- Le rogué. 

Él rió. -¿Tienes miedo?-

-E-em.. n-no.. no es eso...-Dije nervioso.

-¿Entonces?- Me sonríe traviesamente. 

-Nada... Ve rápido- Dije. 

-Lo que no sé es quién podría ser a las 2.00 a.m, pero ya vuelvo.-

Luego de 5 minutos, salí de la habitación y fui hasta la escalera, bajé algunos escalones y me asomé para ver si podría saber quien era. 

Cuando logro ver quien era ví a...

-¿Por qué está ella aquí?-

 

Notas finales:

Me consumes

Me fatigas

Me desarmas

Me aniquilas

Me matas

Me encantas

 


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