12 de mayo, miércoles, 9:46 a.m.
Bueno, estamos aquí en clase como siempre. Ayer faltó Sasuke a clases, pero hoy está aquí de nuevo. A mi lado, porque se sienta al lado mio en el salón. Sakura se sienta al fondo, cerca de la ventana que apunta al patio. Sasu me ha dicho que fue al médico porque le ha estado doliendo mucho la espalda... -Me encantaría masajearle su espalda-
Miércoles, 12:03 p.m. Hora de receso.
Noté que Sasuke y Sakura salían muy rápido del salón. Sakura llevaba a Sasu de la mano. Me pareció extraño que no me hayan esperado para ir a la azotea, porque últimamente estamos los tres juntos siempre. Decido seguirlos lentamente.
Iba caminando tranquilamente por el pasillo de la escuela, mirando al suelo y con las manos en los bolsillos. De verdad no me gusta llamar la atención. De repente, siento caer...
-E-em... disculpa- Digo sin mirar a quien choqué. Levanto un poco la vista y logro ver una gran cicatriz. Me impresioné.
-No te preocupes- Me dice él, tendiéndome una mano.
-Debo fijarme por donde camino...- Digo, mientras rio nervioso.
-Descuida. ¿Puedo saber tu nombre?- Contesta él, con mirada intensa. Esa cicatriz que lleva atravezando su ojo le da un toque de rudo.
-Naruto... Naruto Uzumaki-
-Oh... He escuchado de ti. Me llamo Kakashi Hatake- Dice aún con mirada intensa. -Es una manera extraña de conocernos, pero, es un gusto- Logro ver una media sonrisa, pero no lo sé.
Reí. -Es un gusto para mí también- Sonreí amablemente.
-Nos vemos luego- Se despide de mi guiñándome un ojo.
-Ahhh.. s-sí- Contesto en un susurro.
Los pensamientos vuelven nuevamente a mi cabeza. -¿Y ese quién era? ¿Por qué lleva esa cicatriz en su ojo? Parece ser interesante ¿no lo crees?-
-Cállate- Digo para mis adentros. Recuerdo que debo ir a donde están Sasu y Saku.
Subo la escalera que me dirige a la azotea y observo a través de la ventanilla que está en la puerta. Veo a Sasuke y a Sakura tal como pensé, pero no están almorzando y además no están sentados tampoco. Quería salir a la azotea pero pensé que quizás no era buena idea, ya que vi el rostro de Sasu y no tenía muy buena cara. Estoy muriendo de curiosidad. Obviamente intenté escuchar pero fracasé como siempre. Me senté en la escalera y esperé a que entraran.
Al rato, siento la puerta abrirse y me paro enseguida.
-Sasu, Saku ¡estuve esperándolos!- Exclamo animado.
Simplemente ninguno de los dos me contestó. Saku pasó a mi lado y bajó las escaleras, la vi muy roja, parecía un tomate.
-E-em Sasu, ¿qué pasa ahora?- Dije preocupado.
Suspira. -Nada- Oigo que dice susurrando -Que complicado es todo- Lo noté algo incómodo. -¿Quieres almozar?-
-No, ya no es necesario, se me ha quitado el hambre- De verdad su estado de ánimo afecta el mio.
-No es tu culpa, ven, vamos a almorzar-
Tomó mi mano, me sonrojé de pies a cabeza.
Nos sentamos los dos solos en la azotea y sacamos nuestros almuerzos.
-¿Por qué Sakura se ha ido?- Pregunto nervioso.
-No tengo idea- Contesta cortante y sin mirarme.
-Pero... tú estabas con ella-
-Lo sé, pero tampoco entiendo porque se fue. Dejemos de hablar de ella por favor-
-Si eso quieres...-
Comimos en total silencio, fue horrible.
-Supongo que es otro de esos días en el que Sasuke no quiere hablar ni expresarse, pero ya he aprendido, mejor le dejo su espacio y él me contará luego- Pensé.
13 de mayo, miércoles, 7:41 p.m.
-¡Sakura!- Veo a Saku a lo lejos. La clase ya ha finalizado.
Ella se voltea a ver y se acerca a donde yo estoy.
-Oh, Naru...- Dice, mirando el suelo.
-Saku, hoy no he podido hablar contigo en todo el día, y ayer tampoco. No has ido hoy a la azotea- Digo algo triste.
-Sí, lo siento. Creo que no iré en algunos días- Contesta apenada.
-¿A qué se debe eso?-
Comenzamos a caminar juntos, rumbo a nuestras casas. Ella vive muy cerca de la casa de Sasuke, somos vecinos los tres.
-E-em... y... ¿no deberías estar yendo a casa con Sasuke?- Pregunta nerviosa.
-No, ya le he dicho que hoy me iba contigo. Ahora, no me cambies de tema. ¿Qué ha sucedido? Sasuke no me lo ha dicho- Digo en tono medio alto.
-Ah, em... pues, nada, supongo- Aún está nerviosa y se le nota.
-¿Supones? No quieres venir a la azotea y tampoco estamos juntos los tres como siempre-
-Bueno, te explicaré mis razones, pero sólo porque eres mi amigo- Suspira. -Pues se lo he confesado-
-¿Ah? No te he entendido-
-Se lo he confesado a Sasuke...- Veo que rasca su nariz, como si estuviera nerviosa o incómoda.
-Déjate de vueltas por favor, en serio no te entiendo- Sí, soy lento.
-Tú sabes... Le he dicho que él me gusta-
Al momento que oí sus palabras me paralicé. Mi corazón empezó a latir rápido, y sentí ese dolor en el pecho, ese dolor que no sentía hace tiempo. No pude evitar detenerme.
-¿T-te... gusta?- Balbuceé.
-¿Te sorprende?- Contesta decepcionada.
-E-em, pues, no, es algo normal- Comencé a caminar de nuevo -Sí, sólo me sorprendí-
-Y se lo he dicho per-
-¿Te ha rechazado?- Interrumpí.
-N-no... me ha dicho que lo iba a pensar-
-¿Pensar? ¿Le ha dicho que lo pensará? ¿Luego de haberme besado, luego de lograr enamorar cada célula de mi cuerpo?-
-E-em, esa es mi casa, adiós- Contesté lo más rápido que pude, conteniendo otra vez mis patéticas lágrimas.
Corrí a mi cama, y me tiré sobre ella. Enseguida mis dulces lágrimas comenzaron a caer. Me sentía decepcionado y engañado a la vez, quizás porque ella es mi amiga y estamos los dos enamorados de la misma persona. Aunque ella tiene más probabilidades de ser aceptada. -¡Maldita sea!-
Estaba en mi cama llorando por algo que aún no había sucedido. Lloraba pensando en la posibilidad de que Sakura sea aceptada por Sasuke. No es justo. Seguramente yo quede en el olvido y mis estúpidos sentimientos también. Esto duele muchísimo. Lo sabía, yo sabía que esto algún día iba a suceder, porque obviamente estoy completamente enamorado de un amor no correspondido. Pero no puedo dejar a este amor, mi cuerpo, mi corazón, mi mente y todo mi ser lo pide y lo desea, y esto es lo que más duele. Verdaderamente esto no es justo, si Sasuke le dijo que lo pensará es porque tiene algún tipo de atracción hacía ella.
-¿Por qué? ¿Por qué?- Mis pensamientos me torturaban, mi subconsciente lloraba a mares, igual que yo.
¿Qué haré yo si él me dejara por Sakura? Imagínense que la persona que más quieres comience a perder la importancia en ti, hasta finalmente olvidarte... Estoy convencido de que él no sabe cuanto lo quiero, de que lo quiero pero no como amigos, sino que lo quiero para toda la vida, pero aún así él me ha besado, y sé que comprendió porque le rogaba que me besara. Yo le he demostrado mis ansias y mi amor a Sasuke por medio de ese beso, imagínense todo lo que podría demostrarle si sólo estuviéramos juntos. Él no es una persona ingenua, me conoce demasiado bien y me ha analizado, sé que sabe que yo me muero por él. Sí él la aceptara, se está arriesgando a llevarse mi corazón entero con él, mi mente y todo mi ser. Sólo quedará un cuerpo vacío al cuál le han arrebatado todo, porque Sasuke, es dueño de todo lo que soy.
-La miseria ama mi compañía- Logré decír mientras me ahogaba en pensamientos.