2 de marzo, domingo, 21:55 p.m.
Mañana estoy de regreso en la escuela, otra vez vuelvo a mi rutina aburrida, al estrés de la escuela, otra vez a sentir esas miradas pesadas dirigidas hacia mi, lidiar de nuevo con las malas notas y los amigos falsos. Pase todas las vacaciones pensando en Sasuke, me impresiona. Le he escrito cartas, que obviamente nunca han sido enviadas por temor, pero las conservo para el día que me arme de valor y pueda darselas. No lo ví en todas las vacaciones, pues él se fue de viaje y yo me he quedado con esta soledad inmensa aquí en mi habitación. No salí mucho, ya que es verano y mi piel es algo sensible al sol. Imaginense cuanto lo he echado de menos, me siento débil, sin fuerzas, él es la razón de mi sonrisa, sus ojos son la luz que ilumina mi camino... No puedo esperar a que ya por fin sea mañana, poder oír su voz y sus regaños, me encanta que se preocupe por mí. Debería dejar de pensar en él y dormir, debo descansar para mañana poder darle una de mis mejores sonrisas a Sasuke, se lo merece.
-Ring, ring- 3 de marzo, lunes, 6:30 a.m.
-¡¿Qué?!- En serio, no podía creer que ya sea de mañana. Mi corazón empezó a latir rapidamente, por fin iba a ver a Sasuke luego de un largo tiempo.
Fui hasta el baño y acomodé un poco mis cabellos dorados, aunque me quedaban sexys, no me gustaba ir así por mi casa. Me dirigí a la cocina, preparé mi café y mis tostadas como de costumbre. En casa no había nadie, estaba completamente solo, lo que me hizo recordar que realmente necesitaba a Sasuke a mi lado. Luego de estar listo, tomé mis auriculares y me fui a la escuela.
-Hoy verás a Sasuke- Me decía mi propio subconsciente, en serio, me haces poner nervioso.
Llegué a la puerta de la escuela, la observé con detenimiento, hacía tiempo no la veía. Pensé en como actúar ante Sasuke, me sentí totalmente estúpido, años de conocerlo y me pone nervioso verlo cara a cara... Pero, es porque siento que no todo es como antes. Quizás no lo veo sólo como amigo, quizás sienta algo más, quién sabe. Otra vez me perdí en mis pensamientos, he decidido entrar a ese enorme edificio luego de dar un largo suspiro.
Entro, siento que las miradas se clavan en mí. Es totalmente incómodo, ¿por qué tengo que lidiar con esto todos los años? Quizás sea por los rumores que andan en la vuelta sobre mí, o quizás solo sea que olvidé peinarme. Saludo con pocas ganas a mis amigos del año anterior, y sonrío falsamente a mis profesores. Finalmente, luego de atravesar a muchas personas que estaban en mi camino, llego al salón. Sorpresa me llevé al ver que no había nadie dentro, aunque me dió mas alivio ya que podría descansar unos minutos en mi banco.
Siento que alguien acaricia mi cabello suavemente. Demoré en reaccionar, me estaba quedando dormido. Alzo la mirada y veo a... ¡Sasuke! De repente siento que todo el sueño se me va.
-¡Sasuke!- Exlamo con inmensa alegría y una sonrisa de oreja a oreja en mi rostro.
Sasuke me responde con la misma alegría. Me levanto de mi silla y enseguida lo abrazo. Lo admito, me sentí extraño, creo que fue la primera vez que lo abracé.
-Disculpa- Le digo sonrojado. -Te eché de menos todas las vacaciones-
-Yo también te he echado de menos Naru... ha pasado un largo tiempo- Dice y me lanza una sonrisa.
Oh, esa sonrisa... Cuanto la he extrañado, demonios.
-Mira, su sonrisa, su voz, todas esas cosas que hacen que sea él- Me dice mi subconsciente. Pensar esto me hace llorar. Brotan lágrimas desde mis ojos. Realmente extrañaba ver su rostro, oír su profunda y tierna voz, tan escalofriante y dulce a la vez. Su mirada, me provocaba temor y deseo a la vez, y aún no entendía como eso era posible.
-Naru, no es necesario llorar, tranquilo.- Me dice tocandome el cabello, dios, su voz me brinda tanta tranquilidad.
-Lo siento Sasu... solo recordé todos esos momentos juntos y me entró nostalgia. No te preocupes, todo está bien- Le sonreí mientras secaba mis lágrimas. Él me sonrió y fue a sentarse en su banco. Afortunadamente, le tocó a mi lado.
Luego terminado el horario de estudio, él me acompañó hasta mi casa. Charlamos de las vacaciones todo el camino, de las cosas que hicimos, etc. Sus vacaciones fueron muy divertidas, se la pasó genial. La mayoría de las cosas que le dije fueron mentiras, me la pase muy mal en mis vacaciones. Sí él supiera que él fue el dolor y mis desvelos en el verano... Es injusto, él la pasó genial y no creo que me haya recordado en ningún momento. Ni creo que haya pensado en mí. Y eso realmente me parte el corazón, el alma, las pocas fuerzas que llevo. Me odio a mi mismo por fijarme en él, pero más lo odio a él por hacer que me guste tanto. Pero bueno, creo que en eso consiste el amor no correspondido...
-Me deja tranquilo que hayas sobrevivido estas vacaciones- Ríe. -En serio estaba algo preocupado por ti, ya que me imagino que estabas solo...- Me dice pasando su mano por su nuca.
-Sasuke estaba preocupado por ti, lo oíste ¿verdad?- Este pensamiento hace que me sonroje.
-Me alegra que te hayas preocupado por mi, en serio... Y sí, fueron unas vacaciones geniales- Digo sin mirarlo a los ojos, él podría notar que estoy mintiendo.
-Bueno Naru, es hora de irme, ya está oscureciendo-
-Por favor quedate-. -Sí, yo también debo irme Sasu, ten cuidado en el camino-
Me sonríe y se va. Veo su gran espalda alejandóse de mí, también recordé sus ojos, son hermosos en la noche, oscuros, inpenetrables, profundos, cargados de misterio. Su cabello azabache que cae gentilmente por su rostro, le da un toque de rudeza. Su silueta desapareció entre las sombras, por lo que entré a mi casa. Me recosté sobre mi cama, intente reconciliar el sueño pero esos ojos no me lo permitieron otra vez... Sus ojos me manipulan, sus labios, moriría por probar de que están hechos, y en sus brazos, podría caber este pequeño cuerpo...
Caí dormido, y obviamente mi último pensamiento se lo dediqué a él.