4 de marzo, martes, 6:30 a.m.
Hoy desperté mal, me siento agotado y tengo calentura, seguramente esté enfermo. Es el segundo día de clases, en serio, ¿justo ahora me tenía que enfermar?
-Debo avisarle a Sasuke o se preocupará- Pensé.
Le mandé un mensaje que decía..
Hola Sasuke, buenos días. Hoy no podré ir ya que me siento mal, no te preocupes, está todo bien. Me harías un gran favor si luego me traes tus apuntes... Gracias.
No me respondió nunca.
Más tarde... 7:58 p.m.
Hola Naru, lo siento por no responderte. Hoy no fui a la escuela tampoco. Así que no tengo los apuntes. Cuidate.
-¿No fue a la escuela?- Me dije a mi mismo. Eso es raro, ¿por qué él también faltó? No entiendo... Lo llamaré.
*Llamando*
-Hola Naru.
-H-hola... Quería saber por qué no fuiste a la escuela hoy.-
-Hmm... Tuve mis motivos, llegó una invitada a mi casa hoy y no podía dejarla. Hacía un tiempo no la veía, por lo tanto me ví obligado a faltar. ¿Sólo eso querías saber?
-Sí... Sólo era eso, pensé que quizás también estabas enfermo como yo, pero me alegra saber que no. No te molesto más, adiós nos vemos mañana.
-Chau.
Wow, cortó la llamada rapidísimo... ¿Estará enfadado conmigo? Su manera de contestarme fue muy agresiva. ¿Quién será esa "invitada"? Muero de curiosidad.
5 de marzo, miércoles, 6:46 p.m.
Hoy me siento mucho mejor, así que iré a la escuela. Más tarde, agarré mis auriculares como de costumbre y me dirigí a la escuela. Cuando llegué, entré al salón y me senté en mi banco. Ví a Sasuke a mi lado y lo saludé.
-¡Hola Sasu!- Dije sonriéndole.
-Hola Naru...- Contestó con pocas energías. -¿Cómo te sientes hoy?-
-Bien...-
A veces Sasuke es así, habla cortante, y yo no puedo entender la razón. No sé si esconde un dolor inmenso o simplemente se despierta con mal genio. Cuando su humor esta así, no logro comprenderlo, me gustaría saber que es lo que le sucede. Pero no me gusta meterme mucho, ya que sí él confiara en mí podría contarmelo con tranquilidad. Años de amistad y aún no puedo conocer su interior. Pero como dicen, en la amistad tiene que haber calidad no cantidad...
De regreso a casa, Sasuke me acompañó como siempre. Ibamos caminando en total silencio, pero decidí hablarle.
-Sasu... ¿está todo bien?- Pregunté en voz baja.
-Sí. ¿Por qué no habría de estarlo?- Contestó frunciendo el ceño.
-Es que no entiendo. Esos cambios repentinos de humor que tienes... Ayer todo estaba perfectamente y hoy me hablas mal-
-Las personas no pueden ser felices todos los días Naruto. Deberías entenderlo.-
-¿Tu "invitada" tuvo algo que ver con tu cambio de humor?-
-No son cosas en las que te debes meter. Doblo en ésta esquina, ten cuidado en el resto del camino.-
Sólo me callé. No contesté y no me despedí de él. Contuve las lágrimas, no pensaba llorar frente a él otra vez. Cuando llegué a casa sólo me tire en mi cama y miré el techo, pensé, y me lamenté por meterme en la vida de él. Pero, pregunté porque en serio me importaba saber la identidad de esa persona y la importancia para él, porque se que fue ella quién afectó su estado de ánimo. Así como lo hace él conmigo, él afecta mi estado de ánimo... Impresionante. Pensé tanto en eso que hasta me llegó a preocupar saber quién podría ser ella. Debe ser alguien importante para Sasuke, porque gracias a ella él estaba con ese horrible humor. O quizás simplemente a él no le importa por eso no quería hablar de ese tema.
Ojalá mañana todo este bien, como siempre...