Erika es buena Natural, solo que... tiene síndrome de hermana mayor o algo por el estilo, no me sorprendería que te molestara en algún momento-Me dijo Touya mientras se ponía una camisa azul y se miraba en el espejo de la habitación.
Me molesta bastante no tener problemas con mi suegra y que venga a tenerlos con una prima tuya, digo, me da mal rollo...-Le respondí poniéndome los zapatos, sentado en la cama que compartía con él.
-No le tienes miedo a una tía ¿Verdad? Mide como 20 centímetros menos que tú.
-Iris también mide 20 centímetros menos que yo, y hasta tú le tienes miedo-Le refuté.
-Eso no lo discutiré.
Terminamos de vestirnos y salimos de la habitación del hotel, en dirección al restaurante que se encuentra al lado del edificio, donde nos encontraríamos con Green, y su novio.
¡Natural! ¡Aquí!-Escuché que gritaban mi nombre y volteé, no habíamos llegado ni siquiera a entrar al restaurante, cuando Green se acercó corriendo hacia nosotros, arrastrando a un chico con él, que no parecía estar muy contento.
Hola Green-Le saludé con una sonrisa que el me correspondió, jaló la manga del chico que estaba con él, y lo puso delante de él.
Este es Red, es mi pareja-Presentó a su pareja, que no dijo nada (Porque Green no le dejó) yo lo saludé estrechándole la mano-Y él debe ser, eh... ¿Troya?
Touya, un gusto-Touya respondió antes de que yo pudiera decir algo-¿Entramos?-Pregunté, no me entusiasmaba mucho la idea de quedarme parado en mitad de la acera, con la puerta del restaurante abierta por mucho tiempo más.
Todos asintieron y entramos, una mesera nos asignó una mesa para 4 y nos entregó la carta, cada uno pidió lo que quería comer y la misma mesera se llevó los menús y se fue con las ordenes.
Y Touya ¿Qué edad tienes?-Para mi sorpresa (Y la de Green, al parecer, porque se atragantó con el agua que se estaba tomando) Red inició un tema de conversación con Touya.
Tengo 17, cumpliré 18 en 4 meses más o menos ¿Y tú?-Red le respondió que tenía 23 y siguieron conversando sobre temas triviales, sin prestarnos atención.
Los pasivos se llevan bien entre si ¿No?
¿Y estás trabajando de algo, Natural?-Green inició conversación conmigo, ya que nos dimos cuenta que nuestras parejas no tenían intención de integrarnos a la suya.
No, por ahora me estoy sosteniendo por la herencia que me dejó mi padre, que es bastante grande, en caso de que algún día necesite dinero entraré a torneos pokémon... o a las muy malas, venderé chicles en una esquina-Le respondí tomando un sorbo de agua- ¿Y tú? ¿Sigues trabajando en el laboratorio?
-Si, sigo allí, ya que Red casi nunca baja de su "casa", no tengo nada más que hacer que trabajar
Permiso ¿De quién es esto?-La mesera volvió con una bandeja en mano con 4 platos llenos de comida, que puse enfrente de cada uno-Les traeré sus bebidas en un segundo-Dijo antes de retirarse de nuevo.
Es rapido el servicio-Dijo Touya.
A pesar de que está completamente lleno y solo he visto 4 meseros, es muy rapido... Esa chica debe estar guardando odio dentro de sí-Le contestó Green.
Quien sabe, tal vez nos apuñale con un cuchillo de mantequilla-Agregué.
La chica volvió con la coca-cola de Touya, mi jugo de naranja (Macho que se respeta toma jugo de naranja, pues) cervezas para Green y Red y se retiró, no sin antes decirnos que si necesitábamos algo, se lo pidiéramos a ella.
La cena transcurrió en un ambiente agradable, con una buena conversación entre los 4. La comida estuvo deliciosa, tomamos un postre (Solo yo y Touya) y decidimos irnos del restaurante, Green sugirió ir al casino y a todos nos pareció bien, así que fuimos y entramos en el mundo de las apuestas.Al final de la noche, con el bolsillo menos abultado (Ya que mi suerte en los juegos de azar no es muy buena) nos despedimos de Green y Red, que tenían que irse ese mismo día de nuevo a la montaña donde vivia Red.
Fue divertido...-Me dijo Touya sentandose en la grama, y recostando su cuerpo del tronco de un árbol.
Después de despedirnos de los chicos decidimos caminar un rato, hasta que fuimos hacia el sureste de la ciudad, donde hay un pequeño tramo de arboles, que son lo suficiente altos para hacerte creer que estás muy lejos de la ruidosa ciudad.
Si, lo fue-Le respondí sentándome a su lado, pasando mi brazo por sus hombros, acercándolo un poco más a mi, hasta el punto de que su cabeza estaba recostada en mi hombro.
Estoy muy lleno, explotaré-Touya utilizó un tono de sufrimiento fingido.
-Eso o te pondrás gordo... Ay.
Touya me pellizcó.
Nos quedamos en silencio un rato, mirando hacia la nada, solo se podía escuchar la respiración del otro -benditos, frondosos y hermosos arboles- y las hojas siendo movidas por el viento nocturno.
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