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Poco a poco -SasuNaru- por Kanami Kou

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Notas del capitulo:

Tenía pensado subirlo antes, pero de repente quise reescribirlo completo...

¡Lo siento!

<3

Ya era de mañana.
Sasuke lo supo por la luz que se colaba entre sus cortinas de una manera completamente molesta.

«Sol, vete a la mierda.»

Intentó volver a dormirse, más le fue imposible, así que no tuvo más remedio que sacar el trasero de su hermosa y confortante cama.
Ésto –por cierto– no le parecía una idea del todo buena considerando que su hermano estaría allí abajo, en la primera planta, preparándose para ir a trabajar.
Podía esperar a que él se marchara, por supuesto, pero le urgía ir al baño.
Sus labios dejaron escapar un bufido para luego dar paso al sonido de sus pies sobre los escalones de madera, Sasuke los arrastraba como si cada uno le pesara cincuenta kilos.
–Alteza. –Itachi y su estúpida manera de llamarle así. Lo fastidió desde el primer segundo. –Buen día, son casi las doce.
–No me importa. –Él respondió poniéndose un mechón de cabello tras la oreja, deslizando sus pies directamente hacia el baño.
Las intenciones de Sasuke eran simples e infantiles; Evitar al mayor lo más que pudiera para que éste se disculpara de una manera humillante.
Como Itachi jamás se había arrastrado por él, y no le había lamido las botas como un perro, tenía muchas ansias de ver eso.
Después de mojarse la cara y lavar sus dientes, Sasuke se metió en la cocina.
–Sasuke, ¿Está bien si no me hago la coleta hoy? –Y entonces Itachi habló para ganarse una mirada repulsiva.
–¿De qué estás hablando? Te ves horrible con el cabello suelto.
El menor se rascó la nuca mientras abría la nevera; De pronto la brisa congelada desde el interior de la máquina invadiéndole el cuerpo le hizo pensar en su novio.

«Esta mierda es tan fría como Naruto. ¡Ah! No, no, no, no pienses en eso ahora.»

–Por cierto, Itachi. –Evadiendo sus propios pensamientos, tomó la única caja de leche integral disponible y se la puso sobre los labios. –Vete ya a tu mierda de trabajo.
Luego de eso tomó un profundo y prolongado trago del líquido.

 

*

 

–Hey, hey. –Naruto sonrió en dirección a Sai mientras le saludaba con la mano desde la distancia. –¿Cómo estás, Sai?
El rubio estaba desconcertado a decir verdad, pues Sai no era alguien que le invitara a comer si no era con Gaara, quien por cierto, debía de estar horriblemente molesto.
–Hm... No tan lindo como tú.
Ambos ahora se encontraban en el Ichiraku Ramen, justo en el lugar de trabajo de Naruto.
Éste último tenía el día libre, así que podía pasearse por ahí cuanto quisiera.
–Vamos, ¿D-de qué estás hablando-'ttebayo?
–He dicho que-
–¡B-bueno, como sea! ¿Por qué me invitaste aquí?
Los ojos de Sai le dijeron a Naruto que había olvidado por completo la razón principal por la cual estaba allí.
Así que definitivamente debía burlarse de eso luego.
–Ah... Modela para mí.
–¿Qué? ¿Eso es ago que le vas pidiendo a la gente con esa cara?
–En la academia me pidieron que dibujara algo que en realidad me gustara, así que-
–¡¿Eres un idiota o qué?! ¡Ah, en verdad me estás molestando, definitivamente no haré eso!
–... ¿Por qué?
–¡Porque vas a enseñarlo en tu clase! ¡Frente a todo el mundo-dattebayo!
–¿Entonces está bien si lo guardo sólo para mí y dibujo algo más para la clase?
–¡Ah! E-eso...
–Pero mira, parece que sí estás de acuerdo con eso.
–¡No puedo negarme, y lo sabes! ¡Maldito sinvergüenza!
–Muchas gracias. Siento que la vida es tan bella...
–Ugh, de todas formas... ¿Cuándo quieres que lo haga?
–Hoy.
–No, no puedo hoy.
–Entonces mañana.
–Tal vez pueda... Ah, no, mañana tampoco.
–Entonces el lunes.
–Tengo clases.
–Me iré a casa contigo después de clases. Te esperaré en la entrada.
–Mah, supongo que está bien. ¡Ya comamos pronto!

 

*

 

–¿Y bien? ¿Algo que decirme, Gaara?
Sakura Haruno había vuelto a la normalidad después de emborracharse completamente la noche anterior.
De alguna forma había logrado acorralar a Gaara cuando éste iba saliendo de su casa hacia la biblioteca.
–¿Por qué tendría yo algo que decirte?
–¿Qué relación tienes con Sasuke?
–Quiero matarlo, es todo.
Ella lució realmente conforme con eso, así que sólo se movió a un lado con una pequeña sonrisa.
–Bueno, ¿A dónde vas?
–A la biblioteca, debo entregar un libro.
–Oh, puedo acompa-
–No es necesario. Adiós.

 

*

 

Después de la pequeña reunión con Sai, Naruto decidió volver a casa.
Estaba tan ansioso por ir al festival con Sasuke, que había olvidado por completo la promesa de parte contraria.
"Lo haremos después del festival."
Su memoria no tenía cabida para ese tipo de cosas ahora. ¡Sólo quería caminar con su novio a través de los puestos y mirar su hermoso rostro por horas y horas!
Mientras atravesaba el parque vacío pensaba en ello, de pronto siendo interrumpido por su bolsillo que acababa de vibrar.
Un mensaje.

"KIBA | A las 11:56
Hey, vas a llegar pronto a la guarida?
Debemos arreglar unas cuantas cosas, recuerdas?
Llámame si estás libre para que quedemos en algún lado.
Chau (>°3°)>"

Sólo entonces recordó que tenía asuntos pendientes con el pequeño plan de Kiba y el director Kakashi.
Tecleó rápidamente en su celular e hizo la llamada.
Para su sorpresa, la línea fue contestada de inmediato.

–Yo, Naruto.

–Hola...

–¿Dónde quieres que nos veamos?

–En el parque.
Eso traería gritos, se dijo Naruto.

–¡Eres un maldito perezoso! ¡Demonios, eso queda a un lado de tu maldita casa!

–¡Tendrás que venir, idiota!

–¡Bastardo!

–¡Jódete, yo me quedo aquí-dattebayo!

Después de eso, colgó rápidamente y sonrió, poniendo el celular sobre su pecho.
¡Estaba tan feliz de tener un amigo como Kiba!
Sin duda alguna, algún día iba a agradecer todo lo que él hacía.

 

*

 

–Suigetsu, no puedes hacer eso.
Sasuke acababa de recibir una llamada de su amigo, preguntándole si debería o no lanzarse a la piscina de otro instituto durante la noche.
–Pero Sasuke, no habrá nadie allí. Te estoy invitando, ¿Entiendes?
–No iré, tengo planes.
–Ah, ya veo... –Luego de un prolongado silencio, Suigetsu continuó. –Espera, ¿Con un chico o una chica?
–Con Naruto, que es una mezcla de ambos.
–¡Oye, oye! ¿Naruto? ¿Ése es su nombre?
–Sí, Uzumaki Naruto.
–Debe ser una jodida broma, ¿Estás hablando del rubio, ese de ojos azules?
–¿Lo conoces?
–Como la palma de mi mano. Bueno, olvídalo. Hasta luego.
Después de eso, la llamada se cortó.
¿Qué significaba "Como la palma de mi mano"?
Oh, no. Tenía que saberlo a toda costa.
¡Sin duda alguien sería interrogado a fondo!

 

*

 

Kiba finalmente se había marchado, y aunque todavía tenía cosas que hacer, Naruto se sintió aliviado cuando tocó el suelo de su casa.
Kuro estaba durmiendo sobre el televisor, con el ratón de juguete que le había comprado Gaara en la tienda de mascotas como regalo de bienvenida hace dos años atrás; Realmente estaba todo destartalado, pero el felino insistía en jugar con él cada vez que recordaba tenerlo.
Naruto se quitó el pañuelo que le rodeaba el cuello y se lanzó contra el sofá con una horrible sensación de fatiga.
Se hubiera quedado más tiempo con Kiba, pero tenía un muy mal presentimiento sobre Sasuke. 

Los escalofríos no pararon aunque encendiera la calefacción.
–¡Déjame en paz, teme!
Decidió llamarle al celular, más su sorpresa fue enorme al ver la cantidad de llamadas perdidas que tenía de un número desconocido.
Seguramente Sasuke, desde un teléfono público.
En ese momento se preguntó cómo iba a devolver el llamado si el móvil de Uchiha aún era un total misterio.
–¡Ah, demonios!
Decidió que sólo iba a dormir un poco, así tal vez se olvidaba de todo.

 

*

 

–Oye, Temari, ¿Puedes llevar esto al buzón de correos de Naruto?
Kiba ya estaba preparado para el festival, por pedido del rubio ahora debía enviar un paquete a su buzón.
–¿Por qué debería?
–Porque te lo estoy pidiendo a cambio del lápiz de Sasuke.
–Oh, dios. ¿Es una broma? Claro que lo haré.

 

*

 

–Entonces, como este imbécil no contesta mis llamadas tendré que preguntarle directamente.
Sasuke, al estar en casa completamente solo con frecuencia, había adoptado la costumbre de pensar en voz alta.
Tenía ahora un palito de pocky entre los labios, mientras observaba molesto la pantalla del teléfono fijo de su sala de estar.
Bueno, tal vez le había mentido a Naruto con respecto al teléfono público, pero tenía, con esa pequeña mentira, la certeza de que el rubio no iba a devolver la llamada nunca. Cosa que le agradaba bastante.
–Mah, no quiero caminar hasta su casa...
Para estar seguro, marcó una vez más y presionó el altavoz.

 

*

 

"[Responder - KIBA] A las 13:27
Qué debería hacer con el dragón de papel?
No tengo ninguno! s(°^°)"

Naruto finalmente no había logrado dormir demasiado. A lo máximo, media hora.
Después de dicha breve siesta, recibió un mensaje de Kiba preguntándole si tenía todo listo. Y claro que lo tenía.
Con el tiempo libre que le quedaba, se dedicó a conseguir un dragón de papel para ponerlo en su habitación; Últimamente eran bastante populares, así que no debía ser muy difícil conseguirlo.

"KIBA | A las 13:28
Pregúntale a Sai, él tiene ese tipo
de cosas, no?

Después de todo es un artista~
Tal vez los pinta por sí mismo (owo)7"

"[Responder - KIBA] A las 13:28
Tienes razón! Lo haré!
Si no tiene uno, ha fallado como artista
y como hombre (UuÚ)5"

"KIBA | A las 13:29
Dile eso y de seguro te consigue uno
en cosa de segundos! XD"

"[Responder - KIBA] A las 13:30
Bueno, ahí voy >n<!
Deséame suerte!"

"KIBA | A las 13:30
Adiós, mucha suerte con eso!"

Apenas cerró su móvil, de inmediato comenzó éste a sonar.
"Número desconocido."
¡Oh, tal vez era Sasuke!
Comenzó a temblar de repente, sus ojos mirando la pantalla de una manera analítica.
Bueno, no todos los "Número desconocido" podían ser Sasuke.

–¿Hola?
–Yo, usuratonkachi.
–¡S-Sasuke! ¿Q-qué?
–¿Qué pasa con esa reacción? Se supone que soy tu novio, deberían haber flores brotando de esta mierda de teléfono.
–¿Estás drogado?
–Mah, algo así. ¿Por qué no contestaste el celular? ¿Me estás siendo infiel?
–¡No, claro que no-dattebayo!
–De acuerdo... Ahora necesito saber por qué Suigetsu te conoce.
–¿Suigetsu? –¡Oh, no! Ese nombre ya implicaba muchas cosas malas. –A-ah, lo siento mucho... N-no sé de qué estás hablando.
–Responde.
–No quiero. ¡No!
–Entonces sí me estás ocultando cosas. Vale, creo que debemos terminar con esta relación.
–¿... Eh? Espera, yo-
–¿Crees que diría algo así? Ni de broma sin tu virginidad en mis manos. Ahora suéltalo, ¿Por qué Suigetsu sabe de tu asquerosa existencia?
–Uhm... Pregúntaselo a él.
–No quiso hablar sobre eso. Si no me lo dices tú, iré ahora mismo a tu casa y me adueñaré de tu maldito trasero. A la mierda el festival.
–¡Ah, maldición! Te lo diré, esta noche. Ahora no puedo...
–Ésta noche estaré demasiado ocupado teniendo sexo contigo.
–¡No digas eso! ¡Idiota, pervertido, asqueroso! ¡Adiós!

Con el rostro caliente, Naruto colgó apresurado.
¿Qué rayos había sido todo eso? ¿Sasuke podía hablar de esa manera?
Un momento... Recordando como él era desde un principio...
¡Sí, claro que podía!

Después de mirar su celular por un buen rato, decidió ir a darse un baño.
Una extraña sensación le estaba persiguiendo desde la mañana, por lo cual se le hacía difícil actuar como siempre incluso dentro de su propia casa.
Soltó una bocanada de aire y se quitó la ropa en el camino a la ducha, dejando su típico desorden cotidiano.
Fue junto a la puerta que se detuvo de repente, frente al espejo; Su reflejo le mostró entonces todo lo que era, desde la descuidada pared cubierta del cristal.
Allí, se observó a sí mismo; A su cuerpo desnudo de naturaleza salvaje, y se sintió como si él mismo no estuviera allí.
¿Cómo se le llama a ese sentimiento?

Ah, no lo sabía, y sin embargo se le hacía muy familiar.

A pesar del repentino malestar, se metió a la ducha y dejó que el agua sólo cayera sobre él.
Una ducha lo resolvía todo, pues tenía mucho tiempo para pensar a una temperatura agradable.

«¿Qué diré de Suigetsu? ¡Maldición!»

Bueno, tal vez se sentía extraño por estar siendo forzado a hablar.
Él, Uzumaki Naruto.
¡El salvaje despistado de todo el instituto!
No podía estar cayendo así de bajo.

Sólo estaba sintiéndose así por tener que dar explicaciones, sólo esa era la solución.

Notas finales:

¡Se acerca el lemon al fin!
Esperé mucho para ésto.

Mientras escribía éste capítulo, me sentí realmente conforme. Mah, no quería darles un trabajo mediocre así que decidí concentrarme al cien por ciento en ésta parte que es una de las importantes.

Creo que debo enfocarme un poco más en Gaara y Sai, pues son unos papeles importantísimos también en el transcurso de la autoconfianza de Naruto. No sé si lo notaron pero él está realmente inseguro sobre su relación tan repentina con Sasuke...

Ah... Creo que extendí mucho esto divagando de aquí para allá. Bueno, supongo que quería tener un poco más de comunicación con ustedes, mis preciosidades.

Esperen el próximo capítulo con ansias, ¡El clímax se acerca!

Bye, bye~ <3


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