Diario de Neptuno y Vladimir.
Día 1.- Es el primer día tras la llegada de Dakota a la familia, mi papá está muy contento al igual que la mamá de Vladimir, mientras nosotros nos encontramos en el sótano, algo enojados por que esa bebé ha llegado a invadir nuestro territorio.
Papá dice que parece un angelito por sus ojos turquesa y su cabello rubio cuan oro. Pobre Vladimir, no más de recordar que su padre fue asesinado por su mamá... la mamá de Vlad, no del señor Tláloc... en fin, está devastado, más que cuando un huracán categoría 6 llega a un país de escasos recursos. Bueno, yo también extrañó a mi mamá, por eso me siento un poco triste, pero a la vez lleno de rabia al saber que mi papá mató a mí mamá por venir a juntarse con la mamá de Vladimir. He decidido escribir esto por que, si papá no se separa de esa... lo que sea... entonces Vladimir y yo nos iremos de casa, veanlo como amenaza, pero estamos ofendidos por tal aberración llamada Dakota.
Hoy no deseamos comer nada, estamos en huelga hasta que esa cosa regordeta desaparezca. Nep.
Día 2.- Estoy seguro que a esa cosa no se la llevaran, hoy Neptuno me sugirió que escribiera esta pequeña carta en el diario.
En toda la noche, la invasora no dejó dormir, a toda hora lloraba como si no supiera nada más que hacer.
Por la mañana, el papá de Neptuno salió a trabajar mientras vi como mi mamá le tomaba mucha atención a esa intrusa ¡Maldición! ¡A esa mocosa ya le compraron una tablet!
Intenté acercarme a MÍ MAMÁ dándole un dibujo que en la escuela me dejaron, pero fue inútil, ignoró lo que le dije por ver a esa cosa rayando una hoja... Quizá si le saco los ojos a ese bulto rosado, dejarán de estar bajo su hechizo.
Esta tarde, Neptuno se acercó a su papá para platicarle su alta calificación que sacó en natación, pero el señor Ed lo ignoró, pues mi mamá llegó con el señor y le dijo:
—Cariño, la bebé ya logró hacer su pequeño huracán en su tina.
Entonces el papá de Neptuno dijo:
—¡Qué bien! Yo también quiero verla.
Entonces ambos fueron al baño con la cría.
¡Fue repulsivo oírlos! Neptuno regresó al sótano conmigo, es un hecho, no cenaremos hoy. Vlad.
Día 3.- Comienzo a pensar que nada de lo que hagamos les importará. En la mañana, Vladimir le mostró a su mamá como podía manipular las sombras, Davey... o sea la mamá de Vlad... parecía por fin prestar atención, hasta que sucedió lo inevitable, ¡La mocosa le aventó la canasta de fruta en la cabeza! ¿Cómo pudo hacerlo con sólo mirarla y alzar su gordo brazo?, la mamá de Vladimir quedó impactado y maravillado al ver lo sucedido, dijo algo así:
—¡Tienes telequinesis! ¡Vas a ser la bebé más fuerte! Cuando llegue mi amor le contaré.
Dicho y hecho, en cuanto llegó MÍ PAPÁ, le contó todo. Vlad aún está destrozado... de sentimientos, no físicamente... creo que hoy tampoco comeremos.
Recuerdo el primer día de cuando mi papá se juntó con la mamá de Vladimir, yo odiaba a Vlad al igual que él a mí, pero con lo sucedido estos últimos días, creo que hacemos un buen equipo. Nep.
Día 4.- Saliendo de la escuela me dirigí a la tienda a comprar unas Sabritas, una Coca Cola y unos Hersheys, era obvió que mamá y el papá de Neptuno no nos darían de comer y yo no pienso que mi no vida se acabe a los 9.
Llegando me dirigí al sótano, después de un rato llegó Neptuno algo molesto y me dijo:
—¿Porqué no me esperaste?— mientras dejó su mochila.
—Creí que ya estabas aquí— le respondí.
—La próxima ves avisame, para eso tenemos celulares.
La conversación sonó algo graciosa, parecíamos pareja de novios.
Entonces en un plato serví las papitas y en dos vasos el refresco, después de "comer", nos comimos los chocolates.
Lista de comida para mañana: una Maruchan, un Jarritos y de postre un paquetín de Emperador. Vlad.
Día 5.- Vladimir otra vez me dejó en la escuela. Llegando al sótano, me encontré con una escena graciosa, ¡Vladimir ya había servido la comida y me esperaba sentado en la mesita! ya se me afiguraba que diría "Cariño, ya te serví" y que yo le contestaría "Gracias, amor, ya tenía hambre". Definitivamente ver diario como mi papá y la mamá de Vlad actúan, está haciéndonos tomar su carácter...
Pasando a lo interesante, la cosa sigue acaparando la atención. Hoy quedó de venir Antonella Kosztolanyi, una compañera de nuestro salón, haríamos un trabajo en equipo.
Cuando ella llegó, Vladimir y yo la trajimos al sótano, lo que para ella fue raro.
—¿Por qué están en el sótano?— nos preguntó
—Hemos decidido vivir aquí— le respondimos.
Ella ya no preguntó más y acabamos la tarea, después de jugar un rato, ella se fue a casa.
Antes de acostarnos, nos dimos las buenas noches pero no subimos para nada. Nep.
Día 6.- En la escuela nos sacamos un 10, ¿Será por que el maestro es el papá de Antonella?, ella nos contó que su papá se había hecho mamá, tuvo unos bebés con su guardaespaldas antes que este último se casara con una alienígena, y no los presentó, sus nombres eran Mady y Michy. También nos contó como sus medios hermanos le hicieron el fuchi tanto a ella como a los bebés ¡Quién diría!, jamás pensamos eso de Leo, Dela y Anton.
Llegando a la casa, el papá de Neptuno y mi mamá estaban con la bebé, al parecer fueron de compras pues vimos como le ponían una y otra ropa.
Es un hecho, esto es la guerra. Vlad.
Día 7.- Esa amenaza sigue aquí, lleva una semana en nuestro hogar. Papá parece un zombie, seguramente la cosa le absorbió el cerebro.
Vlad y yo salimos al parque del centro, pues allí nos quedamos de ver con los hermanos Wonkan. En cuanto llegamos, vimos como Anton lloraba, mientras Dela lo abrazaba y Leo nos contó lo sucedido.
—Hoy nuestro papá tuvo otros dos bebés, a los que ha llamado Edu y Aimeé, nosotros volvemos a ser un cero a la izquierda.
Escucharlo decir eso y ver como lloraba Anton hizo que el corazón se nos destrozara. ¿Cómo era posible que esos pedazos de piel le robaran la atención a todos?
Le sugerimos que escribieran un diario. Nep.