—El desayuno esta servido— dijo la empleada haciendo una reverencia formal y alejándose del comedor por donde había ingresado
El comedor resplandecía, aunque no estábamos en verano el cielo nublado daba atmósfera de tranquilidad justo lo que faltaba a mi. La mesa de centro delicadamente arreglada con una tela crema en cima de esta y en medio un pequeño florero marrón con rosas blancas adornando el ambiente
Me acerque hasta la silla blanca y me senté a disfrutar de mi tranquilo desayunando solo. Como siempre había estado solo. Las cosas nunca duran para siempre pero... tenia esperanzas de que esto durara mas y tal vez algún día llegue a quererme tanto como yo lo quería a él. Maldito Usami Akihiko te odio tanto pero se que nunca podre olvidarte...
//Flash back//
Después de haberme encontrado con aquel hombre de ojos azules me propuse enfrentarme a lo que mas temía, la verdad. Kusama Nowaki se había quedado conmigo mientras me desahogaba en sus brazos ¿Por qué? ¿Por qué me tenia que pasar esto y estar siendo consolado por una persona que ni conozco? me preguntaba. Pero eso era lo de manos él me había dado algunos consejos todos terminando en una agradable sonrisa que me hacia sentir un poco mejor y después de charlar y calmarme me determine a enfrentarlo y decirle todo lo que pensaba al peliplata.
¿Con que cara? ¿Con que valor iría a enfrentarlo? me torturaba con esas preguntas. Yo lo amaba y yo había aceptado cada una de sus condiciones para estar junto a él, me había acoplado a su forma de "amar" pero nunca fue suficiente. Siempre quise lo que nunca pude tener, su corazón, su cariño todo eso se me dio medido, siempre lo mínimo o lo que el podía darme. Lo comprendía, muchas veces me puse en su lugar haberlo perdido todo y verlo morir frente a sus ojos de la manera mas cruel posible había dejado un gran hoyo negro en su corazón, esas cicatrices no lo dejaban ser feliz y él tampoco se lo permitía, él tenia que "pagar" y vivir en la eterna soledad esa fue su forma de martirizarse por el error que cometió.
No es justo, nunca lo fue. Mis sentimientos por el crecieron cuando éramos niños yo amaba al comprensivo y sensible Akihiko que siempre veía la vida de la mejor forma pero él mundo era cruel y no podía dejarlo hundirse en la miseria solo y decidí juntarme a él siendo el incondicional, siempre atento, siempre dispuesto, siempre ahí para él... No era justo. Enamorarme de él nunca fue justo.
Ahora tengo remediar todo. Mi corazón latía a mil por hora con el celular en las manos, lo único que tenia que hacer era marcar su numero y dejar que las cosas fluyeran, desahogarme y terminar con esto. El que me dijera por otro nombre me hizo recordar todas esas noches angustiosas que Akihiko desaparecía para irse con otros teniéndome a mi, fue un golpe muy duro.
No era justo. No era justo. No era justo. No era justo. No era justo. No era justo. No era justo. No era justo. No era justo.
—Hiroki-sama— me llamaron desde la puerta de mi habitación
—¡¿Que no escucharon lo que dije!? ¡No quiero ver a nadie! ¡LARGATE!— grite desahogándome con la pobre muchacha que de seguro estaba temblando de miedo
—E-El señor Akihiko ha venido a verlo— hablo
—¿Akihiko?— me pregunte a mi mismo. Mi cuerpo empezó a temblar de solo pronunciar su nombre
—Dice que es urgente— insistió la chica
—Dile que ya bajo— dije lo mas serio que podía
Trague saliva nervioso, el destino me ponía a prueba otra vez y tenia que enfrentar todos los errores que había originando con mi imprudencia, nunca debí aceptar vivir de este modo. Di un respiro profundo y me encamine a encarar a mi principal demonio.
Al bajar a la sala donde él me esperaba lo hice de la única forma que sabia, con la cabeza siempre en alto. Unos pantalones negros ajustados, unos botines marrones con un poco de taco, una camisa semitransparente de seda, mi cabello castaño peinado y arreglado, y me había puesto un poco de maquillaje para que nadie notara las horrendas ojeras que tenia por haber llorado toda la noche.
Y Akihiko, como siempre, tan esplendoroso. Con solo arreglarse un poco ya era perfecto. Un hombre guapo, varonil y sexy me esperaba en el piso de abajo, pero esta vez no, no me doblegaría ante él. Ya había sufrido suficiente por él
.
—Buenos días Hiroki— saludo Akihiko
—Hola— respondí con indiferencia
—Vine para decirte que todo esto acabo—
—¿Que es "todo esto"?— pregunte conteniendo mi furia
—Nuestro acuerdo termina aquí— apreté tanto los puños que mis nudillos dolieron —Ya no pienso seguir con este juego Hiroki, se acabo—
—¿Por que?— pregunte con la cabeza gacha
—Han pasado muchos años desde que este juego comenzó ya es tiempo que maduremos— su expresión fría solo me daba mas rabia
—¿Un juego? Siempre fue eso... solo un puto juego que ambos disfrutamos—
—Yo te lo advertí Hiroki, te dije que algún día las cosas terminarían y ese día es hoy. Todo esto siempre fue un capricho tuyo, uno de tus muchos caprichos de niño rico y ya no pienso seguir con esto—
—Es por ese chico ¿no?, ¿Es por esa zorra que me dejas?— grite
—No, no es por él— ni se inmuto, ni un puto rastro de sentimientos había en su rostro pareciera que hablo con una piedra
—Y ¿Acaso sabes lo que esto me afecta? ¿Alguna vez te preguntaste que es lo que yo sentía? y tu lo sabes... TU SABES QUE TE AMO, MALDITO IMBÉCIL. ¿Acaso en todos estos años nunca sentiste nada? Cuando nos acostábamos ¿Nunca sentiste algo por mi?
—Tu no significas nada para mi— y mis fuerzas se vinieron abajo
—¿Por que me haces esto? ¿ Que te hice yo a ti para que me trates con tanto desprecio? RESPONDEME MALDITA SEA. Tu no eres nadie Akihiko, eres solo un cascaron vacío que sirve para dañar a las personas y aunque muchas veces tuve esperanzas de que regresaras a ser como cuando
éramos niños pero solo me engañaba a mi mismo. Nunca serás feliz Akihiko, aunque te vayas detrás de ese lo terminaras rompiendo... como lo hiciste hace tiempo, como lo hiciste hoy y como lo harás siempre. MATAS A TODO AQUEL QUE TE QUIERE, TU MATASTE A TU-—
Un golpe certero a mi mejilla me dejo aturdido. Akihiko tenia la mirada llena de rabia y yo sabia porque, había removido todo esos recuerdos que guardaba bajo llave dentro de él, y yo lo había usado en su contra. Reí mientras ponía mi mano en mejilla adolorida.
—Lárgate... !LÁRGATE DE MI CASA Y NUNCA MAS REGRESES!— grite mientras un rabioso Akihiko salía por la puerta
//fin del flashback//
Picaba mis pancakes con el tenedor mientras recordaba lo que paso ayer, aun me dolía un poco la mejilla y mis ojos ardían. Había llorado toda la noche, nunca me creí capaz de lastimar a Akihiko de aquella manera se que me merecía el golpe. Esa pelea me dejo exhausto mental y físicamente. Lo único que pensé fue en llamar a alguien y ese alguien me prometió que vendría hoy temprano.
—Hiroki-sama— me llamo la sirvienta —El joven Takatsuki esta aquí— anuncio la chica. Por fin mi primo ya estaba aquí
—Hiro ya llegue— dijo alegre el rubio mientras se acercaba a la mesa
—Shinobu— intente sonreír lo mas normal posible
—te vez terrible— se sentó a mi costado. No tenia porque decirlo ya lo sabia, soy un maldito desastre —Me llamaste para hablar de tus problemas y ya llegue, a si que quiero toda la historia bien contada—
Shinobu Takatsuki, hijo de la hermana de mi padre es mi pariente mas cercano y querido de todos. Desde que nacimos estamos junto en todo y nos contamos de todo. Aunque sea mayor que el nunca lo e juzgado por sus actitudes desordenadas -como las mías- siempre le e dado consejos en todo pero últimamente esta tomando caminos peligrosos. Soy consiente que tal vez no fui la mejor influencia para él. Él se volvió egoísta, caprichoso y algo atorrante pero que puedo decir por algo somos casi hermanos.
—Ayer vino Akihiko— sus ojos grises me miraban atento —Nuestra relación acabo definitivamente—
—Te-lo-di-je— canturreo —Te dije que si de verdad lo querías para ti tenias que tomar medidas extremas. Su relación lleva años sin avanzar a ningún lado ¿Por qué nunca intentaste quedar embarazado de él? Apuesto que lo tendrías atado de por vida
—No es tan simple, Akihiko odia a los niños. Creo que tiene alguna clase de fobia hacia ellos hasta a su sobrino no lo tolera. No estoy seguro que si hubiera quedado embarazado él estaría a mi lado, mas bien creo que lo alejaría. Se que no seria tan patán para no hacerse responsable supongo que me vería de vez en cuando, al niño le daría su apellido pero... ya no lo tendría mas como pareja solo lo tendría como un padre responsable y eso me dolería mas porque habría hecho todo eso por
egoísmo y no seria justo para el bebe y para Akihiko— pensar en algo así me pone la piel de gallina. Se que Akihiko me dejaría para siempre si eso hubiera pasado
—¿Y que te dijo ayer?—
—Me dijo que "esto"— hice un notorio énfasis en la palabra —no podía seguir, que ya es tiempo que maduremos y que todo es un capricho mío y al final... yo...— pase mi cabello hacia atrás algo nervioso —Yo le di en donde mas le duele—
—Le recordaste lo de...— la mirada de mi primo era de total sorpresa e incredulidad
—Si, si lo hice. Lo vi enojado como nunca lo había visto antes y me dio una cachetada—
—Ese maldito... ¿Cómo es posible que te haga eso? yo que tu voy y lo mato—
—No— lo mire serio —yo se que me pase. Él siempre confió en mi todos estos años y yo le hecho en cara todo su pasado para defenderme, se que me lo merecía—
—Lo defiendes demasiado— me miro con desaprobación —Aun lo tienes en un altar a ese maldito, tienes que hacerte la idea que no te merece y que se merece todo el desprecio y la infelicidad del mundo— sentencio. Medite por un rato sus palabras, era verdad, había idealizado tanto a Akihiko que siempre todo lo que pasaba era mi culpa.
—Bueno... y como van las cosas en la universidad— cambie de tema
—Todo va bien— dijo cortante
—¿Y con lo otro?—
—¿Te refieres a Miyagi?— asentí —Todo va de maravilla, nos divertimos a menudo—
—¿Por que te gusta andar con tipos mayores? ¿No es mejor alguien de tu edad?—
—Todos los de mi edad son unos estúpidos inmaduros, solo quieren sexo y nada mas—
—Pero eso es lo que tu siempre quieres—
—Si pero cuando es con un adulto que es mas centrado y maduro es mejor, siento que puedo controlar mejor la situación es como si me tuvieran miedo o lago así— Río. No dudo que te tengan miedo querido primo
—¿Pero salir con tu profesor no es algo... raro?—
—Supongo— una sonrisa gatuna adorno su rostro. No creo que Shinobu lo haga por las notas, él es muy bueno en las letras y tampoco es como si quiera formalizar con ese profesor —Se lo que estas pensando y te diré que no es por ninguna razón de las que estas pensando, lo único que quiero de él es algo divertido mientras me dure el semestre y cambien de profesor—
—¿Te estas cuidando no?— dije algo preocupado toda esta situación me esta alterando
—¡Claro! nunca salgo de casa sin condones— volvió a reír —¿Y que fue de ese chico que te encontró en el parque a otra noche?—
—¿Nowaki? pues es muy lindo y amable. Me dijo que esta estudiando para ser doctor— sonreí un poco al recordar al chico que hizo que me olvide de mis penas por lo menor unos minutos
—Por que no lo llamas, salen, tienen un poco de sexo y te intentas olvidar de Akihiko, ya es omento de pasar la pagina y que hagas tu vida de nuevo— Shinobu tenia razón. Él y yo nunca estuvimos destinados a estar juntos es hora de dejarlo ir
—Tienes razón pero no quisiera ir en busca de Nowaki me sentiría mal, usándolo por despecho—
—¿Vas a mantener el luto por tu relación fallida?— se burlo —¿Donde esta el Hiroki que me enseño que la vida es algo que se disfruta al máximo? tienes que relajarte estas muy tenso—
—Lo se pero Akihiko tiene razón en que es hora de madurar no puedo comportarme como un adolescente toda mi vida, tengo 26 años y lo que e hecho toda mi vida es estar tras Akihiko, dejarlo ir significa dejar ir al yo de antes— Shinobu me miraba confundido y consternado —Lamento haber sido una mala influencia para ti, lo que haces esta mal, se que no tengo derecho a meterme en tu vida pero puede que salgas lastimado, no quiero que termines como yo, dándote cuenta de tus errores muy tarde— lo mire con la mirada mas suplicante que pude mostrarle de verdad no quiero que nada malo te pase
—¿¡Que dices!? ¡Hiroki tu eres como eres no vas a cambiar porque un idiota te dejo! ¡No puedes volverte un adulto aburrido ese no eres tu!— Se levanto de la silla y me miro como si no me reconociera —Me tengo que ir se me hace tarde para ir a la universidad, cuando te sientas mejor llámame para hablar—
—Cuídate— me despedí desde mi sitio
—Siempre lo hago—susurro, me dio la espalda y se fue por donde vino
De verdad espero que estés bien... Shinobu
Después de la visita de Shinobu decidí salir de mi casa, tenia que despejar mi mente de todos los problemas que me atormentaban y lo mejor que se me ocurrió fue ir a dar unas vueltas por la calle. Estaba aburrido de dar vueltas por ahí, eran 02pm de la tarde y tenia hambre, buscando un restaurant me encontré con una pintoresca florería en la esquina de una calle "Thousand roses" decía en el letrero de la entrada. Sucumbiendo ante mi amor por la jardinería me decidí a entrar.
Al entrar un fresco olor a rosas invadió mis fosas nasales, un olor tan dulce y refrescante que hizo que todos mis preocupaciones se esfumaran. Mire a los lados viendo rosas, lirios, margaritas, violetas y muchas mas flores que me dejaron una sonrisa en el rostro
—Buenas tarde, ¿Se le ofrece algo?— pregunto alguien atrás mío
—Yo solo estaba mirando...— quede sorprendido al saber a quien me estaba dirigiendo
—¿Hiroki?— pregunto sonriendo
—¿No-Nowaki?— casi se me sale el alma de la impresión —¿Que haces aquí?—
—Yo trabajo aquí— sonrió ante mi pregunta —¿Viniste a comprar algo?—
—No, Yo solo pase a ver...—
—¿Te gustan las rosas?— pregunto pícaramente
—¿Por que preguntas?— me sentía aun mas nervioso
— estas sosteniendo dos— ni siquiera me di cuenta cuando las había tomado
—Bueno si me gustan pero como a mi padre le dan alergia rara vez se compran rosas en mi casa— explique
—A mi también me gustan mucho es por eso que trabajo aquí—
—¿No estabas estudiando para ser doctor?—
—Ya estoy terminando la carrera pero para pagar mis gastos trabajo aquí medio tiempo— miro el reloj que estaba en la pared —Ya acabo mi turno y ahora tengo que ir almorzar— dijo mirando al reloj de la pared. Retrocedió unos pasos y pensé que se iría y tendría tiempo de correr a la puerta y salir para ya no sentirme avergonzado, pero no fue así —¿Podría tener el honor invitar lo a almorzar?— pregunto haciendo una reverencia. Fue tan divertido que me hizo reír y decidí seguirle el juego
—¿Acaso me esta invitando a una cita?— me hice el sorprendido poniendo una mano en mi pecho muy teatral
—¿Un almuerzo es lo que necesito para poder salir con usted?—
—No— me cruce de brazos
—¿Que es lo que necesito para poder pedirle una cita?— cogió mi mano y la beso. Los colores se me subieron al rostro mientras pensaba en una respuesta
—Mil rosas—
—Le aseguro que tendrá sus rosas aunque me cueste un año de salario, las tendrá y yo podre salir con una belleza como usted— volvió a besas mi mano. Sus ojos y los míos se conectaron por un segundo haciendo que me avergonzara aun mas —¿Pero ahora me concedería invitarle un almuerzo?— volvió a preguntar
—Claro que si—
Y después de conocer al galante Nowaki, entre risas salimos de la florería y almorzamos en un pequeño restaurant que estaba cerca del hospital donde Nowaki tendría que ir a hacer practicas. Comida italiana era la especialidad del lugar aunque intente convencerlo de que cada uno pague su cuenta el insistió en que él asumiría el costo, frustrado acepte. Fue una suerte haberme encontrado con él justo cuando necesitaba a alguien para poder olvidar a todos los demonios que acechaban mi mente
Después del almuerzo y de mucha insistencia por parte de Nowaki para que lo acompañara al hospital acepte ir con él. Me dijo que iría a hablar con su doctor encargado para informarle que hoy no podría asistir a las practicas, me enoje con él por dejar para después algo importante como eso pero me dijo que no todos los días tiene la suerte de encontrarse con una belleza como yo. ¿Cómo es que hace este hombre para avergonzarme de esta manera?
Cuando llegamos al hospital ya casi eran las 3 de la tarde. En la recepción nos dijeron que el doctor estaba en cuidados intensivos por un paciente que tenia que cuidar. Pasamos por los largos pasillos blancos tan esterilizados que daban escalofríos, al llegar al lugar me quede sentado en la sala de
espera mientras él se encaminaba a hablar con su doctor. Unos 15 minutos pasaron hasta que regreso el ojiazul con una gran sonrisa en el rostro. Me levante de mi asiento y le pregunte el motivo de su felicidad.
—El doctor me dijo que estaba bien y me dejo el día libre— su sonrisa se ensancho mas ¿Eso era posible? —Solo tendré que venir mañana a hacer doble turno—
—Aun pienso que esta mal que faltes a tus prioridades— digo algo fastidiado. Mientras conversábamos de trivialidades en el pasillo del hospital una voz se me hizo familiar
—Suéltame... no me voy a ir de aquí— protestaba la voz
Me asome para ver el pasillo continuo y los vi. Eran Akihiko y el chico de ojos verdes el cual llevaba en brazos y caminaban en mi dirección. Mi mente se convirtió en un lio al verlos tan cerca de mi, entre en pánico y lo único que pude hacer fue la peor estupidez de mi vida.
Cuando él estaba a unos pocos pasos me acerque peligrosamente a Nowaki y en un impulso me abalancé contra él y nos besamos. Mis labios ansiosos besaron los suyos con desesperación, pase mis brazos por su cuello atrayéndolo mas a mi y en respuesta me rodeo la cintura profundizando el beso.
Akihiko paso junto a mi en ese preciso momento y me miro. Sus ojos amatista se conectaron los míos, su mirada era fría y con una despreocupación única de él. No se paro ni un segundo a verme o a decirme algo solo se paso de largo con el chico en brazos. En ese instante me di cuanta de lo que estaba haciendo y me separe inmediatamente de Nowaki. Él no se merecía esto, no merece que le de esperanzas cuando ni siquiera yo estoy seguro de lo que quiero.
—Lo siento— dije con la mirada gacha —De verdad lo siento— intente irme corriendo para no tener que verlo mas pero me cogió de la mano antes
—Se porque me besaste— me volteo para que podamos vernos —Y no me importa, se que todavía amas a ese hombre pero desde el momento en que te vi llorando en el parque no puedo olvidarte, no se si es amor a primera vista o algo así pero... de verdad te amo y quiero ser yo el que cure esas heridas, por favor acepta mis sentimientos, juro que nunca dejare que nada te lastime— Sus palabras me dejaron atónito
—Lo siento pero no puedo hacer lo mismo que me hizo Akihiko a mi— baje la mirada —Tu eres una persona maravillosa y no mereces que te haga esto— me zafe de su agarre y camine con prisa hasta la salida.
La tarde soleada de antes fue remplazada por grises nubes que darían paso a una noche lluviosa. Camine perdido por las inmensas calles sin rumbo, solo quería regresar a mi casa pero no sabia en donde estaba completamente perdido. Pasaron horas ,creo, estaba muy cansado y ya era de noche estoy seguro que en cuestión de minutos caería la lluvia. Mire a los lados y me di cuenta de donde estaba yo conocía este lugar, apresure el paso y encontré mi casa. Suspire de alivio.
Abrí la puerta y me encamine a mi habitación, me quite la ropa y me di una larga ducha intentando olvidar todo lo que paso hoy. Cuando salir ya eran las 9:18pm, no tenia ganas de salir solo quería dormir y olvidarme del mundo. Me puse mi pijama y me recosté sobre la cama
—Hiroki-sama han venido a verlo— dice un chico al otro lado de la puerta
—No es hora de visitas— digo algo molesto
—Kusama Nowaki-san lo busca y dice que es urgente— el estomago me da un vuelco cuando escucho su nombre ¿Por qué vino?
Al final después de debatir mentalmente en bajar o no me decidí por hacerlo y al igual que Akihiko lo hizo conmigo aclarar de una vez por todas esto y si es posible mentirle para que se vaya. Cuando baje Nowaki estaba ahí esperándome completamente mojado por la lluvia de afuera.
—¿Por que estas aquí?—
—No podía dejar que te vayas de esa manera— me mira con ojos suplicantes —Esto es para ti— extiende su mano derecha y me muestra un gran ramo de rosas rojas —Son 10 rosas, se que no son las mil que te prometí pero juro que te las daré— recibí el ramo aun impresionado por el gran detalle que tuvo conmigo
—Nowaki... yo no puedo...— intento excusarme
—Se que Akihiko-san te hizo mucho daño pero de verdad quiero que te olvides de eso y hacerte feliz. Cuando me besaste me sentí la persona mas afortunada del mundo, dime ¿Tu sentiste algo cuando nos besamos?—
—Yo...— me quede pensando. Si, si había sentido algo fue algo como si todo se hubiera relajado por un instante como si hubiera encontrado la paz por un instante pero cuando Akihiko me vio aterrice de ese sueño —Si me enamoro de ti nunca volveré a ser el mismo de antes— susurro para mi —Yo de verdad quiero amar alguien como ame a Akihiko, acepto tus sentimientos y de verdad quiero enamorarme de ti—
—Prometo hacer que ese sentimiento crezca, prometo amarte hoy y siempre. Hare que te enamores de mi— quiero enamorarme de ti, de verdad lo deseo
Nos quedamos mirándonos un momento, hasta que yo baje la mirada y le dije que suba conmigo para poder darle unas toallas, Nowaki estaba totalmente empapado y talvez no se daba cuenta pero esta hecho un bloque de hielo. Le dije a unas sirvientas que llevaran toallas secas a mi habitación, cuando llegaron ayude a Nowaki a secarse. Dejo su ropa mojada en mi baño, cuando salió con una toalla en la cintura me sonroje pero lo oculte discretamente. Aunque sea un estudiante de medicina tiene un físico increíble. Se sentó a mi lado y yo con una toalla en la mano empecé a secar su cabello.
Estábamos tan cerca que no me di cuenta cuando quedamos cara a cara. Sus manos pasaron por mi cintura atrayéndome mas a él y sellando mis labios con los suyos. Él beso se hizo mas profundo hasta que yo termine recostado en la cama. Sus manos empezaron a acariciar todo mi cuerpo.
—Lo siento... yo no debería...— dijo separando sus manos de mi cuerpo
—Hazlo— digo decidido —Por favor—
Con mi aprobación decidió seguir acariciando mi cuerpo, sus manos bajaron por mi pantalón y se desasieron de el al igual que mi camisa. Yo estaba completamente excitado por los preliminares. Su boca fue desde mi cuello hasta uno de mi pezones y lo comenzó a lamer y a mordisquear. Era tan excitante que con sus lamidas ya estaba jadeando.
Sus manos bajaron de mi torso hasta mis pierdas, acariciándolas. Yo tenia los ojos cerrados disfrutando de cada caricia que por primera vez eran lentas y amables. Nowaki me tocaba con cuidado como si de verdad fuera especial para él. Lentamente abrió mis piernas dejándole ver mis partes mas intimas y con lentitud comenzó a explorar mi cuerpo palpándolas con sus manos.
—¿Estas nervioso?— pregunte notando como sus manos temblaban —¿Es la primera vez que lo haces con alguien?—
—¿Si te digo que sí te enojarías?— para decirte que si tendría que ser la persona mas hipócrita de este planeta
—Claro que no—
—Es que es la primera vez que lo hago con alguien que de verdad especial para mi— este hombre es perfecto en avergonzarme
Acaricio su cuello y lo atraigo hasta mi besándolo y dándole la seguridad que necesitaba. Y después de ese largo beso, con una precisión única, se mete dentro de mi haciéndome gemir y arañar su espalda. A partir de ahí todo fue lento y agradable como estar siendo acariciado por plumas. Cada movimiento que hacíamos me sentía mas relajado entregándome completamente a él.
Si me enamoro de él espero que no exista vuelta atrás
De verdad quiero amarlo
Y con esos pensamientos ambos nos quedamos dormidos en mi cama mientras afuera la lluvia caia sobre la ciudad