Pov Kai
–Os cuelgo chicos... –dije antes de colgar. Miré a Soo y él me miró. Sonreímos y comencé a reír fuertemente y Soo no pudo evitar soltar una carcajada. Me limpié una lágrima. –no me esperé que la llamada fuese para eso... Me alegra que hablarás, gracias –dije realmente agradecido y el asintió restándole importancia. Se dejó caer de espaldas en mi cama en la que estábamos sentados. Nuestras rodillas se rozaban.
–¿Piensas que Luhan puede ser el activo? –preguntó Kyungsoo.
–Sí, pero Sehun no puede ser el pasivo, solo imaginarme esa imagen hace que me duelan los ojos –me quedé pensativo y sacudí la cabeza junto con un escalofrió.
–¿Por qué?– preguntó curioso. –¿no piensas que a veces se puede cambiar?– lo miré sorprendido y desvió la mirada hacia la ventana un poco sonrojado.
–¿Qué? –fue lo único que salió de mi boca. Aclaré la garganta ganándome su atención –¿va con segundas? –pregunté.
–No es que vaya con segundas pero... –un silencio nos inundó y él se mordió el labio.
–¿Pero qué?
–Sabes que soy virgen... –alce una ceja sin comprender – te habías acostado con chicas antes pero yo no –aclaró – y... –se llevó las manos al rostro avergonzado.
–Déjalo –soltó frustrado al no encontrar las palabras adecuadas.
–Resumiendo, me la quieres meter –dije directo. Me miró entre abriendo un poco los dedos que tenía alrededor de su rostro para mirarme y asentir. Noté como tragaba. –No quiero que suene egoísta, pero no quiero cambiar papeles –Kyungsoo suspiró tras oír mi respuesta.
–Sabía que no ibas a querer, supongo que no me quieres lo suficiente. –dijo indiferente pero vi una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.
–Manipulador– solté. Puse una mano en su rodilla y la moví lentamente acariciándola –¿no crees que puedo demostrarte mi amor de otra forma? –dije subiendo por su muslo pasando cerca de su entrepierna. Kyungsoo suspiró.
–Quizá...
–Dime como –sugerí. Seguí acercándome a su zona sensible pero siempre guardando las distancias.
–Kai... –suspiró avergonzado.
–Me gusta que me llames Kai –dije feliz. Pase mi mano por su entrepierna lentamente.
–Ahh... –gimió. Me levanté de la cama y puse mis rodillas en el suelo justo en frente de sus piernas.
–¿Qué haces? –Preguntó levantando su espalda de la cama, me miró desde arriba y sus ojos se encendieron en cuanto una imagen pasó por su mente. Supongo que se imaginó lo que tenía pensado– No, espera.
Sin pensármelo, abrí sus piernas y las intentó cerrar pero me puse en medio impidiéndole cerrarlas. Cuando llevé mis manos al cierre de su pantalón me cogió de las manos.
–¿Y tu madre? –dijo con miedo.
–Solo no hagas ruido –dije sonriente y el bufó.
–¿Cómo esperas que no...? –intentó decir pero le levanté un poco la camiseta y comencé a lamer su ombligo. –Ahh... Jongin, noo...
–Shhh – Kyungsoo se mordió un labio y me miró suplicante, pero lo ignoré. Mientras lamía y succionaba su torso le fui desabrochando el botón del pantalón. Soo se dejó llevar y cerró los ojos para sentir cada contacto más íntimamente. Se mordía el labio para evitar emitir algún sonido obsceno que pudiera atraer a mi madre a la habitación.
Bajé lentamente la cremallera de sus vaqueros mientras me acercaba a sus labios. Cuando sintió mi lengua rozarle abrió los ojos sorprendido y sin pensárselo abrió su boca y unió nuestras lenguas. Pasé mi mano por su bulto aún atrapado por el bóxer y comencé a manosearlo por encima de la tela.
–Kai... yaa– suplicó. Asentí y metí la mano, saque su dura erección y comencé a frotarla –¿no me ibas a mostrar algo? –intentó preguntar.
–Sí – murmuré con una sonrisa, me acerqué a su erección y la engullí por completo. Kyungsoo se llevó una mano a su boca para evitar expulsar las sensaciones producidas.
–Nunca... me podré... acostumbrar a... esto... –murmuró entrecortadamente. Pasé mi mano por sus testículos, que buscaban un poco de atención y Kyungsoo pareció agradecerlo. Llevo la otra mano a mi cabeza, mientras reprimía sus gemidos lo cual parecía excitarlo aún más. Succioné y comencé a simular leves embestidas que lo hicieron retorcerse, por inercia empezó a mover las caderas a mi ritmo mientras murmuraba mi nombre.
Estoy demasiado caliente... mi erección está empezando a molestarme demasiado, la pobre está atrapada en los pantalones y necesita urgentemente su liberación. Cogí de los muslos a Kyungsoo, soltó mi pelo y su espalda cayó en la cama. Su culo quedó casi en el aire debido a mi agarre. Le quité los pantalones y el bóxer por completo. Apoyé una rodilla en el borde de la cama mientras me bajaba el pantalón y el bóxer a la vez. Kyungsoo miró mi erección con la boca abierta, tenía líquido pre-seminal, seguro que no se esperó que me excitara tanto chupársela, e ignorando su estúpida sonrisa de "persona orgullosa con lo que provoco" volví a cogerlo de los muslos. Sus ojos se abrieron como platos y antes de poder negarse me introduje en él de una. Se llevó el brazo a la boca y lo mordió para evitar pegar el gritó que se atascó en su garganta.
Me fulminó con la mirada y no porque fuese un bruto sino porque tuvo que reprimirse y apenas le di tiempo y tuvo que acudir a su brazo. Comencé a moverme y con el paso de las embestidas los quejidos de Kyungsoo comenzaron a convertirse en pequeños gemidos que era incapaz de reprimir. Kyung empezó a mover las caderas deseando más y me acerqué a su boca para besarlo. Unimos nuestras lenguas y nos besamos siguiendo el ritmo de las embestidas.
En una rápida estocada Kyungsoo ahogó un ronco gemido y demandó por más. Me separé de sus labios y empecé a penetrarlo con fuerza dándole en ese punto que tan loco lo volvía. Cogió el cojín y lo apretó con fuerza para descargar el placer en algo, así que me incliné hacia él y fue directo a la parte superior de mi hombro. Ahogó su gritó en un fuerte mordisco cuando segregó su semilla y yo no pude evitar lanzar un gritito al correrme dentro de él y por la fuerza de sus dientes en mi hombro. Me tiré a su lado mientras respirábamos exhaustos.
–Espero que mi madre no esté en casa, porque creo que sí lo está sin duda me habrá escuchado... –dije preocupado.
–¿Ahora es cuando te preocupas? –rodó los ojos. Se fue a levantar para coger sus pantalones pero lo cogí de la cintura y lo atraje hasta mí.
–Quedémonos así por un ratito –rogué. Sus ojos se posaron en mí.
–¿Y si tu madre sube? –Dijo preocupado –aunque sea tendré que ponerme los pantalones.
–La camiseta que tienes es larga, te tapa de sobra –dije sin soltarlo.
–Que me tape no es el problema –gruñó. Pasé un pie por encima de su cuerpo para evitar que se levantara y me miró con el ceño fruncido mientras yo reía.
–Si realmente mi madre está en casa, créeme, me escuchó, así que no subiría –Kyungsoo se sonrojó avergonzadísimo.
–¿Cómo te puede dar igual?
–No me da igual, pero la "charla" ya la tuve hace tiempo, además conoces a mi madre...
–Yaa... –dijo rondando los ojos, lo miré interrogante –prefiere a Sehun –dijo molesto y sonreí. Le di un casto besó en los labios.
–¿Estás celoso?
–Nop –intentó sonar indiferente.
–¿No? ¿Seguro?
–No tengo por qué –dijo burlón –es mi pene el que te excita chupar, no el suyo –dijo juguetón. No me esperé que dijera eso, me pilló completamente desprevenido y solo pude reír.
–Es que, el cómo reprimías tus gemidos era demasiado excitante para mis oídos vírgenes –solté una carcajada. Nos reímos por un rato y luego Kyungsoo adoptó un semblante serio
–Poco a poco quiero contártelo todo... –se llevo las manos al rostro.
–No tengo prisa –dije rozando mi nariz con sus manos. –Estás muy dócil, ¿te ocurre algo? – negó con la cabeza –¿seguro? –me atreví a preguntar. Quitó lentamente sus manos de su rostro y clavó sus grandes ojos en mí.
–Mi madre me ha dicho esta mañana que... –entrelazó sus dedos y los depositó por encima de su pecho. –que se alegra de verme sonreír. Me dijo que te diera las gracias –desvió la mirada, parecía triste. –pero, fui muy borde con ella... –confesó.
–¿Puedo preguntar que le dijiste? –Sacudió la cabeza y llevé una mano hacia la suya –lo que sea que dijeras no va a cambiar que te quiera. –sus ojos se aguaron y asintió.
–Le dije: "¿desde cuándo te importa mi felicidad?" "No trates de arreglarlo. Para mí, nunca serás una madre" –giró su cabeza hacia mí para observar mi reacción. Me sorprendí por esas palabras tan frías, pero intenté no mostrarlo en mi cara. La mirada de Kyungsoo era realmente triste.
–¿Te arrepientes?
–No. –Contuvo las lágrimas en sus ojos –antes era incapaz de llorar y ahora me he convertido en un llorón.
–¿Por qué lloras? –apreté mi mano contra la suya.
–No lo sé –sus mejillas comenzaron a mojarse a causa de las lágrimas. –ella está intentando arreglar las cosas y yo no soy capaz de perdonarla. Desde que estoy contigo sonrio, rio y lloro, y eso son los síntomas que después de tantos años de terapia nadie pudo sacar a la luz. Incluso los profesores me preguntan que me ha pasado. El único que debe dar las gracias aquí soy yo –dijo al borde de las lágrimas –me culpo por todo lo que pasó y mi madre intenta decirme que no tuve nada que ver pero yo aun recuerdo sus últimas palabras y... –comenzó a hipar –lo único que hago es volcar toda mi rabia contra ella, porque es la única que me queda y le estoy haciendo vivir un infierno...
–Soo... –me incorporé en la cama y lo miré fijamente. No puedo verlo llorar no ahora que me he acostumbrado a verlo sonreír. Tiré un poco de su brazo y lo coloque entre los míos. Tenía las manos en mi pecho mientras lloraba silenciosamente y yo le acariciaba la cabeza.
–Estoy roto Jongin...
–Pues yo te arreglaré –saboreé sus lágrimas a través de dulces besos a lo largo de su mejilla hasta llegar a sus pestañas –tu me has salvado y me das toda la felicidad que necesito, ahora yo te salvaré a ti. –pasó sus brazos por mi cintura y apoyó la frente en mi hombro, aún lloraba pero esta vez las lágrimas parecían diferentes, no parecían de tristeza, parecían de alegría.
–Gracias –murmuró en mi cuello. Tardó unos minutos en calmarse y habló –Esto de llorar es raro –dijo riendo lo separé un poco de mi y le sonreí –¿Algún día me dejarás?– pregunto mordiéndose el labio.
–Nunca te dejare Soo, estaré siempre a tu lado –Kyungsoo frunció el ceño y me pegó en el pecho para luego reírse–¿Y eso por qué? –pregunté.
–¡Me refería a si alguna vez me dejarías ser el activo! –sus mejillas se pusieron rosadas.
–¡Te explicaste mal! ¡Eso no tenía sentido en el contexto! –me defendí.
–No esquives el tema –dijo haciendo un mohín y esa imagen me derritió.
–...
–Tsss –dijo tras mi silencio que era interpretado como un no.
–Es que... –intenté explicarme y él me calló.
–No... No tienes por qué responder ahora, tenemos... –se mordió de nuevo el labio y me miró –tenemos mucho tiempo por delante –dijo sonrojado. Mi corazón dio un vuelco. ¿Me acaba de meter en sus futuros planes? No pude evitar abrazarlo con todas mis fuerzas completamente eufórico.
–No te das cuenta de la felicidad que me das cada segundo de mi vida Soo, no tienes ni idea –dije apretándolo contra mí.
–Jongin... no me dejas respirar... –lo solté un poco y lo besé. Kyungsoo sonrió entre el besó y nos dimos cuenta de que seguíamos desnudos de cintura para abajo. Nos sonrojamos y comenzamos a reír.
–Te amo... –dije con una estúpida sonrisa. Kyungsoo sonrió y aunque no estuviera preparado para decírmelo en sus ojos noté cariño, ternura y un yo también como respuesta. Se acercó de nuevo a mis labios y se sentó encima de mí. Mi teléfono sonó y estiré mi brazo para cogerlo ya que estaba encima de la cama.
–Es un mensaje de mi madre. –dije con el ceño fruncido.
–¿Qué pone? –dijo asustado.
–Dios mío que vergüenza –soltó Kyungsoo, se fue a levantar de encima de mi pero no lo dejé.
–Salió a comprar –dije insinuadoramente.
–¡Nos pilló! –chilló al ver mi indiferencia.
–Es probable que no, es decir, que de por lógico que nos fuéramos a acostar pero no lo sepa.
–Claro y por eso te manda un mensaje en vez de entrar a tu cuarto –uff no había pensado en eso.
–Bueno no importa, mi madre lo acepta, no se lo dirá a mi padre. –Kyungsoo me miró inconforme y tras robarle varios besos sonrió.
–Así que ¿Second round? –me preguntó.
–Jajjaja sabes que nunca me negaría a tal bella propuesta.