Pov Luhan
–¿Ya habéis solucionado vuestro problemilla activo/pasivo? –preguntó Kai. Estaba en su sitio delante de mí y de Sehun. Apoyó los codos en el respaldo de su silla, con una sonrisa divertida.
Esto no tiene gracia. Sehun y yo odiamos hablar sobre ese tema, ya llevamos una semana como novios y ambos nos negamos rotundamente a ser el uke. Cuando Kai dijo eso Sehun y yo nos miramos y la desviamos un poco enfadados. Nuestro silencio habló por nosotros.
–¿En serio…? –la sonrisa de Kai había desaparecido. Podía notar la tensión en el ambiente que su pregunta había causado –¿No estáis siendo un poco idiotas?
–¿Idiotas? –Casi bufé –¿Lo dice el que también se negó a ser el pasivo? –dije cruzándome de brazos. Jongin abrió los ojos y Sehun nos miró curioso.
–¿Cómo sabes que…? –empezó confundido.
–Kyungsoo me lo dijo –dije encogiendo los hombros indiferente. Los dos me miraron, Sehun estaba un poco sorprendido pero en seguida sonrió y miró hacia la ventana. Kai tenía la boca abierta.
–¿Desde cuándo hablas con Soo? –dijo sorprendido.
–Me lo encontré la semana pasada en el super market y… bueno, lo acompañé a casa.
–¿y no se negó? –preguntó Kai sorprendido.
–Bueno si, pero insistí como solo yo sé –dije orgulloso. A Sehun se le escapó una risita y Kai sonrió.
–Pobre Soo… Jajajaj –yo lo miré seriamente sin verle la gracia a su comentario pero Sehun también se rio y me hice el ofendido –bueno, ¿sobre qué hablaron exactamente? –dijo antes de que pudiera hablar.
–Mmm… se-cre-to –dije mientras sonreía con un dedo en mis labios. Kai me miró suplicante y me levanté de la silla riendo –voy a la cafetería.
–Te acompaño –dijo Sehun y asentí.
Muchos ya sabían sobre nuestra relación y era consciente de las miradas cargadas de odio de muchas chicas. A Sehun eso le daba igual y cuando me ponía nervioso por alguna que otra chica o murmullo, me cogía de la mano y la apretaba fuerte o pasaba sus brazos por mis hombros para transmitirme seguridad y confianza.
Sehun está frustrado, lo sé. Cada vez que estamos juntos y la situación sube de temperatura acabábamos aliviándonos con la ayuda de nuestras manos. No es que Sehun tuviera relaciones con todo el instituto, pero sé que lleva sin acostarse con alguien desde que le confesé mi secreto y se está empezando a frustrar. De vez en cuando algunas chicas se acercan y se insinúan a su alrededor. Al parecer muchas no se creen que estemos saliendo y al fin y al cabo son rumores, rumores que nosotros no nos molestamos en desmentir o afirmar. Por ello, muchas se acercaban a Sehun para luego poder decir: “se acostó conmigo” y así desmentir el rumor. Pero el las apartaba cansado. Últimamente habla mucho con Minki y aunque al principio me molestaba me di cuenta de que ella no se acerca más de lo que debería. Sehun habla con ella con confianza y sonríen varias veces pero Sehun me aclaró que ahora solo son buenos amigos. No sé si fiarme pero la verdad es que Minki ha cambiado muchísimo, incluso su ropa y la gente con la que se juntaba ya no es la misma. Ahora suele estar sola, supongo que se replanteó el cambiar de amistades y Sehun siempre que puede, está con ella. Eso es algo que me encanta de Hunnie.
–¿En qué piensas? –preguntó Sehun pasando una mano por mis ojos repetidas veces cuando entramos en la cafetería. Pestañeé y luego sonreí.
–Lo siento, solo pensaba un poco en todo –dije restándole importancia
–Compra lo que quieras yo voy al baño –dijo moviéndose para los lados indicando que tenía que ir urgentemente y me reí.
He quedado con Seulbi un total de tres veces. Estoy completamente confundido. Nunca insinuó nada, nos reímos y lo pasamos genial, realmente me reconfortó saber que la tenía como amiga y se lo dije a Sehun. No se lo tomó bien pero se esforzó en disimular para que no me preocupara. El problema es que la tercera vez que quedamos, le confesé mi relación con Sehun y fue el peor error que pude cometer. No se lo tomó para nada bien, es más, le dio un ataque de celos y para cualquiera que pasaba por ahí sonaría como si ella fuese mi novia y le hubiese puesto los cuernos.
En ningún momento me dijo que me quisiese o algo así pero, lo que sí dejó claro, fue que odiaba, odia y odiará a Sehun hasta la muerte. A Sehun no le conté lo que pasó en las dos últimas salidas con ella, pero Sehun no me preguntó de todas formas y prefiero que no lo sepa.
"Déjalo antes de que lo haga él", "Sehun es un monstruo", "solo está contigo porque se ha cansado de estar siempre con las mismas chicas". Todas esas supuestas afirmaciones por parte de Seulbi casi me hacen vomitar en su cara. Desde ese día no me ha vuelto a llamar, ni yo tengo intención de hacerlo. Cada vez que lo defendía decía una y mil atrocidades sobre Sehun, sin llegar a conocerlo de verdad. No entiendo por qué lo odia, pero de ahí a soltar tanta mierda por la boca... Prefiero que Sehun no me pregunte, porque no seré capaz de mentir y eso solo meterá mas leña al fuego.
Las últimas palabras de Seulbi retumban en mi mente como un despertador a toda potencia en una mañana de resaca. Sus estúpidas últimas palabras taladran mi cabeza cada segundo "Te demostraré lo fácil que es tentar a un chico hetero, y así verás al verdadero Sehun que tanto te esfuerzas en no conocer"
–¿Ya compraste todo? –preguntó Sehun sacándome de mis pensamientos.
–¿Qué? oh sii –dije con una sonrisa.
–Estás muy perdido estos días, ¿estás bien?
–Si, es que no duermo mucho con tanto examen –me sentí un poco mal al mentirle pero no estaba preparado.
No sabía cómo empezar la conversación, tengo miedo de contarle todo y que la odie todavía más. En el fondo no es una mala chica, solo es una niña mimada que siempre ha conseguido lo que ha querido.
–Debes dormir –dijo preocupado, con un leve ceño fruncido que lo hacía ver demasiado tierno.
–Yo no me conformo con un raspado como tu –ataqué riendo. Sehun sonrió.
Una chica pasó por nuestro lado y al ver a Sehun hizo como si se fuese a caer al suelo y Sehun la sujetó asustado. Lo que faltaba por ver.
–Lo siento mucho, no veía por donde caminaba –dijo la chica. Bufé internamente.
–No pasa nada, ¿estás bien? –la chica sonrió embobada.
–Sí, estoy bien –respondió coqueta y muy sensualmente mientras se rizaba el pelo con un dedo. Sehun abrió los ojos y una sonrisa salió de su rostro. ¿Por qué sonríe? La sangre subió a mi cabeza y antes de poder intervenir Sehun habló.
–¿No estáis siendo un poco pesadas? –respondió cortante. El peso de mis hombros se fue. ¡Claro que no te va a engañar idiota!
–Me tropecé de verdad –se defendió la chica. Sehun volvió a sonreír pero esta vez muy fríamente mostrando esa faceta fría y distante que tanto lo caracteriza en el instituto.
–Pues ten más cuidado y la próxima vez no te aferres a mi paquete – La chica enrojeció de la vergüenza y el siguió caminando así que lo seguí y me puse a su lado.
–¿No has sido un poco duro? –dije preocupado. Me miró un poco mal.
–¿Sabes cuantas veces me han tocado el paquete hoy? –dijo cabreado –¿no son un poco descaradas?
–Si... –dije. Sehun me miró enarcando una ceja.
–Déjalo –dijo molesto.
–No te enfades conmigo –me defendí.
–Pensé que no te gustaba que se acercaran a mí con otras intenciones.
–Y no me gusta.
–¿Sabes quién era esa chica? –dijo mirándome y caminando más lento.
–No.
–¿Seguro?
–Me suena de verla muy seguido, pero no sé quién es.
–Es con la que más veces me he acostado –dijo parando. Fruncí el ceño sin entender por qué me dijo eso. –No puedo contar las veces ni con las dos manos Luhan y es la que ahora me persigue si voy al baño, la que "pasa por casualidad" por mi calle. Joder, ella era muy orgullosa, la tía más creída que he visto. Era la difícil, perdió todo el encanto que tenía –comenzó a caminar de nuevo.
–¿Por qué me has dicho eso? –dije molesto.
–Para que te des cuenta de la situación en la que estoy –dijo indirectamente. Al principio no lo entendí pero enseguida caí en la cuenta. ¿Me está culpando por no tener sexo?
–¿Podrías ser más claro? –dije cabreado, aunque sabía perfectamente lo que pasaba por su mente.
–Lo siento –dijo desviando la mirada. –Deja el tema, solo vamos a acabar peleándonos otra vez –dijo arrepentido y yo suspiré agotado.
–¿Tanto te acosan? –pregunté preocupado.
–No, en realidad pesadas y desesperadas son solo tres –¿y le parecen pocas? –Las demás son, bueno, son amigas –dijo confundido.
–¿Amigas? –dijo con una ceja alzada.
–Sí.
–¿Como Minki? –dije un poco molesto.
–No, Minki es Minki –dijo sacudiendo los hombros. Claro Minki es Minki. Lo miré cabreado.
–¿Por qué? –dije y en mi voz se notó mi enfado.
–Ella es diferente –dijo como si con eso se aclarara todo.
–¿Por qué diferente? –dije harto de sus cortas explicaciones.
–Las otras... las otras no me quieren... –mis ojos se abrieron y la sangre volvió a subir a mi cabeza. ¡Si Minki está enamorada de él, cómo puede tener la cara de estar junto a ella delante de mis narices!
–¿Por que hablas con ella entonces? –apreté los dientes.
–Somos amigos – dijo confundido por mi reacción.
–Si te quiere no podéis ser amigos –dije con obviedad –si te portas bien con ella no lo superará nunca.
–¿Cuando yo te rechace hubieses preferido que te tratara fríamente? –dijo como si antes hubiese dicho la mayor de las crueldades.
–No me compares con ella –gruñí.
–Minki es una buena chica, deberías conocerla, su actitud era solo por el grupo de chicas con el que se relacionaba –dijo intentando que recapacitara.
¿Desde cuándo hemos cambiado los papeles? ¿Desde cuándo soy yo tan celoso? ¿Desde cuándo el no muestra interés en quien se me acerca? ¡¿Por qué no me pregunta sobre Seulbi?!
Le dediqué una de mis peores miradas y caminé rápido dejándolo atrás.
–¿Qué te ocurre? –dijo cogiendo mi brazo. Aparté su mano con rabia.
–¿Cómo que qué me ocurre? –Sehun miró a su alrededor y sin pensárselo tiró de mi hacia el baño.
–Fuera –dijo amenazadoramente a dos chicos que estaban dentro. Ellos asintieron y salieron antes de que pudiera darme cuenta. Sehun cerró la puerta con seguro.
–¿Qué haces?
–Vamos a dejar las cosas claras –dijo recostando su espalda en la puerta.
–No hay nada de que hablar. Ya dejaste todo claro antes –dije sin esconder la rabia que sentía.
–No entiendo que es lo que te pasa. No entiendo que es lo que he hecho mal.
–No hace falta que yo te lo tenga que decir.
–¿Estás enfadado porque me junto con Minki? ¿Estás enfadado conmigo por eso? ¿Después de que tú salgas a dar vueltas por la ciudad con la puta de Seulbi? –Se cruzó de brazos realmente molesto –porque si es por eso, estás siendo completamente egoísta.
–Lo que me faltaba por oír –dije molesto apoyándome en la pared que había en frente de él.
En realidad, yo sé que no estoy siendo racional. Es verdad que lo de Minki me saca de mis casillas pero en realidad no es por eso. Estoy preocupado por las palabras de Seulbi. Sé que Sehun me quiere y no haría nada que pudiera hacerme daño pero… todas las chicas me dicen en susurros que Sehun no podrá ser feliz a mi lado y que no le daré lo que él quiere y lo dicen sin ni siquiera saber que no nos hemos acostado… No puedo darle lo que necesita y aunque eso lo pudiéramos solucionar, Seulbi hará cualquier otra cosa con tal de demostrar que Sehun es un demonio. ¡Hará lo que sea!
–¿Entonces que te pasa? ¿Piensas que por qué no he tenido sexo en mucho tiempo me voy a acostar con alguien? –Sehun estaba cabreado pero sus ojos me decían, más bien me rogaban, que no fuese eso. Agaché la cabeza y Sehun abrió los ojos incrédulo ante mi reacción –no me lo puedo creer. ¡Era yo el que tenía miedo! ¡Era yo el que tenía miedo de que esto se terminara! ¡¿Cómo puedes pensar esa mierda?!
–¡¡Soy yo el que no para de oír por los pasillos, “no puedes darle a Sehun lo que necesita” “Sehun nunca podrá ser feliz a tu lado”!! –grité.
–¿Desde cuándo te importa lo que la gente diga sobre mí? ¡¿Desde cuándo te crees todo lo que dicen?! ¡Eres la única persona que me conoce de verdad! ¡Eres la única que sabe absolutamente todo sobre mí y en la que confío plenamente! ¡¿Y te dejas llevar por eso?! –comenzó a gritar también. Mis ojos se aguaron y tenía ganas de correr y gritar a todo pulmón.
–¡¡Porque sé que tienen razón!! –grité con todas mis fuerzas.
Me limpié una lágrima que cayó a toda velocidad por mi mejilla y caminé hasta la puerta en la que estaba Sehun. Lo intenté apartar para salir pero él estaba inmóvil, con los ojos muy abiertos mirándome. Aparté la mirada y Sehun cogió mi mentón para hacerme mirarlo.
–Cuando me preguntaste “¿hasta que la muerte nos separe?” Y te respondí “por siempre, Lu” no fue una broma. –Aparté la cabeza de su agarré, estaba a punto de crear un mar de lágrimas y no quería que me viera llorar –me da igual no tener sexo el resto de mi vida Lu, no te preocupes por una tontería como esa –dijo limpiando mis mejillas.
Tengo miedo
Comencé a llorar y Sehun me abrazó con todas sus fuerzas.
–Hay algo más ¿verdad? Hay algo que no me estás contando... ¿De qué tienes miedo exactamente?
–Tengo que irme... –Lo aparté de un empujón y salí corriendo.
Había muchas personas cerca del baño curiosas y escuché a Sehun gritar mi nombre varias veces pero corrí hasta la clase cogí la mochila y salí del instituto sin importar que me saltara las demás clases.
–¿Qué me pasa? –dije mientras tiraba levemente de mi pelo y las lágrimas salían sin descanso.
Mi móvil comenzó a sonar lo saqué desesperado, esperando que fuese una llamada de Sehun.
"Seulbi"
Cuestioné si contestar o no y después de contar tres lo cogí.
–Qué -contesté secamente.
–¿Te peleaste con Sehun? Jajaja no pensé que os pelearíais tan fácilmente.
–No estamos peleados –¿cómo se ha podido enterar?
–Por poco tiempo.
–¿Qué quieres? –pronuncié con asco.
–¿Te olvidas de quién soy?
–No conseguirás lo que quieres.
–¿Qué piensas que es lo que quiero?
–...– la verdad es que no lo sé. No sé si me quiere a mi o si tan solo quiere destruir a Sehun.
–Ni siquiera lo sabes y ya piensas que no soy capaz de hacer nada ¿de qué tienes miedo entonces Lulu? –¡Joder suena como una puta loca!
–¿Qué es lo que quieres?
–Romper vuestra relación como el hizo con la nuestra.
–No rompimos por su culpa. ¡Los dos dejamos de sentir lo mismo!
–¡NO! ¡Fuiste tú quien dejó de sentir lo mismo! ¡Y fue por culpa de Sehun! ¡Porque siempre preferiste irte a ver una peli con él que acostarte con tu novia!
–¿De qué hablas? –Dije harto –Seulbi, déjame en paz.
–Lo haré cariño, lo haré después de haber terminado con mi trabajo –colgó antes de que pudiera abrir la boca.