Missing (Perdido) Kaisoo por Lady Sess

Missing (Perdido)

By Angie

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Cap 9

Revisó a sus invitados, parecían estar bien. Volvió a meterse en la habitación donde la niña lo esperaba paciente.

—Lo lamento tanto señorita Sol, lamento haberla dejado tanto tiempo sola —se disculpó abrazándola.

—Sí me regalas un pudin extra te perdón —proclamó la pequeña en un tono pícaro.

—Tenemos un trato entonces —se dieron la mano para sellar el trato—. iré a preparar tu comida —anunció saliendo del cuarto, justo en ese momento sonó su celular.

—Hola..

—Kai..

—¿Jongdae?

—Aja...

—¿Qué ocurre? ¿Acaso no tienes clase mañana temprano?

—¡¡claro que sí!! —resopló—, ¡pero gracias a alguien no puedo dormir! —chilló frustrado.

—¿Qué hizo Tao?

—¡Él no ha hecho nada! —afirmó.

—Entonces, ¿de quién hablas?

—Habla con él —suplicó—. Éste maldito dice que no se irá de aquí a menos que hable contigo...

—¿Quién no se irá? ¿De qué estás hablando?

—Es Baekhyun —resopló a través de la línea—. Él está aquí en casa —Kai se cubrió la boca para no reír, al parecer ésto ya era demasiado drama hasta para un desesperado arrogante como Byun—. Kai, responde. Vas a hablar con éste tonto ¿verdad?

—Ponlo al teléfono.

—Gracias —resopló Chen para luego decir, mientras le daba el teléfono—: El hablará contigo.

—¿Kai? —se escuchó preguntar en un tono raro.

—¿Baekhyun, eres tú?

—Sí, tengo que hablar contigo —volviendo a ese tono arrogante.

—¿Por qué lo haría? —cuestionó el incisivo moreno.

—Ésto es importante —argumentó el otro.

—¿Para quién lo es?

—Para... oye, esto no es un juego —resopló—, creo que tú tienes algo que ver con la desaparición de mi novio —lo acusó.

—Esa es una acusación bastante grave —dijo Kai—, veo que no estás por decirme nada interesante, así que, deja en paz a Chen y vete a tu casa —ordenó.

—Kai... por favor, necesito hablar contigo —pidió en un tono extraño, casi desesperado. Jongin lo pensó y por un momento guardó silencio— necesito tu consejo —argumentó— por favor.

—Está bien en media hora en el parque cercano a 17 Mullaedong —resopló—. Voy a estar cerca de los columpios junto a los juegos —remarcó—; escucha, sólo voy a estar ahí por veinte minutos, si no llegas me largo —sentenció y cortó.

Kai pensó por un momento, tenía que organizarse. Sabía que desde la casa de Jongdae tenía exactamente cincuenta y cinco minutos hasta el lugar indicado, eso le daba el tiempo justo.

Le llevo la comida a Yonguk y le explicó lo que iba a hacer. Por suerte ella le aseguro que lo esperaría en el cuarto.

Cuando estuvo listo salió del cuarto y fue directo hacia el dormido Chanyeol, lo sacudió un poco para despertarlo pero no hubo caso.

—Chanyeol —insistió mientras lo sacudía— esto es importante, despierta —agregó—. Es sobre Baekhyun —soltó y como por arte de magia el más alto abrió los ojos— al fin! —suspiró el moreno.

—¿Qué le paso a Baek? —preguntó con voz pastosa.

—Primero ve al baño y lávate la cara —aconsejó mientras lo ayudaba a ponerse de pie—, hazlo rápido porque él nos espera —anunció un serio Jongin.

Lo vio casi patinarse poco antes de entrar al baño, Kai asintió: todo estaba en marcha. Le dio un último vistazo a la niña que ya estaba lista para ir a dormir. La dejó arropada y viendo un programa infantil.

Cuando salió al pasillo se encontró a un Chanyeol bastante impaciente.

—Está todo listo, ¡vamos! —dijo Kai, el pelirrojo asintió.

Ambos salieron del departamento, el más bajo miró la hora mientras bajaban por el ascensor, según calculaba tenían tiempo suficiente para llegar al punto de encuentro.

—Dime a donde vamos —preguntó el pelirrojo.

—Bueno veras.... —Kai le explicó su plan, Chanyeol lo escuchó atentamente.

—Pero yo...

—Escúchame bien —pidió, deteniéndose de golpe— tienes que prometer que no saldrás hasta que yo te avise —el menor notó las claras dudas que había en su mayor—. Chanyeol, si no haces esto bien es probable que nunca sepas que es lo que siente en verdad Baekhyun por tí —razonó el moreno.

—Tienes razón —suspiró el alto pelirrojo—. Lo haré —aceptó por fin.

—¡Genial! ahora metete adentro del juego y espera a que te llame —pidió y el más alto se esforzó en entrar al pequeño sitio— Al parecer no esperaras mucho —sonrió—: allá viene.

—¿Donde?

—¡No salgas! —pidió el trigueño— y guarda silencio por favor —rogó con el corazón bastante inquieto porque sabía que esto tenía que salir bien.

Se agachó simulando que ataba sus cordones, vio a Chanyeol poner los pulgares arriba y tuvo que sonreír y asentir. Cuando levantó la vista se encontró de frente con un poco alterado Baekhyun, aunque trataba de no parecer agitado se notaba que había corrido para llegar. Eso era un buen punto de partida.

—Menos mal que llegaste —dijo Kai—, ya me estaba aburriendo.

—La culpa es del taxista que me dejo del otro lado —se justificó el recién llegado.

—Eso no me importa —cortó el más alto— Ahora dime, Byun —cruzó los brazos parándose derecho—. ¿Qué es tan importante? porque tiene que serlo para que molestes tan insistentemente a mis amigos intentando localizarme —puntualizó.

—Bueno, yo... —se movió algo incómodo— yo quería hablar contigo sobre eso que me dijiste el otro día en el centro comercial... tu dijiste...

—Sí, lo recuerdo —cortó Kai— ¿Qué hay con eso?

—¿Por qué lo dijiste?

—Porque es verdad. Eres FEO —declaró sin más.

—Tu... quieres enfadarme, ¿verdad? —como respuesta, el más alto alzó los hombros casi admitiendo que era verdad su especulación— Tu... —Baek suspiró. Él ya sabía que esto sería difícil, por muchas razones. Pero él era Byun Baekhyun y no se daría por vencido— Mira, todo esto de verdad me está contrariando —resopló y entonces vio a Kai caminar hasta unos columpios cercanos. Se sentó en uno y le señaló el otro de modo que no le quedó de otra así qué fue y se sentó.

—¿Qué es lo que quieres? —preguntó el moreno—, ¿qué es tan complicado?

—Yo creo que hice algo malo —dijo luego de un largo silencio.

—Eso que te lo advertí —murmuró Jongin—. Y bien, ¿qué fue lo que hiciste?

—Yo... yo creo que me excedí con él —comentó el bajito— No sé por qué lo hice... no sé por qué… pero no pude evitarlo.

—¿De verdad no sabes? Yo creo que te encanta que te besen los pies —argumentó el moreno—. En Wisper eras igual —resopló fastidiado—, te fascina ser idolatrado —le recordó—. Pero, ¿sabes una cosa? —lo miró—: no puedes ser así con esa persona que pretende estar contigo en una relación.

—¿Por qué no? ¿Qué hay de malo?

—Te lo dije… todo tiene un límite y las personas se cansan de ser basureadas. Una relación es de a dos. No es sólo lo que tú quieres.

—¿Tú qué sabes de eso?, si por lo que sé, lo único que tienes es tu apariencia —soltó sin tapujos Byun— después no tienes nada. Eres peor que un parea...

Kai cerró los ojos ante aquellas palabras. Intentó no perder el control de sus emociones ya que esto era por el gentil Chanyeol. No tenía nada que ver con él.

—Bueno, si soy todo eso —concedió—. ¿Por qué estás aquí? —mirándolo de nuevo—, y además, si no te interesa tener a alguien que te quiera bien —se detuvo un segundo para mirar aquel rostro—, ¿Por qué no dejas de molestar a Chanyeol?

—¿Qué has dicho?

—Lo que escuchaste —afirmó—. déjalo para que encuentre alguien que de verdad lo ame, no como tú que sólo lo tratas mal...

—Primero: yo no lo obligue a nada, él está conmigo porque quiere —señaló— segundo: ¿a ti qué te importa lo que le pase a Chanyeol?

—Él en verdad me importa —declaró Kai.

—¿Acaso pretendes sacarme a mi novio?

—Según sé, ahora no es nada tuyo —remarcó sonriéndole— Como me entere, tú lo tratas mal, ¡y él te odia!

—¡Eso es mentira!

—¿Por qué estás tan seguro?

—Él dijo que me amaba... él... él es mío! —proclamó bastante alterado.

—¡JA! y ¿Desde cuándo hay cosas imposibles para el anfitrión número uno de Wisper? —espetó en un tono arrogante y confiado.

—Tú no te atreverías.

—Él no te interesa, si realmente te importara no lo tratarías como tu sirviente —recriminó.

—TÚ!

—Yo, ¿qué?

—No puedes quitarme a Chanyeol.

—Pero yo no te lo quitaría.... —sonrió de lado— él vendría por su propia voluntad...—declaró con un tono de voz de superioridad— mejor yo que un desconocido.

—No, No, No.... él, él...

—¿Él qué?

—Él... Chanyeol es muy importante para mí.

—¿Importante? —Kai ladeó un poco la cabeza simulando no entender— yo creía que lo único importante para ti eras tú mismo —razonó.

—¡Eso no es cierto! —Protestó Baek—, ¡él si me importa mucho!

—¿Por qué?

—Porque... porque —repitió irritado— ¡Por qué me gusta!

—¡Oh!, te gusta que se arrastre y te atienda.

—¡¡¡NOOO!!! —Baekhyun estaba por entrar en un estado de desesperación.

—¿Entonces? —presionó el más alto— explícate porque no te entiendo.

—Mira... —suspiró— no voy a negar que al principio me gustaba que él esté todo el tiempo pendiente de mí, era lindo que me consintiera —el pálido rostro del castaño se tornó serio— pero después fue diferente.

—¿Diferente cómo?

—Tú sabes.

—No... Según tus propias palabras yo no sé nada —argumentó el moreno.

—Me enamore, ¿ok? —confesó en un susurró con la cara roja.

—Mmmm… si eso es cierto creo que deberías decírselo.

—Por eso te estoy buscando —puntualizó—. Tú sabes dónde está, ¿verdad?

—Pues creo que es hora que ustedes tengan una charla sincera —dijo Kai parándose del columpio.

—¿De verdad me dirás dónde lo puedo encontrar? —Jongin asintió— ¿Él está lejos? ¿Me dará tiempo de ponerme presentable? —Cuestionó un alterado Baekhyun, intentando arreglar su cabello, Kai le hizo señas al mayor para que saliera.

—Bueno creo que tendrás que verse así como estás.

—¿Por qué? —preguntó un muy alterado Byun. Antes que pudiera decir algo más, el más alto sonrió de una manera que le provoco un escalofrió— dime que no está tras mío —suplicó temeroso. La sonrisa de Kai se amplió, si eso era posible, mientras alzaba sus hombros.

Como un acto de auto reflejo Baekhyun se cubrió su cara con ambas manos, lo único que se le veía eran sus rojas orejas. Los minutos pasaron y no pasó nada, Baek tuvo que bajar sus manos un poco, víctima de la curiosidad.

Es que su Yeol no habría tardado ni medio segundo en saltar sobre él, rodeándolo con aquellos brazos y ese calor tan particular, tan él. La falta de aquella sensación placentera de sentirse protegido y amado, le recordó por qué lo estaba buscando.

Su corazón fue víctima de su propia ansiedad, que incluso se obligó a salir sin maquillaje, poco le había importado su apariencia cuando comprendió su error. Las palabras de Kai golpearon con fuerza, él no quería perderlo. ¡No, no lo perdería!

Se giró entonces, pero aún mantenía cubierto sus ojos. Allí parado estaba Chanyeol, vestía uno de esos horribles trajes deportivos. Sus manos estaban metidas en ambos bolsillos, su cuerpo parecía tenso y no lo miraba, al darse cuenta de eso Baek mordió su labio inferior sin saber qué hacer.

Por su parte Chanyeol intentaba no mirar a su novio, era la única manera que encontró de resistirse, además de tener los puños bien apretados en los bolsillos de su campera. Lo escuchó moverse un poco más cerca y lo sintió suspirar. Se preguntó entonces, ¿qué debía hacer? Él no era bueno reprimiendo sus emociones.

—Chanyeol —escuchó que lo llamaban, aun así decidió resistir un poco más, contuvo el impulso de mirarlo— Yeol... yo... yo quiero disculparme contigo —lo oyó decir—, sé qué me comporté muy mal contigo... yo lo siento —murmuró el más bajo casi en el mismo instante que el más alto sintiera un peso extra sobre su hombro derecho, en ese momento el pelirrojo tuvo que mirarlo.

Baekhyun había apoyado su frente en aquel hombro, Park tuvo que reprimir cualquier acción e incluso palabra así qué apretó sus labios obligándose a controlarse. Aún no había escuchado lo que tanto deseaba oír. Tragó grueso porque había inhalado profundo y supo que fue un error porque llego a él aquella esencia tan particular que tenía su chico.

—Esta es la primera vez que digo algo así —confesó el bajito—, así que es algo difícil —lo oyó decir— Tu siempre me consientes y no importa lo caprichoso que fuera tu... tú me perdonabas, pero sé que el otro día exageré demasiado y después que desapareciste me sentí muy sólo... tú de alguna extraña forma te convertiste en alguien importante para mí... yo... —por primera vez elevó el rostro, dejando ver esa cara de niño que tenía al no llevar maquillaje— Yo te quiero...

El más alto cerró los ojos intentando que el temblor de su cuerpo se detuviera, es que de verdad tuvo tanto miedo de ser el único en poner su corazón en esa relación... el alivio fue tan grande que se estremeció completamente.

—Chanyeol, ¿qué tienes? —consultó el castaño, al notar cómo se estremecía el mayor, impulsivamente Baek metió las manos entre los brazos hasta llegar al cuerpo y pegarlo a él, buscando ese calor que tanto había extrañado— Chanyeol, di algo —murmuró—, no me gusta cuando estás tan callado —susurró sobre su hombro. Sintió entonces que era rodeado por aquellos brazos que tanto le gustaban.

Mientras correspondía el abrazo, Yeol observó a Kai, quien simplemente asintió y desapareció del lugar.

—Baek... yo... te extrañé mucho —murmuró apretando su abrazo— te quiero tanto Byun Baekhyun... —proclamó para luego besarlo con pasión.

Jongin sólo se había quedado para ver que lo hicieran bien. No es que no confía en la capacidad de Chanyeol, pero no estaba de más ser precavido, así que por lo que había visto, esos dos estarían más que bien.

Apresuro el paso ya que era bastante tarde. Llegó al edificio justo en el momento en que el celular le anunció que entraba una llamada. Sonrió no podía evitarlo...

—Hola —saludó al salir del ascensor

—Jongin, ¿por qué no me has mandado ninguna foto hoy? —se quejó el mayor desde el otro lado de la línea, provocando que Kai se cubriera la boca, tanto por la sorpresa de esas palabras, como el hecho que ese día no había tenido esa atención especial para con Kyungsoo.

—Realmente lo siento —se disculpó—. Surgieron cosas y yo...

—¿Qué paso? —cuestionó serio—. Dímelo todo —pidió.

Jongin Revisó a la visita y siguió al cuarto, mientras hacía eso le fue contando lo que paso con sus amigos y también cómo solucionó el problema de Luhan y Sehun; por último le relató lo sucedido entre Chanyeol y BaekHyun.

—Por ese motivo olvidé enviarle fotos, estaba volviendo del parque cuando entró su llamada— concluyó.

—Tuviste un día complicado.

—No tanto.

—Mi llamada, además del reclamo que ya hice; era para avisarte que tardaré en regresar dos o tres días más —declaró, pero no tuvo ninguna respuesta— ¿Jongin?

—Sí... bueno... me parece que a Yonguk no tomará muy bien esa noticia... ella lo extraña mucho....

—¿Sólo ella? —Suspirando al no tener una respuesta continuó— Dile que la hablaré con ella cuando quiera y haremos un trato para que me perdone.

—Si sigue consintiéndola así ella no sabrá qué es lo bueno o lo malo —puntualizó Kai.

—Realmente te escuchaste como una madre muy estricta —señaló, riendo un poco— No te vayas a enojar por lo que dije —aclaró—. Me gusta que te preocupes por la pequeña.

—Ella es buena niña —sonriendo, agregó—, algo manipuladora pero buena.

—Creo que todos tenemos algo de eso.

—Supongo que sí.

—Te voy a dejar ahora, seguro estás bastante cansado.

—No, realmente no lo estoy. Usted, ¿qué hace ahora?

—yo aquí recién estoy por ver que puedo almorzar.

—Me gustaría hablar más con usted —aventuró a decir, intentando que sus nervios no se filtraran en su vos.

—¿Ya te acostaste?

—Sí. En eso estaba.

—¿Cómo están los demás? O, ¿ya se fueron a sus casas?

—Los señores Suho y Kris están durmiendo.

—Bueno, espero que no te molesten. Te aviso que ambos son muy malos tolerando el alcohol —suspirando agregó—, en especial Suho. Tengo malos recuerdos de sus visitas —remarcó.

—¡Oh! iré a poner algunos recipientes cerca de él entonces.

—Eso sería muy buena idea.

—Lo haré ahora —se levantó y corrió a la cocina, luego fue donde sus invitados y puso los recipientes cerca de ellos— Listo! —anunció, volviendo al cuarto donde dormía la niña.

—Eres bueno —proclamó el mayor—. Deberías dormir un rato —sugirió—, en unas horas tendrás que llevar a la Yonguk al colegio.

—¿Está muy ocupado?

—No realmente...

—Porque quisiera seguir hablando con usted —confesó, oculto bajo la manta— No creo poder dormirme ya.

—¿Quieres que te haga compañía?

—Si no le importa quedarse hasta que sea la hora de llevar a la señorita Sol.

—¿De qué quieres que hablemos?

—Pues... —pensó un segundo mientras sonreía como tonto por ser consentido por aquel hombre— ¿Por qué no me cuenta cómo va su viaje y después vemos de que más hablar... —sugirió,

La charla comenzó. Se tocaron varios temas: algunos de trabajo y otros de paisajes que el mayor vio durante su estadía y terminaron riendo por anécdotas de los tiempos de universidad donde Kyungsoo siempre terminaba salvando a sus amigos de algún lio en que se metían. Kai se cubría la boca para no reír a carcajadas, es que nunca pensó que esos hombres fueran así de alocados. El reloj sonó, interrumpiendo la charla.

—Oh, ya debo irme —dijo Jongin, apenado por tener que dejar de charlar con Do.

—Ve tranquilo —escuchó que decía Soo— no te olvides de poner la alarma o te dormirás para ir a buscar a la pequeña Sol.

—Yo jamás me olvidaría de ella.

—Está bien no te enfades.

—Perdón por robarle de su tiempo.

—No te disculpes, este día no tenía nada que hacer y charlar contigo fue divertido, aunque creo que me eh dado cuenta lo viejo que soy —susurró—. Por cierto, no creo que sea bueno para ti no haber dormido en toda la noche —comentó en ese tono serio tan suyo.

—Yo estaré bien, no es la primera vez que no duermo.

—Entiendo, avísale a Yonguk que la llamaré luego para hablar con ella.

—Sí.

—Jongin... —se hizo un silencio en la línea— de verdad te doy las gracias —dijo por fin el mayor.

—¿Por qué?

—Solo por estar allí —dijo DO— ahora cortaré para que puedas despertar a la pequeña... Bye

—Bye! —Murmuró Jongin para luego escuchar el sonido del fin de la llamada. Suspirando, se estiró en la cama, saltó de ésta derecho a tomar un baño para despabilarse y preparar el desayuno a la niña.

Una vez tuvo todo listo, fue a ver a sus invitados. Ellos aun dormían. De verdad se notaba que no eran nada buenos bebedores. Uno normal se habría despertado al menos un par de veces, pero ellos dos no se habían movido ni un centímetro, incluso si no notara que sus pechos se movían al respirar, pensaría que eran un par de cadáveres.

—Será mejor que también prepare café bien cargado, no creo que deseen faltar al trabajo. —Notó entonces el olvidado celular de Chanyeol, que había puesto a cargar apagado. Lo encendió y fue asombroso ver todas aquellas llamadas perdidas; siempre era el mismo número. Rio un poquito al recordar la cara de Baekhyun.

Es que nunca en todo ese tiempo que trabajaron juntos lo había visto sin maquillaje y despeinado; realmente esperaba que esos dos lograran entenderse mejor. El celular sonó entre sus manos sorprendiendo un poco al moreno, quien se relajó un poco al ver la foto de Baekhyun, decidió contestar porque le pareció lo más sensato.

—Hola.

—Tú, ¿qué le hiciste a mi novio? — escucho que decían.

—¿Novio? ¿Qué le paso a Chanyeol?

—Eso quiero saber yo.

—¿Que es lo que tiene exactamente? —cuestionó preocupado.

—Ha estado con fiebre y se siente mal desde ayer.

—¡Oh!, Se ha resfriado —comentó mucho más tranquilo Jongin.

—¿Eso es todo lo que dirás? ¿Así cuidas a tus mayores? —Cuestionó con severidad— Ya le he prohibido que vuelva a ir a tu casa —gruñó el alterado Byun.

—Pero yo...

—¡TÚ NADA! Sólo avísales a sus amigos que Chanyeol no irá a trabajar hasta que se sienta mejor —ladró y luego corto.

—Uuufff.... ¡qué carácter! —murmuró Jongin sonriendo— si se altera así por un resfriado no quisiera ni pensar cómo se pondría por algo más serio...

Presuroso, fue a avisarle a Yonguk que su desayuno estaba listo. Ella, se había alistado lo mejor que pudo, Kai le arregló el cabello como le había enseñado el señor Lay. Cuando llegaron a la cocina, la niña esperó que le sirvieran el desayuno. Mientras la pequeña comía, el arregló todo y se sirvió un vaso de leche chocolatada. No había terminado de beber su vaso de chocolatada cuando escucharon el timbre de la puerta y ambos se miraron sorprendidos.

—¿Quién será? —Cuestionó Jongin poniéndose de pie, la niña negó con la cabeza—. Termina de desayunar, iré a ver quién es —pidió mientras se dirigía hacia la puerta— Esto es muy raro, es muy temprano —murmuró para sí.

Al revisar el visor, notó que la persona que llamaba no era otra que el señor Lay. Abrió la puerta presuroso y al instante notó que el recién llegado no estaba de buen humor, aun así el mayor lo saludó con cortesía.

—Buenos días.

—Señor Lay bienvenido, ¿qué está haciendo aquí? ¿No estaba de guardia?

—Es que no estaba tranquilo, estuve intentando llamar a Kris y luego intenté localizar a Suho.

—Qué extraño, no recuerdo que sonara ninguno de los celulares —murmuró el moreno.

—Tú deberás disculparme si me altero pero necesito decirle un par de verdades a ese hombre tonto que tengo por novio —dijo en un tono que kai sólo había escuchado una vez. Eso no podía ser bueno, pensó el moreno mientras se hacia un lado y lo dejaba pasar.

Caminaron a la sala donde los mayores dormían y lo vio acercase a hablarle a su novio.

Parecía que el señor Kris tenía un interruptor incorporado, pues sólo bastó que el recién llegado lo llamara y el abrió los ojos...